Capítulo 1… ¿Reencuentro?
-¡¡Onii-chan!! por favor, no te vayas- sollozaba aferrándose con fuerza de un chico de ojos negros como la noche y cabello igual de oscuro. –no me dejes.
-Por favor, cálmate- le abrazaba. –Tú sabes que no me gusta verte llorar.- le secaba las lágrimas.
-¡No me dejes!, ¡Quiero ir contigo!
-Yo tampoco quiero dejarte, pero no me puedo quedar- le abrazaba fuertemente.
-¡Sasuke, ya vámonos! el vuelo sale pronto, despídete de tu amigo- se escuchaba la voz de una mujer a lo lejos.
-¡No! No quiero que te vayas…- y se aferró con más fuerza al cuerpo del mayor.
-Ya… por favor… no llores- lo separó un poco de él y le secó las lagrimas. –vamos a hacer una cosa- se quitó una cadena de plata que tenía una pequeña plaquita con la letra “S” en ella.
-Sniff… ¿Qué cosa onii-chan?- se refregaba los ojos que estaban muy rojos.
-Toma- le colocó la cadenita en el cuello. –quédate con ella- le dijo con una sonrisa.
-Pero onii-chan… es tu cadena de la suerte- dijo viendo la pequeña medalla.
-Sí, pero ahora es tuya, quiero que te la quedes, para que sepas que siempre voy a estar contigo y que vendré por ti…- le sonrió.
-¡¡¡Onii-chan!!!- le abrazó nuevamente y empezó a llorar, pero esta vez de felicidad.
-No te la quites nunca. ¿Vale?- le dio un beso en la frente.
-Hai, nunca me la voy a quitar- le sonrió.
-¡Sasuke!, ¡Apúrate!
-¡¡Ya voy!!- le gritó a su madre que le llamaba a lo lejos y regresó la vista al rubio delante de él. -Bueno, ya tengo que irme- se levantó del piso.
-Aja- bajó la mirada.
-Oh vamos, si me pones esa cara no me podré ir- dijo en un suspiro.
-…..
-Antes de irme quiero ver tu cara sonriente ¿Si?
-…Sniff… Está bien, solo porque onii-chan volverá- y le dedicó una sonrisa tierna y muy alegre.
-Si, yo volveré por ti, espérame hasta entonces ¿Vale?
-Hai- dijo felizmente.
-….
-Yo esperaré hasta que onii-chan regrese, ya que a mí me gusta mucho onii-chan- dijo con una gran sonrisa.
-….- mordiéndose el labio inferior. –a mí también me gustas mucho- le agarró de la barbilla y le dio un tierno beso en los labios haciendo que el menor se sonrojara. –nos veremos pronto Naru-chan- le desordenó los cabellos con dulzura y se fue alejando.
-¡Yo esperaré a que onii-chan regrese!, no importa cuánto, ¡Lo haré!- gritó viendo como el azabache se montaba en el coche
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*-._.-*-._POV`S Naruto_.-*-._.-*
-¿Cuánto es jovencito?- me preguntó una mujer de avanzada edad.
-Son 5000 yens. Aquí tiene.
-Gracias joven.
-Gracias a usted señora, vuelva pronto.
-Afs… que aburrido- me estiraba. –el día está realmente bueno para salir a la playa.
-Si, tienes razón- me decía un rubio de cabellos largos.
-Y yo aquí encerrado trabajando porque a ti se te ocurrió la brillante idea de emborracharte hasta no valer medio.- dije molesto
-Si, pero también fue tu culpa, tu me dejaste solo en ese lugar- puso un puchero.
-Es que no pensé que fueras tan estúpido como para caminar por la orilla de la carretera y terminaras resbalándote cayéndote al río, ¡Y que de paso terminaras con un grave esguince en el pie!- dije colérico. –¿¡Acaso no podías decirle a Sasori que te llevara a casa!?
