Soul Eater Evans y Death the Kid se odiaban.
Era un odio mutuo, profundo y era muy fácil darse cuenta de eso por que no podían siquiera verse a la cara, mas bien, no podían ni ser mencionados en una conversación por que inmediatamente esta se volvía tensa. No podían pasar a un lado del otro por que sabían que terminaría todo en desastre. Evitaban observarse o toparse en el camino, tomaban rutas alternas para no encontrarse y no se dirigían la palabra, claro, ¿como se iban a dirigir la palabra si se odiaban?. Cuando se encontraban en el mismo lugar se controlaban lo mejor que podían, lo cual era toda una prueba de fe para ellos. Pero de repente alguien decía algo que le molestaba al otro y así comenzaban los problemas...
A los demás nada de eso les parecía extraño, pero seguían separándolos para evitar una pelea, que alguien saliera lastimado, o que se volviera un conflicto grande, ya que cuando alcanzaban a pelear alguien tenia que resultar con severos golpes, lesiones, cortadas, y una infinidad de cosas mas. Maka, Liz y Patty no se interponían en los asuntos de esos dos y Black*Star y Tsubaki intentaban ignorarlos completamente, lo cual era un tanto imposible con todo el ruido que hacían. Ya ni Lord Shinigami podía evitar que su hijo y Soul intentaran pelear a muerte o lastimarse. Eran incontrolables.
Destruían cosas, golpeaban accidentalmente a gente y se lastimaban entre si. ¿Cuando había llegado todo esto a los extremos? Se cuestionaban sus amigos. Al principio se soportaban, daban la impresión de buenos amigos y se sonreían. Al conocerse habían tenido una pelea junto con Black*Star, pero la habían superado y se habían convertido en amigos. Pero parece que con el tiempo se dieron cuenta de lo diferentes que eran y comenzaron con esa locura.
El desprecio se fue formando poco a poco, primero notaban los errores mas pequeños del otro, después un solo comentario les molestaba, luego comenzaron las discusiones, peleas, golpes, maldiciones, ofensas hacia la simetría, etc. Y al ultimo ya no se podían soportar, no se podían ni ver. Los demás sabían que eso era una exageración de parte de los dos chicos, pero no se querían interponer en sus ataques de furia por razones desconocidas. Sus amigos estaban en verdad preocupados, habían intentado convencerlos de arreglarlo pero esos intentos fueron inútiles, por que ellos siempre salían con malas excusas y terminaban enojándose con ellos.
Y Soul siempre intentaba convencer a Maka de que no se le acercara a Kid por el bien de los dos, según el, pero ella lo ignoraba y seguía juntándose con el pelinegro y las gemelas. A Kid le agradaba Maka, por que era muy ordenada, calmada y por culpa de Soul no iba a dejar de hablarle. A Soul le agradaban Patty y Liz, no solo por que siempre sabían donde estaban los mejores bares y fiestas de la ciudad, si no por que también las consideraba algo así como amigas y por culpa de Kid no iba a dejar de hablarles.
Al momento de pelearse, los dos lo hacían a puño limpio. Sin magia, sin trucos, solo ellos dos y sus malos intentos de golpes. Kid cuidaba que nada se saliera fuera de lugar y que el arma de Maka recibiera su merecido pero Soul hacia lo mismo, se aseguraba de que a Kid le pasara algo mientras el no perdiera su fabuloso estilo de pelea, aun que siempre retenían un poco sus ataques para no lastimar a los que estaban a su alrededor, no dejaban de odiarse.
Odio mutuo y profundo.
Y para mejorar las cosas, terminaron por enamorarse, bueno, o como ellos decían terminaron por "conocerse mejor" pero ese no era el problema... ¿Que rayos se vieron al momento de conocerse? Se preguntan cada día al verse. Por que la posibilidad de amarse estaba mas que descartada de sus sentimientos por el otro, por que los dos eran hombres, se odiaban, eran hombres, se odiaban, y muchas cosas mas. Según ellos la lista era muy grande, pero no podían negar que sentían tan siquiera algo pequeño por el otro. Pero todos esos sentimientos salieron al descubierto cuando pasaron esos inevitables tres meses juntos.
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Soul Eater Evans detestaba a Death the Kid.
Exactamente no sabia por que, solo lo odiaba.
No soportaba... Su simetría. Si, eso era, su simetría. Era demasiado molesta, odiaba a la simetría y odiaba a Kid. Hah, pero no solo lo odiaba por eso, si no porque también era irritante, molesto, ordenado, loco, obsesivo, extraño y perfeccionista. Le estresaba que en los momentos difíciles, peligrosos y riesgosos mantuviera su compostura y permaneciera calmado. Pero... cuando se trataba sobre la simetría se alocaba por cosas estúpidas y lloraba por un simple comentario, perdiendo su calma y dignidad en el proceso. Era una persona si remedio alguno.
En su primer encuentro, al ver su poder, Soul supo que Kid indudablemente era el hijo de Lord Shinigami, pero al conocerlo bien se pregunto si en verdad estaban relacionados. Heh, eso seguía siendo un misterio para el albino, pero la verdad no le importaba, porque no quería saber absolutamente nada sobre Death the Kid. Cielos, pero aun cuando intentaba de no tener nada que ver con ese tipo, por azares del destino terminaban juntos. Era obvio que el Karma lo odiaba.
Siempre le decía Maka que el 'odio' era una palabra muy fuerte, pero el aun así la usaba cuando les decía sus sentimientos por el pelinegro a los demás. Y cuando la rubia le decía inmaduro, le echaba la culpa a Kid por ser tan... Kid. "Oh claro, échale la culpa a los demás." exclamaba Maka cada vez que escuchaba la misma y aburrida excusa. La chica hasta le había dado una lección de cómo comportarse con el shinigami.
Si eso hubiera sido una clase, primero lo hubieran expulsado antes de reprobarlo.
El odio no soluciona nada, pero en el caso del albino, odiaba tanto a Kid que una vez hasta insulto sus tres franjas en el cabello, lo cual resulto en una severa pelea.
Ese niño no tenía remedio alguno. Obsesivo, obsesivo, extraño. Con solo esas palabras el arma podía describir al shinigami.
En resumen, Soul odiaba a Kid.
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Death the Kid aborrecía a Soul Eater Evans.
No tenia absolutamente nada de simetría en el. Jamás peinaba ordenadamente su cabello, su sonrisa estaba chueca, no se molestaba en elegir calcetines iguales, caminaba erguido, jamás elegía bien su ropa, no comía correctamente por que cuando lo hacía dejaba todo un desorden, apostaba que su cuarto era parecido a un campo de concentración, su personalidad también era asimétrica y si seguía con la lista de defectos jamás iba a acabar, porque Kid se fijaba en cada detalle... Había veces en las que le daban ganas de preguntarle a Maka que como lo soportaba.
Lo odiaba más que al egocéntrico de Black*Star, y eso ya era algo. Odiar a alguien más que al presumido y creído de Black*Star era algo muy, muy, muy grave.
Lo que más le molestaba era el comentario que le había dicho en clase de deportes hace semanas atrás, Patty y Liz ya se lo habían dicho antes, pero era algo completamente diferente se venía del chico de cabello blanco. Kid había estado discutiendo con la entrenadora sobre como la no sé que no estaba simétricamente acomodada con la cancha. Había interrumpido mitad de la clase y la mayoría de los estudiantes estaba feliz por ello, porque tenían tiempo libre, pero había gente como Soul que le gustaba esa clase.
Soul le había dicho algo a Kid, el chico le respondió con un insulto, el arma no se aguanto, le contesto, el shinigami se ofendió, le grito y así comenzaron hasta que un comentario de Soul saco de sus carriles a Kid.
Había dicho el chico de pelo blanco algo sobre sus tres franjas blancas en el pelo. "No son simétricas, bla, bla", bueno, no lo dijo exactamente de esa manera, no dijo nada relacionado con la palabra 'simetría' pero había sido muy parecido, insultante, rudo, pero parecido. Kid absolutamente no quería recordar el comentario. Soul jamás podrá decir nada bueno
¿Que jamás había conocido los modales?
Ya no lo aguantaba ni un momento más. Asimétrico, asimétrico, asimétrico. Con solo esa palabra podía describir toda su insultante persona.
En resumen, Kid odiaba a Soul.
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Pies eran impacientemente golpeados contra el suelo, miradas eran intercambiadas y preguntas mencionadas. Quejas se escuchaban por todo el lugar y decepción se hacía notar al escuchar. Atentamente Soul miraba a los lados, casi todos ya tenían compañero. Menos él. Menos algunas personas. Menos Kid. Trago saliva y se hundió en su silla. ¿Qué tal si tocaba con algún inútil? No. ¿Qué tal si le tocaba el pelinegro? Sería su perdición. Y más si tenía que estar con el por tres meses. Le agradeció sarcásticamente al padre de Kid, "Gracias, Lord Shinigami, gracias." se decía una y otra vez.
Lord Shinigami había tenido otra loca idea de las suyas en una conversación con el padre de Maka, Spirit. Había dicho que todo técnico de armas era excepcionalmente bueno cuando podía usar cualquier arma y acostumbrarse a ella rápidamente. Y que cada arma era una excelente cuando podía ser controlada por cualquier técnico. Así que inmediatamente organizo una asamblea con todos los estudiantes y comenzó a asignarles a los estudiantes sus nuevas armas y técnicos.
Para principiantes, lo que Shinigami-sama quería hacer era poner a técnicos con otras armas que no fueran las suyas.
Unos tuvieron suerte y otros no. Unos tocaron con sus amigos y otros no. Unos tocaron con sus enemigos y otros no.
Pero Soul no tuvo esa suerte.
