Mantenido
Ginny Weasley de Potter lloraba sobre la mesa, sintiéndose culpable e irresponsable. Su amiga y cuñada, Hermione Granger de Weasley trataba de consolarla.
-S-soy… una… una… una p-pésima esposa…-sollozaba Ginny sobre la mesa.
Hermione no lo objetaba, ya que bueno… la cantidad de cuentas e intimaciones sobre la mesa lo decían todo. Y es que era totalmente ridículo que aquello hubiera sucedido. Ginny venía de una familia donde la filosofía del ahorro era algo diaria, y sin embargo ahí estaba… habiendo despilfarrado el dinero de su marido.
Ginny no trabajaba, así que Harry era el sostén de la familia, teniendo que cuidar de Ginny, y tres niños. Harry era auror, pero de una sección muy especial que no funcionaba en el Ministerio, ya que se ocupaba de seguridad a nivel nacional, y por tanto era casi un servicio secreto.
Harry ganaba una jugosa cantidad de dinero, el cual mantenía la casa en Londres y en sus afueras en una villa paradisíaca. Ginny vivía de esos lujos que su marido sin problemas le entregaba y le permitía administrar, a fin de cuentas, ya que era Harry quien trabajaba rompiéndose la espalda todos los días para llevar el pan a su familia, era de esperarse que Ginny se tomara el momento de administrarlo. Ahora, Ginny había administrado mal y las cuentas llovían peligrosamente.
-Tienes que decirle, Ginny-insistió Hermione-. Llámalo y dile lo que está pasando. No puedes lidiar con esto tú sola. Dile que tienes que pagar esto o va a embargarles la casa.
-¡Me odiará, Hemione, me odiará!-chilló la señora de Potter-. No puedo… no puedo decirle…
-Lo harás de todas formas cuando los echen a la calle-replicó ya bastante harta-. Llama a Harry y dile lo que sucede. Ahora.
Ginny despotricó un momento más, pero respiró hondo y asintió. Tenía que decirle la verdad a su esposo o sería peor después.
Harry estaba en una misión en el mundo muggle, así que tenía que llamarle por ese medio. Por suerte, Harry había hecho toda la instalación de teléfonos cuando su trabajo como Auror comenzó. Ginny fue a hacia el teléfono y marcó el largo número que le llevaría a la voz de su esposo. Respiró hondo y su corazón fue lento y ruidoso con cada tono de espera.
-¿Ginny?-se escuchó del otro lado-. ¿Qué sucede? ¿Todo está bien?
-Ha-Harry… -lloró ella-. Perdóname por favor, perdóname. No sé en qué estaba pensando.
-Ginny… tranquila, cielo, tranquila. ¿Qué sucede?
-Gasté mucho dinero y estamos con demasiadas deudas. Lo siento. Tengo notificaciones del banco, y si no saldamos las deudas quieren echarnos a la calle, subastarán la casa para pagar las deudas. ¡¡Lo siento!!
Del otro lado, Harry permaneció en silencio unos segundos, Ginny lo respetó, era lo menos que podía hacer.
-Tranquila, sólo dime cuánto dinero necesitas-dijo finalmente, Ginny le respondió temblorosa esperando un grito-. Vale, tranquila. Cuando regrese a casa esta noche tendré el dinero.
-Pero, Harry… ¿cómo?
-Cobraré unas misiones extras. Descuida. Mañana iré a pagar yo mismo. Pero ya hablaremos bien de esto Ginny… ahora debo irme.
-S-si… si Harry, lo siento y gracias.
Harry cortó la llamada, suspiró ofuscado y se tendió nuevamente en la cama. Desnudo como estaba las sábanas de seda le hacían sentir muy bien… cálido y con tanta suavidad. Qué cómo había estado, y ahora Ginny lo ponía de mal humor.
Escuchó que la puerta detrás de él se abría, unos pasos se dirigían hacia la cama, el colchón se hundía por el peso de alguien más y unos labios fríos le besaban las nalgas haciéndole sonreír. Esos labios se pegaron en su oreja, la lengua le recorrió los contornos y Harry lanzó una risita al estremecerse.
-¿Era tu esposa?
-Mmmhh… si… Necesito dinero ¿puede ser?
-Todo el que quieras, sabes dónde está la caja fuerte-le aseguró Draco mientras se bajaba el pantalón y la ropa interior lentamente y se colocaba sobre Harry… encajando perfectamente entre las nalgas respingonas.
-No me gusta tomarlo sin preguntar-ronroneó satisfecho-. Te extrañé…
-El trabajo de mierda no me dejaba salir antes. Ya sabes, hay que amasar bien la fortuna Malfoy.
Y es que Harry Potter era un auror del servicio secreto para su familia… sólo para su familia.
FIN