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Nuestro deseo de crecer. por shanakamiya

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Notas del capitulo:

Aqui esta la continuacion de esta historia, esperando que les guste tambien y agradesco los primeros comentarios, que como siempre digo es lo que me motiba a escribir.

El amor siempre se le había hecho una cuestión complicada si lo pensaba detenidamente, después de todo no puede decir que tenga experiencia en el, no negara que nunca se a considerado popular con las chicas como los demás de sus amigos incluso que varias señoritas tendían a olvidarse que él estaba cerca, a veces solo suspiraba al recordar que incluso su primer beso fue robado por una niña de grado superior en la primaria por una apuesta que ella había hecho con otras de su clase, nunca había tenido novia o algo parecido a comparación de sus compañeros.


Simplemente era que aun no encontraba a una persona especial de la que podía decir sinceramente que estaba enamorado, sin embargo…


Nunca pensó que esa persona seria mucho mas joven que él, que decir de que se trataría de un chico, bueno eso no le era tan importante como el hecho irremediable de la edad.


Tal vez no fue tan raro su enamoramiento por el niño de ojos verdes ya que nunca se había sentido tan identificado con alguien, al mismo tiempo que se conocían mas, hasta formar una relación verdaderamente especial, incluso olvidando a veces la dichosa diferencia de edad.


Sin embargo y por otra parte no le parecía bueno decir que estaba enamorado de un niño, si solo Cody fuera unos años mas grande, tal vez no abría problema pero, la realidad es otra y aun que así fuera probablemente nunca se daría el valor suficiente para confesarse.


Suspiraba mientras pensaba en esa interrogante de nuevo.


--¿Qué are?—Comenzó a decirse en voz alta--¿Qué are?


--¡Kido!


Escucho como le llamaba despreocupadamente un chico.


--¿Qué are?


Seguía Joe enfrascado en su propio dilema sin prestar atención.


Viendo esto aquel chico se le acerca por detrás junto con otros dos rodeándolo.


--¿Qué tan mal te fue con Nakajima ayer? ¿He? ¿Qué te pasa?


Dijo este chico mientras alegremente azotaba fuertemente su mano sobre la espalda del chico de lentes, sacudido este reacciono.


--Nejima—Dijo Joe mientras se acomodaba las gafas--¿Qué ocurre?


--Vamos, ¿Cómo te fue con Nakajima ayer? No seas tan callado Kido, cuéntanos.


Pregunto Nejima con una sonrisa zorruna.


Takeshi Nejima era uno de los compañeros de clase de Joe, era un chico delgado, alto de cabello negro degrafilado que le llegaba hasta las orejas, ojos negros de expresión felina, a decir verdad era un chico bastante atractivo a excepción de su perversa personalidad que lograba hacer que las chicas corrieran lejos de él; a su lado se encontraban Tatsuo Shibata y Kyo Sakurada, el primero era castaño mientras el segundo era rubio; he igual que Nejima también eran compañeros de clase de Kido, sin embargo a comparación de Takeshi los últimos dos eran mas tranquilos, eso si, mas despabilados que el siempre tímido Joe; él cual a veces se preguntaba por que había terminado siendo amigo de alguien como Nejima, en especial cuando este siempre  salía con uno de sus comentarios.


--Entonces dinos hasta donde llegaste con ella ayer, ¿He? Con ese cuerpo de diosa que tiene no dudo que te hayas aprovechado de ella.


Continúo Nejima hablando perversamente.


--¡No nada de eso!


Negó Joe sobre exaltado.


--¿Entonces te dejo plantando?


--No, ella se fue a la mitad de la cita, pero no importa…


--¿Por qué?


Pregunto Sakurada.


Joe no contesto solo bajo su mirada avergonzada.


--Mira nada mas—dijo Nejima—tienes la cara de un chico cuyo amor no es correspondido  


--¿He?


--Ah Kido, Kido, no me digas que te has enamorado de una mujer mayor ¿Acaso de una profesora?