Envidiaba eternamente a los demás, Maka toco con Tsubaki y estaban exageradamente felices al darse cuenta, aun que Tsubaki estaba algo decepcionada al saber que no toco con Black*Star pero ese era el punto, no tocar con tu compañero. Black*Star había tocado con las armas de Kid, las gemelas Liz y Patty, el estaba más que feliz al enterarse que tendría dos hermosas gemelas como compañeras, iba a disfrutar mucho esos tres meses. Y Chrona... bueno Chrona no cuenta.
Volteo a ver a Kid, este estaba leyendo una revista, quien sabe de qué rayos era, pero no le importaba a Soul, lo único que quería era; como él decía, "NO TOCAR CON EL." Sabía que todo terminaría siendo un completo desastre y como dice el dicho, más vale prevenir que lamentar, Soul le rogó a quien sabe quién que no tocara con el pelinegro. Pero no siempre se obtiene lo que quiere.
-Death the Kid con...- comenzó a decir Lord Shinigami mientras el padre de Maka sacaba otro papel de una ruleta, o algo así. -Soul Eater Evans.-
Ojos dorados se levantaron rápidamente de la revista que estaban previamente observando. Risas, quejidos y sonidos de asombros fueron escuchados por todo el lugar. Maka masajeó su cabeza en irritación, esto se iba a poner ruidoso. Kid maldijo debajo de su aliento al papa de Maka. Soul quería morir en este instante, por que toco con el shinigami y por que muchas personas lo estaban felicitando y el albino rogó por que todo fuera un mal sueño.
"Esto esta planeado. Esto esta planeado. Todo lo hicieron apropósito."
Personas desconocidas empujaron al arma hacia Kid, eso mismo le hicieron al pelinegro. Los guiaron hasta que los dos quedaron viéndose de frente. La multitud se había acomodado para ver que iba pasar entre los dos, murmullos se fueron escuchando y los ahora compañeros no hicieron mas que verse detenidamente. Los estudiantes esperaban impacientemente algún movimiento o insulto o que, pero los chicos no hacían mas que examinarse.
Soul; desarreglado, mal vestido, despeinado.
Kid; arreglado, compuesto, bien vestido, peinado.
¿Por qué tres meses? Tres meses. ¿No habían podido escoger tres semanas o tres días?
—Esto va a ser un infierno. — murmuraron a unísono, consiguiendo varias miradas y risitas disimuladas de parte de la multitud.
Iban a ser unos muy largos tres meses.
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La fila para entrar a la habitación de Lord Shinigami era más que larga, el había llamado a todos los estudiantes con sus nuevos compañeros para asignarles una misión "especial" a cada uno de ellos, para que pudieran desarrollar sus capacidades.
Maka al caminar por el corredor podía notar las caras que tenían todos. Al ver sus almas podía saber lo que sentían, algunos estudiantes estaban más que entusiasmados o felices por que tocaron con la persona que les gusta, otros estaban avergonzados o deprimidos. Pero nada de lo que sentían esas personas se comparaba con lo que la rubia vio al encontrar a Soul y a Kid a cuatro personas de la habitación de Lord Shinigami.
Los dos estaban volteando a ver a lados distintos. Un metro de distancia entre ellos, miradas irritadas en sus rostros.
¿Que habían hecho su papa y Lord Shinigami? Habían creado el apocalipsis.
—Ne, Soul. — saludo Maka amablemente mientras levantaba su mano y la chocaba contra la de Soul. — ¡Kid! — continuo la chica haciéndole un signo de 'amor y paz' con los dedos al pelinegro.
—Maka. — saludaron los dos al mismo tiempo, hicieron contacto visual y luego miraron hacia otro lado, avergonzados. Maka refunfuño por dentro, esto se estaba volviendo incomodo, pero antes de que pudiera hacer algo, el último par de personas que había entrado al cuarto del padre de Kid salió con su misión ya asignada y un folder lleno de papeles en sus brazos.
—Soul Eater y Death the Kid. — dijo Sid mientras veía una lista que tenia en la mano y les hacia señas a los chicos.
—Suerte. — le susurro Maka a Soul, una pequeña sonrisa de lastima en la cara de la chica. Al entrar al cuarto de Shinigami-sama, los dos estaban mas que furiosos por la larga espera y por estar en la compañía del otro.
Y para mejorar el tenso ambiente, Lord Shinigami no pudo haberles asignado una misión mas difícil. Casi se les cae el mundo encima al ver el reporte de la criatura que tenían que vencer. Un monstruo capaz de volver a las armas en contra de sus técnicos, había matado a una cantidad innumerable de personas y había hecho un terrible drama.
Kid le había preguntado a su padre la razón por la cual se les había sido asignada una misión tan peligrosa y difícil, a lo que el padre no le contesto con la verdad, solo les dijo algo de que eran los únicos capaces de bla, bla. También cuestiono que por qué no mandaba a Maka y a Tsubaki si ellas también eran igual de buenas que ellos. Bueno, según Kid el era el único bueno porque el albino era peor que Black*Star. Soul se sintió ofendido y le dieron ganas de contestarle al pelinegro, pero no frente del padre del pelinegro
Lord Shinigami contesto con otra cosa y los corrió diciéndoles que los demás estudiantes esperaban a que sus misiones también les fueran asignadas.
Eso si es una figura paterna.
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Al pelinegro casi le da un paro cardíaco al entrar a la habitación de Soul Eater. La entrada del departamento de Maka estaba horrible, la sala peor, pensó que en la cocina se le paraba la respiración por que las tazas no estaban bien acomodadas, pero todo eso era poco comparado con el cuarto de Soul. Cama desatendida, posters mal pegados, 'libros' tirados en el suelo, vasos de refresco mojando la alfombra, ventana rota por azares del destino y ahí se detuvo Kid por que se tapo los ojos del horror. "Piensa en un lugar feliz." se repetía una y otra vez.
Soul no veía que estaba mal, todo estaba bien ordenado como de costumbre, o más bien, mas ordenado de lo normal, porque le había pedido a Maka que arreglara todo antes de que Kid viniera para que este no se desmayara. Al parecer todos sus esfuerzos fueron en vano por que parecía que el chico se quería suicidar. El albino se cruzo de brazos y soltó un suspiro de resignación. ¿Quién rayos le había tocado?
Oh. Claro. Death the Kid.
El joven Shinigami quería morir por diversas razones y antes de que le diera un trauma mental, se salió corriendo de la habitación a toda velocidad. Al llegar a la cocina se sentó en el rincón mas cercano, Soul se salio de su cuarto tranquilamente y cuestiono su sanidad mental.
—Matenme. Ahora. — murmuraba Kid una y otra vez en su rincón, voz temblorosa y terror en sus ojos. Se aseguro que no duraría los tres meses con el chico de cabello blanco, si apenas duro 10 segundos dentro de la habitación de Soul... No iba a sobrevivir lo que el destino tenia para el. ¿¡Que clase de compañero le había tocado!?
Oh. Claro. Soul Eater.
Cuando Kid le demando una explicación de por que su habitación parecía un bar de vagabundos, Soul simplemente lo ignoro y se fue a ver que hacia por ahí.
—Dime que rayos era eso. — murmuro Kid, una expresión desaprovante en su cara. Cuando se dio cuenta de que Soul no le estaba poniendo ni la mas mínima atención, apunto un dedo acusador hacia el. -¡Hazme caso cuando te hablo!-
—La comunicación es importante entre compañeros. — dijo Maka mientras entraba al apartamento y cerraba la puerta. Tsubaki venia atrás de ella, ambas manos ocupadas con bolsas del supermercado. —¿Por que no en ves de pelear me ayudan a guardar estas cosas?
—Si, Maka... — se quejaron mientras caminaban hacia ella.
—¿Ven como Tsubaki y yo nos llevamos tan bien?
—Es gracias a la comunicación. — Tsubaki sonrió al ver que los chicos tenían unas caras de confusión mas graciosas que las que hacia Black*Star al escuchar la clase del Profesor Stein.
Los chicos se grabaron las palabras de la pelinegra en su cabeza. Claro, comunicación.
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—¡E-estas muy pesado! — intento articular Kid mientras trataba de cargar a Soul transformado en guadaña. El peso era tanto que termino tirando bruscamente el joven al piso. -No se como Maka logra cargarte, ¿te haces pesado conmigo o que?-
—Es por que tu siempre estas cargando solo dos pistolas que no pesan nada. ¿Eres una niña y temes cargar cosas pesadas? — replico Soul mientras se destransformaba y se frotaba la cabeza, Kid lo había aventado muy fuerte contra el suelo y eso le había dolido.
—No te puede cargar por que sus almas no están conectadas. — interrumpió Maka saliendo de la nada, con Patty y Black*Star discutiendo sobre de que color eran las jirafas tras ella. Kid la ignoro y se dirigió hacia la guadaña.
—¡Callate! Tener una sola arma no es nada simétrico.
—Odio la simetría.
—¿Por que odias tanto la simetría? No te ha hecho nada. — se quejo el pelinegro, manos en sus caderas y ojos fijados en los del arma. Meterse con la simetría, era meterse con Kid y si te metes con Kid eso no era nada bueno para la persona que había insultado su 'religión', o lo que sea que fuera la simetría para el.
—Por que tu estas completamente hecho de ella.
Ok, Kid ya escucho demasiado.
Soul jamas tuvo la oportunidad de arrepentirse por ese comentario por que al siguiente instante recibió un golpe lo suficientemente fuerte para matarlo pero que solo lo dejo viendo estrellas por que Kid había tenido un poco de piedad con el. Pero eso le dejo una enseñanza muy importante a Soul. No te metas con la simetría frente a Kid, por que sufres.
