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''Al filo del infierno...'' por AnGelliA

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Notas del capitulo:

Bueno aqui les dejo este One-shot isnpirado en la cacion de ''La bella y la Bestia'' de Porta XD espero les guste n_n un descanzo de siempre estar escribiendo para LiD XD (love is dead) ja¡ XD bueno ojala les paresca bueno, un abrazo a l@s que lean n_n les recomiendo que escuchen la cancion, es muy linda y el mensaje es muy bueno. un beso.

 

 

Angellia.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Se acababan de hacer pareja, Bill y Tom se habían conocido desde siempre, siendo vecinos, yendo a las mismas escuelas y habían sido mejores amigos hasta que un día descubrieron que se amaban uno al otro. Bill era un hombre hermoso, con una apariencia frágil pero un corazón fuerte y luchador, Tom, era una persona voluble eh impulsiva, pero Bill le amaba y por eso guardaba la esperanza de que Tom cambiaria, mas ahora que se habían ido a vivir los dos en un departamento que habían comprado juntos. En su primera noche todo fue perfecto, Tom amo a Bill como nunca nadie le había amado, fue cariñoso le besaba con fervor y Bill se sentía la persona mas feliz del mundo, ya nada le hacia falta, todo lo tenia al lado de Tom, el era su todo en el mundo.

 

-. Te amo Bill… -le dijo Tom estrechándolo entre sus brazos- Te amare siempre…

 

-. Te amo demasiado Tom… -se acomodo mas contra su pecho desnudo-

 

Se besaron nuevamente sellando esas palabras, sin tener en cuenta que, el tiempo se encargaría de mermar esa pasión con la que se habían amado, porque el tiempo pasa y agota todo, indiscriminadamente.

 

 

 

 

Había pasado ya algún tiempo, y Tom empezaba a dar señales de que se estaba cansando, pero Bill no lo notaba, o no lo quería notar, porque estaba ciego de amor, y creía que así como el aun mantenía sus sentimientos intactos, como la primera noche en la que se amaron, Tom también seguía entregado a el, y solo a el, pero Tom ya hablaba de que no quería ser solamente de el, o eso le decía a sus amigos, tenia aventurillas cada que podía y lo presumía como trofeo.

 

-. Me acuesto con otros y otras, pero el ni siquiera lo nota –decía orgulloso a sus amigos-

 

-. ¿Y que pasara cuando lo descubra? –Le pregunto Georg, uno de sus amigos-

 

-. Más bien –hablo Gustav- si ya no lo quieres, ¿Porque no lo dejas?

 

-. No digas estupideces –le miro furioso- Bill es mío… -sentencio-

 

-. Solo creo que es algo injusto, el es bueno, y te ama, no se merece ser tratado así –se explico-

 

-. Así es, me ama, y porque me ama, todo estará bien.

 

 

Pero Bill no era tonto, ya tantas veces quedándose el solo en la madrugada esperando por la llegada de Tom, aunque la primera vez fue la más dolorosa, Tom había llegado totalmente borracho, con la camisa desfajada, aroma a perfume ajeno y ni siquiera se podía sostener en pie, Bill lo miro con la cara empapada en lagrimas, y hasta que bajo la mirada noto el ramo de rosas que llevaba en la mano.

 

-. Bill… -le llamo arrastrando las palabras- Ven, ven mira, mira lo que te… -hipó- Traje, ¿No son bonitas? Las compre solo para… -Hipó- para ti mi vida.

 

-. Estas borracho… -dijo con voz dolida sin dejar de llorar-

 

-. Solo… solo fui a tomar unas… unas copas con mis amigos, mi amor…-se excuso- estoy bien, toma, toma amor… -se acercó dándole el ramo de flores-

 

-. Tom… -se hecho a llorar- ¿Por qué me haces esto?... ¿Con quien te has acostado? –dijo esto ultimo con enojo-

 

Tom dudo un poco, se sentó en uno de sus sillones y se froto la cara con ambas manos, Bill seguía de pie esperando una buena respuesta, rogando porque sus suposiciones fueran equivocadas.

