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SI TU ME QUISIERAS... por Orseth

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            -Si, mire… él ha querido… y yo no, bueno, no es que yo no quiera, es simplemente que… es decir…

            -¿Quieres saber si pueden tener sexo? –interrumpió el sanador mirándolo con seriedad.

            Harry sonrió nerviosamente sintiendo que su cabeza volaría en cualquier momento como olla exprés con la válvula tapada.

            -Pues si… básicamente eso es.

            -Bueno, hasta ahora los problemas médicos que ha tenido Draco se deben a su presión arterial, a su sistema respiratorio y cosas así, no ha habido complicaciones referentes a la gestación en si, como sangrados por ejemplo.

            -Dice que nunca tuvo sexo cuando estuvo con Roger en las pocas semanas que llevaba de concebido Harry, así que no sabemos a ciencia cierta si esto pudiese afectarle.

            -Si habláramos de una mujer, te diría que no hay ningún problema, pues es absolutamente normal que se tengan relaciones sexuales hasta muy avanzado el embarazo, pero en el caso de Draco las cosas nunca son tan sencillas.

            -Así que no se puede –concluyó Harry ocultando su desaliento.

            -No he dicho eso, hablo de que es un caso especial y no lo podemos medir con los mismos parámetros de una mujer; pero así como en un embarazo femenino, el embrión de Draco está completamente aislado y protegido dentro del útero creado mágicamente para eso.

            -¿En serio?

            -Si, ahora que si teniendo relaciones presenta molestias, suspéndanlas de inmediato.

            -Claro.

            -Imagino que tú volverás a ser quien penetre de nuevo ¿verdad? –dijo el sanador como si hablara del clima- o será al revés.

            -N-no… -balbuceó Harry sintiendo su cara muy, pero muy caliente.

            -Mira, aquí tengo unos folletos de posiciones sexuales para embarazadas; no hay para hombres gestando pero imagino que servirán igual, aunque ciertamente el vientre de Draco aun es pequeño y no debería causarle incomodidad.

            -Gracias –respondio Harry tomándolos y guardándolos con manos torpes en su chaqueta.

            -Son para penetraciones vaginales obviamente, pero para las anales no hay mucha diferencia.

            -¿Por qué tiene que ser tan malditamente especifico? –pensó Harry deseando que la tierra se abriera y se tragara al medimago.

            -¿Algo más?

            -No, nada más, gracias por su tiempo –respondió Harry levantándose tan de prisa que casi tira la silla- perdón… nos vemos.

            -Adiós Harry –dijo el señor Jackson estallando en carcajadas apenas quedó solo- ¡oh por Merlín!... –jadeó con las manos en el estómago- esta es una de cal por las que van de arena, muchacho… ¡vaya, nunca pensé que sería divertido cobrarme una de todas las veces que me han hecho enojar!

 

_____________________________________________________________________________________.

 

            -Creo que me avergonzó a propósito… -meditó Harry caminando por las calles del Londres muggle mientras buscaba una tienda en particular- pero bueno, al menos aclaró mis dudas.

 

____________________________________________________________________________________.

 

            Cuando Harry llegó a Grimauld Place, Draco estaba durmiendo su siesta junto al pequeño, mientras Betsy hacia labores de limpieza en algunas habitaciones que nunca se usaban.

            -Hola… -susurró el moreno dándole un beso en la mejilla.

            -mmm… ¿Dónde andabas?... ¿Qué hora es?...

            -Son las 9:00 pm –respondio Harry besando ahora al pequeño.

            -Lo vas a despertar y luego ya no se quiere dormir –dijo Draco estirándose.

            -Nah, es un dormilón igual que tú.

            -Anda, despiértalo y tú lo duermes –respondio el rubio levantándose- ¿quieres cenar?

            -¿Ya comiste tú?

            -No, te estaba esperando.

            -Vamos pues.

            Después de cenar, los dos subieron a la habitación, en donde Draco comenzó sus preparativos para irse a dormir.

            -¿Y Black cuando vendrá? –preguntó desde el baño mientras se cepillaba los dientes.

            -Al parecer solo faltan un par de días para concluir su investigación –respondio Harry mientras se daba una ducha.

            Cuando estuvieron listos, Harry solo se puso unos calzoncillo negros en vez de su acostumbrada pijama mientras Draco se ponía una camiseta y un pantalón de pijama.

            -¿Solo vas a dormir con eso?

