SIEMPRE ME QUEDARA
Light y L, trabajaron juntos durante el caso Kira. Durante ese periodo de tiempo, ambos jóvenes se fueron enamorando poco a poco. El joven castaño no podía mantener su amor por L en secreto por mucho tiempo.
Esa misma noche, habló con el y justo ahí le dijo lo que sentía. L se puso muy feliz, esa misma noche se demostraron cuanto se amaban. Pero la felicidad no duró mucho, al menos no para L.
Cómo decir que me parte en mil
las esquinitas de mis huesos,
que han caído los esquemas de mi vida
Ahora que todo era perfecto.
Light era frío con L, este, tratando de ser comprensible con el quería consentirlo, llegaba y lo besaba.
- Hola Light, mi amor.
- Ya te dije que en horas de trabajo no hagas eso, me molesta, compórtate ¿quieres?
- Lo siento, no lo hare de nuevo.
Bajó su cabeza apenado por lo sucedido. Light simplemente lo ignora. El joven pelinegro estaba triste, no había querido salir de su habitación para nada, lloraba silenciosamente.
Light llegó a la habitación muy cansado, solo pensaba en dormir. Al entrar a su habitación vio que L estaba a un lado de la cama dormido, entonces las ganas de dormir se fueron. Caminó lentamente a donde se encontraba el joven pelinegro durmiendo.
Con su mano, acaricia el cuerpo frágil envuelto en la suave y fina sábana color perla.
Y algo más que eso,
me sorbiste el seso y me decían del peso
de este cuerpecito mío
Que se ha convertido en río.
de este cuerpecito mío
Que se ha convertido en río.
L siente unas manos recorrerle el cuerpo. Despertó entonces y ahí lo vio, era Light, su amor.
- L… Light, ¿qué haces?
- Nada, solo quiero amarte esta noche.
- Pero, yo… no me siento de ánimos.
- Con el sexo te sentirás de ánimos, recuerda que al hacer el amor se liberan feromonas que te hacen sentir mejor y haces que te pongas más bello que antes.
- Pero…
- Nada de peros, además, creí que querías que te recompensara por haber rechazado tu beso.
- Bueno… yo…
- Shhh, solo relájate.
- Este bien.
Ese “esta bien” no era más que una forma para que aquello no se prolongara más, en su interior lloraba en silencio. Light entró en el con muy poco cuidado, lastimándolo y haciendo que sangrara.
La noche fue eterna para el joven detective, entre gemidos, caricias y embestidas salvajes. No quería despertar. El sol cubría la habitación, el joven castaño se levanta sin darle importancia al joven que dormía a su lado. Aunque le gusto hacer el amor con su amado castaño, le dolía su indiferencia.
Me cuesta abrir los ojos
y lo hago poco a poco,
No sea que aún te encuentre cerca.
Me guardo tu recuerdo
como el mejor secreto,
Que dulce fue tenerte dentro.
El joven detective seguía en la cama, pensando en la noche que había pasado con Light, sin duda el sexo fue fantástico, aunque doloroso, no lo entendía, Light era dulce con el, pero solo en la cama, ya que era frío casi siempre.
Se levantó de la cama y fue a cambiarse. Al estar listo, bajó a saludar a su amado castaño, pero cuando lo vio, este estaba de muy mal humor. Tímidamente trato de acercarse, Light al notarlo se gira sin cambiar esa mueca de enfado.
- Light, mi amor, ¿te apetece algo?
Trato de preguntar con una tímida sonrisa boba.
- Nada, pero gracias cariño.
- Bien.
Eso lo puso muy feliz, era la primera vez en mucho tiempo que lo llamaba de una forma cariñosa sin necesidad de estar en la cama haciendo el amor.
Hay un trozo de luz
en esta oscuridad
Para prestarme calma.
El tiempo todo calma,
la tempestad y la calma,
el tiempo todo calma,
La tempestad y la calma.
L estaba sentado junto a Light, observaba a su amado trabajar.
- Mi amor, ¿quieres que te ayude en algo?
- No, no lo necesito, puedo yo solo.
- ¿Estás seguro?
- Si, no me desconcentres.
- Está bien, lo siento.
La tarde paso muy rápidamente, y ambos jóvenes permanecían juntos. Claro, uno muy concentrado en el trabajo y el otro solo se dedicaba a observar al otro. Así se la pasaron todo el rato.
L estaba feliz, pensó que quizás su amado Light no lo trataría tan frío como siempre.
Pobre pelinegro, no sabía que tan equivocado estaba. Su amado castaño estaba lejos de ser lo que el joven pelinegro deseaba que fuera, dulce y romántico. Quería que fuera como antes, cuando apenas eran novios. Como deseaba que el tiempo regresara a aquella época de amor y calor.
