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Junjou Lovers por Konan Shimizu Uchiha

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Notas del fanfic:

Aclaración: Los personajes no nos pertenecen, son obra de la gran Shungiku Nakamura-sama. Solo somos personas ociosas que utilizamos sus personajes ^^

Notas del capitulo:

Hiyas! Gracias por entrar ^^ Lo repito, los personajes, lastimosamente, no nos pertenecen TwT. Son de Shungiku Nakamura-sama. Sin nada mas que decir, espero que disfruten del capitulo ^^

Ya estaba decidido, si el bastardo de Usagi-san volvía a besarlo al llegar a la universidad le diría un par de verdades en cara, después de todo tenia que cuidar su imagen publica, además. ¿Quien era él para andar por ahí junto al famoso escritor en su lujoso carro y de paso besándolo?

 

- No te olvides de llamarme cuando termines, vendré a buscarte- le recordó Usagi-san antes de irse

 

- Si, como digas – respondió de mala gana, no se había dado cuenta de la presencia del profesor Hiroki sino hasta que abrió la puerta del auto y le golpeó con esta - !Ah, perdone!

 

- Akihiko, necesito que me devuelvas el libro que te presté – dijo el profesor entre jadeos, ignorando la presencia de Misaki, y el golpe que le acababa de dar.

 

- No lo tengo aquí, pero si quieres te puedo llevar a mi casa para entregártelo hoy- dijo mientras le señalaba el asiento del copiloto invitándole a subir.

 

- Lo siento, justo ahora no puedo...

 

- Entonces, yo te lo llevare en la noche- resolvió el escritor.

 

 

 

¿Por qué seguía parado ahí, en medio de ambos? ¿No quería ver a Usagi irse con el maestro demoníaco? ¿Acaso estaba esperando el tan acostumbrado beso antes de entrar a la universidad? ¡No, todo menos eso! Era imposible que algo así sucediera.

 

 

 

Misaki se dio media vuelta simulando desinterés en el asunto y entró en el edificio. Le fue imposible no voltear a ver si el carro del escritor seguía allí, pero ya se había ido.

 

 

 

- ¡Mi-sa-ki! – se le acercó Sumi senpai, prácticamente guindándosele encima.

 

- Senpai… - aún no se quitaba a Usagi de la mente, por lo que le respondió algo ido.

 

- ¿Por qué me respondes de esa forma? ¿No me quieres?- preguntó haciendo gestos melodramáticos- ¿O es que acaso ocurrió algo malo con tu relación con Usami-san?- terminó de decir.

 

-¿A-algo malo? – no pasaba nada ¿o si? - ¿a qué se refiere senpai? – preguntó nervioso sin saber por qué.

 

- A nada…-dijo secamente- Solo me preguntaba si Usami-san se encontraba bien- le ofrecía a Misaki una gran sonrisa pero su mente solo la conocía el, y ésta a su vez se repetía: ¿No querrá ir de juerga conmigo? Yo puedo ser una gran pareja para él…

 

- Si… muy bien – habría seguido hablando pero ya se acercaba la hora del primer período y aún no había llegado al salón, tendría que correr si no quería que Hiroki le lanzara algún objeto contundente en la cabeza.

 

 

 

Para su sorpresa el profesor se presentó con varios minutos de retraso ¿Dónde estaba si ya Usagi se había ido? “!No es asunto tuyo!” se repetía Misaki mentalmente…

 

… Y siguió haciéndolo hasta la hora de salida, no podía creer que aún estuviera pensando en aquello, no era normal, pero el simple hecho de pensar en la forma en como ese sujeto veía siempre a SU Usagi le hacía enfadar demasiado.

 

- Wow- exclamó la población estudiantil que se encontraba a los lados de Misaki. Definitivamente, todavía no se habían acostumbrado al lujoso deportivo del escritor que le servia de chofer a Misaki.