-Él… él estaba en peores condiciones que yo, ¿Cómo querías que le pidiera que me trajera ah?- refunfuñaba.
-Pero entonces… ¿¡Por qué carrizos no te quedaste a dormir en su casa!?
-¡Waaa!… ¡No me grites!… ¡Estás haciendo que me duela la cabeza!
-Pues que mal por ti….
-…Ya Naru-chan… cálmate, de todas formas no me pasó nada
-Hump…
-Ve… de todas formas no fue para tanto, solo es un esguince, el doctor dijo que se curará en tres o cuatro días si guardo reposo.
-¡Si ese es el caso, ¿Qué carrizos haces aquí?, ¿No deberías estar descansando en tu casa en vez de estar aquí?!
-Sip, pero es que no tenía nada que hacer en mi casa… jeje, así que vine a molestarte un rato Naru-chan- dijo infantilmente.
-Ya cállate… a veces de veras me haces preguntarme si realmente eres mayor que yo- me bufé.
-Jaja… eres muy gracioso Naru-chan.
-Tks… de verdad que pareces un geeki.
-Mira quien habla… jaja
-…- volteé a ver por la ventana.
Ya han pasado doce años desde que transfirieron a tu padre y te fuiste a estudiar al extranjero, ese día me dijiste que volverías por mí- agarré la medalla de la cadena que llevaba. –y también me diste esta cadena para que una parte de ti estuviera conmigo… uff… ya ha pasado tanto tiempo, ¿Todavía te acordarás de mí? ¿Te acordarás de la promesa que me hiciste?, ¿O solo seré yo el único que sigue esperando a que tú regreses por mí ah?. Si ese es el caso, talvez sea en vano que yo te siga esperando, pero mientras conserve esta cadena, tendré una leve esperanza de que alguna vez vuelva a verte, se que es tonto pero yo te seguiré esperando, no importa el tiempo, ya que en lo mas profundo de mi corazón se que tu vas a volver, así por fin podré decirte lo que me he guardado por estos doce años, que solo entendí hasta que antes de irte tú…
-…Me besaste- susurré rozando mis labios con la punta de mis dedos.
-¿Que dijiste Naru?- me preguntó Deidara.
-¿Ahh?- dije saliendo de mis pensamientos.
-Uff… ¿Otra vez soñando despierto con el príncipe azul eh?- me dijo esto último en tono de burla.
-¡Ya cállate!- me sonrojé.
-¿No crees que ya has estado esperando demasiado por ese tal Sasuke?
-…
-No es por desilusionarte ni nada, pero… a lo mejor y él ya ni se acuerde de ti.
-Uff… eso ya lo sé….- dije en un suspiro. -pero tengo el presentimiento de que muy pronto nos volveremos a ver- presioné la medalla fuertemente contra mí pecho.
-…Si tú lo dices…
-…
-Allá tú… pero después no te vengas quejando a mí cuando estés todo viejo y lleno de arrugas.
-Jajaja… para cuando eso pase, ya lo tendré que haber vuelto a ver, jajaja… aunque sea por lo menos una vez, y de paso si eso pasa, tu estarías más viejo y lleno de arrugas que yo… jaja
-Si… jajaja…. Seremos dos viejos solterones refunfuñones…. Jajaja
-Jajaja… es lo más probable…
-Jaja… Por cierto ¿Qué piensas hacer esta tarde?
-Pues nada, pensaba ir a ver una película
-¡Oh! Ya veo
-“Tilín-tilín”- sonó la campanilla de la puerta. -Bienvenido- dije cortésmente. -¿Qué desea?
-Amnn… ¿Los obentos?- me preguntó una joven de cabellos rosados.
-Pasillo 2.
-Gracias.
-Linda chica- dijo Deidara por lo bajo. -¿No crees Naru?
-Si, talvez…- miré el reloj.- ¿Dónde estará Lee? su turno comenzaba hace 10 minutos, ya me quiero ir…
-Jajaja…. No te exasperes Naru, de segura ya llega.
