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Tres Razones para Vivir por Ichi

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Notas del capitulo:

ADVERTENCIA: Quienes no hayan leído el 7º libro y su epílogo, NO lean este fic.

TRES RAZONES PARA VIVIR  

Harry se abrazaba a la almohada mientras cerraba los ojos con fuerza, con tanta fuerza como si quisiera que se hundieran, que se metieran en sus cuencas y no volvieran a salir. No quería volver a mirar hacia ningún sitio, pues estaba… devastado.

 

Escuchó que alguien se aparecía en el cuarto, no había que ser un genio auror para saber quién era el único que tenía permitido pasar a través de sus protecciones. Sin embargo, tenía miedo de verle, de hablarle y de contarle lo que habá sucedido el día anterior. No quería ver a Draco en ese momento, pues se sentía tan abatido que hasta era capaz de echarle la culpa de todos sus males.

 

-Harry…-llamó Draco acercándose a la cama.

 

-A-ahora no es un… buen momento, Draco.

 

-Lo sé, ya me enteré de todo anoche-suspiró recostándose detrás de él para abrazarlo con fuerza.

 

-¿C-cómo?-hipó un lloroso Harry.

 

-Ella me llamó para decirme lo que pensaba de nuestra putona vida.

 

Harry cerró los ojos con dolor. Habría esperado más de Ginny, mucho más. Claro, había sido su error el casarse cuando tenía dudas sobre su sexualidad, cuando aún a miraba a Draco Malfoy con cierta… curiosidad. Había sido su error, pero vamos, que siempre había cometido errores y no era perfecto. Amaba  a Ginny, pero de una manera diferente, y los últimos años sin vida sexual deberían haber sido un indicativo para ella de que las cosas no estaban bien.

 

No había podido seguir sometiendo a Draco a esa vida de amante, de secreto y engaño como si estuvieran haciendo algo malo, así que… simplemente le había dicho la verdad a Ginny. Que amaba a Draco, que este era su amante y que… esa era la verdad y la realidad, que tenía que estar con Draco.

 

Ginny no había reaccionado bien. Le había gritado de todo, le había echado de la casa y le había dejado en claro que ni ella, ni los niños ni toda su familia querrían a un maricón como él cerca. Claro, no importaba que Harry hubiera sacrificado la mitad de su vida en derrotar a quien casi había acabado con todos, eso no importaba; ni que se hubiera casado a temprana edad para que Ginny pudiera ser madre aún joven; ni que se hubiera roto el culo trabajando para que ella no tuviera que estar lejos de los niños… no, nada de eso importaba.

 

-Ya se le pasará-le consoló Draco.

 

-No es ella la que me preocupa-lloró Harry girándose para refugiarse en el pecho de su novio-. Son mis hijos, si… si mis hijos me odian… ¿qué voy a hacer, Draco? ¿C-cómo lo tomó Scorpius?

 

Quizás podría encontrar algún consejo o algo. Draco era padre también, y también había tenido que dejarle en claro a su esposa la situación. Draco lo había hecho unos días antes, pero él no había tenido que irse a pasar la noche a ese departamento que habían rentado entre los dos para sus encuentros.

 

-Bueno… la mentalidad Slytherin ha hecho de mi chico alguien demasiado perceptivo-sonrió Draco-. Scorpius ya lo sabía, igual que mi esposa. La respuesta de ellos fue “Ya sabíamos”. Bastante displicente, te diré.

 

Harry suspiró entrecortado, enterró el rostro en el pecho de Draco y lloró allí. Si sus hijos le odiaban, si les provocaba asco y estos no querían volver a verle… por mucho que amara a Draco, terminaría por pegarse un Avada en la cabeza, así de simple. Sus hijos eran su vida, eran lo mejor que había con Ginny… eran su vida, los amaba tanto y… y sin ellos realmente no era nada ni nadie. No le servía ser el jodido salvador del mundo mágico, el mago más poderoso de la historia, un gran auror o lo que fuera, nada le servía.

 

Con las caricias y los mimos de Draco terminó por dormirse. Estaba cansado y la pena le estaba pasando factura por los espantosos días que venía teniendo. Todavía no sabía si debería escribirle a sus hijos, ir a verlos al colegio o hablarles por una chimenea. Seguramente Ginny ya les había contado lo sucedido y por ello… Harry estaba aterrado.

 

Se durmió a fuerza de cansancio y terror.

 

**************************************************

 

-¡James! ¡Estás quemando todo!

 

-Calla, renacuajo, sé perfectamente lo que hago. Lily, ¡quita, te vas a quemar!

 

-¡Pero quiero ayudar! Los hombres sois un desastre para la cocina.

 

-Mentira, James es el desastre en todo.

 

-Albus… te la estás buscando.

 

Harry despertó creyendo que todavía estaba alucinando algo auditivo. Se movió en la cama y al girar encontró que Draco no estaba allí y que el ruiderío proveniente de la cocina era real. Preocupado, se colocó una bata encima y salió hacia el centro de tanto alboroto.

 

Lo que encontró lo dejó paralizado. Lily estaba subida sobre un banquillo para arreglar el desastre de tortillas que sus hermanos habían hecho, mientras que estos dos en otra hornalla se encargaban de dejar salir humo y más humo al querer cocinar un poco de tocino. Draco terminaba de poner la mesa, y al verle sonrió para ir a besarle en los labios.

 

-¿Qué está… pasando?

 

-Bueno, la manada Potter vino a hacerle el desayuno a su papá-contestó Draco.

 

-¡Papiiiii!-chilló Lily bajándose ágilmente del banquillo para correr y saltar a los brazos de Harry-. Te estoy haciendo el desayuno, o lo estoy arreglando. James y Albus estaban haciendo un asco. Draco me enseñó cómo te gustan las tortillas.

 

-¿Draco te enseñó, cariño?-sonrió Harry al borde de las lágrimas.

 

-Si, porque él sabe mucho de ti. Es tu novio.

 

-¿Y no te molesta que papá tenga un novio en lugar de estar con mamá?

 

Lily negó despacio con la cabeza, sonriéndole sincera e inocente. Harry la besó en las mejillas y miró hacia sus hijo mayores. James le sonreía contento, y quizás para demostrarle que no le molestaba en lo más mínimo, fue a tomar de la mano a Draco.

 

-Draco va a enseñarme Pociones. ¿A que es genial?-comentó contento.

 

-Muy genial-sonrió Harry, y luego miró hacia su muchacho mayor-. ¿James? ¿De verdad estás bien con esto?

 

James se mordió el labio inferior, apagó el fuego de las hornallas y se giró a ver a su padre con cierta aprehensión, con temor a responder quizás. Harry temió y mucho… en James sería más difícil, pues… bueno, era un adolescente y para él quizás sería más complicado de asimilar.

 

-De hecho… pensé que era una buena oportunidad para decirte que… bueno, puede, o quizás exista la ligera chance de que me haya enrollado con el profesor Logbottom-contestó James.

 

 

FIN

Notas finales:

Espero que les haya gustado ^^


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