Hola
Clink, cling, clink escucho caer las tenues gotas de lluvia en la ventana. Tal como aquel día que trato de nunca olvidar…
En mi silencioso camino hacia puerta me doy cuenta que nunca llegue a sentir lo que él. Increíblemente me despide con una sonrisa en el rostro, con la esperanza de hablar cuando regrese, cuando la realidad es que no pienso volver.
Las calles me parecen más amplias que lo habitual… y vacías en demasía, nunca pensé que Shanghái pudiese ser tan frio. Camino solo y vacío. Como pude estar tanto tiempo así, engañándome, mintiéndole todos los días y todas las noches.
Que altos aquellos edificios, a lo lejos me es imposible reconocer su cumbre, la contaminación y la lluvia son los causantes. Aunque creo que mis nublados ojos me niegan la arquitectónica vista. Aquel rio se ve tan tentador, tan frio, pero a la vez tan cálido. No soy tan tonto como para hacer lo que pienso, pero más tonto soy por si quiera pensarlo.
¿Volteo y que es lo que veo? Tiendas de prestigiosas marcas y grandes diseñadores del otro lado de la acera, incomparable soberbia comercial. Cruzo la calle, la gente es, o al menos eso quiero creer, hipócritamente feliz. Allá al frente veo a un grupo de jóvenes estudiantes, retratándose en esta majestuosa selva de concreto que es Shanghái.
Sigo caminando acompañado solamente por la frialdad de las calles, por extraño que parezca, incluso me siento como en casa. Ese edificio se ve interesante, tal vez consiga algo de chocolate.
Quisiera volver a ese día una vez más…
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¡Vaya! ¿Que será bueno regalarle? Ya somos novios desde hace 3 meses, cosa que se me hace increíble, en especial tratándose de alguien como yo.
¡Esto sin duda merece una celebración! ¡Es hora de probar estos cigarros mentolados! Noooo, ¡no empieces a llover! Rayos, Shanghái de día es hermoso y soleado, pero de noche es lluvioso y oscuro.
Me refugiaré allí a fumar, parece una heladería…Pero, si son.. ¡Helados Holandeses! Tal vez pruebe uno de chocolate, pensándolo bien mejor no, nunca me ha gustado tanto el chocolate. Yo creo que solo fumaré, sin helado, ¿además cuanto costará? ¡¿70 RMB??!! ¡No puede ser! ¡No pagaré tantos Yuanes por un helado!
-¿Algún problema señor? Preguntó un heladero al joven pelirrojo con finta de fumador y rayada playera.
-No, bueno, sí. Estos precios son exorbitantes. Contestó el fumador
-Lo que pasa es que son orgánicos e importados. Heladero
-Ahh bueno, en ese caso…*mejor salgo corriendo de aquí*-pelirrojo
-¡Hey deténganlo! ¡Se fue sin pagar!
-¿Qué fue lo que no pago?
-El agua-AH, entonces déjenlo ir…
¡Fiuf! ¡Me salvé! ¡Esos locos querían cobrarme 10 dlls por un helado! Ni de broma, mejor me concentro a lo que venía. Un regalo, un regalo…
-¡Lleve paraguas por 10 rmb!
-No gracias…
-Pero se mojara su hermoso cabello rojo
-No, así está bien, gracias.
Los vendedores ambulantes don el distintivo de Shanghái, no, más bien de toda China. Como sea, ese edificio se ve atractivo, quizás sea un lugar popular entre las bellas jóvenes chinas… ¡No! ¡Matt, concéntrate! ¡Recuerda que tienes novia!
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Mello
Tiendas, restaurantes y muchas escaleras, ¿Cuántos pisos tiene este centro comercial? Creo que son 1, 2, 3,4…7. La fachada no se ve muy comprometedora, pero capta tu atención. Un edificio “antiguo” creo que podría ser de la época de Mao o quizá de este milenio, con interesante arquitectura neoclásica.
Entraré y vagaré mientras pienso donde voy a pasar la noche, que extraños son estos centros comerciales, las tiendas divididas por paneles y con una caja en común. No puedo comprender nada del mapa del sitio. A ver, ¿qué dice? 4to piso: dulces y confitería, bueno tal vez sirva ir ahí.
