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Mi Mejor Amiga. por LolitAkane

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Notas del fanfic:

Mi primer fic Yuri, espero les guste, lo hice para un amigo pero quise publicarlo.

    Estaba en casa de Carla, nos estábamos desvistiendo y quitándonos todas las prendas y el maquillaje, ya que veníamos de una fiesta. Nos encontrábamos en su habitación, ella se dignaba a quitarse ese corto y ajustado vestido rojo que llevaba, mientras que yo quitándome los zarcillos la veía a través del espejo. 


     Desde que tengo memoria admiro la belleza de Carla, su color de piel es dorado que pareciese brillar y muchas veces no aguanto las ganas de besar y descubrir cada rincón; posee un cabello largo rizado de un tono castaño claro que lo comparo como el de Rapunzel; su altura es promedio, su rostro es simplemente hermoso: con finos rasgos, sus ojos son un poco grandes pero achinados de color miel que parece hipnotizarte y sus pequeños pero provocativos labios rosados que quisiera devorar. 


     Ahora mismo podía apreciar todo su cuerpo que sólo le cubría un hilo y su brasier rosado que le alzaba el busto. Sus caderas anchas y su pequeña cintura son tan deseables, y su pecho grande que no llegaba a lo ordinario, tenían un tamaño perfecto, sus esbeltas y bien formadas piernas daban ganas de acariciarlas y hasta morderlas. Toda ella era perfecta. 


     Claro, Carla es mi amiga desde que estábamos en primaria, nunca le he confesado este cariño especial que siento hacía ella, porque sé que no tiene los mismos gustos hacía las mujeres que yo, ¿sabes qué es quedarse a dormir en su casa, en su mismo cuarto, y de paso en SU MISMA cama sin hacer nada? La he observado dormir, con poca ropa, con sólo sus cacheteros y sus franelillas blancas que casi puedo ver bien sus aureolas marrones, y tengo que aguantarme, porque por más ganas que tengo de poseerla mojada en la cama de bajo de mi cuerpo, adoro su amistad. 


    Pero esta noche iba a ser diferente, el alcohol todavía controlaba gran parte de mi organismo, y es una mala combinación la de la ebriedad y las ganas de tener sexo, y más si estás en el cuarto de la persona que más anhelas en el mundo. 


     Me digné a girarme y mirarla fijamente, quitándome mi mini-falda y en seguida mi camisa verde con escote, la observaba, queriéndo que me viése mientras que me despojaba de todo trapo que llevase encima, pero ella sólo me dio la espalda y se quitó el sostén, me dejó una perfecta visión de toda su dorada espalda, fácilmente pude imaginarme sentir rosar su piel con la yema de mis dedos. Procedí a quitarme mi ropa interior, rápido busqué mi pijama que consistía  en unos shorts que casi llegaban a cacheteros y una simple camisa vieja que decía con letras desgastadas "Wanna fuck you" ¿más claro?. Ella se quitó hasta el hilo y sólo se puso una gran polera.

 

-Apagaré las luces María, acuéstate-

 

Nos adentramos en su pequeña cama individual, ella se acercó a mi a tal punto de acurrucarse; comencé a acariciarle el cabello, luego fui bajando hasta acariciar toda su espalda... Me di cuenta de que dejaba salir pequeños suspiros, seguí acariciándola hasta obtener la confianza y poder comenzar a llegar a manosear un poco su culo por encima de la camisa... 


     Carla no ponía objeción, al contrario se apegó más a mi. Puse toda mi atención en su trasero, y me acomodé al punto de que pude adentrar mis manos de bajo de su polera. Por primera vez pude tocar sus piernas y caderas como siempre soñé, ella tenía sus ojos cerrados y cada vez dejaba escapar suspiros más largos y fuertes. Me coloqué encima de ella, y por primera vez, pude hacer lo que tanto desee: besarle superficialmente sus pequeños labios, la besé una, dos y tres veces por encima, hasta que una de sus manos sujetó mi nuca, obligando a mantener nuestros labios unidos. Movía mis labios encima de los suyos insitándole a profundizar el beso, y ¡Dios! Su boca y lengua eran la combinación exquisita, no podía aguantar, quería explorar con mi lengua toda su cavidad, con un poco de desesperación lo hacía, sentía como comenzaba a calentarme, simplemente no podía creer que estuviera cumpliendo mi fantasía tan añorada. Y lo más delirante era que ella me correspondía con igual pasión.