 

-. Esta bien, si, lo hice… -admitió y Bill sintió que las piernas le temblaron- pero, pero te juro que no pasara otra vez –le miro implorante- perdóname, perdóname ¿si? –se puso de pie y tomo a Bill por la cintura- Te amo…

 

Tom lo beso y Bill no puso resistencia, besándolo también sin poder dejar de llorar, sintiendo el sabor a alcohol de la boca de Tom y sin poder dejar de pensar en que momentos antes, alguien mas también estaría besando a Tom, pero, ya le había pedido perdón, y lo había admitido, entonces, todo marcharía bien, porque Tom le amaba, ambos se amaban y el amor lo podía todo.

 

 

Nada mas alejado de la realidad, porque se siguió repitiendo, y repitiendo, y repitiendo, Tom llegaba tarde la mayoría de los días, borracho y con marcas de labial en las solapas, con olor a perfumes, de hombres y mujeres, y muy descaradamente se hacia el ofendido y le recriminaba a Bill que se había vuelto un frívolo con el, y que por eso salía a buscar lo que no tenia en casa, que todo era su culpa por ya no complacerlo, y que se atuviera a las consecuencias de sus descuidos.

 

Ya no había noche en la que Bill no llorara, su vida ahora ya no era el paraíso que había sido al principio y el dolor de saber que Tom le engañaba en su cara era demasiado, y que le echara la culpa, era aun peor.

 

 

 

 

 

Una tarde, Bill había recibido una visita, su amigo, Andreas, había ido a su casa porque tenía mucho tiempo que no le veía, ya que casi no salía de la casa mas que para cosas esenciales, pero los ánimos de salir se le esfumaban día con día. La visita de Andreas le había hecho sentirse muy feliz, estaban platicando animosamente sobre lo que habían hecho, hasta que Andreas toco el tema de su matrimonio, al instante la mirada de Bill se ensombreció y Andreas lo noto.

 

-. Bueno y dime ¿Qué tal va todo con Tom? –pregunto alegre-

 

Bill solo bajo la mirada y soltó un suspiro.

 

-. ¿Las cosas no marchan bien? –pregunto Andreas preocupado-

 

-. No, si… bueno –hablo nervioso- es solo que, tenemos algunos problemas –bajo la mirada-

 

-. ¿Graves?

 

-. No, bueno, Tom me es infiel –Andreas abrió los ojos enormemente-

 

-. ¿Y lo dices así? Tan despectivo… -hablo Andreas enojado- que no te importa que te estén viendo la cara de pend…

 

-. ¡No es que no me importe! –Grito Bill con los ojos cristalinos- se que no debo dejarme, debo salir y ponerle un fin, pero no puedo.

 

-. Debes ser más fuerte que esa Bestia Bill –le riño Andreas-

 

-. Lo se… -dijo en un hilo de voz con las mejillas empapadas- quiero vivir, tengo tantas cicatrices y ya no puedo mas… me duelen las entrañas de tanto sangrar por dentro… -miro Andreas- cada infidelidad es una herida en mi alma, porque lo amo, lo amo Andreas…

 

Andreas lo miro totalmente desecho, se puso de pie y lo abrazo, acaricio su cabello con ternura y guardo silencio, pues no sabía que podía decirle que le ayudara o que por lo menos mermara su dolor interno.

 

-.No se cuanto mas podré aguantar… ya no me quedan lagrimas… -dijo en un sollozo- por favor dime que nada a pasado –rogó escondiendo el rostro en el pecho de Andreas- dime que lo olvidare, que todo cambiara y que mañana todo será solo un horrible recuerdo… -rogaba a su amigo-

 

 

Andreas estaba a punto de decir algo, pero la puerta de la entrada se abrió, era Tom, que justo ese día había decidido llegar temprano a casa. Miro a Bill que le miraba con miedo bañado en lágrimas retirándolas con el dorso de la mano y a Andreas que le miraba con furia en los ojos sin soltar a Bill de su abrazo.