            -Aja… y creo que es mucha ropa.

            Draco se volvió a mirarlo con un gesto de “¿estás drogado?” mientras Harry sonreía.

            -Draco, simplemente quiero que hagamos el amor.

            -¿Qué tomaste que no me invitaste? –exclamó Draco echando una última ojeada al pequeño en su cuna y  luego acostándose.

            -No tomé nada, es solo que me muero de ganas de hacerte el amor.

            -Sí, como no –respondio el rubio despreocupado mientras se arrellanaba en la cama dándole la espalda- ya puedes apagar.

            -¿No me crees?

            -No, no te creo.

            -Pues así es –dijo Harry besándole el cuello mientras le ponía la mano en la cadera.

            -Ya, déjame dormir, que aunque tomé una siesta aun tengo sueño.

            -¿Qué ya no quieres hacer el amor? –preguntó Harry alzando la cara.

            -Lo que no quiero es que me calientes y luego me dejes con las ganas, así que mejor duérmete.

            -Mira, no es que no haya tenido ganas de hacerte el amor en esas ocasiones, pero estaba preocupado por tu salud.

            -¿Y ahora no?

            -Bueno, ahora ya sé que no te va a afectar ni a ti ni al bebé –respondio el moreno retomando el cuello.

            -¿Y cómo sabes eso? –preguntó Draco girando la cara para verlo.

            -Pues… pregunté –respondio Harry sintiéndose atrapado en alguna falta.

            -¿¡Preguntaste a un extraño sobre nuestra vida sexual?! –exclamó Draco sentándose.

            -No a un extraño, fue al señor Jackson.        

            -¡Es lo mismo!... ¡Ay Dios, no lo puedo creer!

            -Tenía que hacerlo Draco, me dio mucha vergüenza pero ni modo, y es más, creo que el viejo disfruto avergonzarme.

            Draco se le quedó mirando con el ceño fruncido durante unos momentos, para después ir suavizando el gesto al preguntar.

            -¿Se ensañó contigo?

            -Sí, y fue a propósito, estoy seguro. 

            -Me hubiera gustado ver tu maldita cara –dijo Draco riendo al imaginar a Harry.

            -No fue nada gracioso, me moría de vergüenza.

            -Bueno…. Y a fin de cuentas ¿si podemos?

            -Sip, si podemos, así que ¿dejaras de poner pretextos y pasaremos a la acción?

            -Yo no pongo pretextos.

            -De acuerdo, ¿entonces ahora si me creerás?

            -mmm… no sé, tendrás que convencerme –respondio Draco acostándose de nuevo.

            Harry sonrió y lo besó en los labios mientras Draco pasaba sus brazos por sus hombros; la boca del auror era gentil mientras disfrutaba de aquella boca que lo enloquecía, lamiendo esos suaves labios y mordisqueándoos después… pasando su lengua por el interior, frotándola con la de Draco como una danza erótica.

            -mmm… -gimió al separase y sentir su labio inferior se mordido con suavidad.

            -Me encantan tus besos… -susurró Draco abriendo de nuevo la boca para que Harry lo besara.

            Harry volvió a meter su lengua en esa boca que le gustaba tanto mientras le acariciaba el cabello y el cuello.

            -Tengo… tengo algo para divertirnos… -masculló Harry sobre los labios de Draco.

            -¿Algo como qué?

            -Pasé a una tienda para adultos y compre algunas cosillas –respondió Harry levantándose- ¿Por qué mientras no te quitas la ropa?

            Draco se quitó todo hasta quedar en calzoncillos mientras veía con curiosidad la bolsa de papel que el moreno llevó a la cama.

            -Para empezar, ahora no olvidé el lubricante –dijo Harry sacando un tubo.

            -Vaya, al fin, ya estuvo bueno de usar el aceite de Harry –respondio Draco tomando el tubo y viéndolo de cerca- ¿sabor fresa?

            -Aja, para que tengas buen sabor de boca –dijo Harry pícaro.

            -Tarado –respondio Draco riendo mientras se sentaba en flor de loto en la cama- ¿Qué más compraste?

            -Vi un vibrador de colores psicodélicos que resultó muy atrayente, pero no lo compre.

            -¿Por qué no? dicen que son divertidos.

