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Viviendo del Sufrimiento por Hector Ish

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Notas del capitulo: Mientras uno busca saber que pasò el otro intenta que todo sea normal... o es al reves... seguira todo como siempre????
En ese momento, Wilson estaba enajenado del mundo… trataba por todos los medios relajarse, había errado en una decisión y salió perdiendo por todos lados. Si se hubiera quedado en casa esa tarde, ahora estaría tranquilo, sin hambre y seguramente con Bonnie en sus brazos. ¡Pero no! En vez de eso perdió dos horas en un bar y otro tanto discutiendo sin sentido.

Wilson llega a su casa, encuentra todo oscuro, Bonnie se ha ido a dormir, hay comida fría en el refrigerador que le ha guardado; Héctor dormita en su cesto que le ha comprado ella y a su alrededor, paginas destrozadas de algunas revistas de interés medico. Sube las escaleras calladamente, tanto para no despertar a Bonnie como para que el perro no se dé cuenta de su llegada y le babeé los pies, pues se ha quitado los zapatos para no hacer ruido.

La encuentra recostada, la sabana le cubre solo hasta las caderas revelando su ropa de cama, un sensual negligé durazno que él le regaló para la luna de miel. Tan solo de recordar aquella noche Wilson experimenta conocidas sensaciones. La luz de la luna es su cómplice, ha hallado la manera de compensarle por lo de esta tarde.

Wilson se despoja de su ropa, se acerca a la cama, y lentamente besa los hombros y los brazos de Bonnie.

-James- le dice al despertar- ¿Qué haces?

-No digas nada- le dice dulcemente- Solo siente.

Wilson la besa en la boca con extrema pasión, haciendo que ella se deje a sus encantos, sus manos recorren su cintura y llegan a sus pechos, Bonnie deja salir un pequeño gemido, Wilson es un as con sus manos, pues al mismo tiempo que quita la suave seda del negligé de la piel de Bonnie la lleva al éxtasis con las caricias… Y con la negrura de la noche se funden en un solo ser con pasión y deseo.

El reloj muestra las 5 a.m., Bonnie duerme plácidamente abrazada por Wilson, pero este no concilia el sueño, ha sido un muy buen sexo y tal parece que ella lo ha perdonado, pero no deja de pensar en lo que sucedió la tarde anterior.

Algo lo inquieta, no lo resiste más, así que deja la cama, baja a su estudio y tomas unos papeles que le faltaron revisar. Todos sus pensamientos lo dejan cuando al entrar y encender la luz descubre a Héctor durmiendo plácidamente sobre un montón de retazos de papel.

Dan la 7 a.m., Bonnie baja y halla a Wilson dormido en el escritorio del estudio y encuentra a Héctor durmiendo en el cesto de basura, Wilson lo ha encerrado en la papelera para que no cause mas desastres. Con un beso, suavemente despierta a Wilson

-¿Qué hora es?- pregunta somnoliento

-Ya debes ir a trabajar

-Odio a ese perro- agrega Wilson al mirar la papelera.

-Olvídalo por hoy… he preparado algo especial para la cena. Vienen mis padres y nuestros amigos.

Wilson sabía que esa frase implicaba un: “te quiero aquí temprano, sin House, para compensar la velada que no tuvimos ayer”. Y él que pensaba que la noche había sido esplendida.

Aunque ya antes lo había visto enojado, en inclusive ya habían tenido sus pequeños altercados, House siempre encontraba la forma de que Wilson pasara por alto todo, pero la forma en que salió ayer de su oficina lo ha llevado a considerar si realmente puede dar lo que Wilson espera de él, entregarse de lleno de la forma que él lo hace.

Pero, como siempre, su manera de afrontar estas situaciones es con indiferencia fingida. Así que aunque nuevamente ha pasado la noche en el hospital, ha omitido pasar por la oficina de Wilson.

“House no ha hecho nada… House actuara como siempre. Wilson exageró las cosas… Wilson tiene que dar el primer paso”

Aun así, su mente maquinaba la forma en que respondería si se encontraba de frente con Wilson.

Son la 1 de la tarde y Wilson está en la oficina de Cuddy para firmar algunas constancias y oficios.

-¿Sabes lo que hizo House ayer?- le pregunta a ella.

-Me lo imagino- contesta sin apartar la vista de los papeles- pero no quiero saberlo. De seguro fue alguna locura para acercarse a Esther.

-Intentó hacerse pasar por el Dr. Patricks, llamó a los Doyle y le han caído en la mentira…

-Mmmm- musita con desgano Wilson.

-¿Pasa algo?- le interroga Cuddy, al notar un deje de hastío en la forma de contestar de él.

Wilson medita un poco en la pregunta, en realidad pasaron muchas cosas, pero a esta hora habían dejado de martillarle la cabeza. En toda la mañana no ha visto a House, no porque lo estuviera evitando, puesto que llegó y comenzó su rutina como siempre, Consultas, diagnósticos de cáncer, horas de clínica, reuniones con los administradores; generalmente es House quien siempre lo busca en su oficina o en cualquier otro lado en que se halle. A la única conclusión que puede llegar el oncólogo es que por ahora House lo evita a él por culpa, por cargo de conciencia, y reflexionar en ese pequeño hecho le satisfacía. Ahora se le ha hecho tarde para comer, no ha pasado ni cerca del comedor.

-No pasa nada- contesta finalmente- Me iré temprano a casa hoy ¿me necesitas para algo más?

-No… todo está bien- Finaliza Cuddy.

De cierta forma Wilson deseaba ver a House, así que una sonrisa se le pintó en el rostro al verlo haciendo fila en el comedor, sin dudarlo se formó detrás de él.

-¿Qué te has cambiado el nombre?- dice para iniciar la conversación.