 

-. ¿Has hecho una reunión y no me entere? –pregunto Tom en  tono despectivo-

 

-. No, no mi vida –le llamo Bill cariñosamente poniéndose de pie para atenderle- Andreas vino de visita –le explico-

 

-. Ah… -musito mirándole-

 

-. Si, pero ya me voy… -dijo sin quitarle la vista-

 

-. Si eso será lo más conveniente –dijo Tom-

 

Bill despidió a Andreas en la puerta y Tom lo miro con un poco de enojo en su mirada, a Bill se le encogió el corazón y trato de tragarse el miedo para que la voz no se le quebrara.

 

-. ¿Quieres comer? –le ofreció dulcemente-

 

-. Óyeme, porque metes a mi casa a personas que me miran como si fuera un animal de zoológico –le dijo en tono enojado-

 

-. No se a que te refieres –hablo consternado-

 

-. Si, ese, tu amigo Andreas, me miraba como si fuera no más que escoria… no quiero que vuelva a esta casa –sentencio alzando la voz-

 

-. Pero Tom, es mi mejor amigo, como voy a negarle que venga…

 

-. Ese es tu problema, pero si lo vuelvo a ver aquí lo corro a patadas –le grito-

 

-. ¡No puedes hacer eso! –Grito Bill-

 

-. ¿Qué no puedo?

 

Tom tomo a Bill de los hombros y lo aventó contra la pared para después soltarle un puñetazo en el estomago, Bill gimió por el dolor y se deslizo por la pared hasta hacerse un ovillo en el piso, sollozando por lo bajo sin entender aun lo que había ocurrido. Tom en cuanto vio que Bill caía al piso volvió a sus cinco sentidos y se atemorizo de lo que acababa de hacer, se puso de rodillas al lado de Bill y trato de levantarle.

 

-. Bill… Bill… Mi amor, perdóname, no quería, no fue mi intención, lo siento… -le decía preocupado y asustado-

 

Bill aun no recuperaba el aliento, sollozaba sin control y trataba de regular su respiración, se sentó y Tom lo abrazo fuertemente, asiéndole sentir protegido, como cuando recién empezaban, y un sentimiento muy bello y nostálgico invadió a Bill, doblegándole y haciéndole ceder.

 

-. Esta bien… -hablo en un hilo de voz- te perdono…

 

 

 

A partir de ahí, en vez de las cosas mejorar, fueron empeorando, las discusiones se había vuelto parte de su monótona rutina, Tom se volvía cada vez mas agresivo, a Bill le asustaba, pero trataba de sobrellevarlo porque no quería perderlo, a pesar de sentir impotencia, miedo y pánico ante la situación que vivían ambos y no podía creerlo después de tantos años, un moretón diferente cada vez, y Tom lo único que decía era, ‘’Si te preguntan di que te caíste en el baño’’ a lo que Bill obedecía sin mas.

 

Ya habían pasado algunos meses desde la visita que Andreas de había hecho a Bill, pero una tarde en la que Bill terminaba de recoger el salón el timbre anuncio la llegada de alguien y al abrir, vio que se trataba de Andreas.

 

-. Hola Bill –le saludo alegre-

 

-. Andreas… -dijo con expresión asustada-

 

-. ¿Puedo pasar? –Pregunto al ver que solo se quedaba clavado en la entrada-

 

-. Amm… este… no, no creo que sea buena idea –hablo totalmente nervioso-

 

-. ¿Por qué? –se pregunto extrañado-

 

-. Hoy Tom llegara temprano y… tengo… que terminar de hacer algunas cosas antes de que llegue –mintió-

 

-. Ah ok, entiendo… -respondió comprensivo- Bill… ¿Que es eso? –pregunto horrorizado al ver una marca en el cuello del pelinegro, un moretón de tamaño relevante-

 

-. Nada –llevo su mano a su cuello cubriendo la marca- me caí –dijo en automático-

 

-. Bill… Tom te golpea… -afirmo con  los ojos abiertos enormemente-

 

-. No… -se apresuro a corregir-

 

-. ¿Desde cuando? –Dijo ignorando la negativa-

 

-. No es nada Andreas, por favor vete… hizo ademán de cerrar pero Andreas le detuvo-

 

Andreas lo miro fijamente con las cejas juntas, Bill no podía esconderle nada, y al final solo bajo la mirada y se trago las lagrimas que querían salir, ya estaba cansado de llorar, ya estaba cansado de todo, pero, ¿Que mas podía hacer?

