Uchiha Sasuke, un joven de 21 años, piel pálida, tan blanca como la misma nieve, ojos negros cual carbón, un peculiar cabello negro azulado que brillaba con intensidad, hermosos labios rosados, rasgos finos que parecieran, fueron tallados por ángeles y un cuerpo delgado y formado producto de horas en el gimnasio.
Sasuke era el soltero más codiciado, sin duda lo era por esa belleza que cualquiera quisiera tener, además de que influía su riqueza.
Si, Uchiha Sasuke era uno de los hombres mas ricos, a su corta edad, se le había catalogado como el tercer hombre mas rico de Japón.
Aquella riqueza era producto de la fortuna que heredo cuando sus padres fallecieron, aunque si bien, su fortuna había aumentado al convertirse en actor, siendo uno de los mejores.
Todo aquel que lo hubiera visto actuar, quedaba maravillado y aun mas aquel que tenia el privilegio de actuar a su lado.
Pero aunque fuera una celebridad, también mantenía un secreto, un secreto, que bien sabia, si se daba a conocer, su reputación estaría en los suelos, su mundo que conocía se derrumbaría.
Aquel secreto era una persona, para ser mas específicos, su hermano Uchiha Itachi.
Sasuke tenia años sin verle, probablemente ahora Itachi tendría unos 25 años. Pero aunque tenía años sin verle, sabia perfectamente donde se encontraba, un hospital psiquiátrico es decir un manicomio.
El motivo de su locura fue un suceso, algo traumático.
Cuando Itachi tenía 19 años había visto morir a sus padres.
Fue un asesinato, nadie conocía las causas, ni los culpables, quizás Itachi supiera pero nunca dijo nada, pero había sido un hecho tan cruel, tan horrible, habían encontrado los cuerpos de Fugaku y Mikoto, los padres de Itachi y Sasuke, completamente mutilados, toda la habitación bañada en sangre y al joven Uchiha, al borde de la muerte, donde en su rostro se dibuja el miedo, el horror.
Aquel suceso provoco un trastorno mental en el Uchiha, a pesar de aquellas horribles imágenes que vio no le aterraba la muerte ni la sangre, por el contrario, sintió una horrible pasión por aquel liquido carmesí. Aunque a pesar de que adoraba ver la sangre fluir, sentía odio y desprecio por cualquier arma.
Tal fue su obsesión por la sangre que disfrutaba lastimándose para ver la sangre caer, pero no solo llegaba a eso, si no que llego a lastimar a su hermano menor, tan solo para ver como brotaba la sangre de sus heridas.
Aunque claro Itachi nunca uso ninguna arma, ningún cuchillo, ningunas tijeras ni nada por el estilo para causar daño, lo hacia con sus mismas uñas o dientes, pero nada mas.
Así que, Itachi termino por enloquecer, por lo que a la edad de 20 años, casi 21, termino encerrado tras los muros de baldosas blancas del instituto psiquiátrico de Japón.
Para Sasuke fue muy difícil, perder a sus padres y a su hermano casi al mismo tiempo. Pero aunque estuvo en un estado depresivo, salio adelante, dedicándose a sus estudios y convirtiéndose en el mejor. Y seis meses después de que Itachi se fue a la institución psiquiatrita, se le fue ofrecido un papel secundario en una obra teatral.
Sasuke acepto e hizo el papel de una manera única, se desenvolvió en el escenario como si el papel hubiera sido hecho pensado en él. Después de esa obra, muchos directores le ofrecieron que trabajara en sus películas u obras, así que Orochimaru, un hombre de piel blanca y ojos amarillos, de largo cabello negro, se convirtió en el nuevo representante del Uchiha.
Pronto se volvió toda una celebridad, a sus 18 años, ya trabajaba con las mejores celebridades del mundo de la farándula, siempre llevándose el papel protagónico. En todas las portadas de revistas aparecía su rostro, en todos los programas hablaban de él, no había nadie que no lo conociera.
Pero nadie sabía sobre su pasado, muchos sabían de aquel sangriento asesinato de Fugaku y Mikoto, pero nadie sabia que Sasuke era su hijo.
Sasuke no deseaba que nadie se enterara pero eh aquí el problema.
Ya habían pasado casi cinco años de que Itachi ingreso en aquella institución y ahora, gracias a su buena conducta y a sus progresos, se decía estaba curado, aquella locura que alguna vez tuvo, solo fue temporal.
No es que Sasuke tuviera problema en que su hermano saliera, si no que, no quería vivir con él, su secreto podría salir a la luz y temía que su hermano le volviera a lastimar, pero ya no había salida tendría que ir por su hermano.
Sin que nadie se diera cuenta, se dirigió a aquel edificio que albergaba a personas con distintos trastornos mentales. Vio aquella fachada amarilla, las puertas de madera y aquella placa dorada que tenia por leyenda "Instituto Psiquiátrico de Japón".
Solo una vez había estado en aquel lugar, cuando había dejado a Itachi.
Suspiro, abrió lentamente la puerta y penetro el recinto.
Se encontró en un pasillo de paredes blancas y piso del mismo color, al fondo había una puerta de cristal a la cual no tardo en aproximarse.
Al entrar vio a varios enfermeros, uno de ellos se le acerco.
-¿Que desea? - pregunto el enfermero.
- He venido a buscar a mi hermano - respondió.
- A debes de ser el hermano de Itachi, vamos - dijo el enfermero para darse la vuelta y entrar a una puerta blanca.
Bien, quizás no todos le conocían, aquellos enfermeros que trabajaban en aquí lugar, estaban tan dedicados en su trabajo, que poco les importaba el exterior.
Caminaron por el pasillo que se encontraba tras la puerta para doblar a la siquiera y encontrase frente a una pequeña puerta blanca.
El enfermero saco sus llaves y la abrió para después apartarse y darle el paso a Sasuke.
Un poco inseguro entro a la habitación, donde apoyando su rostro en una mano, se encontraba sentando el Uchiha mayor mirando hacia la ventana, evitando asi que su rostro fuera visible.
- Itachi - llamo Sasuke.
El mencionado giro su rostro hasta fijar su mirada en Sasuke, dedicándole una suave sonrisa.
Sasuke no podía creer lo que veía, aquel no podía ser su hermano, en un pasado Itachi había mantenido su cabello apenas un poco mas abajo de sus orejas y ahora lo tenia amarrado en una coleta que llegaba a toar la parte superior de su espalda, sus ojos alguna vez negros ahora eran rojos como la misma sangre, quizás por tanto medicamento y drogas que se le llegaron a administrar, su piel ahora era mucho mas pálida, sus facciones se habían definido mas, su cuerpo era delgado y formado y su sonrisa era hermosa.
- Hola Sasuke - dijo Itachi poniéndose de pie, dejando ver al joven de 1.78 de altura.
La voz de Itachi era suave pero masculina, dándole un toque sensual.
A pasos lentos se aproximo a su hermano menor y acaricio con cuidado una de sus mejillas, provocando que Sasuke se sonrojara al sentir el tacto de aquellas suaves manos.
- ¿Nos vamos? - pregunto Itachi caminado hacia la puerta.
- Si, vamos - respondió Sasuke para salir del lugar.
A pesar de lo diferente que su hermano se veía, sabia que Itachi podía aparentar ser algo que no era, le conocía lo suficiente para saberlo, sabia que su infiero estaba apunto d empezar.
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