Su vista se desvió hacia él, a esa persona de la cual se había enamorado, de quien le sacaba muchos suspiros y la cual era la culpable de que su mente no estuviera ahí… De nuevo
-Naruto… No deberías de verlo tanto – su mejor amigo pelirrojo, le susurro, bajándolo de la nube
-No puedo evitarlo Gaara – contestó, con la misma voz, mientras su vista, todavía se encontraba posada en él
-Un día se va a dar cuenta… Y a ver qué haces – le advirtió su amigo, alejándose un poco y continuando con lo que hacía antes
Mientras que Naruto… Aun lo seguía con la vista, cada uno de sus movimientos, sus gestos, hasta trataba de leer los labios de esa persona
Y suspiró, suspiró de nuevo, giro su vista hacia sus amigos y vio que charlaban y reían, pero él no podía hacer lo mismo… Porque su mente la ocupaba él y solo él
Viajo de nuevo en sus pensamientos, hasta que el timbre que informaba que el receso había acabado, lo saco y lo despertó al mundo real.
Y bufo, soltó un bufido de molestia e irritado se dirigió hacia la clase que le tocaba
Suspiro de nuevo, ahora con cansancio, ya que le tocaba la clase con Kakashi, no es que el profesor no le agradara, era la materia la que odiaba
-Chicos, anoten estas ecuaciones en su cuaderno y me las resuelven, si tienen alguna duda, vengan conmigo – habló el profesor, apuntando al pizarrón, que se encontraba lleno de números y letras
-“Odio esta materia” - pesadamente, se dedico a escribir las ecuaciones, mientras que de vez en cuando, miraba de reojo, precisamente a él
-Naruto – lo llamó el profesor y el mencionado, se maldijo mentalmente
-¿Qué pasa Kakashi-sensei? – contestó, dirigiendo toda su atención al profesor
-Acércate – dijo, y así el rubio, camino hacia el
-Vas mal – le avisó al chico –. Sé que odias las matemáticas, pero necesitas estudiar más, por eso le voy a pedir a alguien que te enseñe – agregó mirando a Naruto
-Ya que… ¿Quién va a enseñarme? – preguntó curioso, mirando a todos en el salón –. Ya sé, Gaara, el es muy inteligente – trató de adivinar, pero su idea se esfumo, al ver negar al profesor con la cabeza
-Sasuke – dijo en voz alta, llamando la atención del mencionado –. Necesito un favor, ven – le informo, mientras le dedicaba una pequeña sonrisa al rubio, que estaba estático
-“De todas las personas… ¿Tenía que ser él?... ¿Él?... ¡¡Vaya suerte que tengo!!” – pensó Naruto, y se puso un poco nervioso, al ver que se encontraba a su lado
-Necesito que ayudes a Naruto con mi materia, eres muy bueno en esto y confió en ti – se dirigió hacia el azabache y continuó –. Es todo, vuelvan a sus asientos
Y ellos, en silencio, se dirigieron hacia sus propios lugares.
Toco de nuevo el timbre, ahora de salida, se maldijo mentalmente de nuevo el rubio, y camino hacia el pelinegro
-¿Qué? – preguntó Sasuke, que guardaba sus libros
-Nada – contestó, giro y camino hacia la salida, pero una pregunta lo detuvo
-¿A tu casa o a la mía? – lo volteo a ver, y se encogió los hombros, dando la respuesta de que le daba igual –. Bien… Entonces vamos a la mía
El transcurso hacia la casa del moreno, era totalmente silencio, ellos sabían que no eran amigos, solo compañeros de clase, que era muy distinto.
-Ya llegamos – y la voz del pelinegro, saco de sus pensamientos al rubio, que solo asintió y camino detrás de el
Habían pasado dos largas horas, donde Sasuke le explicaba cada problema a Naruto, que poco entendía
-Que aburrido – dijo en voz alta el rubio, estirando sus brazos y cerrando los ojos
-Naruto… Quiero preguntarte algo – le dijo el moreno, cerrando el libro, dejándolo en la mesa
-¿Mm? – dijo, respirando profundamente
-¿Te gusto? – preguntó, sin vacilar, sorprendiendo un poco al rubio, que, abrió los ojos y miró a Sasuke
-Me gustas – confesó, con un poco de rubor en sus mejillas, cerrando los ojos de nuevo, esperando un golpe, un insulto o quizás, una respuesta positiva. Pero lo que paso después lo dejo sin palabras. El moreno había llegado hasta él y lo beso, de forma apasionada con algo de amor
-Supongo que a mí también – dijo después del beso, para volver a unirlos, recorriendo la cavidad bucal del otro, rozando sus lenguas en el proceso y separándose para agarrar aire
Sasuke, tiro los libros de la mesa, subió al rubio y lo empezó a besar nuevamente. Bajo hacia su cuello, lamió, mordió y lo marco como suyo. Escuchando varios suspiros de placer por parte de Naruto
Desabrocho los botones de la camisa blanca que llevaba puesta, y repartió besos por los hombros, bajo hacia el pecho, deteniéndose en los pezones. Mordió y saboreo uno, y con la una mano jugaba con el otro. Subió la vista y miro intensamente al rubio, que se encontraba sonrojado y soltando uno que otro pequeño gemido. Fue hacia el otro pezón, paso su lengua por él y luego lo mordió algo fuerte.