 

-. Olvídalo Andreas –dijo con voz calmada- ya me canse de todo, ya no quiero mas problemas.

 

-. ¿Y con esto lo vas a solucionar? –le riño-

 

Bill le miro con desden.

 

-. El silencio no te ayuda, Bill, se que no sabes que hacer, quizás no fue la primera vez, pero apuesto a que no será la ultima, créeme, se que no quieres problemas pero no te calles si ese animal te golpea… -le decía con voz dulce pero firme-

 

Bill lo miro con lágrimas, ya para el era algo común llorar, llorar era la única manera en la que podía demostrar el dolor interno que llevaba. Salio del umbral y se abrazo a Andreas, el cual lo recibió y estrecho con cariño.

 

-. No te calles Bill, no le perteneces y te mereces algo mejor, no tiene autoridad sobre ti, no se la des tu… -sentencio- no puedes detenerlo ni defenderte, pero no solo te quedes y reces por que todo se solucione…

 

Andreas espero a que Bill se calmara y se fue, no quería ocasionarle problemas con la bestia que tenia por esposo, pero Bill había tomado muy en serio sus palabras, re4almen te las estaba considerando, y esa noche hablaría con Tom, tenían que solucionar las cosas, o el se iría, porque ya no aguantaba mas esa situación. Como se esperaba, Tom llego a las tantas de la madrugada, Bill estaba sentado en la sala mirando el televisor y lo miro entrar.

 

-. ¿Qué me vez? –Dijo  Tom dejando su chamarra de mezclilla en el sillón-

 

-. Tom… -hablo nervioso jugando con sus dedos-

 

-. ¿Qué? –Contesto en tono cansado y altanero- tengo sueño

 

-. Quiero hablar contigo –hablo cohibidamente-

 

-. Tu dirás… -empezó a poner mas atención sin dejar de mirarle-

 

-. Tom, las cosas ya no van bien –empezó- creo que, si no podemos solucionar esto, lo mas sano seria separarnos para que cada quien pueda hacer su vida…

 

-. ¿Qué carajo me estas insinuando? –le riño encolerizado- ¿me quieres dejar? -grito-

 

-. No Tom, yo te amo, pero creo que si esto ya no camina pues lo mejor seria…

 

-. Tienes a otro tipo ¿Verdad?…. –afirmo- me quieres dejar por tu amante –empezó a gritarle- pero te diré una cosa… -Tom se acercó y lo aferro de los cabellos- ¡Si no eres mío, no serás de nadie, ¿Entiendes?! –Finalizo y arrojo a Bill en el sillón-

 

Bill volvió a llorar, pero esta vez de rabia eh impotencia, sin poder dejar de pensar en que jamás podría salir de ese infierno, pero tenia que hacer algo, tenia que lograr hacerse escuchar y que Tom le diera su lugar, o de lo contrario, se iría de su vida para siempre. Se puso de pie y alcanzo a Tom, lo tomo de un brazo y lo giro de un tirón, a lo que Tom le atisbo una fuerte bofetada que Bill le devolvió con furia.

 

-. ¡Ya basta Tom! –le grito entre sollozos- míranos, a lo que hemos llegado

 

-. ¿Qué pasa? ¿no te gusta? Pues es lo que hay…

 

-. Pues no lo quiero… me largare de aquí, si tu no quieres cambiar, yo no tengo porque aguantarte… -sentencio el pelinegro y trato de pasar al lado de Tom-

 

-. Ah no, tu no me dejaras, no puedes dejarme –le grito enojado-

 

-. Mírame… -le reto-

 

-. ¡Que no!