-Más le vale
-Jajaja
-“Tilín-Tilín”
-Hablando del rey de Roma miren quien se asoma
-Perdón por llegar tarde, estuve entrenando y no me di cuenta de la hora- se excusaba Lee.
-Vale, vale, vete a cambiar para yo poder irme.
-Ok
-Por cierto, ¿Quieres que te acompañe a tu casa?
-Vale, no me llevo bien con estas muletas.
-Jajaja…. Eso te pasa por andar de borrachón… jaja
-Sí, sí, solo ve a cambiarte.
-Pero Lee no ha regresado del vestidor y hay unos clientes.
-Si vienen yo les atiendo hasta que llegue Lee… ¿No era que te querías ir?
-Vale, ya vuelvo- y me fui al vestidor.
-“Tilin-tilin…” Oe Sakura, ¿Cuánto tiempo más necesitas para comprar unos bentos? ¿Acaso te los piensas traer todos?
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-No, no creo que sea él- dije por lo bajo desde el vestidor al escuchar esa voz, ya que se me era muy conocida.
*******
-Es que no decido cual comprar- le escuche decir a la joven desde la tienda.
-Pues apúrate o te voy a dejar, te espero afuera.
-Oye… ¡Sasuke!
*******
-¿Ummm? No puede ser- me terminé de vestir rápidamente.
-Sasuke, no me dejes- dijo la joven ya en la caja. –¿Cuánto es?
-460 yens.
-….- le pasó el dinero a Deidara y salió del local
-Gracias por su compra, vuelva pronto.
-Oi Dei, ¿Para donde cogieron los dos que acaban de salir?- pregunté alterado.
-Creo que hacia abajo, ¿Por?- me dijo desconcertado.
-Gracias- dije feliz. -ya vuelvo- y salí corriendo de la tienda.
-¿¡Y a este que le pasa!?- se rascaba la cabeza.
*******
-Kami-sama, por lo que mas quieras, que sea él… que no sea solo mi imaginación la que me jugo una broma.
Iba buscando con la mirada cualquier señal de que fuera él, hasta que a lo lejos de en la multitud vi a la pelirrosa que entró en la tienda acompañada por una persona alta de cabellos oscuros.
*-._.-*-._Fin POV`S Naruto_.-*-._.-*
-¡¡Sasuke!!- le llamó y el nombrado se detuvo a ver a los lados a ver quien le llamaba. -<<¡Sí!, ¡Si es él!, solo tengo que alcanzarlo>> ¡Sasuke, Matte!- le dijo y se les acercó con rapidez.
-… ¿Qué quieres?- le dijo una vez que llegó con ellos.
-¡Sasuke!, ¡Qué bueno que volviste!- dijo con mucha alegría abrazándose al moreno desconcertando a este en el proceso.
-¿Y tu eres?- se lo quitó de encima y le separó de él colocándole una mano en el pecho para que mantuviera la distancia.
-¿Eh?- le miró sorprendido.
-…Sasuke, él es el de la tienda de hace un rato- dijo la pelirrosa.
-Sí, yo….- balbuceó pero la mirada expectante e impávida del contrario le hizo dudar por unos segundos.
-¿Y? ¿Quién eres?- le miró expectante
-Soy… soy yo, Naruto.
-… ¿Quién?- preguntó sin comprender.
-¿N-no te acuerdas de mí?- le preguntó con tristeza.
-Discúlpame, pero no sé quién eres- dijo serio. –debiste haberte confundido de persona chico.
-Yo… yo….- sus ojos se humedecieron. –Yo….- las lágrimas empezaron a salir de sus ojos.
-Oye… ¿Qué te pasa?- preguntó la pelirrosa.
-Na… nada…. Sniff- dijo tratando de que las lágrimas no salieran y el moreno sin ninguna expresión en su rostro, aparte de esa serenidad, no le quitaba la mirada de encima.
