Victima voluntaria.
Capitulo III: Lo que haría por ti:
Al abrir los ojos encontró a un adorable niño dormido en su regazo, si se encontraba allí fue por que logro deshacerse de esos sujetos, el único problema que tenía era que no recordaba como lo hizo, se llevo las manos al rostro, abrazo al pequeño y se rindió al sueño.
Vialer hace mucho que lo observaba y no paraba de preguntarse el porque de su creciente idolatría hacia ese muchacho tan lindo. Su corazón, el que creyó muerto con los últimos golpes del tiempo, volvía a latir lentamente. Tomo entre sus manos la copa con sangre fresca, removió el líquido con movimientos circulares.
Recuerdos dolorosos…como las espinas del cardo*.
-Que no haría por ti…hermano…-Esa voz era de Vyaron, tan masculina y seductora digna de un vampiro.
-¿Hablas enserio?-Pregunto un inocente niño de mas o menos 12 años, seguramente Vialer mas joven.
-¿Te mentiría?-Pregunto con fingido enojo.
-Se que no lo harías.-Respondió lanzándose a sus brazos depositando sus más tiernos besos en el rostro del mayor, que reía a todo lo que sus pulmones le permitían.
Poco después, unos hombres vestidos de negro los llevaron ante una especie de jurado y tribunal, los hermanos, incluyendo a Valery, estaban pasando por un juicio, que marcaba su futuro con metal candente.
-Se les condena a ser sirvientes de su majestad por la eternidad…-Un golpe seco se escucho, los tres chicos miraban a los jueces con la frente en alto sin inmutarse por el veredicto, no importaba cuanto los castigaran, ellos no se separarían.
Vyaron dio un paso adelante, encarando como se suponía, siendo el mayor, a los vampiros del jurado.
-¿No hay otra forma para castigarnos?-No era una duda, era un reto.
El hombre de mirada fría e inexpresiva mostro por unos instantes sorpresa pero después recompuso su semblante.
-Hay muchos otros castigos…-Lanzo una mirada a la pequeña, que contaba con apenas 6 años.-…pero son castigos que ni ustedes podrían soportar.
Supuso que esa miraba era también una advertencia, así que se adelanto a responder.
-La más mínima gota de acido puede causar mucho daño…-Regreso la mirada a su dueño, solo que multiplicada por diez y con el toque especial de altanería.-…no somos tan distintos a los vampiros de su guardia personal.-Remato todo mirando a la izquierda donde un grupo de hombres miraba impávidos el acto.
-¿Entonces desean otro castigo?-Pregunto un adolescente, al menos eso parecía.
-Si…-Fue Vialer el que respondió sabiendo de ante mano la respuesta de su hermanos.
-Esta bien…su nuevo castigo es…-El silencio que provoco fue solo una especie de tortura mental para los menores, que no lo percibieron así, si no que una forma de tomarse su tiempo para decir las cosas más horrendas de su imaginación.-…Son sentenciados a permanecer entre su familia…sin perder su estirpe…-Aquello se resumían en: INCESTO.
Aunque era algo normal entre los vampiros, para ellos esto era completamente insólito, pues fueron criados por humanos en las más puras costumbres.
Vyaron quiso reaccionar pero ya era tarde, todo estaba hecho, al menos con Valery no contaría, las vampiresas no tienen un sistema reproductor útil, pero en cuanto a…-Trago saliva desciendo el nudo en su garganta.-…a Vialer, el a pesar de ser hombre, si podía engendrar igual que el.
Sus padres humanos…se revolcarían en la tumba cuando se enteraran de lo que debían hacer.
Los jueces no miraban aquello como una aberración, si no más bien como el simple acto de conservar el linaje de seres tan poderosos como esos tres niños, era verdad, eran tan poderos que ni el sol podía con ellos, incluso Valery portaba orgullosa una cruz en el pecho, símbolo de su fe a Dios, inquebrantable como su voluntad misma.
Fueron sacados del tribunal…llevados a una casa enorme…y abandonados a su suerte en ese lugar, como el abastecimiento necesario para sobrevivir. Valery subió a la capilla de la planta alta a rezar, sabía lo que pasaría, y no quería presenciarlo.
-Tenemos que hablar…-Pidió el mayor, acomodando sus negros cabellos con mechones marrón.
También el sabia lo que vendría pero aun así se acerco y se sentó al lado de su hermano, sin mediar palabra lo tomo del rostro y lo beso con toda la inexperiencia que le daban sus doce años de vida, sintió como una lengua mucho mayor a la suya se sumaba al juego, aunque eso le doliera era algo necesario, un bebe significaba un descendiente más, y con ello la posibilidad de acabar con esos malditos jueces terminando con la sentencia de por vida.
Se sentó a horcadas sobre las piernas de Vyaron que lloraba en silencio mientras devoraba esa boquita dulce y caliente, lo agarro de la cintura pegando sus muslos a los glúteos del menos rozando su entrepierna en estos, no podía negarlo, ese acto no era algo bueno pero era algo erótico y ellos como vampiros son seres con esa naturaleza.
Fue recostado por su hermano en el sillón.-…el mismo en el que casi toma a Nicolás…-y para hacer mas fácil el trabajo el mismo se bajo el pantalón mostrándole que estaba también muy excitado, con dificultad se quito el resto de la ropa mientras veía a su hermano solo bajarse la cremallera tocándose para endurecerse lo suficiente.
Volvieron a besarse, no eran besos de amor, no eran besos apasionados…eran besos obligados…de eso que no disfrutaras en ningún momento, cerro los ojos, los dedos de Vyaron entraban en su cuerpo para prepararlo y a su vez lamia la pequeña pero prometedora entrepierna haciendo que brotaron mas de un gemido…-…-el placer fue lo que conoció…pero el amor nunca…-El mayor retiro los dedos de su interior tomando su propia extensión y conduciéndola a la tierna entrada dilatada, introdujo solamente el glande, acostumbrando al menos a la sensación de intromisión, poco después entro de golpe iniciando un vaivén violento y desgarrador, las lagrimas bañaban su rostro y caían confundiéndose con las de el castaño, ambos lloraban pues no había vuelta a tras.
Unas cuantas estocadas y el mayor termino en el interior del castaño, salió se vistió y no dijo nada en toda una semana…como si la lengua se la hubiera comido un ratón.
Con el paso de los meses, esa figurita esbelta y bonita se fue transformando, su vientre se abultaba mostrando los signos de un futuro embarazo…-…los vampiros solo tiene cuatro meses de gestación…-Repitió en su cabeza a cada instante.
El tiempo fue pasando…un mes…dos meses…tres meses…y al final los terribles días del… cuarto mes.
Hambre voraz, caprichos inconcebibles…victimas de todo tipo…colección de recuerdos dolorosos…que iniciaban con la frialdad con la que los trata Vyaron, por que si, Vyaron no era mas el.
El parto mas doloroso, un bebe que tenia que ser dejado con una familia adoptiva hasta que tuviera la edad suficiente para volver con sus padres, las lagrimas de un padre que no estaba listo para serlo. ¿El mundo acaso les declaro la guerra?
Se levanto de golpe, mirando por última vez a Nicolás y al niño, ya sabia por que el rubio le era tan atractivo.
Victima voluntaria: Se entrega por amor para que ese alguien importante al que ama, sea libre y
feliz, dicen que el amor es el mas grande sacrificio del mundo, victima voluntaria mas
famosa: Jesús.