.:: Finally::.
Saga, Aioros & Death Mask
By AthenaExclamation67
- Sabía que esto, volvería a suceder... - jadeó con dificultad - pero no me importa... - seguía hablando casi en un susurro - este nuevo tiempo que me fue regalado, he sido muy, demasiado feliz... - calló cerrando sus ojos cansado para después volver a abrirlos y mirar a aquél que lo sujetaba entre sus brazos.
- Yo... Yo... - balbuceaba entre lagrimas mientras le respondía - yo no quería que sucediera... - le abrazó con más fuerza, pegándole muchísimo a su cuerpo.
Todos le habían advertido. Todos y cada uno de sus compañeros, estaban seguros de que a pesar de sus nuevas vidas, nada había cambiado. Pero la ceguera, el amor que sentía, eran demasiado grandes como para evitar lo que acabaría pasando.
- No te guardo rencor, ni odio alguno... - jadeaba casi expirando, exhalando su último aliento - te amé antes de darme cuenta de que te amaba, te amo ahora, que se que tú me amas y te amaré hasta el final de los tiempos - añadía mientras se le escapaba la vida con cada palabra que pronunciaba.
Todo sucedió como en un sueño...
Regresaron a la vida, para poder aprender de sus errores en algunos casos, para poder ser recompensado por sus valientes y honorables hazañas, en el caso de muchos otros.
Pero uno de ellos, a pesar de lucir una máscara de encanto y sensatez, de bondad y cordura. Dejaba su verdadero rostro oculto, sin saber él mismo que algún día, vería la luz.
- Pero Aioros... yo... yo... - las lagrimas le bañaban la cara - yo no sabía lo que hacía... - trató de explicarse, yo no pude evitar hacerlo, algo, parecía controlarme... - presionaba el corte profundo del vientre de Aioros para tratar contener la hemorragia.
- No quiero escuchar esto, no quiero recordarte de este modo... - respiraba con dificultad - siento frio... abrázame... - rogó como último deseo en la vida - bésame... - entrelazó sus dedos a los del que tapaba la herida con tanto afán, tratando de evitar lo inevitable.
Las lágrimas brotaron con más fluidez, con más ansiedad mientras se inclinaba, mientras se aferraba a esos dedos fríos, a esos labios a los que con ese delicado beso, se le apagaba lenta y dolorosamente la vida.
- Aioros... - susurró a los labios del que yacía en sus brazos - ¡¡AIOROS!! - gritó desesperado, sintiendo una mano amiga sobre su espalda, tratando de consolarlo - ¿Por qué? - preguntó al aire mientras lo abrazaba más fuerte, sabiendo que ya no había vida en el cuerpo del que tanto amó en silencio.
- Porque nadie desea lo que es mío... - escuchó repentinamente a su espalda - porque él es mío, incluso muerto... - se escuchó una risa sarcástica.
Se giró, le miró a los ojos sin soltar a Aioros y reconociendo al que le manejó a su antojo, como si hubiera sido una marioneta. Le contestó.
- Puede que él FUERA tuyo - hizo énfasis en la palabra - puede que TU compartieras su cama, pero él murió siendo mío, sintiendo mis labios darle el alivio, el descanso que tu no le dabas Saga... - le aclaró.
No trató de esquivarlo, no se movió ni un milímetro. Solo recibió el golpe que sabía que contenía la suficiente rabia como para acabar con su vida.
- Necio... - rió sarcástico - ¿de que sirvió que al final fuera tuyo estúpido cangrejo? - Se jactaba mientras giraba alrededor de ambos, viendo como Death Mask moría más rápido de lo que habría deseado - ¿De que sirvió si al final supiste, igual que yo supe, que te amaba? - los miró por última vez, y les dio la espalda, marchándose del lugar, tomando una de las antorchas que alumbraban la oscura y tenue casa de cáncer, lanzándola sobre los cuerpos de Cáncer y Sagitario para después alejarse y regresar a su templo meditando una coartada.
-Fin-