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Nuestro deseo de crecer. por shanakamiya

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Notas del capitulo:

Por fin el final de esta historia la me alegra acabarla, observando que tubo mas aceptacion de lo que esperaba, por lo mismo la se alargo un poquito mas de lo que yo habia planeado ariginalmente, por lo mismo esta historia cumplio un año y yo dos en esta maravillosa pagina n.n (hasta actualise mi perfil), quiero agradecerles a todos por segir este fic hasta el final, el cual espero les ya gustado ^-^

Tres meces pasaron rápidamente, la primavera ya habia llegado, y habia pasado un mes desde que era un orgullosos estudiante de la Toudai. Sintiendose verdaderamente atareado desde entonces, ya que parecía que no paraban de acumularsele las tareas.

Pero este día no pensaría en eso; en cuanto dieron por terminada la ultima de su clases, Joe tomo sus cosas y salió de prisa.

--¡Hey! ¡Kido espera!—Escucho que lo llamaban por lo que paro su andar--¿A donde vas tan deprisa?

Era Nejima quien azoto fuertemente su mano contra la espalda del chico, quien sacudido se acomodo las gafas; seguía sin poder creer que Nejima habia quedado en la misma escuela que el, peor que tuvieran la mayoría de sus clases juntos.

--Nejima, este…

--Vamos, vamos—Decía Takeshi vivamente, mientras  rodeaba por detrás con un brazo el cuello del chico de cabello azulado—ya somos estudiantes de universidad ¡Hay que beber!

--No gracias—Rechazo Kido la propuesta mientras se zafaba del su compañero—me tengo que ir o se me hará tarde.

--¿Tarde?... o si lo olvide… después de todo los niños de primaria salen a este hora ¿No?

Dijo sin mas el chico de cabello negro, Joe por su parte se quedo helado.

--¿Q-que quieres decir con eso?

--Tú sabes, tú sabes… tú y aquel niño, ¿Como se llamaba?… ¡Cody! Si tú y él.

--¿Que?

--Si esa ves que fui a tu casa, en invierno, cuando fui a dejarte los resultados del examen, se veían bastante…

--Y-yo no se  que te refieres—Lo interrumpió Joe ruborizado—ya te dije ese día él y yo solamente…

--¿Heee? Vamos, deja de fingir, ese día los dos se veían bastante cariñosos ¿En verdad crees que soy tan distraído para no darme cuenta de la relación que tienes con él? Con razón siempre que tocábamos el tema de tú novia no querías hablar.

--¡¿Que?!

Grito Kido completamente crispado.

Nejima siguió hablando con su clásica soltura.

--Ah, siempre sospeche que tenias esa clase de gustos, pero nunca imagine que te gustaran tan jóvenes, no me molesta ni nada, pero—Puso su mano en el hombro de su amigo—tienes que ser mas discreto, de lo contrario sus padres te demandaran, te arrestaran y te condenaran a cincuenta años de cárcel con labores forzadas.

--¡Pero si él ya esta en secundaria!

--Y tú eres un estudiante de universidad, él todavía es un niño, pero bueno que se puede hacer si a ti te gustan así.

Kido, en cuanto noto como comenzaban a llamar la atención, lo jalo de la muñeca a una esquina donde nadie los oyera.

--Shhh quieres bajar a voz.

Llamo seriamente.

--Vamos no pongas esa cara tan seria, tienes que verlo por el lado amable, en un par de años él tendrá dieciocho y tú veintitrés y a la gente dejara de importarle.

--¡Pon atención!—Lo regaño el muchacho de gafas provocando que lo mirara—escuchame solo te pido que no se lo digas a nadie, a nadie ¡Entendiste!.

--Claro, no te preocupes, no le diré a nadie que eres un depravado shotacon.

--¡Deja de decir eso, las cosas no son así!

Le gritaba Joe mientras lo sacudía y lo zangoloteaba de un lado al otro mientras Nejima solamente seguía riendo divertido.

 

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Mientras tanto en el colegio de Shinagawa, la ceremonia de ingreso de los nuevos estudiantes, habia terminado.

--Hida, ¿A donde vas? ¿No te vas a ir a tu casa?

Pregunto Suzumiya al ver a Cody irse en dirección a los salones de primer año, de hecho durante toda la ceremonia habia notado al castaño bastante distraído, volteando de un lado al otro, como si buscara a alguien.

--No, aun no, es que deje algo en el salón he iba a ir por el.

--Ya veo, puedo acompañarte si quieres.

--Esta bien.

Contesto Cody amablemente.

Comenzaron a caminar por el pasillo, el niño de ojos verdes estaba serio, por algún motivo no habia visto a Aoki-sensei durante la ceremonia; apesar de que Joe le dijo que no era necesario que le dijera algo y que él mismo le habia prometido que no se acercaría mas a él, aun tenia la necesidad de decirle a  aquel hombre, el tipo de persona despreciable que era.