--No, claro que no.


Negó inmediatamente el chico de gafas.


--¿Entonces se trata de una menor?


Joe enrojeció de inmediato al escuchar las palabras de Nejima.


--No te preocupes Kido yo te entiendo—Dijo Sakurada poniendo una mano en el hombro de este y después de una escandalosa risita dijo—no hay nada mejor que una joven mujer.


--¿Pero que dices Sakurada?—Regaño Shibata—no hay nada mejor que una mujer madura que te cumpla todos tus deseos.


--Si pero las mayores ya no tienen una piel tan fresca, no hay nada mejor que una dulce princesa que no pare de decirte Oni-chan, Oni-chan.


Defendió Kyo con una enorme sonrisa alegre.


 --Y eso que, no hay nada mejor que una mujer madura que te deje acostarse en su regazo mientras hueles su caro perfume.


Le dijo Tatsuo sin quedarse atrás.


--Eso no es nada.


Contesto Sakurada.


Él y Shibata comenzaron a discutir el punto en cuestión estando uno a cada lado del chico de gafas. Por su parte Joe bajo su cabeza tratando de ocultar su cara entre sus brazos, preguntándose por que siempre terminaba en medio de una de sus absurdas discusiones por otra parte al ver esto, Nejima se le acerca a la altura de su oído y le dice.


--Y bien, ¿Por cuantos años es menor? ¿Tres?—Pero Joe no contesto--¿Cuatro? ¿C-cinco?… no me digas que mas chica, por que entonces ya seria una niña de escuela primaria—Al decir lo ultimo Takeshi no pudo evitar estallar en carcajadas hasta encorvarse—no puede ser, eso seria demasiado para un chico como tú.


Termino diciendo este mientras se limpiaba las lágrimas que le habían salido por la risa.


--¡YA!—Grito Joe levantándose de su asiento--¡Dejen de decir tantos disparates!


Los tres chicos se quedaron callados mientras el chico de cabello azulado salía del salón.


--¿Kido a donde vas?


Pregunto Shibata.


--Necesito estar un momento solo.


Contesto el aludido tranquilamente con un dejo de preocupación en su voz.


Así camino hasta llagar al baño donde se quito las gafas y se enjuago la cara con agua fría tratando de que el rojo de sus mejillas desapareciera, suspiro y se coloco las gafas de nuevo se miro al espejo y se dijo así mismo.


--¿Qué hare?—Suspiro de nuevo—Hoy quede de verme con Cody.


 


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Ya eran las 6:45 de la tarde cuando llegaba al piso donde estaba el apartamento de Hida.


“Solo tengo que calmarme y actuar normal como siempre”


Pensó Joe como siempre lo habían hecho los últimos meces a la par que escuchaba el timbre del elevador, las puertas se abrieron latamente encontrándose de frente con la señora Hida.


--Señora Hida.


--Ah, Kido ¿Cómo estas? Llegas tarde.


--Lo siento es que…


--Bueno no importa—Interrumpió la madre de Hida—Cody te esta esperando.


--Si gracias.


Dijo Kido saliendo del elevador mientras la señora entraba a este.


--Bueno nos vemos al rato.


Se despidió Fumiko mientras serraba el elevador.


Al poco tiempo Kido camino hasta el departamento de Hida, suspiro de nuevo sintiendo como el estomago se le hacia nudo y el corazón comenzaba a latirle rápidamente, se sonrió a si mismo con cierta costumbre pensando que si esas no eran suficientes pruebas de su enamoramiento, bueno no tenia importancia ya que mas de una vez se había dicho a si mismo que tenia que hacerse a la idea que algo así jamás pasaría; toco el timbre entonces, siendo la puerta abierta por el abuelo.


--Que bueno que ya llegaste Kido, Cody te a estado esperando.


--Si-Contesto el muchacho entrando al departamento--¿Va a alguna parte?


Termino preguntando al percatarse como Shikara salía de la casa.