Sus días de entrenamiento cada vez se volvían mas pesados, siempre tenia que haber una persona vigilandolos para que de verdad practicaran y no se pelearan. Sus amigos se habían enterado del enemigo que tenían que derrotar, así que los entrenaban el doble para que no les pasara nada el día en el que lo fueran a enfrentar. Lo mas difícil para los dos fue conectar exitosamente sus almas, lo cual aun no habían logrado por que siempre encontraban sus diferencias en el camino y tenían que comenzar desde el principio.
No encontraban manera de hacerlos llevarse bien, pero Maka tuvo la idea de hacerles lo que Stein le había hecho con Soul, los demás le dijeron que era una mala idea, pero aun así la chica se arriesgo. Los dos chicos se pararon frente al otro pero en vez de decirse sus defectos, Maka los reto a que se dijeran sus cualidades.
Primero muertos, antes de decirle al otro sus 'cualidades', lo cual no encontraron ninguna.
Aun.
Decidieron que estaban perdiendo mucho tiempo en entrenar, y Tsubaki les sugirió que investigaran sobre su enemigo, y así podrían ocuparse en algo. Maka supo que les dijo eso solo para que cuando pudieran platicar entre ellos y se les hiciera mas fácil entrenar para la próxima.
Al principio, los dos investigaron a su misión por su cuenta, pero al verdaderamente enterarse a lo que se iban a enfrentar comenzaron a inventar estrategias para vencerlo. Ya que no solo era un monstruo como cualquier otro, era alguien llamado Cerbero. Un técnico que al igual que Chrona, lo habían juntado con su arma, solo que en su caso habían sido dos armas, y a el se las habían juntado cuando ya estaba muerto. Se había convertido en un demonio de tres cabezas, con muchas serpientes en su espalda y cuerpo. Estaba mitad vivo, mitad muerto.
Asesinaba gente para volverse mas poderoso y con el veneno de sus serpientes podía controlar el alma de cualquier persona, mientras el veneno corría por la sangre de la persona mordida, las mataba lentamente. Había tenido mucha actividad últimamente y la causa por la cual Lord Shinigami les había encargado esa misión, era por que el lugar en donde había tenido mas actividad por esos días era cerca de Death City. Pero aun no entendían por que ellos dos tenían que hacer esa misión y no alguien mas.
Cerbero estaba apunto de convertirse en un Afreet y había que evitarlo a toda costa. Al buscar en casi todos los libros de la biblioteca de Shibusen, descubrieron en un libro viejo que para vencerlo, había que dormirlo. Pero aun no sabían como.
Sorpresivamente, sin darse cuenta sus investigaciones se tornaron en conversaciones, sus estrategias es chistes y no sentían el tiempo pasar cuando estaban juntos, algunas veces, cuando solo eran ellos dos, hablaban de cosas muy personales, o se informaban de cosas interesantes que antes no sabían.
— ¿Sabes de donde proviene la palabra "Afreet"?— había comentado Kid uno de esos días en los que estaban en la biblioteca cuando vio que Soul estaba acostado en el piso buscando algo en un libro sobre criaturas mitológicas, podía ver en su cara la aburrición y por eso le había hecho esa pregunta.
—"Afreet..." No exactamente. Es algo así como un demonio, ¿no? — respondió el albino dudosamente, no estaba seguro de su respuesta por que jamas se había preguntado el significado tras la palabra. Había dicho que demonio por que eso creía, pero la provenencia de la palabra no la sabia exactamente... ¿Tal vez era un nombre al azar que le había puesto alguien?
—"Afreet" pronunciado "ifrit" proviene de la palabra árabe que significa "un poderoso espíritu o gigante y monstruoso demonio" en la mitología Árabe e Islámica, solo que ellos en su cultura decían que era una enorme criatura con alas hecha de fuego, que vivía bajo tierra y frecuentaba ruinas.
Soul no sabia si de verdad le había parecido interesante lo que Kid había dicho. Estaba bastante aburrido como para ponerle atención, aun que le asombraba que el Shinigami supiera tanto sobre esas cosas.
—La verdad. — continuo el pelinegro, sus ojos perdidos en su libro. —Se que lo que te digo no te interesa, es demasiado listo para ti.
— ¿Me estas diciendo que no puedo ser listo de vez en cuando?
Kid simplemente le contestó con una risa.
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Aparentemente, las primeras cuatro semanas avanzaron bien, se pudieron conocer mejor, hacían bromas, se reían juntos, pero aun se peleaban muy seguido. Aun les molestaba un poco la presencia del otro. Pero ya no era nada grave. Básicamente se llevaban mucho mejor. Con cada día que pasaba, se conocían mas y descubrían cosas del otro que los demás no sabían. Se comenzaron a agradar mas, tanto que sus almas empezaron a juntarse hasta que Kid pudo manejar con facilidad a Soul.
Maka era la persona mas sorprendida cuando el dúo les dijo a sus amigos que Kid ya podía usar al albino. Patty y Liz felicitaron a Soul por soportar a su compañero tanto tiempo, también le dijeron al pelinegro que Black*Star era un infierno, pero eso no cuenta. Tsubaki simplemente les sonrió, pero solo eso basto para hacerlos sentir bien. Black*Star les dijo que se habían tardado mucho, por que el había manejado a Patty y a Liz muy rápido y que era el mejor y bla, bla, bla, yahoo. Maka les aplaudió y organizo una pequeña fiesta diciendo que era por que todos ya habían aprendido a usar a sus armas y había que celebrarlo.
No habían hecho nada complicado, solo una comida, algo de alcohol de parte de las gemelas, karaoke, vieron una película rieron toda la noche, las chicas compartieron secretos, los chicos jugaron video juegos y sin darse cuenta, todos ya estaban dormidos en casa de Maka. Al día siguiente, Patty no se pudo aguantar la risa al ver la posición en la que estaban Soul y Kid. Era un momento muy comprometedor, lastima que en ese momento no había cámara para captar el momento y usar la foto como amenaza para después.
Estaban avergonzados al despertarse, pero comenzaron a tener mas momentos de 'amistad'. Había veces en las que despistadamente, mientras estaban solos sin nada mas que hacer en la biblioteca investigando, Soul volteaba a ver a Kid mientras este leía, observaba lo calmado y tranquilo que se veía el shinigami en su lectura. Admiraba su cara perfecta, ojos dorados, cabello negro, recordaba era poderoso, guapo, un shinigami... El albino ya tenia toda la lista de cualidades, defectos, pros, contras, todo. Una vez el pelinegro se percato de que el arma lo veía, y al preguntarle la razón, Soul solo le contesto con una mala excusa de que sus ojos se quedaron vagando. Y extrañamente...
Kid le creyó.
O eso pensó el albino, o eso quería creer, o quien sabe. Aun cuando se había percatado de que el shinigami se dio cuenta de que lo miraba por que este le había dicho, lo siguió mirando. Y así fue como creció la lista de cosas que Soul notaba sobre Kid, cada día notaba algo nuevo y de repente, en momentos al azar del día pensaba en el pelinegro, se distraía mucho al hacerlo, pero tenia algo de suerte, por que nadie se daba cuenta, ya que cada quien estaba metido en sus propios asuntos.
Ahora que conocía mejor al Shinigami, Soul pensaba que su parte favorita del pelinegro eran sus tres franjas que tenia en el cabello. Una vez las había criticado para ofender a Kid, pero en verdad antes le daba igual si las tuviera o no, ahora, era lo que mas le gustaba. Le daban ganas de tocar ese cabello negro y frotarlo contra sus dedos, apostaba que su pelo estaría tan suave como la seda, pero no se acercaba para comprobar, por que se sabia que eso no se vería nada cool.
Una vez, cuando vio que Kid estaba dormido en el sillón del departamento de Maka, se acerco para ver si era verdad lo que pensaba, pero cuando estaba apunto de hacerlo, Maka y Tsubaki entraron con un azote a la puerta. Ahí se fue la oportunidad de Soul. Tal vez tenia la necesidad de tocar el cabello del shinigami solo por que le parecían interesantes sus franjas. Pero el cabello de Kid fue lo primero que le llamo la atención, después le agradaron sus ojos, y le siguió todo lo de su lista.
Siempre que estaba distraído, Blair lo molestaba diciéndole que pensaba en ella, Maka se reía de el, diciéndole que primero le toco la persona que mas odiaba como compañero y su vida no podía empeorar. Que apoyo de parte de la chica.
Pero ya no odiaba a Kid y el pelinegro parecía tener un problema parecido.
Kid había notado que los últimos días, mientras leía, el albino lo miraba, pero jamas se dignaba a preguntar por que lo hacia. Una vez le pregunto por que le estaba estresando los nervios. Y Soul le contesto diciendo que sus ojos se quedaron vagando. El pelinegro intento usar su voz mas comprensiva para decirle que le creía. Gracias al cielo, el albino pareció tragarse la mentira, inmediatamente Kid se sintió culpable, pero aun así dejo que Soul lo siguiera viendo.
De repente, encontró que el albino estaba mas distraído que de costumbre, se sonrojaba de repente y parecía que pensaba mas de lo usual, pero Kid no sabia por que.
Con el paso del tiempo, su relación se fue haciendo mas fuerte. Ya no eran enemigo y enemigo, ni arma ni compañero, ahora si se les podía llamar amigos y muy cercanos, parecía que habían superado su etapa y avanzado. Dejaron atrás el pasado de golpes y peleas para darse cuenta de que además de tener una interminable lista de cosas diferentes entre ellos, también tenían cosas en común, mas de las que jamas se habían imaginado y descubrían cosas que no sabían sobre su compañero.
Una vez, en casa de Kid, a Soul se le vino la loca idea de que nunca había visto reír al shinigami. Estaban callados en la habitación, el pelinegro estaba muy ocupado practicando su nombre en el papel, para que la próxima vez que tuvieran un examen no se tardara tanto en escribirlo. El albino se acerco, las letras estaban completamente perfectas, ningún error en ellas, pero parecía que Kid estaba muy preocupado por que la 'D' mayúscula era mas grande de arriba que de abajo, el arma intento no reírse, y para distraer al técnico, comenzó a hablar.