Llegaron al salón pero este estaba vacío.

--¿Pasa algo?

Pregunto Hitomiko.

--No, no es nada—Respondió el niño taciturno y bajando la mirada—no importa—se escucho el sonido de su celular—permiteme—Dijo sacando el aparato de su pantalón y contesto—si, ya se termino, voy  a salir en un momento…

Siguió hablando con un pequeño destello de felicidad en su rostro.

Suzumiya lo miro con una pequeña sonrisa, le era raro ver al castaño sonreír, tenia que admitir que aquel bicho raro que creía que era Joe hacia bien su trabajo, volteo su rostro hacia la puerta la cual habían dejado abierta, notando la presencia de una profesora que parecía solo estarlos observando por un largo rato.

La pequeña dijo.

--Disculpe ¿Pasa algo malo?

La maestra se sobresalto y comenzó a reír ingenuamente, se acerco y le dijo.

--No, nada, son estudiantes nuevos ¿No es si?

--Así es pero ya nos íbamos.

Contesto Hitomiko.

Al mismo tiempo Hida terminaba la llamada y guardaba el teléfono.

--Vamonos.

Tomo su mochila.

La pequeña salió primero tras una reverencia a la profesora, quien miraba al castaño con una mirada ingenua y un dedo en la frente como si tratara de recordar algo.

--Con su permiso.

--Lo recordé—Dijo ella juntando sus manos y con los ojos brillando—Tu eres Cody Hida ¿Verdad?

--¿He? Si—Contesto el niño sorprendido, medito un poco, hasta que él también reconoció a aquella mujer, puesto que era la misma que se habia reunido con Aoki aquella vez en la cafetería—Señorita Natsumi.

--Si, te acuerdas de mi, veo que lograste quedarte en el colegio, me alegro mucho—El niño le sonrío amablemente—por cierto—Continuo la bella mujer--¿Puedo preguntarte algo?

--C-claro.

Respondió el niño sorprendido, ya que la maestra habia tomado sus manos entre las suyas y agachado a su altura, el niño no pudo evitar ruborizarse, al ver como el prominente escote de la maestra revelaba accidentalmente los pechos de ella, cubiertos con un sostén blanco de encaje trasparente.

--¿No sabes a donde fue Kyosuke? Quiero decir Aoki-sensei.

Pregunto por fin haciendo  un puchero infantil.

--¿P-por que me pregunta eso?

--Es que se notaba que Kyosuke y tú iban a ser muy unidos, él siempre se la pasaba hablando de lo lindo que eras, pero de repente se fue sin mi ¡Oh Kyosuke! ¡¿Porque me dejaste?!

Dramatizaba la profesora pareciendo mas una colegiala.

--Pero yo no…

--Y pensar que ya lo he buscado en nuestros lugares favoritos y en los lugares favoritos de él también, pensé que siendo tan unidos sabrías donde fue.

--Lo siento no lo sé.

Respondió el niño honestamente.

--¡Oh Kyosuke!—Seguía teatralisando Natsumi-sensei como si olvidara que el niño seguía allí—no tenias por que haberte ido, yo pude haberte esperado—Mascullo—yo siempre te insistí tanto en que lo hiciéramos… por mi culpa te fuiste…

--¿P-pero Aoki-sensei no estaba casado?

--¡Casado!

Grito la maestra ignorante de aquel hecho, comenzó  balancearse de un lado al otro con las manos en la cabeza, sin creer lo que le decían.

--No es posible—Comenzó a decir decepcionada--¿Como pudiste hacerme eso?—Se enojo—Aun así yo te amaba con todo el corazón—Se entristeció--¡Kyosuke idiota!

--Este…--Cody solo la miraba confundido, no entendía nada, intento llamarla de nuevo—s-señorita Natsumi…

Sin embargo esta…

--No, no puedo demostrar tal debilidad frente a uno estudiante, frente al estudiante favorito de Kyosuke ¡Cody!—Se volteo hacia  él enfucivamente y puso las manos en sus hombros, le dijo entonces completamente decidida--¡Tienes que ser fuerte! Aunque Aoki-sensei nos aya abandonado, pero no te preocupes, si quieres un hombro en el cual llorar, siempre me tendrás a mi.

--¿He?

Solo exclamo el castaño forzando una sonrisa.

--No te preocupes yo cuidare de ti.

Abrazo Natsumi, le dio una palada en la espalda y se marcho seria, caminando con orgullo, saliendo por el lado izquierdo del salón.

Cody se quedo quieto aun forzando la sonrisa, ¿Que habia sido todo eso?, incluso se le habia olvidado lo que habia ido a hacer allí en primer lugar; se dio la vuelta dispuesto a irse, cuando vio a Natsumi-sensei caminar deprisa por el lado opuesto del pasillo por el cual habia salido, al parecer se habia equivocado de dirección.