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Matt
¡Ya recorrí todos y cada uno de los pisos y aun no encuentro nada! Dios, si no le compro algo de seguro me saca de la casa. Bueno, bajaré unos pisos a ver si olvidé algún aparador.
¿Hola que tal como te va? Que frase más vulgar con la que me voy a presentar…
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Mello
Estas escaleras llevan al 4to piso. Lo que me faltaba, estas escaleras van más lentas que las otras, además vibran y allá arriba veo las que bajan. Que fastidio, montones de gente subiendo y bajando, suerte que hay muchas escaleras que suben y bajan simultáneamente.
Cuando a lo lejos oigo un gong, yo sé que estás ahí. Y de una u otra forma seguro te vas a acercar a mí.
Matt
¡El 4to piso! ¡Dulces! ¡Claro, a toda mujer le llega el chocolate al corazón! Creo que por aquí se baja. ¡Wuju, las escaleras vibran! ¡Wow! Desde aquí puedo ver las escaleras que suben al piso a donde me dirijo.
Quiero conocerte cambiarías un poquito de mi suerte, sigue la corriente el impulso de tu piel nunca te miente ahhhhhh….
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¿Quién es él? Aquel pelirrojo me…
El disco de mi mente se reciente con tu corazón
El disco de tu corazón, el disco de tu corazón…
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Ese rubio de mirada triste es precioso… ¿Quién será???
No ves que es necesario terminar en una habitación
Invítame a tu habitación, ¡ya!
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El pelirrojo descendía al 4to piso, debo encontrarlo y saber quién es. Y, ¿por qué me hace sentir de esta manera? Es extraño…. ¿Qué será?
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¡No puedo creerlo! Aquél rubio era precioso, casi como un ángel, ¡un ángel que ascendía al cuarto piso! ¡Debo buscarlo! Debo saber porque su rostro angelical reflejaba tristeza… No aparece por ningún lado… Dios ve esa tienda, ¡wow! ¡Es genial y esa playera lo es aún más! ¿Cuánto costará...? ¿Qué?!?! ¡No puede ser, ese precio es un crimen!
-No, un crimen es esa playera que usas tan pasada de moda.
-tu…
-Mello es la respuesta a la pregunta que te estás haciendo.
-Más bien me preguntaba si eras niño o niña:|
-Te voy a demostrar que eso no importa. Dijo mello con voz seductora y -Gulp (blush)Maa..aa..tt mii..ii nombre es Matt.
-Sí, y eres un pelirrojo tonto que usa playeras pasadas de moda. Y a juzgar por tu aroma también eres un fumador.
-Vaya, Mello, eres muy rudo con la gente que apenas conoces...
-Y eso que me caíste bien.
-No quisiera caerte mal.
-Y a todo esto, ¿qué hace un pelirrojo como tú en un centro comercial para chicas?
-Este, pues yo… Buscaba un regalo, si un regalo.
-No me dirás que para tu novia, ¿o sí?
-¿Novia? ¿Yo? Haha no para nada… no no más bien para… una… hermana, si hermana.
-¿Una?
-Si es que tengo muchas.
-¿Cuántas?
-¿Cuántas? Este pues como 15…:|
-¿Cómo 15? Ese no es un número exacto.
-Sí, lo que pasa es que soy huérfano y bueno… ya sabes haha
-Sí, ya entendí no quiero historias melancólicas de tu pasado.
-Si bueno he he, y dime, Mello, ¿qué hace un rubio como tú por aquí… con esa mirada tan triste?
-(blush) Eso no te incumbe
-Humph! Vaya vaya me interrogas y sacas información de mi familia y yo que quiero sa..
-Algo que me paso con alguien, ¿contento?
-Y, ¿Estás bien?
-¿Te parece que estoy bien?
-La verdad no. Hey, ¿quieres ir por un helado? ¡Eso de seguro te animará!
Si no tiene nada que ver, por Dios discúlpame no sé ni cómo tuve tu piel.
-¿Un helado? ¿Habrá de chocolate?
De proponérmelo de hacer a la primera vez
-¡Claro! Hay de todos los sabores, hasta doble chocolate. Si en verdad te gusta tanto, amarás ese sabor.