-Es parte de mi cambio radical- contesta House- Me empezaba a aburrir el mío.

La fila avanza y es el turno de House para tomar comida, se sirve dos porciones de carne, coge algunos aderezos y un poco de ensalada. Wilson escoge algo ligero, ensalada y algo del postre de frutas.

-Paga el que sigue- dice House al llegar con la cajera, toma su bandeja y empieza a caminar, Wilson sin molestarse paga las dos cuentas.

-“Wilson no pone objeciones”- razona House-“Todo está normal”

-¿A dónde vas?- pregunta Wilson.

-Comeré afuera

Wilson le sigue, no se queja de haber pagado la cuenta, ni se encuentra sentido con House, llegan a la terraza y ambos se sientan una brisa fresca se deja venir sobre ellos.

-¿No me vas a decir nada?- House hace una pregunta de doble filo para entrampar a Wilson, pues si este hace referencia a lo ocurrido House se enteraría si sigue molesto, pero se libraría de la charla incomodo excusándose a que se refería a su loca idea de hacerse pasar por el Doctor de Esther. Si Wilson evade el tema, House dejará las cosas por la paz.

-Tus locas ideas te traerán problemas- contesta Wilson sin retirar la mirada de su plato.

House ha fallado, Wilson no se ha dejado entrampar, lo cual sugiere que quiere evitar el tema para no enfadarse más o lo ha pasado por alto nuevamente. House mira fijamente a Wilson haciendo que este se percate de su mirada y lo mire a los ojos.

-¿O no?- agrega Wilson con una leve sonrisa burlona.- ¿No se te ocurrió que con tantos antecedentes, Patricks y la familia Doyle estarían avispados contigo?

House sonríe, Wilson ha sabido jugar, tenía tantas ganas de disculparse con él, pero las cosas seguían normal y estaban bien, lo cual le ahorró que se tragara el orgullo. Eso era fascinante en Wilson, la capacidad que tiene para sobrellevarlo.

-Hoy podemos ir de copas- le dice para terminar la prueba. La mente analítica de House no tiene descanso.

-Hoy, tengo planes con Bonnie, me iré temprano a casa. La juerga será otro día.

Ambos se sonríen y continúan comiendo.

La tarde ha caído, y los tonos naranjas y rojos pintan la fachada del Princeton Plaisboro. Por dentro la recepción está tranquila, los doctores de clínica han dejado de dar consultas. Los especialistas se han retirado y poca gente circula por los pasillos.

Toda la tranquilidad se pierde con el sonido de la ambulancia que se estaciona frente a la entrada principal, con premura los paramédicos bajan a la paciente. Cuddy recibe los datos primordiales y ordena a las enfermeras preparar una cama en Cuidados intensivos.

Son las 7 de la tarde, House escuchó el rumor de que Esther fue internada, pero Cuddy ha hecho todo por evitar que se acerque a cuidados intensivos. Con bastón en mano y como león enjaulado camina de aquí para allá en su oficina.

-Se ha intentado todo- dice Cuddy derrotada al entrar a la oficina- Ningún tratamiento funciona.

-¡Te lo dije!- grita House furioso- ¡Esa mujer va a morir por tu culpa!

Lo que menos necesitaba Cuddy en ese momento eran recriminaciones, pero estaba tan desanimada que las palabras de House sonaban como si fueran ciertas ¿Y si realmente tenía razón desde un inicio? ¿Si Esther tuviera Erdheim Chester, y House pudo haberla curado desde hace días?

-Ya ordené una colonoscopía, unas biopsias, solo espero los resultados…

-Resultados que tardaran horas… ¡Horas que ella no tiene!- House sale bruscamente de la oficina para sorpresa de Cuddy.

-¿A dónde vas?- le pregunta

-Lo mejor es tratarla, funcionará mas rápido- dice al entrar al elevador.

-¡House espere!

Mientras el elevador baja, House piensa en lo estúpida que es Cuddy por no haberle dado la razón desde un principio, y ahora que las cosas se complican acude a él como última opción. Apenas ayer los resultados hubieran sido favorables, hoy solo hay unas pocas posibilidades. House molesto golpea la pared del elevador con su puño.

-¿Qué hace usted aquí?- pregunta molesto Dean Doyle hijo, la presión de ver a su madre conectada a un respirador y ver al idiota que la molestaba lo estaban llevando a perder los nervios- ¡Lárguese de aquí!

House sin hacer caso pasa de lleno y mira la hoja de Esther, nuevamente los intestinos habían sangrado, seguido por los riñones, la pituitaria, el hígado y los pulmones que fallaron uno seguido del otro.

Cuddy le da alcance a House con los resultados de la biopsia en mano, mientras que el nefrólogo prepara la bolsa de suero donde pondrá el tratamiento.

-House, no haga nada- le dice Cuddy- No es Erdheim Chester, los resultados son negativos

House se queda helado, había errado el diagnostico, y Esther seguía muriendo sin que él pudiera hallar una razón lógica para ello; sus fríos pensamientos son interrumpidos por la alarma del respirador.

-¡Rápido! ¡Código azul!- grita Cuddy a las enfermeras.

A pesar de los intentos y esfuerzos del personal, el fallo respiratorio ha sido fatal, sin poder hacer nada House espera sentado frente a la habitación. Cuddy sale y con la mirada deshecha le confirma el resultado. House se retira furioso, dejándola sola y con gran pesar, echa un último vistazo a Esther y ve a Dean Doyle rabiar impotente sobre la cama.

Todo ha salido mal… las malditas cosas se echaron a perder…
Notas finales: Bien, bien, de veras agradezco mucho sus criticas y comentarios... y Viva el Bonnie x Wilson!!!

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