—Ahora que lo pienso... — comenzó a decir Soul de la nada. -Jamas te e visto sonreír.-
—Yo si sonrió. — explico Kid, interrumpiendo su lección de caligrafía e intentando hacer una sonrisa falsa para poder mostrarle al albino que si podía. — ¿Ves?
—Así no se sonríe.
— ¿Ah, no? ¿Entonces como se hace, sabelotodo?
—Así. — Le enseño el arma, su sonrisa era asimétrica, pero eso no le molesto a Kid por que estaba mas concentrado en la blancura de los dientes de Soul, al parecer el albino si cuidaba su limpieza dental y esto le sorprendió mucho al pelinegro, pero inmediatamente dejo ir el comentario para concentrarse en la inútil conversión que estaban teniendo. Quería mostrarle al albino que si podía sonreír, pero se le hacia difícil por que verdaderamente no había tenido el tiempo para hacer una, o eso se quería asegurar.
—¿Así? — murmuro el shinigami mientras hacia otro fallido intento de sonrisa y como no le salio como el quería, al verse en el espejo casi le da un infarto por lo tonto que se veía. Estaba apunto de reprimirse por la falta de simetría a si mismo pero Soul lo interrumpió.
—No, no. Lo haces mal. — Soul se acerco a la cara del shinigami y con sus dedos levanto los labios del pelinegro con mucha concentración, cuidando de que la sonrisa que estaba formando se viera simétrica para que el otro no lo reprochara. —Así. Se ve muy bien, ¿no?
Kid quito forzosamente las manos del albino de su cara, lo miro por unos segundos y frunció el ceño. —Me falta practicar las sonrisas.
—Las sonrisas no son de práctica, es algo que te sale con naturalidad.
— ¿Naturalidad? ¿Cómo? — pregunto Kid.
—Si, por ejemplo, cuando te hacen cosquillas o algo así.
—...Cosquillas.
— ¿No te han hecho cosquillas alguna vez?
—No tengo tiempo para esas tonterías, Soul.
—Apuesto que te puedo hacer reír.
Kid se levanto para salir de la habitación, pero el albino lo persiguió y lo tiro al suelo con mucha ferocidad. Al caer hicieron un gran ruido y les dolió a ambos, pero eso pronto fue olvidado cuando Soul comienzo a hacerle cosquillas al shinigami, este intento inhalar aire, pero su imparable risa le evitaba. Jamás había recordado reírse, y al ver la cara complacida del chico que estaba encima de él decidió tomar su venganza devolviéndole el favor. Primero movió sus manos ágilmente al costado del albino y cuando este sintió el toque trato de separarse pero el pelinegro se lo evito, luego movió su mano al lado derecho, pero como Soul ya sabía que iba hacer eso por su obsesión con la simetría se lo evito.
Parecía una guerra de cosquillas de niños pequeños, uno se subía encima del otro pero este lo detenía o le devolvía el ataque. Soul no quería parar, porque la risa del pelinegro se le hacía hermosamente musical y no quería dejar de escucharla, sentía que era más bella que una de sus canciones de piano, más bien la risa de Kid era muchísimo mejor que cualquier otra cosa que jamás haya escuchado en toda su corta vida, y se recordó que debería de hacer eso una vez más porque quería escuchar esa dulce risa más seguido.
Kid se admitió que se estaba divirtiendo. Tal vez por que jamás había tenido un juego infantil con alguien. Toda su vida siempre había sido el chico ordenado y serio. No podía pensar correctamente por que el albino le estaba dando muchas cosquillas en el estomago, en esa parte el era sensible y no pudo resistir reír con más fuerza.
Siguieron con su inocente juego, pero al parecer esto ya se estaba volviendo cansado y repetitivo, así que Kid decidió ponerle un fin y empujo al albino delicadamente, Soul se percato de esto y se quito de encima del shinigami. Solo que sus manos después de quitarse de el estomago de Kid, se fueron a los hombros del shinigami, respiración algo agitada y una semi-mal-hecha-sonrisa dibujada en su cara. El albino acerco su boca a la oreja del pelinegro y al llegar ahí no pudo evitar soltarle un grito para molestarlo.
— ¡AH! ¡NO! — grito Kid sorprendido, alejándose inmediatamente y poniendo su mano encima de su oído que le estaba resonando. — ¿¡Por qué hiciste eso!? — dijo en voz medio molesta, medio juguetona.
—¡Ha! Te dije que podía hacerte reír.
—¡Me las vas a pagar! — exclamó el pelinegro mientras corría tras Soul, que había salido velozmente de la habitación.
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El gran baile de Shibusen.
Ya era hora de que lo anunciaran, decían casi todas las estudiantes de la dichosa academia. Los hombres se quejaban entre ellos porque no sabían a quien invitar, si ya no quedaba nadie que valiera la pena, si ya invitaron a la chica de sus sueños y las mujeres no sabían que se iban a poner, si irían en grupo o no, si el amor de sus vidas ya las invito, si irán solas, etc. Los días se acercaban y las personas no dejaban de hablar sobre el tema.
Eso le molestaba a Kid.
El tampoco sabía a quién pedirle que fuera al baile con él, o era solo tal vez que no quería ir con nadie en especial. Había pensado en invitar a Chrona, pero sacudió el pensamiento en el mismo momento en el que le vino a la cabeza. Chrona era su amiga y no quería tener nada con ella, además Patty y Liz le habían dicho algo sobre que las tres se iban a conseguir pareja solas y que no necesitaban que Kid atendiera con ninguna de ellas porque querían conocer nueva gente. Además, si iba con solo una persona él no se vería nada simétrico.
Soltó un suspiro de desesperación mientras caminaba por los pasillos de la academia, las chicas que lo veían pasar soltaban risitas y empujaban a niñas para que le pidieran permiso de ir al baile con él. Se entero que hasta Black*Star tenía pareja... Pero con Tsubaki, así que no se le hacia la gran novedad. No estaba seguro sobre Maka ni Soul.
Irán juntos, se aseguro, así que apago sus esperanzas de ir con su grupo amigos.
Aun que se había enterado de que era muy popular cuando al día siguiente del que anunciaron el baile, como unas tres o cuatro chicas le pidieron que fueran con él. Kid no les dio respuesta alguna, solo que lo pensaría. Y así se paso una semana. Cada día alguien lo invitaba, pero el rechazaba la oferta diciendo que tenía otras cosas que hacer ese día. Por lo cual en parte era verdad. Porque estaba tan cansado de ese rollo del baile que decidió ir a investigar el solo ese día sobre la misión que les había asignado a el y al albino su padre.
Iría solo, sin Soul, a arriesgar su vida.
Estaba ideando su plan unas noches antes del baile, cuando alguien toco casi inaudiblemente su puerta. El la había abierto sin esperarse a ver a su actual compañero, Soul.
—Kid... — había murmurado el joven esa noche, un rubor expandiéndose por sus mejillas. El corazón del pelinegro palpitaba mas rápido de lo que debería al ver la cara del arma, este estaba muy serio y se veía decidido. El shinigami puso toda su atención en su amigo, esperando pacientemente lo que iba a decir.
Solo estaban ellos dos esa noche en la casa de Kid, nadie los podía molestar.
El albino abrió lentamente su boca, llenando al shinigami de suspenso, este no sabia las palabras que iban a salir de la boca de la persona que estaba frente a el y se puso algo nervioso, estableció contacto visual con Soul y espero y espero y espero y...
—Quiero invitar a Maka al baile.
Kid nunca supo por que sintió algo golpear fuertemente su pecho cuando escucho esas palabras.
—Hazlo. — replico el pelinegro casi inmediatamente, aun que algo le decía que no. Se sintió mal, ya sabia que Maka y Soul irían juntos, pero igual le dolió por alguna razón inexplicable. —Dile que quieres ir con ella, no lo va a pensar dos veces y te va a aceptar.
—Pero... No se como hacerlo...
—Solo se lo dices con naturalidad. — al decir esto, Kid intento que el albino recordara la vez en la que le dijo que sonriera. —Dicelo como si le fueras a invitar un refresco, o algo así .
—Kid, eso no suena nada cool. Quiero que sea único, tu sabes.
El shinigami giro los ojos, ya no quería escuchar ni una palabra mas, ni siquiera sabia por que le estaba dando consejos, si el pecho le dolía y estaba harto de esto. Se acerco y puso sus manos en los hombros de Soul, el arma lo miro confuso pero espero a Kid, este se acerco hasta que sus caras estuvieran a pocos centímetros.
—Solo. Pídeselo. — suspiro Kid, ojos cerrados y respiración firme, después se separó rápidamente y se dirigió hacia la puerta de su cuarto. —No lo dudes.
Soul se decepcionó mucho cuando dejo de sentir el caliente aliento del pelinegro en sus labios.
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En la noche del baile, a dos meses cuatro días de haber comenzado a ser compañeros, Soul le había pedido a Kid que le ayudara a arreglarse, por mas extraño que eso haya sonado. Yacían en la casa del pelinegro, ropa tirada por todos lados, en forma simétrica claro, y dos chicos tirados en el suelo. El albino se sentía como una mujer por no poder decidirse de ropa y el shinigami ya estaba desesperado, el tenia su típico atuendo negro y Soul se quejo de por que no había sido mas original al momento de escoger su ropa.
Después de varias horas de estar como mujeres decidiendo que se iba a poner Soul, terminaron escogiendo su traje de pianista.
—Mira, tu que original. — le había molestado el shinigami.
—Calla.