-Si no tienes nada, ¿Por qué lloras?- le preguntó intrigada la chica.
-Jajaja- bajo la cabeza. –no es nada.- apretó los puños. –solo soy un estúpido iluso que te creyó por todos estos años, y aunque sabía que había la posibilidad de que esto pasara, yo no quise creer que tu de verdad lo harías- decía entre sollozos.
-Oye dobe… cálmate- respiró hondo antes de continuar. -estás haciendo un espectáculo.
-¡Me interesa muy poco si estoy haciendo un espectáculo o no!- elevó un poco la voz desconcertando a los otros dos. -solo digo la verdad, ¡Eres un estúpido mentiroso!
-¡Ya cállate!- le reprochó el moreno haciendo que el rubio respingara. -no te conozco en lo más mínimo como para estar aguantando esta sarta de babosadas de un extraño que de paso es un chiquillo inmaduro.
-…..- se paralizó al escuchar esas palabras, respiró hondo y luego levantó la cara. –… ¿Sabes qué?- se secó las lágrimas. -tienes razón, tú y yo no tenemos nada como lo acabas de decir- se secó con brusquedad las pocas lágrimas que había rodado por sus mejilla y el contrario le miró extrañado por ese cambio tan drástico de actitud. –No eres más que un desconocido. Y como no tenemos nada…- llevó las manos a su cuello. -¡Ya no es necesario que siga con algo que no tiene ningún valor!- dijo dolido y se arrancó la cadena y la dejó caer al suelo; forzó una sonrisa y continuó como si nada hubiese pasado. -…disculpen las molestias- se dio la vuelta y se marcho.
-¡Y ahora! ¡¿Quién era ese?!- dijo muy confundida la chica.
-Hump… todavía eres el mismo impulsivo de siempre dobe- musitó quedamente en un susurro casi inaudible.
-¿Dijiste algo?- preguntó la chica.
-…No, nada, mejor vámonos.
-Sí, pero que chico tan raro, diciendo cosas sin sentido… hump… de verdad que esta gente está loca…. Por eso es que me había ido a Inglaterra…- empezó a caminar.
-Hump- sonrió de medio lado. –perdóname dobe, pero esto es lo mejor…- dijo para sí con mucho pesar viendo por donde se había ido el rubio y luego suspiró y se agacho recogiendo la cadena y guardándola, para luego seguir a la pelirosa.
*******
-¿Naru-chan, qué paso? ¿Por qué saliste corriendo de esa manera?- preguntaba Deidara una vez que Naruto entró a la tienda.
-No… no es nada- dijo con la cabeza gacha.
-Naru, ¿Estás bien?- preguntó preocupado.
-Si… solo vámonos.
-Va… vale- se levantó de la silla.
-Nos vemos después Naruto- se despidió Lee.
-Hai- dijo por lo bajo y salió de la tienda junto a Deidara.
Naruto acompaño a Deidara hasta su departamento, este le invitó a quedarse un rato para que hablaran, pero Naruto dijo que talvez en otra ocasión y se fue. Estuvo deambulando un rato por la ciudad, hasta que sin darse cuenta sus pies lo llevaron al lugar al que menos quería ir, la casa de los Uchihas. Se quedó un rato observándola desde las rejas y vio llegar al camión de la mudanza. Vio con nostalgia los jardines de la casa, por donde jugaron y crearon tantos recuerdos él y Sasuke, hasta que vio la sombra de Sasuke y su acompañante aproximarse a la casa, así que se marchó rápido. Siguió caminando por los alrededores, hasta que llegó al parque y se sentó en una banqueta viendo como se ocultaba el sol.
Estuvo en el parque como hasta eso de las 7 de la noche cuando decidió irse por fin a su departamento a descansar un poco. Al llegar a este, se echo un baño y luego se sentó en la orilla de la cama, dirigió su vista hacia la cómoda al lado de la cama y vio el porta retrato, donde se encontraba una foto de él y Sasuke cuando pequeños, tomó el porta retratos y lo abrazó contra sí, se dejó caer sobre la cama y empezó a llorar sin control hasta que se quedó dormido.