--Si, hoy comienzo a darle lecciones de kendo a un nuevo alumno.


--Ya veo.


--Bueno se me hace tarde, nos vemos.


Se despidió el anciano antes de marcharse.


Mientras tanto Joe comenzó a sentirse nervioso como cada vez que se llegaba a quedar solo con el niño de ojos verdes, no entendía por que tenia que ser así, quizás por que eran esas pocas ocasiones en la que no podía dejar de idealizar tener un poco de romance; no tardo en llegar a la puerta de la habitación de Cody, tomo la perilla con mano tembloroso, suspiro y pensó.


“Que tonterías estoy pensando, no va a pasar nada, si no hago nada extraño”


Se ruborizo al pensar en la palabra “extraño”


Sacudió un poco su cabeza para dejar de pensar en cosas vergonzosas.


“Tengo que actuar como si fuera su hermano mayor, si eso es, como un confiado y buen hermano mayor”


Pensó nuevamente y con esto abrió la puerta con una gran sonrisa y confianza.


--Cody ¿Cómo est…


La cual se esfumo de inmediato, Joe se había quedado callado, completamente congelado al ver la imagen de Hida parado frente suyo, vestido solamente con su linda ropa interior blanca y una toalla cayéndole a los hombros.


Ambos se quedaron mirando fijamente, sorprendidos, comenzaron a ruborizarse ligeramente.


--L-lo-lo…--trato de decir el mayor al ver como el niño comenzaba a mover los labios también tratando de decir algo--¡Lo siento! ¡Perdóname!—Grito el mayor avergonzado mientras cerraba la puerta antes de que el castaño le hubiera llegado a decir algo, una vez serrada la puerta Kido le dio la espalda y continuo--¡P-perdóname yo no quería…


Se quedo callado antes de empezar a decir tonterías.


--N-no pasa nada—Dijo Cody desde el otro lado de la puerta con voz avergonzada—Tu no lo sabias.


--No, yo no debí abrir la puerta así, sin tocar antes.


--Entiendo.


Le dijo el menor mientras abría la puerta ruborizado y por supuesto ya vestido.


--V-vamos a estudiar, anda vamos.


Le dijo Joe nervioso y mirando hacia el techo mientras entraba a la habitación.


Cody se sentó en su escritorio y saco una libreta.


--¿Qué materia veremos hoy?


Pregunto Kido.


--Matemáticas.


--Entiendo.


Contesto el chico de ojos negros acercándose a Hida por detrás y agachándose a la altura de su cuello, se quedo así unos segundos, notado el rico aroma que tenia Cody en ese momento en que su cabello olía a aquel champo de frutillas con el cual se había bañado el pequeño hace un par de minutos.


--Joe…


Llamo Cody instintivamente sintiendo un cosquilleo agradable en el cuello por la respiración del mayor.


--Así, lo siento—Reanudo Kido saliendo de su embobamiento—mira este problema es ….


Explico el muchacho.


Después de eso el mayor se sentó en la cama del castaño como era su costumbre y saco un libro suyo que Cody le había guardado pero, a comparación de otra veces ambos estudiaron en silencio. Joe por su parte trataba de no ver a Cody aun estaba avergonzado pensando que lo mas probable el niño estuviera pensando que el incidente de hace un momento lo había hecho a propósito, mientras el segundo se sentía algo incomodo no solo la persona que le gustaba lo había visto en una situación tan bochornosa si no que además esta parecía no querer mirarlo, incluso parecía distraído cada vez que le preguntaba acerca de algún problema escolar.


El tiempo se les estaba haciendo largo a ambos a comparación de otras veces que parecía no alcanzarles, el castaño voltio entonces su rostro para mirar el reloj eran las 7:50 cuando dijo.


--¿Quieres cenar algo conmigo?


--Si.


Contesto Kido sonriendo despreocupado, despegando la vista del libro que traía en las manos.


Cody sonrió y se levanto del escritorio.