Tan fácil es decirlo que no va a ser tan fácil que se dé.
Quiero conocerte cambiarías un poquito de mi suerte.
Y así, sin saber cómo, terminamos en un cuarto de hotel. El Ramada sin duda tenía suites espectaculares, aunque ninguna de esas cosas nos importaban mucho en ese momento.
Sigue la corriente el impulso de tu piel nunca te miente ahh
El disco de mi mente se reciente con tu corazón.
-Me..el..l..loo
Su voz era dulce y temblaban sus rojizos cabellos mientras poco a poco lo acorralaba contra la cama.
-¿Si?
-Te vas a reír de mí, pero yo no, bueno yo nunca, lo he hecho… con un hombre.
El disco de tu corazón, el disco de tu corazón.
Al oír esto no pude más que sentir que mis deseos de hacer mío a Matt crecían, sentía que él me pertenecía por primera vez. Supongo que mi mirada provocaba que escondiera su rostro entre las sedosas sabanas. Después de analizarlo rápidamente me decidí a decirle al oído:
-No te preocupes, trataré de ser lo más dulce que pueda, sin embargo no creo poder contenerme por mucho tiempo.
No ves que es necesario terminar en una habitación
Invítame a tu habitación
Invítame a tu habitación
-(Gulp) Estaa..aa bien Mee..ll..ll..ooo, de todas maneras yo tampoco creo poder contenerme.
-Tan manso y tendido sobre la cama, pareces más bien un cachorro…
Pasemos a lo bueno deshazte de tu ropa y dime oh oh oh wu oh oh oh
Lentamente comencé a besar eso labios que me pedían a gritos que los desgarrara con los míos, empecé a jugar con su lengua hasta que Matt no pudo resistirse más y comenzó a jalar mi cabello, en ese momento me sentí en el paraíso.
No pude contenerme y empecé a soltar pequeños gemidos algo ahogados. Tenía una vista privilegiada, el recostado boca arriba y yo sobre él admirándolo todo, mi respiración empezó a acelerarse al momento en que empecé a besar su cuello, en verdad que le gustaba eso, ahora él fue el que empezó a gemir, y comenzó a murmurar mi nombre.
Muñeca te lo ruego agítame la boca y dime oh ohoh wu oh oh oh
-Me..llo no lo soporto más, debo sentir más de ti…
-¿Quieres más de mi cachorrito?
-si..ii.. aahhhh…mmmm.aggg..mellooo
-y, ¿si hago esto?
Tomé su playera que tanto me disgustaba y la arranqué de su cuerpo en un solo movimiento, fui pasando mi lengua por todo su pecho, quería disfrutar de su sabor lo más que pudiera, sabía delicioso.
Comencé a bajar hasta su pantalón y pude sentir su bulto bien formado y esperando que mi lengua pasara por ahí. Desabroche su pantalón y sin saber cómo terminó en el mismo lugar que su playera, comencé a succionar su miembro.
Al principio suave, después con más velocidad y con mordiscos en la punta que lo hacían gemir como loco, esto me excitaba aún más, le preguntaba a mi cachorro si le gustaba a lo que él solo respondía con un suave “si, Mello”.
De pronto, sudoroso y agitado, Matt se incorporó lanzándome a mi contra la cama, diciendo “ahora te toca a ti”, comenzó a lamer mi cuello. Mi espalda se encorvo por su tacto, empezó a morder mis pezones causándome una sensación divina, hasta que llegó a mi pantalón.
Supo que no faltaría mucho para que explotara, así que Matt comenzó a succionarme rápidamente hasta su garganta, no sé cuánto tiempo estuvimos así, pero no quería que se detuviera, recuerdo que le decía “Matt no te detengas por favor, M…aaa…ttt nnnhhh ahhhh” era algo delicioso, el sobre mí, mordiendo mi miembro aumentando la frecuencia así como gemidos.
De repente se detuvo y me dijo que me volteara, ya sabía a dónde iba eso, jamás lo habría pensado, él siendo que nunca lo había hecho con un hombre ¿quería penetrarme? En ese momento no le di importancia, mi necesidad de tenerlo dentro de mí era tanta que no me di cuenta cuando el ofreció dos de sus dedos para que los lubricara, al hacerlo me excitaba más.