 

- Takahashi-kun, dile a Akihiko que no se olvide de llevarme el libro esta noche- murmuró Hiroki pasando disimuladamente al lado de su estudiante.

 

 

 

El menor hizo como si nada y se dirigió al auto, sintiendo como todas las miradas de sus compañeros se clavaban en él, se preguntaba si algún día dejarían de hacer aquello, era realmente incómodo.

 

Finalmente llegó, abrió la puerta y se sentó en el puesto del copiloto, sin siquiera dirigirle la mirada al conductor.

 

- ¿Qué te dijo Hiroki?- preguntó inmediatamente el escrito.

 

- Que estaría allá en unas horas – respondió inconscientemente en un tono muy mezquino.

 

- ¿Sólo eso?- le dijo mientras se acercaba a darle un beso.  

 

- ¡No hagas eso aquí, aún no nos alejamos de la universidad! – chilló apartándose para que el mayor no pudiera besarle – Ya que estarás ocupado con el profesor-demonio iré esta noche a casa se Sumi-senpai.

 

- Estas celoso- le insinuó mientras insistía en besarlo.- ¿Crees que Hiroki y tu “amigo” son iguales?

 

- ¡Suéltame Usagi estúpido! – estaba consciente de que esas reacciones no contentarían para nada al escritor, pero no quería que lo besara ahí, si por lo menos avanzaran unas cuantas cuadras… Pero conociéndolo si avanzaba unas cuadras no se contentaría sólo con un beso.

 

- Dime Misaki, ¿Me quieres?- preguntó con voz profunda

 

 

 

Misaki se ruborizó por completo, incluso su cara de “estoy molesto” cambió por esa típica expresión de niño inocente cada vez que Usagi hacía algo como aquello.

 

- No preguntes eso, ya te lo he dicho antes – murmuró con el corazón acelerado y atropellando las palabras.

 

- Entonces repítelo ahora- se acercó y le dio el beso que tanto buscaba.

 

 

 

Cerró los ojos como si no quisiera, aferrándose a la espalda del mayor y dejándose hacer.

 

- T-te qu-quiero – susurró Misaki una vez se cortó el beso, con la absurda esperanza de que Usagi no le escuchara.

 

- Yo también te quiero- le besó de nuevo y procedió a quitarse la parte de arriba de su ropa.

 

- ¿Por qué te quitas la ropa? Vas muy rápido – se quejó intentando no hacer ningún ruido raro con las caricias del escritor, aunque no parecía totalmente una queja, sobre todo con aquel tono excitado que había utilizado de forma inconsciente.

 

El escritor empujó el asiento hacia atrás y se colocó sobre su Misaki. Fue quitando poco a poco la ropa de su compañero aunque éste se resistiese un poco y comenzó a besarlo lentamente en cada parte de su pecho, haciendo un caminito de saliva sobre Misaki.

 

 

 

El más joven dio un leve suspiro, buscando alcanzar con su mano el cabello de Usagi, sabía que aquello le excitaría aún más mientras que Usagi-san comenzaba a decender por su cuerpo hasta llegar a la entrepierna ya erecta del menor y comenzó a masturbarlo con la mano.

 

 

 

- No… aquí – masculló entre gemidos, no quería que fuesen muy audibles, después de todo aún estaban en el estacionamiento del edificio del escritor, pero le fue imposible contenerlos por completo. El mayor ignoró por completo el pedido de Misaki ya que sabía que pronto se correría en su mano y no podía dejarle simplemente así.

 

 

 

Aumentó la velocidad en su mano llevando a Misaki al orgasmo haciendo que quedara tumbado en el asiento del automóvil, sudando y con la respiración agitada, viendo a Usagi con cierto brillo de lujuria en los ojos. Este, a su vez, lamió la mano donde se había corrido Misaki dejando que el recobrara su respiración normal para comenzar a introducir su miembro en el menor.

 

 

 

- No – chilló el más bajo, sintiendo la intromisión a su cuerpo.