Una gotita resbaló por su nuca, que profesora tan particular habia conocido.

A continuación salió del salón, topando con dos chicas un grado mayor, Hida siguió su camino por lo cual no pudo escuchar a aquellas dos chicas decir entre cuchicheos.

--¿He? ¿Lo dices en serio?

--Si, toda la escuela estuvo comentandolo durante la graduación del año pasado. Dicen que el día en que Aoki-sensei pidió su transferencia a otra escuela, vinieron.

--¿Cuando salió del colegio?

--Así es, la policía se lo llevo, dicen que es por que estaba teniendo un amorío con uno de los estudiantes de los primeros años.

--No lo hubiera creído, si parecía muy amable.

--Yo pensaba lo mismo pero ya vez…

 

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Mientras tanto Joe esperaba fuera del colegio recargado en una pared, se asomo para asegurarse que su pequeño ya habia salido; sin embargo a la única que observo acercarse hacia él fue a la pequeña Suzumiya.

--¿Donde esta Cody?

Pregunto Kido volteando de un lado al otro.

--Venia detrás de mi—Contesto la niña—creo que se quedo hablando con una maestra.

--Ya veo—Bajo su mirada hacia la castaña—por cierto… puedo preguntar qué haces aquí.

--¿He? ¿Que clase de pregunta es esa?

Cruzo los brazos la aludida haciendo una rabieta.

--Lo que pasa es que Cody me dijo que irías a una secundaria privada, por eso se me hizo raro verte aquí.

--Ummj, decidí cambiar de opinión en el  ultimo minuto.

--¿En serio?, acaso no será que reprobaste el examen de ingreso y esta fue tu segunda opción.

La niña se sobresalto, Kido habia atinado la situación, se ruborizo comenzó a gritarle avergonzada.

--¡Que te importa!—Le asomo la lengua--¡Tan siquiera yo no soy una pervertida como tú! ¡Pervertido! ¡Pervertido! ¡Pervertido!

Suzumiya espero la clásica expresión de Joe, llena de vergüenza e incluso molestia, sin embargo el chico solo le sonrío amablemente y puso su mano sobre su cabeza.

--¡¿Que te pasa?!

Grito ella sorprendida y ruborisandose, no esperaba eso.

--Nada, solo no me habia dado cuenta de lo graciosa que eres.

Sonrío.

La castaña se sintió apenada, colorandose hasta las orejas, pero sin quitar su cara caprichosa.

--¡Tonto!—Grito de nuevo--¡Pervertido! ¿Por que no te enfadas y me gritas?—Pero el chico seguía sonriente, fue entonces que Hitomiko se acongojo, encogiendo  su brazos contra su pecho pregunto incrédula—n-no me digas que la razón por la que no te enojas, es por que Hida y tu ya lo…

--¡No! ¡No digas eso!—Se sobresalto Joe tapandole la boca con una mano completamente colorado—no digas esas cosas, ten encuentra donde estamos.

--Pero ¿Que están haciendo?

Escucho que le preguntaba una voz conocida.

--¡Cody!—Exclamo el mayor, el niño solo los miraba curiosos a él y a Suzumiya—No estamos haciendo nada.

Dijo tratando de disimular que no habia escuchado el comentario de la niña, sin embargo esta no paraba de mover las manos y emitir sonidos aun con la mano del chico sobre su boca; harta de esto, pisoteo fuertemente a Joe, quien dolorido no le quedo de otra que saltarla.

--¡Ayyy… !

--Joe ¿Estas bien?

Pregunto Cody rápido a socorrer a su senpai.

La niña le dio la espalda al mayor, pues cómo se atrevía a callarla.

--Hida nos vemos mañana.

Se despidió.

--E-esta bien, nos vemos mañana.—Se despidió igualmente Cody, hoy todas la mujeres a su alrededor se comportaban algo extraño—No vamos nosotros también.

Le dijo al otro chico quien aun a dolorido le afirmo con la cabeza.

Comenzaron a caminar uno al lado del otro.

--¿Estas bien?

--Si, ya no me duele—Contesto el mayor sonrriendole—no te preocupes. Dime que quieres hacer hoy, podemos ir al cine, o ir a una cafetería, aquí cercas hay una, su pastel te gustara mucho.

--No.

--¿No?

--Es que yo…

--Si dime.

Animo Kido a su pequeño.

El niño se ruborizo, bajo la mirada y comenzó a decirle con voz baja como si murmurara.

--¿C-cuando vamos a volver a hacerlo?

Joe enrojeció, dijo apenado.

--S-solo han pasado tres semanas desde la ultima vez.

--Eso es mucho tiempo.

Miro inocentemente a su senpai.

--Ummm, esta bien—Sonrío el chico discreto, no negaría que también deseaba lo  mismo que su niño, dijo—pero primero tienes que llamar a tu madre y decirle que llegaras tarde a casa.