A la mañana siguiente suena el despertador ya que tenía que ir a la universidad, pero sin hacerle mucho caso se tapa la cabeza con la sábana y trata de volver a dormir.
_Unos días después en otro lugar_
-Nee, Kiba, estoy preocupada por Naruto- decía una ojiperla.
-De verdad que yo también, ya lleva una semana sin venir a la universidad, y lo he llamado a su casa y tampoco contesta- decía el castaño.
-Si, de verdad que es raro, creo que tampoco ha ido a trabajar- decía una joven con dos chongos en la cabeza.
-¿¡Qué!?- gritaron ambos chicos exaltados.
-Pues si, Deidara me pregunto que como estaba ya que no había ido a trabajar, y quería saber si había venido a la universidad.
-Por… ¿Por qué no vamos cuando salgamos al departamento de Naruto?
-Me suena bien, así veremos que le pasa- decía Kiba.
-Si, pero una cosa, ¿Alguno de ustedes dos sabe dónde queda el nuevo departamento de Naru?- inquirió Tenten.
-…No- dijeron al unísono Kiba y Hinata algo cansinos.
-Uff… ¿Quién sabe la dirección?
-Pues creo que Gaara vive cerca suyo, tal vez él la sepa.- dijo Kiba.
-Vale, ahorita le preguntamos- dijo Tenten.
-¡Allá atrás! ¡Dejen de cuchichear y presten atención a la clase!- les regañó el profesor.
-¡Hai!- dijeron los tres al unísono.
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-Oaahhh…. ¿Qué horas serán?- decía parándose de la cama y estregándose los ojos. –ya son las tres de la tarde…. Uhnn… que raro, el teléfono no ha sonado en toda la mañana- decía dirigiéndose a la nevera a coger un poco de agua. –creo que le dejé bien en claro que no quiero hablar con nadie… “ding-dong”- sonó el timbre. –o eso es lo que pensé- se dirigió a la puerta. –ya te dije que no quiero hablar con nadie.- dijo al abrir la puerta.
-Pues, nosotros venimos a ver como estás ya que no habías ido a la universidad, así que no nos vamos hasta que hables con nosotros- dijo Tenten.
-¿Ahh?- quedó sorprendido.
-Y con tu permiso, vamos a entrar- dijo Tenten siendo seguida por Kiba.
-Ho-hola Naruto-kun- le saludó Hinata antes de entrar. –con permiso.
-Tks… ¿Qué hacen aquí?- se sentó en la cama.
-Pues ya te lo dije, venimos a ver como estabas.
-Ya vieron que estoy bien, así que ya pueden irse- dijo serio.
-Eso lo dudo, estamos preocupados por ti- agregó Kiba.
-Pues, que yo sepa, estoy bien, al fin y al cabo, no me he muerto- dijo cruzándose de brazos. -si les importa, quiero seguir durmiendo- se volvió a tirar dentro de la cama. -ya saben donde está la salida.
-Na-Naruto-kun- dijo Hinata sentándose a un lado de él en la cama. -¿Qué es lo que tienes?- le acarició los cabellos
-…Ya dije que no me pasa nada- se irguió en la cama. –solo no me había sentido bien estos días, pero ya me siento mejor.
-…
-De verdad, ya estoy bien- dijo al ver que no le creían.
-¿Entonces vas a ir a la universidad mañana?- preguntó Tenten.
-Fuu… si…. Si voy a ir… ya me he ausentado por una semana, tendré suerte si los profesores me repiten las actividades- dijo con desgano.
-Pues si, pero quien te manda a faltar- dijo Kiba.
-Jeje… tienen razón- dijo con una sonrisa fingida.
-Por cierto, hay dos nuevos profesores- dijo Tenten.
-¿En qué materias?