 

- Dices que no, pero por dentro lo estas disfrutando ¿cierto?- le susurró al oído con su voz aun mas excitada que antes.

 

- Calla Usagi - gimió temblando.

 

El mayor ignoró completamente a Misaki e introdujo lo que faltaba de su miembro en su pareja. Comenzó a moverse lentamente tratando de que Misaki se acostumbrara.

 

- Espera, si lo haces así yo… - algunas lágrimas comenzaron a asomarse a los ojos del mas joven, pero aún así gemía con en vaivén de Usagi, sintiendo que se acercaba a un segundo orgasmo.

 

- Ves que si lo disfrutas- le susurro antes de morderle el lóbulo de la oreja e ir aumentando la velocidad de las estocadas.

 

 

 

Misaki tuvo un ligero espasmo al sentir la voz del escritor así de cerca, estaba tan ronca y con un tono tan erótico que le parecía imposible que alguien realmente pudiese hablar así. Seguía gimiendo, balbuceando algo acerca de ir más lento a pesar de que realmente no era eso lo que quería.

 

 

 

- Nhhh, Mi-saki, me vengo, Nhhhhhhh.- gimió fuertemente mientras se corría dentro de su amado Misaki.

 

 

 

El más bajo hizo lo propio, corriéndose en el vientre de Usagi, quedando totalmente apenado por ello y con la respiración entrecortada.

 

- Usagi-san… - susurró abrazándose al cuello del mayor, aun respirando de forma agitada.

 

- Te amo Misaki… Nunca lo olvides, pues ello haría que mi corazón se destruyera por completo- dijo antes de besarlo, pero todo el ambiente romántico se rompió cuando escucharon el timbre del teléfono del escritor, el cual revisó la pantalla y decidió atender pues era una persona que necesitaba atención o el acto descuidado de ignorarla podría provocar serios problemas.- Hola Aikawa-san…- saludó sin entusiasmo y parsimonia.

 

 

 

Misaki se enfurruñó de forma inconsciente, quejándose por lo bajo ¿Cómo podía ser Aikawa una persona tan inoportuna? Y pensar que ese momento tenía planeado decirle a Usagi que lo amaba, recordar aquello sólo hacía que su disgusto creciera, pero no pudo hacer otra cosa más que observar como el escritor atendía la llamada.

 

 

 

- Bueno, ya se que el trabajo es para dentro de una semana.- decía sin ponerle cuidado a sus palabras.- Lo haré… Si, no hay problema.- Terminó de decir antes de pasarle el teléfono a Misaki.

 

- Ah… ¿Aikawa-san? – preguntó algo pasmado mientras tomaba el teléfono, sin acercarse mucho al altavoz.

 

- Misaki-kun – sonó la voz al otro lado de la línea - ¿Estabas corriendo? Se te oye cansado.

 

- ¡N-no! Esto… - se defendió, volviendo a tomar un color rojizo en su rostro.

 

- No importa – rió – sólo quería saludar, y pedirte que no distraigas mucho a Usami-sensei, ah, y te dejé un regalo en mi oficina, ve a buscarlo cuando puedas. Adiós.

 

- Realmente es extraña – rió nervioso mientras le devolvía el teléfono al escritor.

 

- Tenemos que subir, necesito terminar el trabajo de Aikawa-san

 

 

 

Misaki sólo asintió, acomodándose la ropa para luego seguir silenciosamente al mayor. Inmediatamente al llegar al lujoso apartamento, Usagi se encerró en una habitación a terminar su trabajo, Misaki por su parte no tenía nada que hacer, incluso había comida lista en el microondas, tal vez era momento de ir a buscar el regalo que le había dejado Aikawa en su oficina.

 

 

 

Salió sin avisarle al escritor, igual no tardaría mucho, probablemente aún estaría escribiendo para cuando regresara, así que no le dio mucha importancia. Subió al tren y salió por la puerta que daba justo frente al edificio de publicaciones Marukawa, ahora sólo faltaba ir a la oficina de Aikawa-san y buscar su regalo.