--No te preocupes, se lo dije antes de venir a la escuela, vamonos.

Contesto el niño con un sonrisa triunfante, antes de tomar de la mano a Joe y jalarlo en dirección a la casa del mismo.

 

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La casa estaba en completo silencio, el único ruido que habia era el que provenía de la abitacion, ahí; el mayor ya hacia sentado sobre su cama, recargado en la cabecera de la cama, mientras que el menor se haba acomodado sentadondose sobre su regazo; estando uno frente al otro, se abrazaban, se besaban y se acariciaban tiernamente.

No les gustaba ir rápido, todo lo contrario, les gustaba darse su tiempo saboreandose uno al otro, cerrando los ojos solo cuando el castaño metía con lentitud  su lengua dentro de la boca de Kido, moviendo con cadencia, antojando placenteramente con esa sencilla caricia.

Se separaron lentamente saboreando el momento.

--Cody.

Pronuncio Joe con voz suave y excitada.

Abrazo fuertemente a su niño, su cuerpo aun era tan delgado; froto su mejilla contra el cabello chocolate.

Hida por su parte aspiraba profundamente la fragancia de su senpai, dulce pero con un toque salado, distinguido que sabia que solo le pertenecía a él.

Se besaron de nuevo en la frente, en las mejillas, en la boca, inclusive en la punta de la nariz; sin dejar de mostrarle una sonrisa al otro entre cada beso.

Kido fue bajando despacio su mano, enganchando sus dedos en el primer botón de la camisa del pequeño y comenzando a desabrochar.

Sin embargo Cody lo detiene de inmediato poniendo su mano sobre la del mayor.

--¿Ocurre algo? Si ya no quieres esta bien.

Dijo Joe comprensivo.

--No, si quiero, pero… --Contesto el menor desviando la mirada con un ligero rubor en sus mejillas, continuo—recuerdas… ¿Recuerdas lo que me dijiste la ultima vez?

--¿La ultima vez?—Pregunto el mayor, analizo un segundo; sobresaltandose en cuanto lo recordó, se ruborizo avergonzado—¡Ah! e-eso… bueno yo… es que esa vez yo…

--Lo traje conmigo—Interrumpió Cody—si quieres puedo ponermelo. Esperame aquí—Se bajo del regazo del mayor y tomo su mochila—no me tardo—Se ruborizo—no me bayas a espiar ¡Ehh!

Y con esto ultimo salió de la habitación.

El chico de lentes se quedo quieto, esperando; aquella vez… bueno, el estaba medio dormido, no esperaba que le preguntaran algo así; aun que de todas manera termino contestando sinceramente.

“Cody pensara que soy muy extraño”

Pensó Kido nervioso.

--Voy a pasar.

Anuncio el menor abriendo ligeramente la puerta, asomando el rostro sonrosado.

Joe trago saliva y asintió con la cabeza.

El niño abrió la puerta completamente, entro en la abitacion y la cerro recargandose en esta.

--¿Me veo bien?

Pregunto el niño revelando la hermosa kinagashi que se habia puesto, esta era: azul claro casi gris con un sutil tejido de hilo negro en hileras verticales; la traía abierta provocadoramente hasta la mitad del pecho, amarrada en medio por detrás con un cintillo azul marino.

Joe por su parte estaba maravillado; su niño se veía tan hermoso, tan suculento y exquisito a sus ojos; que un deseo oculto inundo completamente su ser.

Sonrío.

--Me gusta, ven.

Llamo a Cody extendiendo los brazos.

El niño corrió sonriente hasta donde estaba su senpai, sentandose en su regazo dandole la espalda al mayor, quien inmediatamente aprisiono el delicado cuerpo entre sus brazos.

--Joe.

Pronuncio Hida sorprendido, no esperaba tanta enfucibidad.

El mayor le comento.

--Haz de pensar que soy muy raro por pedirte esto.

--No.

Negó Cody con la cabeza sintiendo un  hormigueo agradable recorrer su cuerpo.

Kido por su parte sonrío al oír la respuesta, apretó con firmeza, olió el cabello de su pequeño y luego le dijo en voz baja y sensual al oído.

--Te ves tan lindo, tan delicioso—Beso en su orejita—me gusta mucho.

Rozo con sus labios de nuevo la orejita de Cody quien sintió estremecese electrizado.

El chico de cabello azulado se sentia instigado, despierto, estaba perdiendo la cabeza totalmente; solo quería devorar a esa hermosa criatura y hacerla suya.

--J-joe… me ahh… m-me haces cosquillas ah…

Jadeo el castaño al sentir como nariz del mayor recorría su cuello, al mismo tiempo que de su boca fluía un aliento casi imperceptible. El chico ceso el recorrido; luego, en tardo descenso, con su lengua se dio a la afán de lamer lo que recorrió.

El niño  mueve las piernas, su cuerpo se estaba calentando, podía sentir algo endurecido debajo de él.