-Bueno, una da literatura y él otro matemática- dijo Hinata.
-¿Y como son?- preguntó el rubio.
-Pues, el sensei de mate es muy temperamental y egocéntrico y sobre todo muy guapo- explicaba Tenten.
-Jajaja
-Y la sensei de literatura, bueno, esa digamos que le falta un tornillo, y es muy escandalosa- dijo con un aura negra sobre él.
-Jaja, parece un tormento.
-Ni tanto, bueno, hablo del sensei de mate, a veces es bueno, pero bueno, la mayoría del tiempo es muy malhumorado.- decía Tenten.
-…
-Pero saben algo, creo que ellos dos tienen algo.
-¿Por qué lo dices Hina-chan?- preguntó Kiba.
-Pues, siempre se lo pasan juntos en los almuerzos y a veces los veo en los pasillos.-
-Si, pero esa no es razón- trataba de decir Kiba.
-Si, pero además de eso, siempre se van juntos- dijo Tenten.
-Bueno, si tienen algo o no, no es nuestro problema- dijo el rubio.
-Sí, tienes razón jeje- dijo Kiba rascándose la cabeza.
-Pero bueno Naru, me imagino que no has comido nada ¿verdad?- dijo Tenten.
-No, no tengo hambre.
-Pues, entonces vamos a por un plato de ramen.
-Ya dije que no tengo hambre
-¿¡¡¡¡¡¡¡¡¡QUEEEEE!!!!!!!!?- gritaron exorbitantemente los tres al unísono
-¡Oigan!, me dejaron sordo- se quejó el rubio tapándose los oídos.
-De veras que estas mal, es imposible que no quieras comer ramen- dijo Kiba sorprendido.
-De verdad, debes de tener fiebre- dijo Tenten tanteándole la frente.
-Ya… ya, dejen la tontería, esta bien, iré con ustedes a comer ramen, solo demen unos minutos para cambiarme, espérenme afuera.
-Vale, pero si no sales en 10 minutos entraremos por ti- le amenazó Tenten.
-Si, si, lo que digas, pero ya sal- dijo sacando a la castaña del departamento. Se quitó la pijama y se puso algo sencillo, un pantalón de mezclilla negra, una ramera de color naranja y unas deportivas, antes de salir se miró en el espejo, su rostro lucía un poco demacrado y sus ojos todavía estaban hinchados, miró su cuello, donde antes solía colgar la cadena con la pequeña plaquita, sonrió con nostalgia y algo de tristeza y luego decidió salir donde los demás lo estaban esperando.
Fueron a comer ramen a un pequeño lugar llamado Ichiraku que era uno de los favoritos del rubio, y después estuvieron toda la tarde conversando y echando broma, se fueron a beber, hasta que se hicieron las nueve de la noche, se despidieron y cada quien se fue a su casa. Naruto llegó a su departamento, se quitó la ropa, se ducho, y se metió a la cama, se movía de un lado a otro y escucho como algo se callo de la cama, se asomo por el borde y vio que era un porta retrato, lo levanto, y era la foto de Sasuke.
-A pesar de todo, parece que no te puedo olvidar tan fácilmente como tú lo hiciste conmigo- dijo con tristeza viendo la foto. –ya entiendo por que dicen que el amor es solo para los tontos…. Hay que estar bien loco como para amar a alguien.- dijo para luego colocar el retrato en la cómoda y luego tratar de dormir un poco.
A la mañana siguiente la alarma lo despertó, se dirigió al baño y vio que sus ojos estaban rojos e hinchados nuevamente, otra vez había llorado toda la noche. Preparó algo para desayunar, luego tomó sus cosas y salió del departamento. Al llegar a la universidad todo el mundo lo saludaba y le preguntaba que le había pasado, a lo que el respondió como siempre que no le pasaba nada.