Me imaginaba que Matt era al que yo lubricaba, era tan perfecto, masculino y delicado, era demasiado excitante tener a un hombre como él en mi poder, y así, sentí un penetrante dolor punzante junto con las palabras de mi pelirrojo “No te preocupes, yo soy el que tratará de ser dulce contigo, pero tampoco se cuánto me pueda contener” no pude responder más que “Hazlo Matt, te necesito dentro de mí”.
Entre gemidos y respiraciones cortadas Matt empezó a embestirme, primero fue algo doloroso, nada que no pudiera aguantar, pensaba en mi antiguo ‘novio’. En las muchas veces que él me tocaba, no negaré que excitado, pero nunca llegué a sentir lo que sentí con los simples besos de mi ojiverde.
Casi como por arte de magia el dolor se convirtió en un placer que rebasaba todos mis conocimientos, llevábamos un ritmo perfecto, el vaivén de mis caderas coincidían a la perfección con su penetración, claramente escuchaba Matt gemir, con cada penetración, mientras él me masturbaba con la otra mano.
Por un instante me quede sin aliento, vi como el mundo se detenía y solo Matt me importaba, y así nos corrimos los dos, sentí su leche, tibia y fresca, dentro de mí. Después de eso me volteé para verlo mientras sensualmente lamia sus dedos para después dármelos a mí para lamerlos.
Quiero conocerte, cambiarías un poquito de mi suerte
Sigue la corriente el impulso de tu piel nunca te miente ahhhh
-*Mello, jamás pensé amar a alguien así, esto fue más que solo un acto de pasión, fue mi manera de demostrarte que me tienes en tus manos, no quiero separarme nunca de ti.
El resto de mis días serán solo para tu corazón, ya no me importa que pueda pasarme, el ruido de tu voz hace que mi vida valga la pena. ¿Qué rayos tienes o que me has hecho para estar tan prendado de ti?
No lo sé, pero no quiero que la noche se acabe y me quedaré sobre tu pecho tanto como me lo permitas.*
El disco de tu corazón
Invítame a tu habitación, ¡ya!
El disco de tu corazón
-*Matt, no sé qué decirte, más que te amo. En toda mi vida había encontrado a alguien que me hiciera sentir lo que tú. Ahora mi vida fría y vacía tiene un sentido y dueño, y ese eres tú.
Tu sonrisa, tu mirada, tu cabello, hasta esa playera pasada de moda, me hacen quererte conmigo para siempre y que nunca estés con nadie más. Ojalá y tu sientas lo mismo por mí y no haya sido solo una ‘persona que conocí una vez’.
El disco de tu corazón
El disco de tu corazón
El disco de tu corazón
Eso fue sin duda el mejor sexo de mi vida hasta ahora, de solo recordar el placer de aquella noche, me hace estremecer. Hasta hoy, no he encontrado su calor en nadie más.
Su cabello, sus ojos, su aroma, sus labios, ahora me pertenecían, aunque él no lo supiera. Y a su vez yo le pertenecía a Matt. Ya no me importaba nada ni nadie, el sentía lo mismo,
¿Que como lo sé?
El disco de tu corazón
El disco de tu corazón
El disco de tu corazón
Fueron aquellas palabras que pronunció antes de caer dormido sobre mi agitado pecho, viendo por la gigantesca ventana hacia el cielo, que extrañamente, estaba hermosamente estrellado..…
-Mello, tee...a...aa.mm...oo
Le respondí, pero creo que no pudo escucharme…
El disco de tu corazón
-Yo también te amo Matt.
Pasemos a lo bueno, deshazte de tu ropa y dime oh ooh oh oh wu oh oh oh oh oh oh
Y así como si nada, a la mañana siguiente sentí como se levantaba y vestía torpemente, mientras yo fingía estar dormido recostado hacia el lado contrario donde se vestía.
Muñeca te lo ruego agítame la boca y dime oh ooh oh oh wu oh oh oh oh oh oh
Lo dejé ir, ambos nos amábamos sin control. Cuando cerró la puerta, me incorporé al instante y vi una pequeña nota blanca que decía:
Pasemos a lo bueno…
Hasta que nos volvamos a ver, mi querido Mello…