Su amado senpai estaba mas atrevido que de costumbre y eso le encantaba, el sentirse tan deseado.

Las manos de Joe no paraban de deslizarse sobre su cuerpo, tocando sus hombros y piernas con mayor atención; el niño suspiraba excitado. A continuación, el muchacho abrió la parte superior de la tradicional prenda por completo, colocando sus dedos hábilmente en el pecho color crema, rozando con sus dedos los pequeños pezones que despiertan como capullos que se abren a la primera caricia del sol.

--Hoy estas muy sensible.

Comento el mayor sin dejar de menear sus dedos magistralmente; bajo su vista contemplando con satisfacción, como la tela de la kinagashi que cubría el regazo de su pequeño comenzaba a levantarse, abriendose por la mitad, dejando asomar el sexo de Cody

El joven enrojeció de excitación, su niño habia sido tan travieso al no ponerse ropa interior.

El pequeño se ruborizo por la manera tan atenta  en la que lo observaban, tiro de la camisa de Joe quien levanto su rostro, mirando como su niño alzaba el suyo y cerraba los ojos pidiendo un beso, el cual Kido concedió de inmediato, transformando al poco tiempo en túnel conductor de mutuo deseo.

Ahora las manos del mayor recorrían la ceñida cintura de su niño, pasando por sus caderas hasta llegar al delicado miembro, masajeo despacio aun cubriendo con la vaporosa tela.

--Ahh… se siente bien…

La prenda le provocaba cosquillas a su portador dejando una mancha de humedad sobre esta.

--Cody—Llamo el chico de gafas soltandolo—quiero que te hinques sobre la cama.

--Si.

Respondió tímidamente ejecutando la orden, mientras el mayor se desabrochaba la camisa y a tiraba al piso.

Prosiguió a abrazarlo mientras lo colmaba de besos por toda la piel descubierta, entreteniendose con sus hermosas y rosadas cerecitas, chupandolas, lamiendolas completamente embelesado.

Cody inmovilizado por la posición en la que se encontraba, solo jadeaba, intentando apartar y a la vez juntar mas el rostro de Kido contra su cuerpo.

--Joe… --Llamo provocando que el mayor se detuviera; el niño continuaba ruborizado y mientras abría la parte inferior de la kinagashi, sosteniendo los extremos de la tela con cada mano, separo un poco las piernas, miro con astucia y dijo—aquí, quiero que lo hagas aquí abajo.

Joe contemplo por un momento la excitante imagen, su niño era tan bueno con él, haciendo eso con aquella ropa puesta. No espero mas, se acerco al pequeño, lamiendole primero el vientre, beso.

--Ummm…

Bajo cada vez mas hasta las delgadas y hermosas columnas que eran las piernas de Hida y lamió los muslos a lengüetadas, provocando espasmos de amor por todo el cuerpo del chiquillo; mientras que con su mano comenzaba a masturbarlo; solo fue un momento, sus labios querían probar algo mas dulce.

El mayor entonces tomo con sumo cuidado el sexo de Cody entre su mano, bajando con cuidado la telilla que lo cubría, dejando ver al descubierto su pequeña punta rosada; la beso, lamió y luego metió todo en su boca; suspirando abochornado mientras lo paladeaba, este le sabia a fruta fresca: húmeda, rosa y llena de inocencia.

Por su parte el niño de ojos verdes disfrutaba con una sonrisa un tanto infantil de la agradable sensación caliente que lo envolvía. Pero esa deliciosa experiencia, no se comparo con el momento en que Joe, rozo con su lengua en aquella zona de mas abajo:  tan suaves como nubes, pero redondas como pequeños duraznos.

--¡Ahhh!… espe… ¡Ahhh!… N-n

Gimió fuertemente Cody, inclinandose hacia delante, abrumado por tanto placer.

Kido se detuvo un momento para regañarlo cariñosamente.

--Anda, ponte derecho y no te encorves—Hida lo miro haciendo un puchero, sin ocultar el hecho de que le habia gustado lo que le hizo; se puso derecho y abrió mas ampliamente la tela de la kinagashi—mira..Continuo diciendo Joe—Ya estas muy húmedo aquí abajo.

Toco la punta del miembro del castaño, la cual tenia una gota de rocío, aprobechandola para masajear en círculos con su dedo.

--Eso es por la manera en la que me estabas lamiendo.

Contesto el castaño con los ojos cerrados y temblando por el roze de aquel contacto.

--¿Tú crees?

Pregunto el mayor mientras llevaba su boca hacia abajo, retomando su anterior trabajo, saboreando los deliciosos y redondos tesoros de su niño; primero uno y luego el otro, pasandoles su lengua húmeda y caliente; turnandolos para ofrecerles una pequeña succión a cada uno.

Por su parte el pequeño apretaba la tela de la kinagashi, moviendo la cabeza aun con los ojos cerrados. Dijo con voz jadeante.