Al terminar de arreglarse, Kid se encontraba frente al espejo, Soul acostado boca abajo en la cama, una expresión de extrema aburrición en su rostro. Ya no soportaba ni un momento mas sin hacer nada, pero al momento de ver el espejo en el cual el shinigami se estaba viendo, no pudo quitar sus ojos de el. Había algo diferente esa noche, pudo notar mejor sus facciones y no pudo resistir las palabras que salieron de su boca.
—...P-puedo... ¿Puedo p-peinarte?
Kid lo miro con curiosidad, pero aun así acepto la oferta, y buscando en uno de sus cajones encontró un peine negro. Aun que no necesitaba arreglarse para ir al lugar a donde iba, quería saber que pretendía el albino. Le entrego el peine y arrastro una silla hasta el espejo.
Soul no sabia como comenzar, había esperado esa oportunidad desde hace mucho tiempo, y no esperaba perderla. Tomo el peine con manos temblorosas, y toco con su dedo índice las tres franjas en el cabello del pelinegro. Al comenzar a peinar, no supo si podría detenerse, disfrutaba mucho la textura. Quería comentárselo al shinigami, pero no sabia que tan tonto iba a sonar.
Primero peino el lado derecho, deshaciendo los nudos del cabello y cuidando con que se vera perfecto, al terminar se fue al lado izquierdo y en vez de usar el peine, utilizo su mano, y se sorprendió al sentir la suavidad del pelo de Kid, este tenia los ojos cerrados, como si le gustaran los dedos de Soul tocándolo delicadamente. Pero después de un rato, abrió sus ojos y se relajo.
—No me gusta como me veo. — dijo Kid tristemente frente al espejo, sonando completamente como una mujer en apuros, pero Soul no noto su tono de voz, por que estaba muy ocupado admirando la sensación del cabello del pelinegro entre sus dedos.
—Pareces una chica que va a ir a su baile de quince años y quiere lucir bien para su novio. — molesto Soul, una sonrisa extraña dibujándose en su expresión. —Solo que falta el novio.
—Mira quien es la chica que va a ir al baile. — Kid replico, volteando su cabeza, apuntando un dedo hacia Soul, y frunció el ceño, su cara distorsionándose en una mueca que el albino evito ver. — ¿De donde sacas esas historias?
—¿De donde sacas que te ves mal?
El pelinegro supo que las preguntas no se evadían con preguntas, pero para no pelearse y se volteo hacia el espejo otra vez, aun que podía ver el reflejo de Soul desde donde estaba, no lo quería ver. El arma parecía que quería romper el silencio, pero no encontraba ningún tema con el cual hacerlo. Kid no sabia por que solo quería dar la impresión de que se estaba arreglando, si ni siquiera iba a ir, si ni siquiera necesitaba arreglarse por que al lugar al que iba a ir era sucio y feo y no tenia caso que se viera bien.
—¿Iras con alguien?
—No es de tu incumbencia, Soul Eater. — replico Kid, sus labios moviéndose lentamente, estaba muy ocupado criticándose frente al espejo y viendo si todo estaba en un lugar simétrico que no se dio cuenta la mirada de extrañeza que le estaba mandando el arma. Después de un rato de silencio incomodo, volteo su mirada hacia los ojos de Soul. El chico le sonrió y rompió el contacto visual.
—Me lastimas con fuertes palabras. Aun así me gusta como te ves.
—Estas tres marcas en el pelo lo arruinan todo. — recordó el pelinegro. No se le había olvidado la vez en la que Soul se había burlado cruelmente de él frente a todos en la clase de Deportes. Vio que Soul busco algo en su mirada, pero pensó que no recordaba el comentario.
—A mi me parece que se ven bien.
—No me gustan, no son simétricas. Una ves hasta me insultaste por ellas.- protesto el shinigami, por que de verdad esperaba una disculpa, o tan siquiera que el arma se sintiera mal por haberle dicho eso. —Eso me molestó mucho.
—No pensaba que aun te acordarías de lo que dije ese día... Es por eso que me gustan.
—¿Es por que?
—No son simétricas. — suspiro Soul, casi inaudiblemente. Ok, eso no era una disculpa.
—Es lo único que te agrada de mi. — replico Kid muy molesto, se volteo para ver a Soul a la cara y siguió hablando. — ¡Y solo por que a mi no me gusta! Solo por que odias la simetría y la odias solo porque yo la amo, ya que yo "estoy completamente hecho de ella." Siempre me quieres llevar la contraria. No entiendo por que te sigo hablando.
—Es que nadie me resiste. — bromeo Soul, pero al ver que al pelinegro no le había hecho nada de gracia su comentario, se volvió serio otra vez. —Te equivocas.— continuó tranquilamente, —No digas esas cosas cuando no sabes de que hablas.
—Como digas.
Soul ya no sabia que decir, esa noche se estaba haciendo incomoda, pero parecía que Kid no notaba lo nervioso que estaba. El albino volteo hacia otro lado y pensó seriamente en un tema de conversación. Pero no sabia que tocar. — ¿Si no te gustan por que no te las pintas?
— ¿Pintar que?
—Tus tres franjas.
—...Por...- —Kid no logro terminar por que irritados golpes fueron escuchados fuera de la puerta junto con un grito de desesperación. Escucharon que Maka algo de “estar esperando ahí afuera desde hace 20 minutos”, al parecer la rubia no era una persona muy paciente que digamos.
—Maka te espera, no es bueno hacer esperar a las señoritas.
— ¿Como rayos supo que estábamos aquí? — cuestiono Soul asombrado, se supone que solo ellos dos sabían.
— ¿Liz y Patty?
—Ven. — extendió la mano Soul, pero al ver que Kid no la tomaba y negaba con la cabeza la bajo lentamente y lo miro directamente a los ojos. Dudo en decir lo siguiente, por que sinceramente no quería saber la respuesta, sentía que iba a ser rechazado directamente, por que el shinigami siempre era directo, pero quería asegurarse. —¿Que no iras?
—No.
—¿No me dijiste que si?
— ¡Soul! Ya deja de preguntar.
—Ja, ja. No te puedo decir nada porque siempre te enojas.
Kid le lanzo una mirada asesina de desaprovacion, Soul no se estremeció ni nada, solo le intento sonreír, para hacer el momento menos incomodo, pero fallo al ver que el pelinegro no dejaba de verlo de esa manera. Suspiro profundamente, sus ojos jamas dejando los de Kid. Estaba realmente confundido, siempre que veía al shinigami sentía algo extraño dentro de él, pero el chico lo volvía loco con la amargada actitud que siempre le mostraba. ¿Por que no podía sonreír tan siquiera una vez? Oh Claro. Decía que las sonrisas la mayor parte del tiempo no eran simétricas.
Ya no entendía que le gustaba y que no de Kid. Aun muy, muy dentro de él lo seguía odiando, pero esas últimas semanas había cambiado la opinión que tenia sobre él. Pero seguía siento tan irritante, sus 'pequeñas' obsesiones aun le seguían molestando a Soul, pero el intentaba aceptarlo, y aun que pareciera raro, también las obsesiones de Kid le parecían adorables. El arma recordó que estaba en la presencia de Kid y parecía que él quería decir algo, pero esperaba que el albino terminara de pensar en sus cosas.
—Me preguntaste si iría con alguien y te dije que no era de tu incumbencia. Jamás preguntaste si iría.
—"¿Iras con alguien?" es como un "¿Vas a ir?", Kid.
—No voy a ir. — repitió el pelinegro, una expresión ten seria en su cara que a Soul no le dieron ganas de preguntarle otra vez.
— ¿Y eso por qué?
— ¡Deja de hacer tantas preguntas!
— ¿¡Soul!? — regañó Maka desde afuera de la habitación, esta vez golpeando exageradamente fuerte la puerta. Kid juro que podía ver la cara enojada de Maka desde donde estaba. -¡Llevo aquí afuera esperándote desde hace años! Así que más te vale que te apures.-
— ¡M-Maka, ya voy!- exclamo Soul. -Que fiera de mujer.-
— ¡Escuché eso!
— ¡Deja de espiar!- replico el albino.
—¡No estoy espiando! Llevan ahí más de media hora.
— ¡¿Y tu como sabes!? Dah... ¡Ya voy!— gritó exasperado, pero la expresión de decepción que le dio el albino a Kid fue mas que muy notable. —Te estaré esperando. — y lo dijo como si no creyera en sus propias palabras.
—No esperes algo que jamas vendrá.
—Aun así, te esperare.
Kid no dijo nada, solo espero a que Soul saliera de la habitación. Permaneció inmóvil y en silencio hasta que el arma se fue lentamente, sus ojos jamás dejando la figura del shinigami. Un rubor se extendió inexplicablemente por su pálida cara. Intento ignorar el comentario pensando en sus verdaderos planes para esa noche, pero no estaba acostumbrado a esa clase de comentarios.
Al salir de la habitación, Soul no puedo evitar ver a Maka. Tenía sus típicas dos coletas recogidas con unos listones, pero el resto del pelo estaba suelto, rizado y caía ligeramente sobre sus hombros. Tenía un vestido de tirantes verde que le llegaba a los tobillos, hacia que se le viera la espalda y que pareciera mayor, usaba unos tacones negros. El arma noto que la chica se había pasado horas arreglándose.
— ¿Quien te vistió? ¿Black*Star? — Se burló Soul, la chica le piso con su tacón el pie y el albino grito de dolor. —Q-quiero decir... Te ves hermosa.
—Gracias... ¿Nos vamos? — preguntó Maka mientras tomaba a su pareja por el brazo y la guiaba a la salida. Soul la tomo de la cintura y miro hacia atrás, donde estaba la puerta de Kid y suspiro.
Parecía que el pelinegro no los iba a acompañar esa noche.