     No aguanté y terminé con nuestro beso para quitarle su gran polera lo más rápido posible y volver a fundirnos en otro pasional beso, mientras que mis manos no se detenian en tocar y acariciar todo su suave torso, fui bajando hasta dejarle besos y algunos chupones en su cuello, deleitandome con los suaves gemidos que dejaba salir, mi derecha mano juguetona fue bajando hasta encontrarse con sus caderas, comencé a acariciar sus entradas e ir rosando superficialmente su entrepierna, tal acto hacía que sus gemidos fuesen un poco más sonoros y seguidos. No pude evitarlo y hundí mi rostro entre sus senos y lamer con fervor esa parte, escuché como rió por eso, y me apoderé de uno de sus pezones mordiéndolo y chupándolo todo lo que podía.


     Hice un camino de besos y saliva hasta su entrepierna, antes de devorarla quise mirarle la cara (aún no creía que la estaba haciendo mía), y mi impresión fue de asombro al notar que sus ojos estaban cegados por la lujuria y se mordía su labio inferior.


- Por favor María... hazme tuya...- ¿cómo negarse a esa voz tan sensual? Como tal perra que era yo en este momento, vi su clitoris que estaba totalmente mojados, mi expresión fue como la de ver el postre más exquisito, y la realidad no estaba lejos de eso. 


     Lamí lo mejor que pude estabilizando aún más su clitoris y de vez en cuando adentraba mi lengua lo más que podía en su labio menor, con mi otra mano acariciaba el orificio de su ano y ella me alentaba con sus gemidos aunque no terminaba de decir alguna frase. Me encantaba que se arqueara tanto por mis caricias y sus manos agarraban con desesperación las sabanas. Seguí lamiendo y chupando todo lo que estaba a mi alcance hasta llegar a su nié.

- Ohh, no sigas por ahí... ¡ah! - ignoré eso y seguí lamiendo hasta que mi lengua se topó con su ano, entonces la adentré lo más que pude estabilizando esa zona, ella sólo dio un grito el que calló mordiendo una de sus manos. Seguí lamiendo esa zona tan personal mientras que tres de mi mano derecha jugueteaban dentro de su vagina queriendo tocar su punto G., y mi mano izquierda manoseaba y apretaba fuertemente uno de sus glúteos. Noté como con intensidad jadeaba y sin éxito trataba de callar sus "gritos" porque ya no parecían gemidos. Continué con mi labor intensificando y haciendo más rápidos mi movimientos. 


     Mantuve mi mano en su entrepierna introduciendo lo más que podía, y subí hasta la altura de su cara para besarla con pasión descomunal, sentía que yo estaba toda mojada pero ni quise tocarme, estaba cumpliendo con mi fantasía y quería prestarle toda mi atención sólo a Carla; después de unos segundos así y tocando uno de sus senos con mi mano libre ella se aferró a mi, abrazándome fuertemente clavando sus uñas en mi espalda, algo que no me molestó, al contrario, me excitó aún más. Un fuerte y casi gutural gemido salió de sus labios dando la perfecta nota para terminar esa melodía que ella sola había hecho. Había llegado al climax. Suavemente se desplomó entre mis brazos y por última vez pude apreciarla: sonrojada, jadiante todavía un poco y con sus piernas abiertas ligeramente con su entrepierna mojada y estirada momentáneamente. 


     Perfecta, ésa es la palabra perfecta. Le di un último besos en sus labios y agarré el edredón para cobijarnos y por fin acomodarla entre mis brazos.


     Definitivamente, nuestra amistad no sería la misma mañana.

 

-...Dios, María-

 

Notas finales:

¿Qué tal? En realidad se me hizo muy dificil y extraño escribir sobre dos mujeres... pues, yo sólo escribo sobre hombre x hombre. But well... Que tal les pareció?


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