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Confuciones Sentimentales por AkatsukivieneysinLubricacion

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Notas del fanfic:

Kakuzu y Hidan, así como el resto de Akatsuki no me pertenece, de lo contrario estarian vivos y haciendo yaoi.

Notas del capitulo:

Espero les guste mi fic, KakuHidan.

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En una habitación esta un albino junto con un moreno, ambos están en pijama y viendo la televisión, el albino esta recostado sobre el pecho del mayor de ojos verdes, el sueño le pesa en los ojos, se acurruca como un gatito a su lado y cierra sus orbes violetas.

 

-¿Quieres que te abrase esta noche también, Hidan? – le pregunta el castaño.

 

-Siempre Kakuzu, siempre – el albino se pega más a su lado y se dispone a dormir.

 

Kakuzu sabe que la vida de su querido albino no ha sido fácil, ambos son psicólogos, pero Kakuzu ya esta mas experimentado. Sabe lo que le causa dolor a Hidan e incluso el motivo de por que, aun a sus veintidós años, sigue mojando la cama cuando el moreno no duerme con él.

 

Y es que toda la culpa la tiene su padre, su maldito padre.

 

Como toda buena historia, debe tener un principio, así que por ahí empezare.

 

La madre de Hidan era una prostituta muy hermosa, de cabello largo y plateado y unos ojos de color lila que te atraían inmediatamente. Ella cobraba mucho, y solo algunos podían tenerla en su cama toda la noche por una suma considerable de dinero.

 

Pero su padre, era un bastardo que adoraba a las putas baratas, no gustaba de gastar mucho dinero, aunque lo tuviera por montones. Ese tipo era….apuesto, con unos curiosos ojos azules y cabello rubio.

 

Una noche, él entro a un prostíbulo, donde vio a la madre de Hidan en la barra, con un vodka en la mano, esa noche consiguió lo que quería sin pagar ni un centavo.

 

Al día siguiente, la mujer le pidió que no la dejara y él accedió a su petición.

 

Nueve meses después nació un pequeño albinito de ojos color lila.

-¿Cómo te gustaría que se llamara? – la bella mujer le pregunta a su ahora “esposo” cual seria el nombre para su hijo, la mujer pasa con delicadeza uno de sus dedos por la sonrojada mejilla del niño mientras lo mira alimentarse de su seno.

 

-Me gusta…Hidan – el pequeño niño abre sus ojos lila, mirando a su padre y a su madre.

 

 

Ocho años después, el pequeño creció y se volvió un niño muy activo, aunque casi no viera ni a su madre, ni a su padre, era feliz.

 

Su madre estaba acostumbrada a la buena vida, así que se volvió a prostituir.

 

Su padre lo permitía, puesto que el trabajaba en una compañía donde ganaba mucho dinero, pero no negaba que le gustaba como su madre llegaba con grandes fajos de dinero.

 

Aun a su corta edad, su madre se lo llevaba a los prostíbulos, conoció a muchas prostitutas y de algunas se hizo su amigo, ellas lo cuidaban mientras su madre “trabajaba”.

 

A veces ella no llegaba a la casa y el pobre albino se tenia que quedar solo con su padre, fue entonces una noche que él llego, ebrio y lo llevo a su cuarto, esa fue la primera vez que Hidan experimento un orgasmo y le practico sexo oral a otro hombre.

 

Noche tras noche pasaba y el albino ya sabia un par de trucos para con su papá, quien le había dicho que eso que hacían era algo privado y muy intimo y que jamás debía decírselo a nadie.

 

Eso continúo por lo menos tres años más, hasta que el ojivioleta cumplió los doce años.

 

Esa noche su madre se quedo con el hasta tarde, haciéndole compañía y dándole su cariño, se hizo tarde y tubo que irse a trabajar, no sin antes, desearle las buenas noches y cobijarlo bien.

 

Cuando su padre llego, estaba extrañamente sobrio, lo despertó bruscamente y comenzó a besarlo agresivamente, cuando lo soltó el albino le imploro que lo dejara.

 

-Papá, ya déjame!, suéltame – el pequeño sintió como su padre se desasía de su pantalón de pijama y le bajaba los boxers, comenzó a estimular su pequeño miembro.

 

-Déjame – el albinito comenzó a llorar, su padre comenzó a chupar la punta de su pene haciéndolo gemir.- Aghh, ya…no…papá.

 

-No me importa lo que me digas, tu eres mió – el mayor se desfajo la camisa para desabrochar su pantalón y sacar su enorme miembro erecto, con una sola mano sujeto las dos de su hijo y con la otra quito las fundas de las almohadas para amarrarlo.

 

-¡AHHH! – el pequeño negaba con la cabeza, el mayor levando la pequeña cadera y rozo su rígido miembro contra el trasero de su hijo, se preparo y sin ningún reparo, lo penetro.

 

-AGHH!! – el albino comenzó a llorar y a suplicar que lo dejara.

 

-Khh – el mayor, al contrario del pequeño, se sentía en el cielo al sentirse oprimido por esa pequeña entrada tan estrecha. Con un par de estocadas mas y sintió como se iba a correr en el interior de Hidan.

 

Y así fue, se corrió, dejándole algunas heridas internas al más joven, junto con un horrible ardor en su entrada por el semen, que ahora salía de poco en poco, con un ligero tono rojizo.

 

Así continúo hasta que pasaron dos meses, el albino no lo soporto más y fue a denunciarlo con servicios infantiles.

 

-Buenas tardes jovencito – un hombre de cabellera negra y larga estaba sentado detrás de un fino escritorio.- ¿Qué se te ofrece?

 

-Yo….quiero…denunciar a mi padre.

 

-Wow, bueno, eso es algo serio, pero dime, ¿Por qué lo quieres denunciar?

 

-Por que me viola cada noche, poco después de que mi mamá sale a trabajar – unas finas lágrimas caen de sus ojitos lila. 

 

-Shhh, tranquilo, esta bien, cuéntamelo todo – el mayor se acerca a el ojilila y este se aferra a su cintura.

 

-Primero que nada, ¿Cómo te llamas? – acaricia la pequeña cabecita albina

 

-*Snif*…Hidan…*Snif*… ¿Y…usted?

 

-Uchiha Madara.


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