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El lugar estaba completamente oscuro, se podía oler la humedad en el aire, las paredes estaban pegajosas y mojadas, el piso se sentía resbaladizo e incomodo, sus ojos le ardían por el polvo, sus labios estaban secos y sentía la necesidad de ir al baño desde hace rato. Kid sabía que al entrar había perdido toda su compostura, que su cabello ya no estaba arreglado y que su ropa era un desastre, pero eso lo trataba de ignorar, aun que le fuera relativamente imposible, lo intentaba ignorar, porque estaba decidido a hacerlo y nadie lo podía detener.
Iba a enfrentar Cerbero cueste lo que cueste.
Hacía varias horas atrás, después de escuchar lo que Soul le dijo a Maka sobre su apariencia, el pelinegro salió inmediatamente por la ventana y vago por las calles de Death City recaudando información. Estuvo haciendo eso por un buen rato hasta que encontró a un viejo algo sospechoso que le dijo que había visto a la cosa que estaba buscando, lejos de la ciudad.
Eso fue un error grave. Kid jamás debió creerle.
Ahora se encontraba en una cueva a las afueras de Death City, se había resbalado, caído, mojado, golpeado, de todo. Más que una cueva, parecía un túnel, porque después de un rato de estar caminando vio una luz. Corrió hacia ella, pensando que era la salida y al salir, se encontró en el lugar por donde había entrado. Solo que esta vez había una persona frente a él.
Cerbero.
Sus tres cabezas parecían que las habían cosido, y muy mal, las serpientes que estaban adheridas a su cuerpo eran negras, sus ojos eran rojos, la cabeza de en medio tenía sangre en su boca y las otras dos tenían un brazo y un torso. Había tripas por todos lados y atrás de ellos estaba la cabeza de la persona a la cual le pertenecía ese cuerpo, era una vista horrible. Kid quería vomitar y noto que el alma de esa persona no estaba a la vista. Ya se la había comido. El monstruo comenzó a hablarle en un idioma desconocido, el pelinegro supuso que era griego.
El monstruo salto encima de él, pero el shinigami lo esquivo ágilmente. Comenzó a correr para salir de ahí, pero Cerbero se le encimo y los dos cayeron al suelo. Kid no tenía con que pelear, pero sabía que podía derrotar a su enemigo sin ayuda de nadie. ¿Por qué? Porque tres cabezas no era simetría, eso le estresaba, y cuando estaba estresado nadie lo podía detener.
Empujo al monstruo con una patada, este comenzó a correr y el pelinegro fue tras él, Cerbero estaba entrando a Death City y tomando el camino por el cual llegabas a Shibusen. Kid pudo ver el edificio que era la escuela desde donde estaba, saco su patineta y voló hacia donde estaba el monstruo, cayó encima de la criatura y se quito rápidamente de encima del monstruo para evitar ser mordido por una de las serpientes. Se subió encima de su patineta y se elevo.
Cerbero brinco, tomo del pie a Kid, e lo intento arrojarlo hacia donde estaba la escuela. No podían llegar a la academia... No podían, no podían... Y ahí fue cando el pelinegro intento hacer que el monstruo se soltara de su patineta, pero este tiro al shinigami y cuando este intento volver a subirse, su pie derecho se atoro en una de las serpientes de Cerbero, los dos cayeron en una de las ventanas de Shibusen, la espalda del shinigami se lleno de vidrios y grito de dolor, pero al ver donde habían aterrizado no sabía si estar aliviado o preocupado.
—¡SOUL!
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Maka estaba en los brazos de Soul, los dos bailando al compás de la calmada canción. Sus pasos estaban llenos de elegancia, tanta que varias personas dejaban de bailar solo para verlos. El salón de baile estaba muy bien decorado, lleno de luces, listones de colores, vestidos, trajes de los invitados y olía a perfume. Alegres risas se oían por todo el lugar, gritos de emoción y palabras reconfortantes.
La pareja, Maka y Soul, se habían encontrado a Black*Star y Tsubaki el atuendo del chico menor parecía que lo había sacado de un basurero o que venía de una cantina, en cambio su compañera estaba muy bien arreglada. Tenía unos aretes largos y un vestido azul que le resaltaba las caderas.
Cuando Tsubaki les explico por qué habían venido juntos les dijo que al momento de que Black*Star había querido invitar a unas bellas chicas a bailar, varias, o más bien, todas habían salido corriendo despavoridas, gritando cosas sin sentido.
-Están asustadas por mi grandeza.- les había afirmado el asesino. -¡No se sienten dignas de estar ante mi presencia!-
Las gemelas habían venido con Chrona, las tres haciendo un bello grupo de chicas difíciles, por que cuando alguien se les acercaba a invitarlas a bailar y Chrona quería aceptar, Liz se hacia la que no sabía y Patty le seguía la corriente. En cambio la pelirosa no sabía cómo tratar con eso.
Como el padre de Maka, Spirit, también asistió, la chica había estado observándolo con ojo de águila, regañándolo cada vez que se acercaba a una mujer o golpeándolo y llevándoselo lejos.
Todos parecían estar pasándosela bien, tanto que no notaban que Kid no estaba presente. Solo una persona logro darse cuenta que algo faltaba, y era Soul, no se estaba divirtiendo tanto como pensaba y no sabía por qué, si antes de que el shinigami llegara a su vida todo estaba bien. El albino se pregunto por qué Kid se estaba arreglando si no iba a asistir. Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando sintió que la rubia dejo de bailar.
— ¿...Soul? — le susurro Maka a Soul en el oído. Se detuvo completamente y miro a su pareja a los ojos. Soul esperaba verla feliz, con una sonrisa pero solo vio tristeza en su cara.
—¿Pasa algo?
—No, no. ¿Por qué preguntas? Me la estoy pasando muy bien contigo, Maka.
—Te noto... Distraído.
Soul pensó por un momento el comentario. ¿Acaso estaba tan distraído? No había notado su comportamiento y se quería disculpar con la chica por hacerle pasar una mala noche. Estaba a punto de contestar la afirmación de Maka con una sincera disculpa pero...
Maka tenía razón. Su cabeza estaba aquí en el baile, pero su corazón estaba pensando en Kid. Soul lo había esperado toda la noche. ¿Por qué no estaba aquí…?
—¡SOUL!
Un fuerte ruido.
Personas gritando.
El mencionado volteo hacia donde le hablaban, era Kid. Y de pronto todo el tiempo se detuvo. No porque había visto a la persona en la cual había estado pensando casi todo el día, si no por que observo detenidamente la escena que estaba frente a él.
Un monstruo estaba tomando del pie a Kid y este estaba intentado zafarse. Había vidrios rotos por todos lados y un gran hueco en el techo. Maka estaba completamente aterrorizada, pero volteo a ver a Soul y le afirmo con la cabeza. El albino comprendió lo que la chica quería y se transformo en arma. La rubia estaba a punto de agarrarlo cuando alguien resbalo contra ella y los dos cayeron al suelo, la chica cortándose con los cristales en el proceso.
— ¡Maka! — exclamo Soul, estaba a punto de destransformarse para hacerse cargo de su pareja pero sintió unas cálidas manos tocándolo.
Kid.
El pelinegro lo manejaba con facilidad, cosa que sorprendió a Soul. El albino observo al monstruo y sus ojos se abrieron exageradamente cuando vio quien era. Un monstruo de tres cabezas y serpientes. ¿Cerbero? ¿Kid fue a pelear solo contra Cerbero? No pudo seguir pensando al escuchar un quejido de dolor de Maka.
—Kid, Maka esta...
—Lo sé, hay que protegerla. — interrumpió el shinigami, y sin más palabras se lanzó al ataque. Aun que Soul no dejaba de pensar en las resientes heridas de Maka, tenía que pelear para protegerla, pero también tenía que estar a su lado. Quería a la rubia, pero tenía que cuidarla y... Estaba tan confundido, no podía pensar correctamente con los dedos del pelinegro rozándolo delicadamente.
—Pero Kid... Maka...
— ¡Calla y concéntrate! — exclamo Kid con una voz tan fría que hizo temblar a Soul, aun que se estuvieran peleando increíblemente sus almas estaban sincronizadas.
Metal contra carne, contra madera, contra piedra. Ataques fallidos, pero también evitados. Parecía una coreografía llena de gracia, pero al mismo tiempo era horrible de ver. No solo no estaba lo suficientemente entrenado, si no que estaba perdiendo. Los maestros comenzaron a sacar a varios estudiantes, pero aun así no le ayudaban a Kid, y nadie sabía por qué.
El monstruo brincaba, se le encimaba, Kid lo empujaba, Cerbero lo golpeaba, los estudiantes estaban en estado de shock y nadie podía moverse, como si tuvieran un hechizo que les evitara hacerlo. Cerbero aventó a Kid contra la pared, los cristales que se habían incrustado en su espalda se hundieron más, pero aun así no se rindió. Se impulso y corto una de las serpientes del monstruo
Se quedo parado, esperando algún movimiento, pero la serpiente que estaba en el suelo le mordió la pierna. Ágilmente brinco de nuevo, y logro dañar la pata de Cerbero con un simple movimiento, el monstruo tomo la guadaña que era Soul y como Kid estaba agarrándolo lanzo a ambos, el monstruo brinco y cayó encima de Kid, rompiendo el piso en el proceso y los tres cayendo a lo que parecía ser el sótano de la escuela.
Cayeron con un ruido ensordecedor, no se escucho el metal de la guadaña no sonando contra el piso, si no su cuerpo destransformado. El Shinigami estaba en el suelo, su espalda le ardía, brazos temblorosos y mirada clavada en el albino que estaba a unos metros lejos de él. Estaba inmóvil y ahí fue cuando se dio cuenta que Cerbero se estaba acercando a Soul. Luchaba por levantarse pero le era imposible.