 

- Es increíble encontrarte de nuevo aquí.- Una voz muy conocida se le acercaba a Misaki por la espalda y cada vez que esa persona aparecía, nada bueno se aproximaba.

 

- ¡Ah! – chilló nervioso al reconocer la voz del hermano de Usagi – es decir… ¿Cómo esta? Tiempo sin verle.

 

- ¿Qué haces aquí?- preguntó con mucha autoridad

 

-  Vine a buscar algo en la oficina de Aikawa-san – respondió, intentando seguir su camino hasta el ascensor.

 

- ¿Tienes tiempo libre?- pregunto mientras seguía a Misaki que entraba en el ascensor. La idea del mayor era llevárselo nuevamente a su mansión para convencerlo de dejar a su estúpido hermano.

 

- S…supongo- respondió aun nervioso- pero primero debo buscar el regalo de Aikawa-san.

 

- Te acompaño

 

- No es necesario- chilló empujando al mayor hacia la pared mientras se abría la puerta del ascensor y salía corriendo-. Lo siento, lo veré luego, adiós.

 

- No creas que me daré por vencido tan fácilmente- susurró con cara muy seria y malévola. El sabía perfectamente que no lograría cambiar los sentimientos de su hermano por Misaki, pero no le costaría nada intentarlo con Misaki. Todo lo que el quería lo obtenía, y si su objetivo es Misaki de alguna forma lo tendría.

 

 

 

Logró llegar a salvo a la oficina de Aikawa, estaba algo arrepentido por haber tratado de esa manera al hermano de Usagi pero ya tendría tiempo para disculparse después, lo que mas le importaba en ese momento era ver lo que le habían comprado. Entró lentamente y fijó la mirada en el escritorio de Aikawa, ahí había una caja enorme de Taiyaki.

 

- Es mucho... - murmuró para si mismo mientras entraba de nuevo en el ascensor - lo compartiré con Usagi-san

 

 

 

Hacia algo de frío aquella tarde, todo el mundo llevaba capuchas y trajes abrigados, todos menos el torpe de Misaki, se había apresurado tanto en llegar ahí que ni siquiera se había tomado la molestia de ponerse un sweater. No le dio mucha importancia a ese detalle hasta que llego a las puertas del edificio, cuando se detuvo en seco gracias al aire helado que  había afuera.

 

- Deberías quedarte aquí hasta que el clima mejore - musitó una voz familiar a espaldas de Misaki

 

 

 

- Isaka-san! - chillo entre asustado y nervioso al voltearse y descubrir la identidad de su locutor.

 

 

 

- hola - le saludo con una cínica sonrisa - yo también me alegro de verte ¿vas a casa de Usagi? -el menor solo respondió asintiendo con la cabeza - no deberías... Esta lloviendo.

 

 

 

Misaki volteó hacia la puerta, comprobando que había empezado a llover, como si no tuviese suficiente con el condenado frío que hacia. Isaka estuvo a punto de hacer otro comentario pero quedo hablando solo prácticamente, Misaki había salido corriendo bajo la lluvia, de todas formas el subterráneo no estaba muy lejos, un par de gotas no podían dañarle ¿o si?

 

 

 

Por otro lado en casa se encontraba un Usagi-san muy preocupado por su amante. No había terminado su trabajo pero la falta de Misaki no le dejaba concentrarse. Hacia varias horas que se había ido a la editorial y no le había llamado ni una sola vez. Para completar su tiempo de agonía había comenzado a llover muy fuerte. Intento comunicarse con Misaki pero la contestadora caía. Después de un buen rato intentando Misaki contesto el teléfono.

 

 

 

- ¿si, diga? - habló el mas joven, atendiendo al teléfono sin siquiera ver la pantalla mientras buscaba en su bolso la llave del edificio del escritor.