--Joe… ahh… des-despacio umm…--Movió y osciló las caderas, se inclino hacia adelante, ya sentia que  se acercaba su final—ya… si… si… sigues haciendolo así… voy a… ummm…

Kido termino el acto con una ultima lengüetada.

--Esta bien—Dijo el mayor mientras abrazaba a el castaño, quien trataba de recuperara el aliento, el estimulo habia sido demasiado fuerte. El  chico de cabello azulado se acomodo las gafas, tomo el rostro de su pequeño entre sus dedos  besando tiernamente—entiendo, en ese caso es tu turno de hacerme sentir bien.

Le dijo tocandole la punta de la nariz con su dedo.

--Si.

Respondió el niño sonriente, avalansandosele.

--¡Hey! Espera con cuidado.

Ahora era el muchacho quien pedía que fuera lento, pero Cody hizo caso omiso, urgido por quitarle las estorbosas prendas a su senpai.

--No necesitas esto.

Dijo tirando de los pantalones hasta quitarlos.

--Tra-tranquilo…

--Ni esto tampoco.

Termino Cody retirando la ropa interior  y tirandola a un lado.

--Tranquilo—El mayor puso su mano sobre la cabeza de Cody, acaricio su cabello—todavía tenemos mucho tiempo.

--Si, lo sé—Contesto el castaño abrazando  a su senpai, acostandose  en su pecho, frotando su rostro—pero estoy un poco ansioso, tú también estas algo ansioso ¿Verdad?

Pregunto mirandolo pícaramente, ya que habia notado como Joe solo jugaba entre sus dedos el cintillo de la kinagashi.

El chico se ruborizo, consiguiendo una pequeña sonrisa maliciosa por parte del menor, sabia que Joe estaba mas que fascinado con la ropa en la que estaba envuelto; se sabia amado, admirado.

Beso en su pecho, lamió y comenzó a mover sus caderas frotando su sexo con el del chico, provocando una descarga de placer en ambos.

El mas pequeño de los dos se fue deslizando deliciosamente por el cuerpo maduro, deteniendose por momentos para aspirar el aroma a hombre de su querido senpai. Lamió su abdomen, dejando pequeños rastros de humedad tras cada beso y lengüetada, mientras que con su manita comenzaba a buscar el tallo duro y caliente de Kido; una vez encontrado su objetivo, se escabullo por completo, tomando el gran pistilo entre sus manitas y comenzaba a moverlas mientras se llevaba la punta, esa enorme fresa, contra su mejilla frotandola.

--Te gusta cuando lo hago así ¿Verdad?

Pregunto el niño sintiendo su mejilla mojarse.

--Si… ahh me gusta.

Contesto el chico con un leve suspiro de placer, el sentir las manitas de Cody ir y venir sobre su hombría le encantaba, que decir de la suavidad de su rostro, tenia tantas ganas de manchar esa carita, ese pechito, ese traje que le sentaba tan bien a su niño; suspiro profundo resistiendose.

Hida por su parte decidió entretener sus labios, chupando la fruta creciente de Joe.

--Ummm… ummm….

Emitía pequeños soniditos, como si degustara el dulce mas rico.

Lo hacia lento, primero la punta,después a lo largo de arriba hacia abajo y de nuevo la punta, dandole una atención especial a esta con pequeñas lengüetadas, como gatito buscando que le dieran su leche.

El mayor dejo escapar una pequeña emisión de liquido trasparente,  junto con un quejido.

El niño no demoro y se debió el delicioso jarabe con una emocionada sonrisa infantil.

--Cody.

Llamo el chico de gafas.

--¿Ocurre algo?—Pregunto el chiquillo apartando su boquita dejando ver un delgado hilo de fluido entre sus labios--¿No lo estoy haciendo bien?

--Estas haciendolo muy bien pero… ah… espera ¿Que haces?

Miro a Cody llevarse su hombría a su pechito y frotar el suave extremo contra uno de sus pequeños pezones.

--Esta resbalosa… ahh… hace cosquillas… --Gimió el niño—Creo que hacerlo de esta manera se le llama tener sexo de pechos—Sonrío satisfecho—pero, supongo que podríamos decir que esta es versión niño pequeño.

Joe enrojeció

--¿Q-que cosas dices?

La verdad es que le gustaba tanto, en especial al oír a Cody decirse así mismo “niño pequeño”

--Te gusta ¿Cierto?

Sonrío jugetonamente.

El chico le sonrío indiscreto mientras tomaba su propia erección y la pasaba de arriba hacia abajo sobre el otro pezoncito de su niño, quien se movió de tal manera que la kinagashi se recorrió de un lado, revelando uno de sus hombros, Joe no aguantaba mas.

--Suficiente, ven.

Dijo jalando al niño, atrayendolo hacia su pecho y que se acostara sobre el.

