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El amor nunca muere (Psicofonía de amor) por lyra

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Notas del fanfic:

Se acerca Halloween, y un año mas me han pedido un fic. Millah me lo pregunto el otr dia y aunque este fic me temo que aun esta sin terminar, he decidido irlo subiendo poco a poco para esta fecha especial

Esta basaso en la cancion de Gloria Trevi "Psicofonia de amor" (de ahí el 2º titulo).

Notas del capitulo:

A veces también  sueño que yo he vivido una vida casi como la de los sabios y que he recorrido caminos ya andados. Tal vez fallecí hace casi un siglo en un arrogante acto de exceso de confianza, y tras aquel acto la súplica de una nueva oportunidad fue tan sentida, tan…instintiva que la luz dejó a un lado a la muerte y la vida no fue empañada del todo. Restos dispersos de ella quedaron convertidos en tenues recuerdos. Como ahora, cuando parece que una vez mas el objetivo parece que vuelve a estar a mi alcance…


 


(extracto sacado del capítulo de la serie Expediente X titulado “El campo donde te vi morir”)

Odiaba las mudanzas. Era la segunda en el mismo año, su padre tenía un nuevo trabajo y le hacía viajar de ciudad en ciudad llevándole a él a cuestas. Desde que sus padres se divorciaran y su madre se volviera a casar, Tom Trümper no sabía que hacer con su vida.


 


Primero se quedó a vivir con su madre hasta que empezó a salir con un tal Gordon. Entonces se quiso ir a vivir con su padre, pero su nuevo trabajo le hacía ir de ciudad en ciudad y al final le dijo que no se podía quedar, que mejor volviera con su madre.


 


Y en esas estaba. Hizo su maleta de nuevo y regresó a Berlín donde su madre le recibió con los brazos abiertos. Ocupó su antigua habitación de nuevo hasta que semanas después recibió la “agradable” noticia de que se habían comprado una nueva casa.


 


-¿Qué le pasa a esta?-preguntó negándose a hacer otra mudanza.


 


-No le gusta a Gordon cariño-respondió Simone tratando de mantener la calma-Quiere que empecemos una nueva vida en otro sitio.


 


-Ya, nada que no lleve el recuerdo de papá-resopló Tom.


 


 Porque era verdad, su madre se quedó con la casa en el divorcio y al parecer se había cansado de ella.


 


-Ya verás como te gusta Leipzig, el pueblo que…


 


-¿Un pueblo?-gritó Tom sin querer.


 


-Es muy tranquilo-siguió diciendo Simone.


 


-Aburrido-murmuró Tom.


 


-Todos se conocen y seremos bien recibidos.


 


-Con cotillas…


 


-Deja de poner pegas a todo-saltó ya cansada Simone-Entiéndelo Tom, tu padre y yo ya no nos queremos y esta casa me trae malos recuerdos de Jörg.


 


Dio la discusión por terminada y salió de la habitación de su hijo, dejándole a solas con su enfado.


 


-Nos vamos en una semana, recoge tus cosas-dijo mientras se iba por el pasillo.


 


Esperó a que se hubiera alejado lo suficiente para dar él mismo el portazo que no quiso dar su madre. La odiaba en esos momentos, no podía llevar una vida normal si de repente le iban a encerrar en un pueblo alejado miles de kilómetros de la ciudad, por no hablar de sus mejores amigos.


 


Cogió el móvil y decidió llamarlos, quedar con ellos y beber para olvidar que en una semana se iba a morir de aburrimiento allá lejos de la ciudad.


 


Tuvo suerte y quedó con Andreas, Georg y Gustav. Salió de casa aprovechando que su madre estaba ocupada en la cocina y su padrastro en el salón leyendo el periódico. Había quedado en el centro y aunque quedaba algo lejos no se quiso arriesgar a llevarse el coche de su madre y que le cayera una buena. Fue andando y media hora después se tomaba de un trago su cerveza.


 


-Otra-pidió dejando la jarra vacía en la barra.


 


Andreas rió a su lado y pidió otra para él también. Esperaron a que se las sirvieran y cogiéndolas de la mano se perdieron por el bar. Georg y Gustav habían encontrado dos chicas con las que bailar y ellos se quedaron mirando el panorama.


 


Ocuparon un rincón solitario y desde allí observaban a las chicas que pasaban de largo poniéndolas a caldo.


 


-Menudo culo, como se siente encima de alguien le aplasta-rió Andreas señalando a una morena.


 


-Y esa, te ahoga con sus tetas-señaló Tom riendo a su lado.


 


Andreas miró y asintió. Suspiró y tras echar un trago de su bebida, se armó de valor y miró a su amigo fijamente.


 


-¿Por qué le encuentras tantos defectos a la gente?-preguntó en voz baja.


 


-No lo hago-se defendió Tom.


 


-La última chica con la que saliste, dijiste que al dejaste porque tenía las manos grandes-comentó Andreas-Y la anterior porque no te gustaba el color de su pelo…


 


-¡Lo llevaba morado!-exclamó riendo Tom.


 


Andreas le imitó y dio un paso más en su dirección, apoyando una mano en su hombro.


 


-Yo creo que le buscas defectos invisibles solo para no estar con ellas-siseó mirándole fijamente.


 


Se inclinó todo lo que pudo hasta rozarle los labios con su aliento, pero no se atrevió a besarle. No quería obligarle a hacer nada que él no quisiera.


 


-Andreas, ya sabes que a mí no me van los tíos-murmuró Tom sin moverse del sitio.


 


Le tenía demasiado cerca, respiraba su aliento y sentía como entraba en su cuerpo y le calentaba por dentro.


 


-Solo un beso-suplicó Andreas.


 


“¿Qué hay de malo en eso?”-se preguntó Tom.