 

- Misaki, ¿Donde estas?-preguntó con autoridad el mayor.

 

- A-abajo! Es que empezó a llover y - un estornudo interrumpió la oración del menor - ya estoy aquí... - dijo en voz baja, aun sin encontrar la llave. Por alguna razón había comenzado a sentirse mareado.

 

- beep, beep, beep- solo se escuchaba el sutil pitido del teléfono. El escritor le había colgado.

 

 

 

Misaki logró finalmente entrar al edificio. Se sentía cada vez mas mareado. Mientras caminaba hacia el apartamento de Usagi se dio cuenta de que la caja con los dulces se había mojado por completo, al igual que sus zapatos y el resto de su ropa ¿en que momento? Se pregunto el menor tocando el timbre.

 

- Misaki- dijo la voz un poco alterada de Usagi-san. A los ojos de Akihiko, Misaki se veía muy débil, tan frágil como el cristal.

 

- Usagi... - murmuro dejándose caer sin poder hacer nada por evitarlo. Cerró los ojos temiendo por el golpe que estaba a punto de llevarse.

 

- Misaki! Misaki!- el mayor vio como su amado caía en sus brazos. Al ver que no reaccionaba opto por cargarlo y llevárselo al apartamento. Subió y colocó a Misaki en el sillón. Vio que tenía la ropa húmeda así que comenzó desvestirlo.

 

 

 

Misaki se estremeció al sentir la brisa sobre su piel húmeda, comenzando a despertarse con pereza hasta que cayó en la cuenta de que era Usagi quien le desvestía.

 

- Usagi! - gruñó el menor tratando de que le devolviera su ropa - que rayos crees que haces? idiota!

 

- Te quito la ropa- contesto continuando.

 

- ¿Por que? - siguió resistiéndose - ¿No puedes dejar de pensar en eso ni por un segundo?

 

- Estas empapado- le explicó

 

Misaki se detuvo a verse unos segundos, realmente estaba empapado de pies a cabeza, pero aun así sentía mucho calor, probablemente había sido por eso que no se había dado cuenta de que escurría agua por todas partes.

 

-lo... Lo siento - se disculpo desviando la mirada para ocultar su vergüenza - me iré a bañar...- se levantó y avanzó en dirección al baño.

 

El escritor se interpuso entre Misaki y la puerta del baño. Lo abrazo y en unos segundos lo tenia cargado como a un princesa.

 

Misaki se sacudió unos instantes, diciéndole al más alto que le bajase, pero finalmente desistió, dejando que le llevase en brazos sin disimular su cara de fastidio.

 

Usagi-san lo depositó en la ducha y comenzó a abrir   la llave de la regadera.

 

- No tienes que hacer esto - murmuro, con el rostro enrojecido por la fiebre, y en parte también por que Usagi estuviese haciendo aquello.

 

- si que tengo que hacerlo, ¿como dejaría que mi amante se enfermase por mi negligencia?- dijo Usagi

 

- No... -el mas bajo iba a hacer un comentario pero se cruzaron tantas cosas por su cabeza que termino sin decir nada de lo que había pensado antes - vas a mojar tu ropa.

 

- Pues eso se soluciona- dijo mientras se quitaba la camisa y el pantalón

 

Misaki dio un suspiro, la idea no era que Usagi se desvistiera, pero viendo al escritor así le entraron unas ganas repentinas de bañarse con el.

 

- Debo estar realmente enfermo... - se quejo por lo bajo.

 

Akihiko le quito el pantalón a su pareja. Se metieron bajo el agua y el mayor le dio un fugaz beso a su Misaki.

 

El mas bajo cerro ligeramente los ojos e intento rodear el cuello del escritor con sus brazos, profundizando un poco mas el beso de forma inconsciente y sintiendo como subía la temperatura de su cuerpo a pesar del agua.