El monstruo estaba tomando a Soul del cuello, inexplicables palabras saliendo de su boca. Los ojos del arma estaban perdidos en alguna parte del abismo, su cuerpo parecía inerte. Una de las serpientes de Cerbero lo mordió en el brazo y el monstruo volteo a ver a Kid, las tres cabezas sonriendo de manera horrorifica. Salto encima de él y lo golpeo contra la pared.
Y después de eso.
Todo se torno oscuro.
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Estaban en la habitación de Shinigami-sama, este se veía enojado. Muy enojado. Soul jamás lo había visto así, y sabía que Kid estaba destrozado por dentro. Estaba mirando hacia el suelo, una expresión llena de culpa en su cara, lagrimas al borde de sus ojos. Kid, había estado rogándole a su padre que le hablara
—Padre... háblame por favor.
— ¡¿Kid como...!?— comenzó a decir Lord Shinigami, — ¡¿Cómo pudiste pensar que tu solo podías con Cerbero!? ¿¡Por qué no evitaste que se acercara a Shibusen!?
—Yo...
Soul estaba inmóvil, no sabía que decir. Se sentía extraño en una conversación padre-hijo. Pero sintió la fuerte necesidad de defender a su amigo, aun que no podía decir nada, porque dentro de él sentía que algo en su corazón le estaba quemando todo el cuerpo. Cada palpitación que daba le dolía. Se tomo la herida que tenía en su brazo derecho, donde lo había mordido una de las serpientes del monstruo y se mordió el labio.
— ¡No solo arruinaste el baile, si no, que destruiste parte de la escuela y también escapo Cerbero...!
— ¡Padre, déjame explicarte! Yo...
El pelinegro jamás logro terminar su frase, estaba perdiendo la cabeza, y su padre lo interrumpió con las palabras más dolorosas que jamás le pudieron haber dicho en toda su vida.
—Kid, estas expulsado de Shibusen.
Kid sintió come si una parte de él lo hubiera dejado, pero su padre aun no había terminado con él, dijo algo más que hizo que se arrepintiera de su existencia.
—Ya no necesitas a Soul como tu compañero.
Eso no solo le dolió a Kid, si no a Soul también.
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— ¿No quieres quedarte a dormir? — preguntó Soul al llegar al apartamento de Maka. Estaba muy preocupado por Kid, todo el camino no había dicho ni una sola palabra. No se había quejado de su espalda que aun seguía sangrando, ni de sus cortadas ni de lo que le había dicho Shinigami-sama. El pelinegro estaba destrozado y no tenías que leer su alma para saberlo.
—No quiero quedarme contigo. — contestó Kid, sin señal de emoción en su voz.
— ¡Kid no seas idiota...!
—Soul, no quiero discutir contigo.
— ¡Yo tampoco! Por eso ahora mismo te vas a meter a la casa y me vas a dejar curarte, estas lastimado y no necesito ser un genio para darme cuenta…— argumentó el albino. —No te preocupes por Maka, antes de que nos fuéramos me dijo que se iba a quedar a dormir en tu casa, con Patty y Liz.
El shinigami rió amargamente, pero aun así no le pregunto sobre las heridas de Maka, por que supuso que la chica estaba bien y no había sido nada grave. — ¿Desde cuándo eres enfermera? — un tono forzado en su voz, parecía que quería reprimir las lágrimas.
...
—Soul... ¡¿En qué rayos estaba pensando...!? Dime…— gritó arrepentido.
El pelinegro recargo su cabeza en la pared, le dolían los brazos, la cabeza, su pierna mordida no soportaba ni un momento más, los vidrios en su espalda lo estaban matando y su corazón estaba roto en miles de pedazos. Todo su ser olía a sangre, su sangre y a la sangre de Cerbero. Soul lo tomó delicadamente del brazo y abrió la puerta del departamento, al entrar Kid se rindió y cayó de golpe al suelo.
—¡Kid!
Soul corrió hasta su amigo, el pelinegro no dijo nada, se quedo inmóvil en el suelo hasta que Soul fue a ayudarlo. No quería mencionar nada de lo que había pasado y llevo a Kid a su cuarto, el shinigami no se quejo al ver el desorden, solo cojeo hasta la cama y ahí se dejo caer de nuevo. El albino suspiro, dijo algo entre dientes y se fue a buscar el botiquín de emergencias en la cocina.
Abrió casi todo los cajones pero aun así no encontró nada, fue a la sala y desacomodo todo para no encontrar nada más que unas pinzas. Se enojo consigo mismo y maldijo su suerte, fue a la cocina y saco unos cerillos. Como no quería hacer esperar a Kid, solo fue al baño, lleno un vaso con agua y agarro la toalla más cercana. Corrió hacia su cuarto, se quedo parado y trago saliva.
Al entrar de nuevo a la habitación y prender la luz, vio que sus sabanas blancas ya estaban manchadas de rojo. Mordió su labio, vacilo al momento de intentar quitar el primer cristal, no sabía cómo hacerlo, jamás había curado a nadie, pero estaba decidido. Se recargo en la cama con mucho cuidado, dispuesto a advertirle al shinigami que le iba a doler lo que iba a hacer. Le dijo con que materiales lo iba a hacer, y al escuchar que el pelinegro le dio una queja por primera vez en la noche, se arrepintió.
—Tendré cuidado. — suspiró Soul en el oído de Kid, su voz temblaba y el shinigami se dio cuenta de esto, pero simplemente afirmo con un leve sonido, cerró los ojos y apretó las sabanas.
Se arrodillo alado de la cama, agarro las pinzas e intento esterilizarlas, espero a que se enfriaran y saco el primer vidrio, cerró los ojos fuertemente cuando escucho que Kid emitió un sonido doloroso. Y se excuso diciendo que iba a buscar de nuevo el botiquín. Al salir de la habitación se recargo en la pared y calmo su agitada respiración. No supo a quien le había dolido más. A él o a Kid. Recordó que no había buscado en el baño y al llegar ahí, encontró un bote de alcohol, unas gasas y varias vendas.
Escucho su cama crujir, el shinigami estaba levantándose de la cama y él le dijo que se volviera a acostar para que lo pudiera seguir curando. El pelinegro le intercambio una mirada dolorosa y Soul aparto la mirada por que pudo notar que sus ojos dorados habían perdido su brillo.
Esta vez arrastro su silla hasta la cama y mojo una gasa en el alcohol. La puso dudosamente en la espalda de Kid, limpio la sangre que estaba alrededor de un cristal y luego lo saco. Volvo a salir sangre de la herida y Soul la limpio de nuevo y la cubrió con una gasa.
—N-no sé cómo se hace esto. — murmuró Soul algo nervioso. El shinigami le dijo algo como "ya me di cuenta" pero el albino no estuvo seguro de haberlo escuchado.
La espalda de su amigo tenía más vidrios de los que se imaginaba, y cada vez que sacaba uno hasta a él le dolía. Pero...El olor de la sangre de Kid... Le gustaba. Era como un dulce perfume que alegraba a su alma. No se dejo distraer y siguió extrayendo con sumo cuidado los cristales de la espalda del shinigami. Soul no quería hablarle a nadie para que le vinieran a ayudar, él quería hacer esto por su amigo, aun que no supiera cómo hacerlo. Se sentía culpable aun que no tuviera nada que ver con eso.
Estuvieron así por un buen rato, los dos en silencio, escuchando la respiración del otro. Soul soportando el olor que tanto le hablaba, pero al quitar el ultimo vidrio, el albino ya no se pudo resistir y lamió la sangre del cristal, su sabor era irresistible, dulce, mejor que el de cualquier alma que hubiera probado. Necesitaba, más, más, más.
—Gracias.
El arma se salió dramáticamente de sus pensamientos, nunca pensó que una simple palabra lo pudiera sorprender tanto. Levanto dulcemente a Kid de la cama para ponerle a su espalda ya llena de gasas y una venda.
— ¿Que dijiste? — dijo el arma con curiosidad, proceso correctamente la palabra en su mente y después de repetirla silenciosamente en su boca varias veces, decidió responderle. —De nada.
—...Soul.
— ¿Sí?
—Tú sabes que… Que en verdad te lo agradezco, ¿no? Que en verdad… yo te...
—Yo también, Kid. Yo también. — Interrumpió Soul.
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Los rayos del sol tocaron dulcemente la cara del albino, estaba acostado en el suelo, pudo jurar que cuando intento levantarse y caminar hasta su cama oyó su espalda crujir en protesta y se acostó en el piso una vez más. Su camisa estaba pegajosa, le faltaba un calcetín y quien sabe por qué estaba manchado de sangre.
Se levanto y cojeo hacia su cama dispuesto a acostarse y dormir un poco más, pero al ver que Kid estaba durmiendo en ella, recordó todo lo que había pasado la noche anterior y decidió seguir en el piso, pero algo dentro de él lo detuvo y al frenarse tan bruscamente lo único que logro fue caer encima de Kid. El shinigami no hizo ningún movimiento, solo siguió respirando, labios ligeramente albino se sonrió a sí mismo, porque pensó que la vista era adorable.
Las piernas de Kid estaban entre las de Soul, la cara del pelinegro en el pecho del arma y la cara del arma en el pelo de Kid. Si Maka hubiera entrado en ese instante, Soul ya habría estado en camino al hospital.
"Ha de estar muy cansado." Pensó Soul mientras respiraba encima del cabello del pelinegro. —Ah... Huele bien... — murmuró dulcemente, aun que en verdad oliera a sangre. Todos sus sentidos estaban rindiéndose, ya no podía contenerse más. Se levanto y observo el cuello de Kid. El alma del shinigami le hablaba y ojos hambrientos miraron la cara del chico, que estaba pacifica y camada.
