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¡Cirque Moon Light! por AkasunaNoSayuri

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CAPITULO 1

AKASUNA NO SASORI

JUEVES 06:24 am

_…Demonios…-comentaba aun en su cama un pelirrojo.

Con un poco de pereza se levanto colocándose sus pantuflas y estirándose un poco, el sol apenas entraba por su ventana y aun estando dentro de su casa se notaba el caluroso día que tendría hoy. Corrió las cortinas para visualizar un poco mejor la salida del sol dado que era una de las cosas que más le encantaban, cerro sus ojos mientras lentamente el sol iluminaba su rostro y al recordar que la pila de contratos en su oficina no se realizarían solos, se dirigió con paso rápido al baño.

Dejo en la puerta sus pantuflas y cogió un toallón antes de entrar.

Se despojo de su pijama, el cual constituía de una fina camiseta negra mangas cortas y un pantalón holgado largo del mismo color. Se quito sus bóxers y abrió la llave del agua para comprobar la calidez de esta, al estar seguro se metió dejando que la tibiez del agua recorriese un par de minutos todo su cuerpo.

Abrió el champo vertiendo un poco sobre su mano y dirigiéndolo luego hacia sus rojos cabellos, los cuales se movían al compas de sus finos dedos produciendo cada vez mas espuma, esta bajaba danzante por su cuello para luego dirigirse hacia su torso y espalda provocando un cálido cosquilleo al recorrer su cuerpo.

Las cálidas gotas de agua viajaban danzantes desde su nuca hacia sus piernas y luego se dirigían en una larga travesía hacia el húmedo suelo junto con las demás, arrastrando con ellas también todo resto de espuma y jabón.

Luego de esa reconfortante ducha, cerró la llave y rápidamente coloco su toallón en su cintura y con una pequeña toalla seco su cabello. Se dirigió descalzo hacia su habitación mientras dejaba un pequeño rastro de agua tras él, se quito el toallón y dejando la toalla en una silla de ahí, cogió unos bóxers limpios y el traje que usaría hoy en su trabajo.

Algo que lo caracterizaba y mucho era eso, su trabajo.

Él era el vicepresidente de la mundialmente famosa empresa Akatsuki, Akasuna no Sasori. Era un hombre pelirrojo de unos 35 años, ojos color miel, alto, delgado y en forma debido a la atareada vida que llevaba. Además de su estado laboral, se lo solía caracterizar por su seriedad y desempeño en  cualquier meta que se propusiese; aunque la causa por la que mas hablasen de él era el haber conseguido su ingreso en esa compañía sin la necesidad de ser millonario o de haber heredado algún puesto; mejor dicho, había conseguido entrar sin privilegios y todo por sí solo.

¿A que me refiero?

A que a pesar de todos los tropiezos que había tenido en su vida, el había conseguido levantarse, y por mas problemas que había tenido a lo largo de los años se había podido recuperar…

La madre de Sasori había muerto al darle a luz y su padre la siguió suicidándose dos meses después, quedando así con la única familia que le quedaba, su abuela Chiyo. Ella lo cuido como si fuera su hijo, le daba todo el amor del mundo, pero el siempre se había sentido solo, incluso hasta hoy sentía un pequeño vacio en su pecho. Su abuela hizo que tomara los mejores estudios para asegurar su futuro, ya que ella sabía que le quedaba poco tiempo y no estaría presente mucho más en la vida de su nieto.

 Sasori era alguien sumamente serio al igual de lo que fue siempre, no le interesaba nada más que los estudios y su adorada abuela. Aunque un verano en el cual seguía en la Universidad de Konoha, recibió la terrible noticia de que la única persona que lo quería, se había ido, dejándolo solo nuevamente.

A los 30, ingresó a la empresa siendo el objeto de habla de todos ya que nadie ingresaba allí a menos que fuese millonario o que tuviese un parentesco con los integrantes de la compañía, pero él no tenía familiar alguno y era alguien humilde.

Pues, preguntaran ¿Y cómo fue que ingreso?

La empresa Akatsuki era reconocida mundialmente al haber creado nuevas y mejores computadoras, realizando nuevos y perfeccionados programas, generando así demandas desde todas partes del mundo y llenándose de dinero.

Todo había comenzado por la creación de una computadora la cual se podría decir que tenia “cerebro propio”, realizando múltiples acciones respondiendo solamente a la voz de su dueño. Su creador había sido el joven Uchiha Madara a sus 20 años, dando así inicio a la empresa. Él era el actual dueño y presidente de esta y solo dejo que ingresaran los creadores de cosas innovadoras, que vendieran y que los hiciese más fuerte ante las competencias.