 

- ¿Lo haremos aquí? - pregunto, arrepintiéndose después por el tono que había utilizado.

 

Akihiko ignoro la pregunta del más chico y comenzó  a tocarle al nivel de su pelvis

 

Misaki se mordió el labio inferior como pudo para no gemir, y escondió el rostro en el cuello del más alto.

 

- Misaki, no lo escondas- dijo seductoramente

 

- Tu... - murmuró sintiendo la mano del escritor acariciando su miembro, lo que le hizo soltar un le ve suspiro aun con el rostro en el cuello de Usagi

 

- Misaki, mírate en el espejo- susurro el mayor mientras aumentaba el ritmo en la mano que acariciaba la entrepierna de su amado

 

- ¿Que dices? no pienso hacerlo - se quejo, comenzando a gemir mas alto conforme se iba excitando

 

Akihiko se detuvo súbitamente al escuchar la negativa de su amante. Lo tomo por la cintura y con su mano libre le movió la cara para que se viese.- creo que tienes un ligero problemita- susurro en la oreja de Misaki para luego morderla y pasear sus dedos por el miembro de Misaki

 

 

 

El menor se estremeció por el contacto de sus dedos junto con el agua. Intento bajar su mano hasta alcanzar la de Usagi, rozando el miembro de este accidentalmente.

 

Un gemido se escapó de los labios del mayor para luego hablar sin esconder su excitación- Hoy estas muy activo cierto?

 

- No se de que me hablas- mintió, volviendo a rozar levemente la erección del mas alto para luego detener su mano sobre el vientre de este, quería escucharlo gemir de nuevo

 

Usagi gimió profundamente olvidando su orgullo de seme y se dejo tumbar al suelo

 

El mas bajo se posiciono sobre el como pudo, besando la húmeda piel del pecho del escritor y haciéndole pequeñas marcas de vez en cuando dudoso de si lo que hacia le gustaba al mayor

 

Akihiko se quedó un poco impresionado al ver lo que hacia su amante, como el ya había dicho, Misaki estaba muy activo ese día, cosa que realmente no le molestaba. No hizo mas nada que esperar a ver el desenlace que su amado estaba por realizar.

 

El menor estaba nervioso mientras seguía descendiendo con su camino de besos hasta el vientre de Usagi. Quería escuchar su voz diciéndole que siguiera, o que se detuviera, oque simplemente le dijera cualquier cosa. Él quería seguir, aunque no era capaz de admitirlo. Le gustaba ser quien estuviese arriba pero no sabia si el mayor pensaba igual

 

- Conti... nua- pidió el mayor entrecortadamente pues los gemidos no lo dejaban articular bien

 

Misaki suspiro, aliviado y excitado a la vez. Tomo la erección del escritor entre sus manos sin atreverse a llevárselo a la boca como lo hacia el. Opto por subir y bajar su mano entornada al miembro mientras seguía besando, con un poco más de lujuria, el vientre de Usagi, incapaz de verlo a los ojos.

 

El mayor levanto la cara de Misaki obligándolo a que le viera a los ojos, este inmediatamente se sonrojo y el escritor le paso uno de sus dedos por la boca de Misaki.

 

- Utiliza... Es...to...- dijo entre gemidos

 

Ver el rostro de Usagi con aquella expresión y oírlo pidiendo que usase su boca con un tono erótico provoco que el cuerpo de Misaki se encendiera. Tenia ganas de abrir por completo el grifo de agua fría para disipar el calor pero sabia que aquello no funcionaria. Bajó sus labios hacia el miembro del mayor que ya se veía casi palpitante, y succiono primero la punta, para después utilizar su lengua.

 

Usagi estaba sorprendido pero los gemidos que salían de su boca no lo dejaban concentrarse bien en lo que quería, ni siquiera podía notar si lo que estaba pesando era un sueño o la realidad. Simplemente el ver a Misaki así, siendo el seme, le parecía un sueño, uno muy real.