--Pero aun no termino…

--Así esta bien—La voz del mayor estaba llena de pasión, de ansiedad; llevo sus manos por debajo  de las caderas de Cody, y aun sobre la tela amaso los suaves bollos.

--Mmm… yo…

--Se un buen chico, quedate quieto—Regaño con cariño, dandole una pequeña y ligera palmada; el niño se ruborizo, eso le habia gustado, se movió de nuevo esperando otra pequeña nalgada y hacia el mayor lo hizo mientras le decía—sientate, anda.

El niño abedecio y se sentó en las caderas de su senpai, este puso su mano detrás del pequeño cuerpo, posando sus dedos en el nudo del cintillo, empezando a correrlo despacio dejando caer provocadoramente la kinagashi, revelando la piel de melocotón de Hida.

Esa era la parte que mas le gustaba a Joe de ver a Cody con esa clase de ropa, no solo era el romanticismo de tan elegante prenda, delicada, airosa, reveladora, tan sensual a su vista; si no el hecho de que con tirar de una cinta todo cayera. Para él era como destapar un caramelo; primero jugaba con la envoltura, abriendola poco a poco, haciendosele agua la boca antes de comerselo.

Miro la espléndida y perfecta figura de su niño era tan bella; acerco sus manos y comenzó a delinear su contorno, de arriba hacia abajo, estrujando, amasando, jugueteando con todo lo que se toparan sus dedos.

Sin mas acostó a Cody  a su lado, acomodandose sobre él.

Comenzó a chuparle la boca con furor, con renovado entusiasmo; el niño por su lado le abrazaba tratando de seguirle el ritmo sin quedarse sin aliento.

Joe estaba atrapado en un verdadero delirio de deseo, que el suave tacto de la piel color leche de Hida exacerbaba hasta el cielo, bajo cada vez mas, lamiendo a medida cada centímetro de su pequeño, quien no paraba de gemir ruborizado, indefenso. Al llegar a las delicadas piernas del castaño, las abrió con cuidado y llevo su boca a los magníficos muslos donde comenzó a chupar al rededor, dejando pequeñas marcas rojas; tentado a meter la lengua en la rosada y fina entrada de tulipán que se le ofrecía con toda libertad.

Su deseo pareció ser escuchado, ya que en ese momento el pequeño abrió mas las piernas  e indico con uno de sus deditos la rosada zona, pidió completamente excitado.

--¡Aquí!… ¡Aquí!… ¡Lameme aquí!…

El muchacho paso su lengua sobre sus labios, saboreando de antemano; doblo su lengua y comvirtiendola en carrizo, la hundió en la pequeña corola, frotando, meneando, sacando y deslizando suavemente de arriba hacia abajo.

Cody gemía enloquecido, se sentia tan bien, tan sublimemente bien; arqueo la espalda, tiembla, unas lagrimas se asomaron por sus bellos ojos esmeralda, las mejillas completamente rojas.

Esos gemidos trastornaban al mayor, quien en ese momento parecía otro, hurgando en el interior de un niño sin pudor, o culpa alguna. Termino su acto con un beso en ese delicado altar.

Alzo su rostro y con los ojos serrados se acomodo las gafas caídas a media cara.

--Joe--Llamo Cody con voz tenue, Kido abre sus ojos observando a su hermoso pequeño ponerse a cuatro, recargando su cabeza en la almohada para alzar lo mas que podía sus caderas, se llevo sus manos hacia atrás, separando sus suaves, rosadas y espléndidas Colinas, indico—Aquí, quiero hacerlo así.

El chico humedeció sus dedos usando solo la punta de su lengua y luego los aproximo a la palpitante flor y los introdujo ambos de lleno.

--¡Ahh!—Grito Cody abrazando la almohada, sintiendo como los dedos adultos de su senpai se abrían paso con maestría ya adquirida en su interior . Sin embargo eso no era suficiente, pidió avergonzado—No… no con tus dedos… qui-quiro… qui-quiero tu pene… metelo por favor…

Acabo casi susurrando.

--Esta bien—Sonrío Joe retirando despacio sus dedos, tomo sus caderas con una mano mientras que con la otra ubicaba su erección en la pequeña entrada—relajate, solo tomara un momento. Dime si te duele.

El niño asintió con la cabeza.

--Si, no te preocupes, damelo.

Entonces el mayor se ubico y comenzó a empujar su miembro, intrudosiendose en las estrechas blanduras de su niño.

Un dulce quejido se escucho escapar de ambos.

El niño se retorcía sobre las sabanas y la almohada, se sentia tan lleno apesar de saber que su senpai nunca introducía todo su hombría dentro suyo para no lastimarlo.

Por su parte el chico comenzó a moverse sintiendo derretirse dentro de ese túnel ardiente.

Pensó.

“Esta tan caliente y apretado, es increíble apenas estamos comenzando y ya puedo moverme con mucha facilidad”

--Cody—Dijo—dejame intentar meterlo todo—El castaño apretó la almohada y después de unos segundos hizo un sonidito de aceptación—si te duele solo dimelo.