--Enseguida calentare la comida que dejo mi madre, espérame.


Dijo el niño saliendo de la habitación contento por haber visto la sonrisa del mayor de lentes.


En cuanto salió, Joe se quito las gafas y se masajeo la parte de la nariz donde setas se apoyaban.


--Tengo que calmarme—se dijo así mismo cansado, se estaba comportando de una manera muy extraña a su parecer, cuando de repente escucho algo romperse proveniente de la cocina—Cody.


Pronuncio preocupado, se coloco rápidamente los anteojos y se dirigió hacia la cocina.


--¡¿Estas bien?!


Pregunto asustado.


--Si, solo se me callo un plato.


Contesto Hida agachándose para recoger los pedazos del traste, Joe se acerco a ayudarlo.


Ambos recogieron los trozos y los dejaron a un lado suyo hasta que una de sus manos se tocaron levemente al tratar de recoger el mismo trozo, se quedaron quietos un par de segundos sintiendo como sus corazones se aceleraban.


--¿P-por que no vas a calentar la cena?—Dijo Joe desviando su mirada nervioso y encogiendo su mano—Yo terminare de recoger aquí.


--Si.


Contesto Cody con un dejo de tristeza, se levanto y se dirigió hacia el microondas mientras Joe seguía recogiendo los cachos del plato apilándolos.


“Esto no es bueno, Cody aun es un niño”


Pensó mientras alzaba su miraba par ver al niño de ojos verdes y como este se ponía de puntitas para alcanzar el aparato, por lo cual sonrió, en verdad le parecía muy tierno, a él también le parecía tan agradable estar a su lado pero…


--Auch...


--¿Qué ocurre?


Pregunto el menor al ver al chico de ojos negros sujetar su brazo contra su pecho con un gesto de dolor.


--No es nada, solo me corte con uno de los pedazos del plato.


Contesto Joe mientras Hida se acercaba él.


--Déjame ver—Le dijo el niño mientras tomaba la mano herida del mayor y le extendía delicadamente el dedo que se había cortado—Esta sangrando.


--No pasa nada, solo me pondré una vendita y estaré bien.


--No, no esta bien, no te preocupes—Le sonrió el menor tímidamente—Yo are que te deje de sangrar.


Así lentamente Cody lleva el dedo de Joe hacia su boca y comienza a lamerlo lentamente limpiando la sangre para al final llevarlo dentro de su boca comenzando a succionar despacio mientras cerraba los ojos.


Kido se coloro al sentir la boca húmeda y calientita del niño sobre su dedo, el corazón se le acelero, nunca había tenido tantas ganas de besar a alguien.


“Esto.. si seguimos así voy a terminar…”


Sus pensamientos fueron interrumpidos al sentir como Cody retiraba su boca.


--Ya esta, c-creo que dejo de sangrar—Le dijo Hida sonriente--¿Qué pasa?


Pregunto mientras Joe ponía ambas manos en sus hombros y comenzaba acercársele lentamente, el menor ya sabia lo que iba a suceder , aquello que había soñado durante tanto tiempo, cerro los ojos y junto los labios esperando el beso de de Joe, sin embargo…


--L-lo siento mucho.


Acabo diciéndole el chico de cabello azulado mientras lo soltaba, se ponía de pie y salir rápidamente del departamento.


Al darse cuenta de esto Cody abrió los ojos encontrándose solo.


--Joe.


Lego a pronunciar el niño con tristeza mientras bajaba su mirada afligida.


Mientras tanto Joe se encontraba dentro del elevador recargado en la pared del fondo.


--¿Qué era lo que estaba a punto de hacer?—Se dijo así mismo mientras miraba la herida de su dedo—después de todo no dejo de sangrar, por que mi corazón no dejo de latir rápido.


Se dijo melancólico.


“No pudo seguir así, no es correcto, debo de terminar con esto rápido”


Pensó mientras salía del elevador.



                                         Continuara...


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