 

- Más...-pidió el escritor

 

Misaki no creía lo que escuchaba, pero aun así hizo lo que le pedía el escritor, bajando y subiendo su cabeza para saciar el deseo de Usagi conforme se hacia mas grande.

 

Usagi llevo sus manos a la cabeza de Misaki tratando de aumentar la velocidad.

 

El menor comenzó a agilizar sus movimientos al sentir los largos dedos del escritor enredándose en su cabello. Estaba embriagado con todo aquello, incluso comenzaba a notar su propia erección haciéndose más grande. Deseaba que Usagi lo tocara también, pero su orgullo jamás le permitiría decir algo como aquello.

 

Akihiko sentía que ya se iba a correr, por lo que trato de frenar un poco a Misaki para disfrutar más del orgasmo que pronto le iba a llegar.

 

- ¿No lo hago bien? - pregunto el mas bajo de forma inconsciente, volviendo luego a lamer la punta del miembro de Usagi.

 

- Mi...saki... Me vengo...- dijo el mayor haciendo caso omiso a la pregunta de Misaki

 

Escuchar aquello le dio nuevos ánimos para seguir con lo que hacia. Volvió a introducir el miembro del escritor en su boca y comenzó de nuevo a subir y bajar la cabeza y a succionarlo, esta vez de forma lenta, tortuosamente lenta.

 

El mayor sintió un cosquilleo en su vientre, cosa que le advertía que estaba apunto de llegar al orgasmo. ¿Es que acaso soy masoquista?- se preguntaba internamente ya que su amado lo estaba torturando pero lo disfrutaba mucho y quería continuar así hasta correrse.

 

Misaki siguió torturándole de aquella forma, incluso llego a rozarlo un poco con los dientes hasta que sintió un liquido amargo y caliente en su boca el cual tragó accidentalmente, tosiendo y queriendo suicidarse después al caer en la cuenta de lo que acababa de hacer.

 

El escritor observó la erección que tenia Misaki e inmediatamente quiso tratarla. El quería que Misaki disfrutara el placer carnal  tanto como el lo había hecho así que lo recostó en el piso y lamió el miembro del menor hasta que lo vio suficientemente lubricado.

 

- ¿Que... Que haces?- pregunto Misaki entre gemidos, dejándose hacer de todas formas.

 

El mayor ignoró a Misaki y subió a la altura de su boca. Lo besó y mientras lo hacia, tomó el miembro de su amado y comenzó a posicionarlo cerca de su entrada. Usagi separó sus labios del estudiante y después de estar seguro de encontrarse en una buena posición se dejó caer sobre el menor logrando una penetración un poco dolorosa por la brusca intrusión, sin embargo los gemidos no evitaron escapar de parte de ambos.

 

Misaki se abrazo con algo de dificultad al cuello del escritor, tratando por todos los medios no correrse de inmediato, pero lo cierto era que tenía poca resistencia y el cuerpo virgen de Usagi se sentía demasiado bien. Beso al mayor con cierta torpeza, intentando ahogar asi sus gemidos mientras sufría repetidos espasmos a causa de la resistencia que estaba oponiendo su erección.

 

Usagi sentía que tocaba el paraíso. Era como un sueño hecho realidad; y si era un sueño, era demasiado real. Hace tiempo queria que esto sucediese y ahora que experimentaba el placer de ser uke, queria hacerlo asi constantemente.

 

El mayor comenzó a moverse poco a poco. Pero pasando el tiempo, sus movimientos se hacían más intensos y placenteros. También sabía que su amante lo estaba disfrutando, a pesar de que no hiciera nada para acelerar el orgasmo.

 

- ¡Usagi-san! ... ¡Lento! - dijo Misaki como le fue posible ya que gemía desmedidamente - Mas lento.

 

Continúo repitiendo aquello mientras volvía a masturbar el miembro del mayor con su mano, no queria terminar hasta que Usagi estuviese también en su límite.