Sacudió su cabeza, manos frotándose forzosamente los ojos. No podía dejar que en ese momento el veneno que tenía en su sangre se saliera de control. No enfrente de Kid, supo que la necesidad de sangre que estaba teniendo era por el veneno. Absolutamente no se iba a dejar llevar, pero la bestia le estaba ganando, el aroma era demasiado fuerte, no podía controlar sus sentidos. Tenía que comer. Y pronto. Si no lo hacía no sabía que iba a pasar.
El hambre... Hace mucho que no olía un alma tan deliciosa y poderosa. Trazo un camino con sus dedos, desde el cuello de su amigo hasta su rodilla. Como el pelinegro no tenía nada puesto más que sus pantalones y una venda, Soul pudo aprovecharlo para tocar todo el cuerpo. Saliva estaba cayendo de su boca. Podía oler el alma perfectamente, podía sentirla y la deseaba.
La deseaba demasiado.
Lamió el pecho del shinigami, su lengua trazando cada parte que podía, sus manos tocaban muy rápido al chico, como si quisieran sentir a todo el pelinegro de una buena vez. Su siguiente acción no fue controlada y mordió lo que estaba más cerca de él, que era el pezón de Kid, este hizo un sonido de molestia, pero Soul lo ignoro y siguió mordiendo diferentes partes del cuerpo del pelinegro.
— Ah... S-Soul...
Y al llegar al cuello de Kid, mordió ahí con todas sus fuerzas. El shinigami abrió sus ojos de golpe y quiso levantarse, pero el chico que estaba encima de él lo detuvo. Las manos de Soul estaban en las muñecas de Kid, y sus rodillas le aplastaban las piernas, así que no podía mover nada que no fuera su cabeza. El era un shinigami, era muchísimo más fuerte que Soul, pero le dolía todo, y no se podía mover ni siquiera un poco.
— ¡¿S-Soul Eater?! — exclamó el pelinegro, pero el nombrado siguió mordiendo. Las manos de Kid se movieron inmediatamente hacia los hombros del albino e intentaron empujarlo pero fue inútil. La espalda lo estaba matando, sus músculos le ardían y le dolía la cabeza. — ¡¿Pero qué rayos te pasa!?
La siguiente mordida fue tan fuerte que logro hacerle un gran hoyo en el cuello y de ahí salió sangre, mucha sangre, tanta que logro debilitar al joven shinigami más de lo que ya estaba, el albino puso fuertemente su rodilla en la entre pierna de Kid y este sintió como si se le fuera a romper el hueso. Quería gritar más fuerte, lograr que su amigo dejara de hacer esas cosas.
—Tu deliciosa alma... — murmuró maliciosamente el albino, el tono de su voz era diferente, como si fuera otra persona. El shinigami comprendió inmediatamente el significado tras esas palabras y supo que era la culpa del veneno. Sus uñas se enterraron en las muñecas de Kid, el pelinegro grito de dolor y sintió algo caliente en su mano. ¿Más sangre?
Este no era Soul.
—S... N-no Soul... ¡A-ah…!
Las manos del pelinegro eran temblorosas, había perdido mucha sangre por todos lados y se sentía mareado. Nada mas podía empeorar, Soul no era al único al cual le había afectado el veneno, también a Kid. Sintió como si se estuviera volviendo loco, se sintió inútil, como no podía hacer nada ni defenderse decidió darse por vencido. Y cerro lentamente los ojos. Aceptaría lo que estaba pasando, ya no se puede hacer nada...
Pero al momento en el que sintió como su alma lo estaba dejando sus ojos se abrieron rápidamente y cambio de opinión.
—¡AH!
Al escuchar el grito desgarrador de dolor, Soul se quito inmediatamente del pelinegro y se estrello contra la pared, ojos increíblemente abiertos, boca cubierta de sangre y respiración increíblemente agitada. Kid se rindió y apoyo su cabeza sobre la cama, sus manos se movieron hacia la herida que estaba en su cuello. Su alma estaba bien, el estaba bien.
—¡KID! No... Kid, yo... Yo.... — Soul no sabía si eran lagrimas lo que estaba sintiendo en su cara y no le importaba, corrió hacia el pelinegro y tapo su nariz para evitar oler la sangre, vio en estado de shock las heridas que le había hecho. Y se aseguro de que Kid estuviera vivo, cuando este levanto una débil mano a su rostro para limpiar las lagrimas, tomo su mano y la junto a su mejilla.
—Ah... Kid e-este...
Aun que el shinigami estuviera tan débil, pudo mandarle al arma una mirada de molestia que hizo comprender al albino lo que el pelinegro necesitaba, corrió hacia la cocina y busco desesperadamente las vendas que había ocupado el día anterior. Lo malo es que no recordaba donde las había puesto y quería morir por eso.
Al encontrarlas, saco el bote de alcohol y mojo con sumo cuidado la herida de Kid, este reacciono ante el dolor y sus manos se movieron a apretar los hombros de Soul.
—L-lo siento...
El shinigami comprendió lo que sentía, pero no sabía a quién perdonar.
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Kid no podía levantarse, se sentía horrible, como si lo hubieran golpeado con un bate por todo el cuerpo. Pudo apostar que sintió que alguno de sus huesos estaba roto. Intento levantar sus brazos, pero sintió una cálida mano encima de la suya. Movió su cabeza y vio que Soul estaba alado de la cama, tomando su mano tan fuerte, que parecía que si la soltaba el albino se iba a morir.
—Soul. — se sorprendió al escuchar que su voz no tembló, se sentía mal, pero no tanto como lo que supuso. —Soul. — repitió, esta vez mas fuerte.
El nombrado abrió lentamente sus ojos, bostezo y se estiro. Al ver que su amigo estaba despierto se levanto inmediatamente, su mano aun sin soltar la de Kid.
— ¡Kid! Estas despierto...
—No, Soul, aun sigo dormido.
—Ha, ha... — rió nerviosamente el albino, al notar que la venda del pelinegro estaba ensangrentada, se preocupo aun mas y comenzó a interrogar al shinigami. —Eh... ¿No te traigo nada? ¿Agua? ¿Comida? ¿Un cambio de vendas? ¿Te sientes bien? Kid...yo...
—No necesito nada. Y no te disculpes, no fue tu culpa. Suerte que no llegaste a la yugular. — dijo Kid como si pudiera leer la mente del arma, trato de reírse pero le dolía al hacerlo. No quería que Soul se sintiera mal, ya le había causado los suficientes problemas como para estresarlo más.
—¡...Pero te hice daño!
—Soul, no era algo que podías controlar. — estableció Kid. —Además soy un shinigami, resisto más y me curo rápido.
— ¡Aun así eso no quita el hecho de que te lastime! Ahora... En este momento hasta se me hace difícil estar cerca de ti... El olor de tu alma, de tu sangre, es muy fuerte, no sé si pueda resistir...
—Yo tampoco puedo estar cerca de ti.
— ¿Por qué?-
— Soul... Estoy entrando en la locura, estoy perdiendo la cabeza... Desde que se me ocurrió ir solo contra Cerbero me di cuenta. Además, cuando me mordió su serpiente yo... No sé porque pero... Siento la fuerte necesidad de asesinarte... — Al decir esto, Kid pudo notar la cara de inmenso terror que el albino puso, ni él ni su amigo entendían por que tenían la necesidad de hacer esas cosas... — N-no sé porque. Pero... No puedo, Soul. No puedo... Mis… Mis poderes de shinigami están reaccionando por ti…
—Kid tengo que decirte que...
—No lo digas, lo que sea que vayas a decir, no lo digas.
—Perdóname. — interrumpió el albino. —Y también quiero decirte algo... Y no quiero que en futuro me arrepienta y piense "¿Qué hubiera pasado?" Kid, tengo que decirlo ahora.
Kid no tenía la menor idea de lo que su ex compañero le iba a decir, pero genuninamente no quería saber.
—Kid, desde hace tiempo lo había estado pensando y creo que estoy lo suficientemente consciente y seguro de que… de que yo te…
El shinigami ya sabía a lo que Soul se refería, era como si oficialmente pudiera leer su mente y quería evitar escuchar esas palabras a toda cosa, sabía que le iban a doler, y mucho, más que sus recientes heridas. —No puedes enamorarte de una persona tan rápido, requiere tiempo. Además es solo amor temporal. Lo perderás con el paso de los días... Para eso tienes a Maka.
—¡Kid! Maka y yo somos mejores amigos solo eso, aun que la quiera como una hermana... Sé que mis sentimientos por ti... Kid, yo se que lo que siento por ti es verdad. Desde hace tiempo lo he estado pensando y…
— ¡Soul suenas como...! No lo hagas tan difícil para ti...
—Tengo que decírtelo ahora. No puedo mantener control sobre mi mismo por más tiempo.
— ¡Soul! No...
—Death the Kid, te amo. — murmuró Soul lentamente, haciendo que esas palabras se le grabaran al pelinegro en la cabeza, jalándolo con cuidado para no lastimarlo y atrapándolo en un abrazo de consolación. — Y por qué te amo, te aseguro que todo va a estar bien...
Quería mantener el poco control que le quedaba para disfrutar este momento, sabía que podía resistir un momento más por Kid. El shinigami puso su cabeza en el hombro de Soul y se dejo ser abrazado por este, lagrimas cayendo de los ojos de ambos. Compartirían el dolor, almas juntas, consolándose entre ellas, las dos corrompidas, las dos tristes, las dos llorando. Hambre y locura. Blanco y negro.
Soul tomó la cara de Kid entre sus manos. —Lo siento tanto…
Puso un ligero beso entre sus labios, solo duró unos cuantos segundos, pero solo eso fue suficiente.
No iban a caer en la corrupción.
— Todo va a estar bien...
Pero en el fondo los dos sabían que eso era una mentira.