El niño hizo otro sonidito afirmando… y así el mayor lo hizo, empujando todo su miembro hasta la empuñadura dentro del cuerpo del pequeño niño.

--¡Ahhh!

Gimió fuertemente Cody sintiendo como cada célula de su cuerpo se llenaba del maravilloso éxtasis del placer.

El chico sentia como lo habarzanban por dentro por completo y continuo el moviento, primero lento en suaves vaivenes hasta combertirlas en fuertes embestidas.

Sujetó con su mano a Hida por las caderas mientras que con la otra acariciaba y masturbaba el sexo despierto del castaño, quien aferrado a la almohada se sentia desfallecer.

--Mas… mas…

Pidió.

En ese momento joe rodeo el cuerpo de Cody por debajo y lo obligo a ponerse derecho, consiguiendo su cometido, coronandolo con un fuerte gemido; sentia que le llegaba hasta el estomago a su pequeño.

Hida por su parte no aguantaba mas, la sensación era demasiado fuerte, placentera; presa de un extraño temblor y con las mejillas mas que coloradas tubo un periodo de ardor total, mientras que un chorro de rocío blanco salía de su ser. Inmediatamente la debilidad se apodero de su cuerpo, rindiendose en los brazos de su senpai, quien lo inquino despacio en la cama; a continuación el chico d cabello azulado tomo uno de los tobillos de Cody y comenzó a girarlo despacio, sin desacomodarse de su interior, hasta que la espalda del quedo contra el colchón.

Hida extendió los brazos pidiendo un abrazo de su senpai, quien lo hizo, abrazandolo amorosamente; beso en su mejilla y continuo meciendolo con violencia.

Los suspiros se retomaron, el chico escuchaba como su pequeño repetía su nombre entre jadeos sin parar de abrazarlo.

El niño juraba sentir la como el miembro de su senpai se hinchaba palpitando de placer dentro suyo, anhelando que este lo llenara por completo.

Fue entonces que el éxtasis mas dulce y delicioso se advirtió en el rostro de ambos; un al verterse, él otro al sentir los abundantes líquidos hincharle el estomago.

Quedaron exhaustos, con las respiraciones agitadas, completamente satisfechos.

--Te amo Cody.

--Yo también te amo.

El muchacho se quedo un momento sobre el castaño, besandole amorosamente en la mejilla, en la frente.

--¿Estoy muy pesado?

Pregunto.

--No.

--C-creo que me comporte un poco extraño esta vez… yo…

--A mi  me gusto mucho.

Contesto Cody con ternura, mientras que su cuerpo empujaba involuntariamente el pistilo de su senpai fuera suyo, dejando chorrear por todas partes el esperma del mayor.

El niño tembló y se ruborizo.

El muchacho lo beso, se levanto de su cuerpo y dejo que su pequeño se hacheará con unos pañuelos que tenían a la mano.

--Es increíble—comento el menor sorprendidamente curioso—aun esta saliendo, es mas que la ultima vez.

--deja de decir eso, anda, mayor ven y acuestate conmigo.

Le sonrío Joe extendiendole los brazos.

--si.

El niño se escabullo debajo de las sabanas y se acurruco en el pecho de su senpai, bostezó.

--Joe.

--¿Que ocurre? ¿Tienes sueño?—Observo como su niño serraba los ojos—duermete, cuando despiertes quieres tomamos un baño y luego te llevo a comer.

--Si—Se giro en la cama dandole la espalda, bostezó de Nuevo sin abrir los ojos--¿Te gusto?

--Si, me gusto mucho, te veías muy lindo.

Contesto Kido girandose para abrazarlo.

--Entonces la próxima vez me pondré mi traje de kendo.

Joe se sobresalto y se ruborizo.

--E-eso me gustaría.

Susurró.

--Joe.

Llamo Cody con una sonrrisita, habia escuchado claramente.

--¿Que pasa?

--Ultimamente…

--Ummm

--Ultimamente… te has vuelto un poco pervertido.

--¿Hee? ¿Que? Cla-claro que no… yo no soy…

--Eso me gusta.

Murmuro el niño antes de quedarse dormido.

Joe sonrío y acaricio su cabello.

--Mira quien lo dice.

 

Se quito las gafas, se acurruco sintiendose verdaderamente afortunado por tenerlo a su lado, cerro sus ojos durmiendo junto a su pequeño.

 

    

                            Fin

 

 

Notas finales:

Quiero agradecer de nuevo a todos los lectores, ya que sin ustedes no me animaria a escribir ^-^

tambien quiero agradecer a mi amado novio Yoru que siempre me apoya en cada historia y me revisa los cap antes de subirlo ^-^

¡GRACIAS A TODOS!

Nos vemos hasta la proxima historia, cuidense ^3^


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