 

Tom tomo a Bill del cuello y lo arremetió contra la pared asiéndolo golpearse en la nuca y abriendo una pequeña herida de la que empezó a manar sangre, Bill gimió ante el golpe y se aterrorizo al sentir la sangre deslizarse por su cuello. Lucho por quitarse las manos de Tom del cuello pero no podía, los ojos de Tom le parecían los del mismísimo demonio, ojos desorbitados que solo podrían pertenecer a un psicópata, sintió los dedos de Tom apretándole mas y mas y supo que de esa noche, no pasaría.

 

-. Tom… -hablo con voz ronca- déjame…

 

Le araño la cara con sus uñas, y corrió a la su habitación para tratar de encerrarse, pero Tom no se lo permitió, empujo la puerta golpeándole la frente. Metió la mano a su bolsillo y saco la navaja que siempre llevaba con el, Bill la miro con ojos desorbitados, aquella, definitivamente, seria su última noche.

 

-. Tom… por favor… -rogó bañado en lágrimas retrocediendo-

 

-. Ahora me ruegas… muy tarde amor…

 

-. Tom… Tom ¡No!

 

En un movimiento rápido, Tom encajo el filo de la cuchilla en el corazón de Bill, el cual escupió sangre y fue cayendo al piso sin despegar la mirada de los ojos de la persona que alguna vez llego a amar más que a nada en el mundo. De nuevo, Tom se dio cuenta de lo que realmente había hecho, y por primera vez, supo, que una disculpa no arreglaría las cosas, nunca debió arreglar todo de esa manera, debió controlarse, y ahora, por sus impulsos, no había disculpa que reparar el daño.

 

-. Bill… Bill, no, no mi amor –empezó a sollozar sosteniendo a Bill entre sus brazos-

 

-. Todo termino ya, Tom… -hablo entre lagrimas y con la respiración entrecortada- Al fin el filo ah atravesado mi corazón así como lo había hecho con mi alma… calmaste mis lamentos con brutalidad… -tosió y escupió sangre-

 

-. Bill… perdóname, por favor, perdóname…-rogó besando su cabello-

 

-. Nada remediara lo vivido Tom, pero, te perdono… Te perdono mi amor…

 

 

El cuerpo de Bill se fue relajando hasta quedar inerte en los brazos de su doloroso amor, el cual lloraba ante la atrocidad que había cometido, sabiendo que su vida había cambiado para siempre.

 

 

Las patrullas se habían estacionado frente a la casa, los vecinos habían escuchado los gritos y habían avisado a la policía. Cuando llegaron nadie les abrió, forzaron la cerradura y entraron con cuidado al interior, buscando hasta llegar a la habitación principal, que era la que compartían los dos, encontrándose con una espantosa escena. Tom aun no soltaba el cuerpo de Bill, lo aferraba a el sin dejar de llorar, estaba todo ensangrentado, había sangre rodeándole por todas partes y no paraba de decir su nombre. Los policías lo separaron del cuerpo y le esposaron, sacándole de la casa sin que dejara de gritar.

 

-. ¡Bill! –Decía entre sollozos- ¡Perdóname! Por favor…

 

Al día siguiente el caso ocupo las primeras planas de la prensa local, Andreas había leído el articulo y no lo podía creer, sabia que esa relación terminaría mal, pero nunca pensó que de esa manera, se llevo una mano al pecho al sentir un apretujo, su amigo había muerto, y nada volvería a revertir lo que ya había pasado.

 

-. Espero que esto no quede solo en la historia… -le dijo a su acompañante- ojala esto les sirva de ejemplo a todas las personas que viven esto… ojala sean mas fuertes, puedan ir hacia delante sin rendirse…

 

-. Pobre de tu amigo –hablo el joven- debió haberla pasado muy mal… -dijo observando las fotos-

 

-. No te imaginas cuanto, siempre…Al filo del infierno…

 

Todo se había desencadenado en un hecho trágico, su amigo había terminado muerto por causa de un amor enfermizo y eso les había llevado a terminar mal, Tom ahora estaba en un manicomio pues desde el incidente se había trastornado de tal manera que se le consideraba de mente, y Bill, su cuerpo descansaba en un cementerio, y Andreas solo podía rezar por que tuviera una segunda oportunidad, quizás, en otra vida.

 

 

 

 

 

Notas finales:

uff XD ¿que tal?


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