Retiro por completo la camisa y desapareció por algún lugar. Bajo sus manos del pecho, pasó al abdomen y se detuvo en el pantalón. Un poco desesperado, bajo el cierre y quito rápidamente los pantalones, dejando a Naruto solo en unos bóxers negros, algo ajustados. El moreno se relamió los labios y metió una mano en el bóxer.
El rubio, se sobresalto un poco al notar una mano en su entrepierna. Gimió cuando Sasuke empezó a masturbarlo, el solo podría suspirar, jadear y gemir. Se mordía los labios, tratando de no descontrolarse. El pelinegro, sonrió de forma traviesa, bajo un poco los bóxers y lamio la punta del miembro del rubio
Naruto soltó sonidos eróticos de su boca, por sentir una oleada de placer que lo recorría completo. Sasuke, satisfecho por el resultado, se metió el miembro completo en la boca, cosa que al rubio lo sorprendió y abrió la boca para respirar agitadamente. El moreno bajaba y subía, mientras masajeaba los testículos.
El Uchiha seguía en lo suyo, pero Naruto noto que ya no podía más, empezó a respirar entrecortadamente y con una de sus manos, trataba de alejar al moreno, que, al notar eso, hacia su trabajo más rápido. El rubio, soltó un sonoro gemido y se vino en la boca del pelinegro, y este, gustoso lo recibía y lo tragaba
-¿No deberías hacer lo mismo? – preguntó con voz más ronca de lo normal, y un poco divertido
Naruto, un poco nervioso, torpemente empezó a desabrochar la camisa, pero una mano lo detuvo.
-Solo abajo – y apunto hacia su miembro, que sobresalía de sus pantalones, el rubio, un poco avergonzado, se arrodillo y empezó a bajar el pantalón, junto con los bóxers
Acerco su boca al miembro del Uchiha, y lo empezó a lamer tímidamente. Sasuke, al darse cuenta de esto, agarro fuertemente los cabellos dorados y metió todo su miembro a la boca del rubio. El último, sorprendido por la acción del otro, lo empezó a meter y sacar el miembro de su boca. Hasta que un espeso liquido blanco llegó a su boca, se separo y levanto la vista mirando al pelinegro
-Levántate y apóyate en la mesa – ordenó Sasuke, y Naruto, sin rechistar, hizo lo que le dijo
El pelinegro lamio tres de sus dedos y los deslizo, bajando de su espalda, hasta la entrada del rubio. Introdujo lentamente un dedo, escuchando un gemido de sorpresa del otro. Lo movió, hasta que se acostumbrara y metió otro, hizo círculos, los saco y los volvió a meter. Hasta que introdujo el tercer y último dedo, Naruto movía inconscientemente las caderas, buscando mas contacto
Sasuke, saco los dedos y escucho un bufido molesto de parte del otro, y sonrió. Con una de sus manos agarro su miembro y lo dirigió hacia la entrada del rubio. Respiro y lo introdujo de una sola vez, y se tenso por lo estrecho que era Naruto. En cambio, el ojiazul, soltó un gemido adolorido y trato de acostumbrarse a la intromisión del otro. Se relajo y se movió un poco, avisando al pelinegro que continuara
El moreno, se aferro a las caderas del rubio y empezó un vaivén lento, tratando de no lastimarlo mucho. Se desespero un poco y empezó a subir de tono. Los gemidos y jadeos no se hicieron esperar por parte de ambos. Fue cuando los dos perdieron la poca cordura que tenían, Sasuke empezó a penetrarlo un poco salvaje, y Naruto gemía descontroladamente por el placer que recibía.
El rubio, no resistió más y con un grito llamando a Sasuke, se vino. Mientras que el pelinegro, empezaba a sentir unas contracciones en el interior de Naruto, que lo apretaba deliciosamente, y sin poder evitarlo, lleno el interior y salió de él.
Los dos trataban de regularizar su respiración, y empezaron a vestirse lentamente
-Me tengo que ir – avisó el rubio, pero una mano lo detuvo
-Debes de estar muy cansado, quédate a dormir aquí – contestó, apretando un poco el agarre y caminando hacia su habitación
-Bien – y sonrió, jamás se imagino que sus sentimientos fueran correspondidos
Entraron a la habitación y se acostaron de frente, viéndose fijamente
-¿Me quieres? – preguntó el rubio, mientras tenía un brillo en sus ojos
-Te quiero – contestó el pelinegro, sonriendo levemente, a lo que sorprendió al rubio. El siempre había visto todos los gestos de Sasuke. Sin poder evitarlo, sonrió como nunca lo había hecho, porque esa sonrisa, solo era para él e iba dirigida solo para el
-Yo también… Y mucho – dicho esto, se abrazo al contrario, embriagándose por el calor que desprendía el Uchiha. El último, al ver el gesto del rubio, sonrió un poco más y lo apretó contra sí.
Fin ^^