Siempre me quedará
la voz suave del mar,
volver a respirar la lluvia que caerá
sobre este cuerpo y mojará
la flor que crece en mi,
y volver a reír
Y cada día un instante volver a pensar en ti.
En la voz suave del mar,
en volver a respirar la lluvia que caerá
sobre este cuerpo y mojará
la flor que crece en mi,
y volver a reír
Y cada día un instante volver a pensar en ti.
L esperaba a su amado Light, le había preparado una sorpresa muy erótica. Esa noche, Light llegó muy cansado. L lo esperaba en su habitación, al entrar ve la cama llena de pétalos de rosas, rojas, blancas y rosadas. El joven detective se encontraba sentado en la cama vestido son lencería roja que no dejaba nada a la imaginación.
Light simplemente paso de largo y solo dijo unas simples palabras que bastaron para destrozas a L por completo.
- No tengo tiempo para eso, L, deberías dejar de perder el tiempo en esas tonterías y ponerte a hacer algo que valga la pena.
- Light… yo… lo siento.
Bajó la mirada y unas cuantas lágrimas escaparon de sus ojos recorriendo su rostro y caer hasta estrellarse con sus manos.
Cómo decir que me parte en mil
las esquinitas de mis huesos,
que han caído los esquemas de mi vida
Ahora que todo era perfecto.
Y algo más que eso,
me sorbiste el seso y me decían del peso
de este cuerpecito mío
Que se ha convertido en río.
de este cuerpecito mío
Que se ha convertido en río.
El joven pelinegro estaba destrozado, lloraba a más no poder, su amado castaño dormía plácidamente a un lado de el y ni siquiera notaba su llanto. Entonces fue que lo supo. Light ya no lo amaba tanto como antes. Eso destrozó aún más su corazón y lloró aún más, pero no por el hecho de descubrir que Light ya no lo amaba y ni siquiera le demostraba ni un poco de afecto, si no por que en el fondo quizás ya lo sabía y nunca quiso creerlo, prefirió seguir soñando que ver la cruel realidad.
A la mañana siguiente. Light al despertar vio dormir a su amado pelinegro, se levantó y fue a arreglarse para irse a trabajar, llegaría tarde esta vez, no se molestaría en decírselo.
Al estar perfectamente arreglado, salió y ni siquiera se tomo el tiempo de despedirse de L. lo que no sabía era que L no dormía, le dolió el que ni siquiera lo tomara en cuenta.
- Light… ahora lo se, no me amas, ya no.
Lloró amargamente sin dejar de hacerlo por un largo rato. Cuando al fin cesó su llanto se levantó, se vistió y miró por la ventana.
- ¡Que hermoso cielo! y nunca me he tomado la molestia de contemplarlo.
Sonrió dulce y tranquilamente. No era una sonrisa de felicidad, más bien era una de tristeza y amargura.
Amargura al no saberse correspondido por su amado y tristeza por lo que estaba apunto de hacer. Fue al escritorio y saco papel y pluma y se puso a escribir, soltando el llanto de vez en cuando.
Siempre me quedará
la voz suave del mar,
volver a respirar la lluvia que caerá
sobre este cuerpo y mojará
la flor que crece en mi,
y volver a reír
Y cada día un instante volver a pensar en ti.
Al regresar, Light buscó a L con la mirada pero no logró encontrarlo. Miró entonces en la cama, una nota, fue hasta ella y la abrió, era la letra de L, estaba seguro de ello. No podía creer lo que la esta decía.
Mi amado Light:
Me he dado cuenta de que no me amas, esta bien, no te preocupes, no te odio, te amo muchísimo y por eso me duele dejarte, pero es lo mejor.
Siempre estarás en mi corazón, no te olvidare jamás, espero que tu no me olvides tampoco, pero ya no podemos estar juntos, lo siento mi amor, me voy y no regresare jamás.
Elle Lawliet.
Light estaba sorprendido, nuca creyó que su amado niño se sintiera así. Comenzó a llorar entonces, sosteniendo en sus manos el trozo de papel que empezó a estrujar con fuerza y enojo.
- L, nunca creí que te sintieras así, perdóname, fui un imbécil y no te supe valorar, ahora te has ido y ya no te tendré jamás.
El apuesto castaño lloró inconsolablemente por la pérdida de su único amor, su dulce y amado L. el tiempo no se podía remediar, ya no había solución, dejo ir a lo más preciado que tenía y ya nunca lo recuperaría.
- L, perdóname, perdóname, perdóname, fui un tonto un idiota, te amo, L nunca fue mi intensión hacerte sentir mal, te amo, L vuelve.
El amor se fue, se perdió y ya no volverá. Si no se demuestra el amor, este se cansara de esperar, por mucho que te pueda amar, si no lo valoras se irá.
En la voz suave del mar,
en volver a respirar la lluvia que caerá
sobre este cuerpo y mojará
la flor que crece en mi,
y volver a reír
Y cada día un instante volver a pensar en ti.
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