Me arrepiento de que por mi culpa siempre te tenga metido en problemas…
Desde pequeños nos separaron, tu vivías en casa de España, mientras yo pasaba mis mejores años con Sacro Imperio Romano, pero eso no fue para siempre, como éramos pequeños éramos débiles, muchas veces nos trataban muy mal, bueno, siempre mal.
A pesar de eso nuestra afición por la comida era compartida, trataste de defenderme a tu manera siempre que podías, aun que a veces metías mucho mas la pata.
Pero después descubrí el amor que sentías por Antonio, en el interior me sentía muy feliz por ti, en el interior estaba destrozado.
Siempre estabas mucho tiempo con él, cosa que me ponía celoso, pero conocí una persona que me amaba, era igual a ti, responsable, un poco desesperado pero muy leal, cuando se me confeso no sabia que decirle, por que a pesar de todo al que amaba era a ti, tuve que rechazar al doble de ti, pero me dolía no por haberlo rechazado si no por que tu amor si era correspondido a diferencia de mi que me estaba quedando cada vez mas solo, es como la pasta, no sabe igual sin tomate, yo no era feliz si no estabas junto a mi.
A lo mejor de lo único que estoy arrepentido es de haberte amado, o de que nunca pude confesarte mis sentimientos, pienso ahora que lo mas sencillo hubiera sido haber sacado una banderita blanca como siempre lo hago pero no para rendirme ante la guerra si no a ti.
En unos de mis intentos fallidos para enamorarte de mi fue que te provocara celos, al final solo provoque que hicieras un berrinche y te fueran con Antonio a su casa, mas de 1000 cosas intente para lo mismo, ninguna resulto.
En uno de esos días en los que ideaba uno de mis planes, te acercaste a mi y me preguntaste si algo me ocurría, yo solo me sonroje voltee al otro lado y te dije “no”. No quería que vieras mi cara de emoción al saber que a pesar de todo, mis estupideces las cuales no podía controlar te importaba, lo malo es que en ese momento no me di cuanta que te importaba como humano… no como yo pensaba en ese momento….
Pero llego el momento en el que yo ya no pude aguantar el guardarme mis sentimientos, llegué a la casa de tu amado, abrí la puerta era raro ya que siempre estaba cerrada a llave, cuando por fin pude ver en ella lo que ocurría no me lo podía creer… preparabas pasta, pizza y paella para mi, al que yo tomaba de tu amado era simplemente tu amigo, y al que en verdad amabas era a mi, en ese momento t abracé y te dije lo que siento por ti.
Te sorprendiste al saberlo, me dijiste que eso era imposible que éramos hermanos y que no se podía.
Te rogué que me dieras una oportunidad, tu aceptaste. Al parecer no esperabas nada de mi por eso lo hiciste, te robe un beso, al principio si que abriste los ojos de la impresión pero poco a poco te fuiste dejando para que fuéramos uno solo, al final perdiste el aire y cansado con una sonrisa en el rostro me dijiste:
-ya es un poco tarde, comamos lo que eh preparado o se enfriara .
Yo con mi sonrisa de siempre afirme lo que decías, en el beso que te robe sentía algo, “tu amor.”
Y yo digo para mi mismo:
-“no me arrepiento de haberme enamorado de ti…”
Acercándome a la mesa para disfrutar de otras cosas que no me arrepiento.