Entró al salón con mucho pesar, esa mañana le tocaba a primera hora matemáticas, así que conocería a su nuevo sensei, pero no se encontraba de muchos ánimos. Se sentó en su puesto, y esperó a que el salón se llenara, al rato ya habían tocado el timbre y todos se encontraban en el salón. Kiba, Tenten y Hinata estaban aliviados ya que por fin Naruto había asistido a clases.
-Que raro, el sensei si se a tardado, normalmente es el primero en el aula- decía Kiba.
-Talvez hoy se quedó dormido- comentó burlón el rubio.
-Jajaja…. Eso sería bueno.
-Buenos días alumnos- decía el sensei entrando al aula y el rubio abrió los ojos a más no poder volteando a ver al escuchar esa voz tan conocida para él, y lo primero que vio fue una cabellera negra.
-Mu… muchachos, una cosa- dijo nervioso.
-¿Qué pasa Naru?- preguntó Hinata.
-¿Como se llama el sensei?
-umm… Se llama Uchiha Sasuke, y estuvo estudiando en el extranjero ¿Por?- dijo Kiba.
-….- se recostó en la mesa. -<<¡Esto debe ser una maldita broma! ¿¡Por qué estas cosas me tienen que pasar a mí!?>>
-Na… Naru, ¿Estas bien?- preguntó Hinata.
-…
-Bueno, voy a pasar la asistencia- decía el azabache. –Hyüga Hinata.
-Aquí- respondió.
-Sabaku no Gaara.
-Aquí.
-Inuzuka Kiba.
-Aquí
-Uzumaki Naruto.
-…
-¿Vino hoy Uzumaki Naruto?- preguntaba.
-….
-Bueno, parece que hoy tampoco vino, así que voy a tener que ir a hablar con el director, esto ya es demasiado.
-Oye Naruto, reacciona, te van a echar un buen sermón si sale- decía quedito Tenten
-A quién le importa- dijo sin levantar la cara.
-Pues a mí- dijo Kiba. –¡Sensei!- le llamó.
-¿Qué pasa Inuzuka?- le volteó a ver.
-¡Uzumaki Naruto si vino!- alegó
-¿Y donde está que no contesta?
-Pues…. Anda Naruto, levántate o te van a suspender- le dijo por lo bajo.
-¿Y?
-…
-Voy a ir a llamar al director, ya vengo- iba a salir del salón.
-¡Naruto!- le gritaron Hinata, Tenten y Kiba.
-Vale, vale, sensei aquí estoy- se levanto de su asiento
-…- respiró hondo. -bueno, le agradecería por lo menos no hiciera el interesante en mi clase joven Uzumaki- dijo regresando al escritorio
-…Si, discúlpeme- dijo bajando la cabeza.
-Bueno, por favor tome asiento. Sigamos… Yama—
-Yo….- la voz le tembló.
-¿Que pasa joven Uzumaki?- le preguntó el azabache.
-Yo…. Si me disculpa, necesito ir a la enfermería- y salió corriendo sin siquiera esperar respuesta importándole un comino la sorpresa de sus amigos.
-Uff- se masajeaba el puente de la nariz. -bueno, ¿Alguien podría ir a ver si el joven Uzumaki se encuentra bien?- dijo con un poco de tristeza en la voz.
-¡Yo voy!- dijo Tenten.
-Ok… bueno, nosotros continuemos- y siguió pasando la lista.
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-Sniff…. Sniff…. Esto no puede ser- se echaba agua a la cara. –¿Por qué cuando trato de no pensar en él viene y me pasa esto? Sniff…. Sniff… simplemente es demasiado, lo mejor será que me vaya a casa- se secó la cara y salió del baño.
-Naruto, al fin te encuentro- decía Tenten al lado de él -¿estás bien?, nos dejaste muy preocupadas saliendo de esa manera.
-Si lo siento, no me siento muy bien así que me voy a ir a casa.
-…Naru, dime la verdad, ¿El que tú estés así tiene algo que ver con ese nuevo sensei?- preguntó muy preocupada.
-…