            -Porque lo único que quiero que te entre es el mío, no uno de plástico, pero la verdad es que aunque tenemos el visto bueno del señor Jackson, no quiero lastimarte, no es que vaya a ser rudo, pero mejor no arriesgamos, tal vez cuando todo esto haya pasado… mira, crema batida sabor fresa también, eso de untar chocolate está ya muy gastado –dijo sacando un bote.

            -¿Gastado para quién?... yo nunca he usado chocolate a la hora de tener sexo –dijo Draco muy serio.

            -emm… bueno… -balbuceó Harry dándose cuenta que había hablado de mas.

            -Bueno, lo que no fue en mi año, no fue en mi daño… -exclamó Draco exhalando un suspiro y tomando el bote de crema- ¿Qué más trajiste?

            -Solo eso, creo que será suficiente… que dices ¿te gustaría probar la crema?

            -Sí, necesito algo dulce antes de dormir –dijo Draco destapando el bote- lo probaré primero en ti, acuéstate.

            Harry se tumbó y Draco procedió a untar crema batida en sus pezones para después comenzar a lamerlos con la punta de su lengua mientras el moreno suspiraba al sentirla rodearlos y luego chuparlos suavemente aumentando poco a poco la intensidad.

            -mmm… que bien se siente… chúpamela ya… -dijo Harry tocándose por sobre su prenda.

            -No… aun no… -respondio Draco pasando al otro pezón.

            La juguetona lengua lamía la crema haciendo estremecer a Harry al oír el chasquido de la boca del rubio  sobre su piel.

            Después puso más crema en el firme torso y vientre haciendo una especie de caminito para después lamer cada porción del suave dulce haciendo que Harry que pusiese cada vez más duro.

            -Tienes una boca maravillosa… mmm…

            Draco solo sonrió mientras borraba todo rastro de crema, en tanto su mano sobaba el paquete de Harry por sobre el calzoncillo.

            Harry de plano había extendido los brazos en la cama dejándose hacer mientras no paraba de gemir.

            -Levanta… -dijo Draco tomando su calzoncillo con sus dedos.

            Harry levanto las caderas para que Draco se  lo bajara.

            -Uy… estamos ansiosos… -dijo Draco viendo el enorme pene totalmente erecto.

            -Deja de hablar y mámala ya… -exclamó Harry levantando la cabeza.

            -No me apresures… -respondio Draco riendo mientras hundía la nariz en los rizos negros inhalando su masculinidad- déjame disfrutarte… hace mucho que no lo hago…

            Las blancas manos comenzaron a acariciar los fuertes muslos mientras su mejilla tocaba el caliente miembro; Harry sonrió al verlo hacer eso, al ver el cariño y dulzura con que lo trataba, al ver el amor que derrochaba en cada caricia y suspirando contento, dejó caer la cabeza hacia atrás; peo después de un rato de esperar la tan ansiada mamada que nada mas no llegaba, alzo de nuevo la cabeza.

            -¡Draco! ¿¡Te estás comiendo la crema?!

            Draco levanto la vista del bote de crema al que le metía el dedo una y otra vez mientras sonreía.

            -Lo siento, es que esta muy bueno ¿Dónde lo compraste?

            -¡Eso no importa! ¿Y mi mamada?

            -Solo es un antojito, no seas impaciente… -respondio el rubio recargándose en sus codos sin dejar de comer la crema.

            -Eres un embuste, eso no se vale.

            -Es que esta muy rica, espérame un ratito ¿si?

            Harry se recostó exhalando un suspiro, bien merecido lo tenía… pero después sonrió al ver a Draco comer muy entretenido el dulce, pues hacia mucho que nada le gustaba al pobre, debido a las nauseas.

            -Me alegra que te haya gustado –dijo al fin- solo no te la comas toda o te hará daño, es un bote de a kilo.

            -Además Potter, ni te me pongas exigente, que cuando yo quería coger, tú te ponías tus malditos moños y me decías que no aunque yo me estuviera muriendo.

            -Era por tu salud.

            -Precisamente tarado, mis hormonas me traen como un maldito perro en celo y tú ni tus luces para calmarme la calentura.

            -No era porque yo no quisiera… pero ya deja de regañarme, ya estoy muy duro y es molesto.

            -¡Uy, perdón por hacerlo esperar, mi señor!

            -Idiota… -exclamó Harry sonriendo- pero se escucharía mejor si lo dices mientras me la chupas.

            -Ajá ¿algo más?

            -Pues ya lo iremos viendo sobre la marcha, así que a lo tuyo, muchachito –respondio el moreno con gesto despectivo ganándose un pellizco en un muslo- ¡ay!