 


Se encogió de hombros y llevando la mano que tenía libre a la cintura de su amigo le atrajo más a su cuerpo y se apoderó de sus labios antes de que se arrepintiera. Comenzó a besarlo con suavidad, nada de tratar de hacerlo más profundo. Pero su amigo no pensaba igual y tras unos segundos sintió como le rozaba el piercing de su labio inferior con la punta de la lengua y se lo hacía girar.


 


Dejó escapar un gemido prolongado, separando sin querer los labios. Andreas no se lo pensó dos veces y coló su lengua dentro, recorriéndole la boca antes de que su amigo se diera cuenta de lo que le estaba haciendo y le expulsara.


 


Pero debía de gustarle, pues sentía como la mano que tenía en su cintura le apretaba con fuerza para que no se retirara. Y no lo hizo, todo lo contrario. Se acercó más a él, empezó a frotar su entre pierna con la suya arrancándole más gemidos y suspiros.


 


-Andreas…espera…-jadeaba Tom.


 


Maldiciendo por lo bajo, Andreas le obedeció y dio el beso por finalizado. Separaron sus labios y se le quedó mirando.


 


-No sigas por ahí…aquí no-murmuró entre jadeos Tom.


 


No tuvo que decirle nada más. Le cogió por la muñeca y caminó tirando de él hacia el baño. Había dos chicos lavándose las manos y entraron sin decir nada, ocupando una de las cabinas. Cerraron por dentro y Andreas se arrodilló en el suelo. Puso las manos en los pantalones de Tom y abrió con ágiles dedos, haciéndole apoyarse en la pared del baño.


 


-¿Qué estoy haciendo?-se preguntó Tom cerrando los ojos.


 


Se dejó hacer. Sentía los dedos de Andreas hurgar en sus ropa interior hasta dar con su miembro, que sacó fuera e introdujo con lentitud en su boca. Se mordió el labio al sentir su lengua recorrerle de arriba abajo, succionando y lamiendo a un ritmo lento.  


 


Bajó las manos y las puso en su cabeza, tirando de su pelo desesperado, moviendo las caderas de atrás adelante hasta que embistiéndolo con fuerza se derramó en su boca.                           


 


-Lo….lo siento…-se disculpó entre jadeos.


 


-No lo sientas tanto-murmuró Andreas pasándose la lengua por los labios.


 


Se incorporó dejando que Tom se arreglara la ropa, mirándole con una lasciva sonrisa en los labios.


 


-Lo siento-repitió Tom carraspeando-Si piensas que yo te voy a…que voy a…


 


-¿Qué me la vas a chupar?-terminó Andreas la frase por él-Tranquilo, que sabía de antemano que no lo ibas a hacer. Me apaño yo solito, pero si quieres quedarte y mirar…


 


Tom negó con la cabeza. Salió de la cabina y le dejó que se las apañara a solas. Fue al lavabo y cogiendo agua en sus manos se lavó la cara. Se la estaba secando usando un par de toallitas de papel cuando escuchó su nombre entre  gemidos incontrolados, señal de que Andreas estaba terminando.


 


Esperó un minuto hasta que le vio salir dando tumbos por el baño. Se sentía algo mareado, pero con fuerzas para esbozar una amplia sonrisa en sus labios.


 


-¿Estás bien?-preguntó preocupado.


 


-De maravilla-contestó Andreas suspirando.


 


Se lavó las manos y enjuagó la boca. Luego se secó a unas toallitas y antes de salir del baño se despidió de Tom con otro beso en los labios.


 


-Ya sabes donde encontrarme-susurró una vez separados.


 


Tom sintió en silencio y le vio salir del baño silbando por lo bajo. Carraspeó y fue tras él, viéndole dirigirse a la pista de baile y ponerse a bailar entre Georg y su chica, que le hicieron un hueco.


 


Se quedó observando desde el mismo rincón en el cual empezó a besarse con su mejor amigo de la infancia. No lo podía creer, era la primera vez que le pasaba. Siempre le habían gustado las chicas, y sabía que su amigo era gay pero de ahí a pensar en hacer el amor con él…o alguien de su mismo sexo…


 


Se estremeció de solo pensarlo. No, él jamás haría eso.


 


-¿En qué piensas?-preguntó Gustav asustándole.


 


-¡En nada!-gritó sin querer.


 


Se volvió y vio a su amigo partirse el culo en su cara, le había dado un buen susto.


 


-Me voy a casa-murmuró dando media vuelta.


 


-No, espera-dijo Gustav yendo tras él.


 


Le alcanzó en la puerta y una vez en la calle le cogió del brazo para que se parase.


 


-No te enfades, por favor-suplicó.


 


-No me hagas mucho caso, estos días no soy yo-suspiró Tom.


 


-Tenemos que disfrutar de esta semana que te queda, vamos a divertirnos-dijo Gustav tirando de su brazo.


 


-Mañana, ¿vale?-negó Tom-Hoy ya he tenido suficiente diversión.


 


Gustav cedió a regañadientes.


 


-Mañana te llamo y nos vemos-dijo Gustav a modo de despedida.


 


Tom asintió y tras decirle adiós con la mano echó a andar dirección a su casa. Por el camino escuchaba los coches pasar con las radios puestas a toda pastilla, dejando una estela musical tras ellos.


 


Agudizó el oído tratando de saber que canción sonaba, pero el eco era muy lejano para reconocerla. Pero, de repente sonó una muy clara en su cabeza, haciéndole pararse en seco y mirar la solitaria carretera.


 


“Ven a mi…Tom…”

Notas finales:

De momento publicare cada 2 dias, llevo dos dias escribiendo este fic a marchas forzadas, pero eso tampoco es bueno para la inspiracion....


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