 

El mayor le hizo caso. Comenzó a bajar y a subir con parsimonia pues queria que Misaki disfrutara tanto como el, y si queria que esto se repitiese por lo menos una vez al mes, debía mostrar obediencia.

 

Pero bajar la velocidad no ayudo realmente a impedir que el estudiante llegase al orgasmo. Termino corriéndose dentro del mayor, mirándole con expresión cansada y el rostro ruborizado por el éxtasis. En verdad estaba cansado, pero queria mas de aquello. - Usagi-san... Da-dame mas... - dijo con un hilo de voz y la respiración agitada, enrojeciendo mas y mas con cada palabra que salía de su boca.

 

Akihiko se levantó y como su amante le pedía mas, lo penetro lentamente, asi saciaría a Misaki y él se desharía de su erección.

 

Misaki dejo escapar sus gemidos nuevamente, clavando un poco las uñas en la espalda del escritor al intentar aferrarse a ella, debido a la posición incomoda en la que estaba. - ah! Más... Más- pidió de pronto sin importarle la forma tan erótica y casi vulgar en que había dicho aquello, en ese momento solo deseaba el placer que le proporcionaba el mayor.

 

El más alto hizo lo que le pidió, aumento la velocidad de sus estocadas y abrazó a Misaki para hacer mas profundas las penetraciones. Después de varios segundos de intensas sensaciones de placer, Misaki termino corriéndose haciendo que su entrada se volviera mas apretujada y asi presionando mas el miembro del escritor, logrando que este se corriera dentro de Misaki, pues ni jugando pensaba botar su semen afuera de su mas grande posesión ya que eso era como la marca de que Misaki le pertenecía.

 

El estudiante se soltó del agarre del mayor y se recostó del suelo dejando caer su propio brazo sobre su frente. Respiraba con dificultad y estaba empapado por el agua de la ducha. Permaneció viendo a Usagi en esa pose mientras el salía de su cuerpo, no decía nada, solo intentaba recuperar el ritmo normal de su respiración, sin saber que otra cosa hacer o decir. Le había gustado sobremanera aquello, se notaba en su rostro, incluso aun le quedaban ganas de besar al escritor, pero el cansancio no se lo permitía.

 

Akihiko se levantó y cerró el grifo. Si antes Misaki no se iba a enfermar, ahora lo haría por pasar tanto tiempo mojado. Abrió la puerta corredera de la ducha y cargó a Misaki en su espalda. Se lo llevo a su cuarto, lo secó y lo vistió. Misaki estaba cansado y en pocos minutos se durmió. El escritor hizo lo mismo para él, entrando después en la cama junto a Misaki.

 

 

 

El estudiante apenas tenia un vago recuerdo de lo que había sucedido el día anterior cuando se levantó y descubrió que ya era un nuevo día. Salió de la cama - no sin hacer un gran esfuerzo para ello- mientras se preguntaba donde estaba Usagi ya que no le veía en el cuarto.

 

 

 

- ¿Donde estará...? - dijo para si mismo, bajando las escaleras.

 

El escritor no se encontraba en casa. Este le había dejado a Misaki una nota que declaraba su ubicación actual: Editorial Marukawa.

 

Misaki se quedo un rato analizando la nota y recordando las cosas del día anterior, dibujo una sutil sonrisa en su rostro y se dirigió a preparar su desayuno llevando consigo la nota.

 

 

 

 

 

~ (8) I'm a yummi, tummy, funny, lucky, gummy bear (8) ~

 

 

 

 

 

En un pequeño apartamento se encontraba un profesor muy disgustado, pues su amigo de la infancia no se había aparecido con su libro.

Notas finales:

Hiyas! *Konan hace una reverencia* Gracias por leer. Actualizare en cuanto pueda. Nos vemos hasta el proximo capitulo. Dejen reviews por favor X3

Konan-chan ^w^


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