            -Vale… -dijo Draco sonriendo mientras se chupaba un dedo y dejaba el bote a un lado- solo porque estoy caliente.

Harry respingo al sentir una mano en su pene y una risita en el aire.

            -¿Mucho mejor? –preguntó Draco subiendo y bajando suavemente su mano mientras que con la otra alcanzaba el lubricante y lo abría para untarle un poco para no irritarlo.

            Entonces se hincó para poder tomar también sus testículos con la otra mano mientras jugueteaba con el glande con su pulgar.

            Harry se estremecía al sentir esa mano excitarlo de esa manera, tan firme y gentil al mismo tiempo; entonces jadeó al sentir como la húmeda boca de Draco chupaba la punta y luego la lamía.

            -Oh joder… si…

            Draco bebió la cristalina gota de líquido seminal y después engulló todo el miembro haciendo gemir al moreno cuando poco a poco comenzó a agarrar ritmo, deteniéndose un momento provocando protestas.

            -¿Por qué te detienes?

            -Porque también quiero sentir tu boca, hace tanto que no… -respondio Draco colocándose sobre Harry en cuatro en posición invertida quedando con su pene justo encima de la cara del  auror, quien saboreándose, inmediatamente puso sus manos en las blancas piernas acariciándolas.

            -mmm… -gimio Draco cuando sintió una mano acariciar su intimidad mientras él seguía en lo suyo.

            Por un buen rato estuvieron así, chupándosela mutuamente hasta que Draco ya no pudo más y se corrió en boca de Harry, quien succiono en todo momento haciendo estremecer al rubio al punto de dejarse caer sobre él.

            -Lo… lo siento… -balbuceó encima de Harry.

            -Está bien, solo que casi me sacas un ojo –respondio Harry con la cara entre los muslo de Draco.

            Draco se quitó para dejarse caer a un lado mientras Harry se secaba los restos de semen con la sabana.

            -Cuanto extrañaba una mamada… -masculló el rubio despatarrado en la cama mientras Harry sonreía a su lado masturbándose a sí mismo.

            -Y lo que nos falta.

            -Ven, bésame –dijo Draco alzando los brazos.

            -Eres un comodino –respondio Harry colocándose encima de él dejándose envolver en un abrazo.

            -Pero bien que vienes ¿no?

            Harry sonrió para después besarlo tiernamente y delinear sus labios con la lengua en tanto Draco la abría en espera de saborear su lengua; pero Harry siguió su camino de besos por la mejilla y cuello del chico rubio, quien apretó su abrazo al sentir los dientes del moreno en su cuello.

            -Ah…

            Harry lamia y succionaba la blanca piel del cuello y clavículas dejando marcas a su paso sin importarle una mierda los futuros reclamos.

            -Me encanta tu sabor… -susurró dejando rastros de saliva mientras subía a la oreja y chupaba el tierno lóbulo.

            -¡Oh!... Dios… si…

            -Date vuelta…

            Draco quería disfrutar más al auror, saborear su cuerpo a cuenta de tanto tiempo en ayunas, pero la boca de Harry hacia maravillas, por lo que sin objetar nada se dio la vuelta sin rechistar descansando su mejilla en el colchón.

            Harry lo tomó por el cabello y atacó de inmediato los hombros, mordisqueándolos y besándolos mientras su mano apretaba con un poco de fuerza las rubias hebras.

            Draco no se sentía incomodo por el fuerte agarre de su cabeza, antes bien le excitó el hambre y ansia que demostraba Harry sobre su cuerpo.

            -Sabes mejor que cualquier maldito dulce… -dijo Harry mordiéndole el hombro.

            -¡Ay!...

            -Lo… lo siento… -se disculpo el moreno sin detenerse.

            -mmm…

            Harry se sentó a sobre Draco dejándole su pene entre las piernas haciéndole sentir su dureza mientras ponía sus manos en las turgentes nalgas.

            -Son deliciosas –dijo estrujándolas- y son solo para mí.

            -No… solo son mías…

            -Oh vamos, di que solo yo me meto ahí… -dijo Harry inclinándose a besarlas.

            -No.

            -Me encantan… me encantan… -susurró el moreno mordiendo una.

            -¡Auch!... ¡oye!...

            -Deja de protestar tanto.

            Draco se revolvió bajo Harry, quien se quitó para dejarlo levantarse y ser derribado al instante quedando ahora abajo con el rubio montado a horcajadas.

            -Ya estuvo bueno –exclamó Draco con su rostro a un par de centímetros pegado pecho con pecho.

            -¡Uy que miedo! ¿Y qué me vas a hacer?

            Draco sonrió ladinamente antes de besarlo con fuerza haciéndole difícil al moreno seguirle el paso.

            -Draco… -gimió el moreno al sentir unos dientes en sus pezones- ¡ah!...

            Draco chupaba los oscuros botones haciendo ruiditos chasqueantes que enervaban aun más al auror mientras éste le revolvía la rubia cabellera.

            -Déjame abrazarte… déjame sentir tu cuerpo en mis brazos… -masculló el moreno levantándose en sus codos.

            Draco lo dejó enderezarse para inmediatamente ser abrazado y Harry pasó sus manos por la espalda desnuda mientras continuaban besándose.

            -mmm… -gimio el rubio sintiendo aquellas manos rasposas acariciar lo mas intimo de su cuerpo.

            -Chúpamela de nuevo… -dijo Harry separándose y hablando sobre los inflamados labios.

            Draco sonrió y le dio un besito al tiempo que se levantaba y se agachaba mientras Harry se recargaba en sus manos y dejaba caer la cabeza hacia atrás.

            -Mas rápido… -dijo al cabo de un par de minutos mientras comenzaba  a mover su cadera rítmicamente follándose así la boca del rubio.

            Draco recibió de lleno la venida del moreno en la boca, tragando todo sin dejar de chupar.

            -¿Mejor ahora? –dijo Draco riendo al verlo desplomarse hacia atrás.

            -Muuucho mejor…

            -Oye, ese lubricante también sabe bien.

            -Ven aquí…

            Draco reptó sobre el caliente cuerpo de Harry dejándose abrazar tiernamente mientras recuperaban energías. En un buen rato no hablaron por estar haciéndose arrumacos, siendo interrumpidos en ese momento por un incipiente llanto de la cuna.

            Harry y Draco suspiraron antes de que finalmente el rubio se levantara.

            -¿Qué ocurre, cariño? ¿No que ya dormías? –dijo inclinándose en la cuna dándole una buena vista al otro papá.

            -Que culo, Draco… agáchate más…

            -Cállate, no hables de sexo frente a tu hijo –respondio Draco evidentemente complacido por aquellas palabras.

            Cuando el nene finalmente volvió a dormirse, el rubio regresó a la cama, bajando la luz dejando el cuarto  a media luz para no molestarlo, habiéndole puesto un hechizo anti ruido a la cuna para no despertarlo.

            -Hablaba en serio, agáchate, mi lengua reclama estar ahí –dijo Harry levantándose para quedar hincado sobre la cama.

            Draco obedeció poniéndose en cuatro sintiendo al momento las manos de Harry en su trasero.

            -Oye Draco… -dijo Harry presionando con suavidad los glúteos.

            -¿mmm?

            -¿Alguna vez has practicado el spanko?

            -¿Qué es eso?

            -La práctica de azotes… consensual por supuesto.

            -Eres un saco de lujuria y depravación –respondio Draco volviéndose para mirarlo- ¿de dónde sacas esas ideas?

            -No es depravación, solo es una parafília  -dijo el moreno inclinándose hasta quedar con el culo del rubio frente a su cara.

            -¿Tu ya lo has hecho? –preguntó Draco con gran curiosidad.

            -Ajá… un par de veces… mmm rico… -dijo dando una lamida al tierno anillo de pliegues haciendo estremecer al rubio.

            -Ah… creo que no necesito preguntar qué rol llevabas.

            -mmm… la verdad sea dicha, no me gusta recibirlas, lo que me excita es darlas.

            -¿Las nalgas?

            -No, pedazo de burro…

            Draco rió sabiendo desde el principio que Harry hablaba de las nalgadas.

            -No… -dijo finalmente el rubio- nunca lo he hecho.

            -¿Y no te gustaría probar?

            Draco se enderezó para quedar sentado en sus tobillos siendo imitado por Harry.

            -No sé… la verdad no le veo mucho sentido a ser nalgueado.

            -Bueno, nunca lo has probado.

            -A ti te gusta mucho por lo que puedo ver.

            -Si, en realidad me fascina ver como tiembla quien las recibe cuando mi mano se estrella en su trasero.

            -Vaya…

 

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