A lo largo de los años, ya eran invencibles, pero el Uchiha tenía un problema: los hackers y sus malditos virus.

Siendo computadoras inteligentes  y teniendo programas casi perfectos, aun le faltaba terminar con los virus y allí sí podrían llamarse perfectos completamente. Viajando por todo Japón, había oído sobre un hombre de unos 30, el cual podía crear lo que le propusiesen ya que su inteligencia era algo envidiable; se dirigió a Konoha que era donde este habitaba actualmente y al encontrarle le propuso el trabajar para él. Madara había quedado impresionado debido al gran potencial del pelirrojo, lo incluyo a la empresa para ponerlo a prueba y al cabo de unos meses quedo satisfecho de haberlo contratado ya que había logrado concretar el programa, el cual impedía la entrada de cualquier virus y era imposible hackearlo. Allí fue cuando Sasori ingreso definitivamente, realizando más proyectos y llegando así al puesto de vicepresidente al cabo de dos años.

Su vida había dado un giro inesperado, ahora era un millonario vicepresidente de una importante empresa tecnológica. De no ser notado por nadie, a ser aclamado por todos, ganando amigos, rivales y demás.  Las mujeres lo seguían como moscas al azúcar, el era alguien bello, pero la mayoría solo veía su dinero. Sasori nunca acepto ninguna, prefería volverse loco de la soledad antes de eso. El ojimiel nunca se había enamorado y prefería no hacerlo, para él era una pérdida de tiempo. Y en cuanto a amistad, había muchos que se hacían llamar sus amigos pero solo estaban por interés.

JUEVES 07:48 am

En su oficina solo se oía el ruido de las teclas de su computadora… estaba finalizando el informe de unas empresas celulares con las cuales negociarían para obtener más ganancias. El no estaba muy informado sobre eso ya que Madara prefería negociarlo personalmente, sin la intromisión de segundos, aunque se tratara del vicepresidente de la empresa. Lo único que sabía era que les solía llamar “peces godos”, con lo cual estaba seguro que se trataba de mafiosos que, a pesar de que hacían su trabajo perfecto y a tiempo, era muy malo y podrían llevarlos a la quiebra fácilmente ya que era obvio que todo sería ilegal y si esto se descubría, era sabido lo que sucedería.

Madara luego de su triunfo en la tecnología se había vuelto alguien obsesivo al cual era mejor tenerlo de amigo que de enemigo. Se había vuelto alguien sanguinario, si alguien se atrevía a cruzarse en su camino era capaz de hasta matarlo, aunque no le gustaba “ensuciarse las manos”, si saben a lo que me refiero… Tenía a sus propios matones.

07:56 am

_Listo-pronuncio para sí mismo viendo su perfecto trabajo terminado. Se levanto de su silla dirigiéndose a la oficina de Madara para entregárselo.

08:00 am

_Perfecto, y a tiempo como siempre. Me impresionas Sasori, espero nunca cambies y sigas siendo tan eficiente.

_Arigato, Madara-sama-pronunciaba mientras una media sonrisa orgullosa afloraba en su rostro-ahora me retirare al despacho de Kakuzu-san para obtener el informe de los gastos de este mes. Si me necesitas, allí estaré. Sayonara.- dijo para luego retirarse.

12:28 am

Toda la mañana trabajando en tantos malditos informes. Estaba cansado, necesitaba paz…

_ ¡Waaaaa, Kakuzu-san! ¡¡¡Devuélvale su panecillo a Tobi!!!-…y obviamente no la obtendría.

Tobi era el más joven e infantil. Realmente Sasori nunca entendió que hacia allí, pero al enterarse de que sería el futuro heredero de la empresa al ser sobrino de Madara, lo entendió ¿Pero a quien en su sano juicio se le ocurriría darle el poder de una famosa, importantísima e invencible asociación tecnológica a alguien que quería convertirla en una juguetería que vendiera a su vez dulces? El pelirrojo esperaba que no fuese así y que madurara, aunque sonase imposible lo que estaba pidiendo.

_Konichiwa-mencionaba mientras apartaba una silla para sentarse junto a su grupo.

_Kofnigchigua Safsoggi-sanf!!!-decía Tobi con todo su panecillo metido en su boca

_ ¡Tobi! ¡No hables con la boca llena!-lo retaba Konan

Konan era la única mujer en el grupo, la cual junto con Tobi en todo momento presentaba una gran sonrisa en su rostro. Su cabello era un poco largo pero no pasaba de sus hombros, de un brillante color azul, y siempre llevaba un prendedor con una flor blanca en el. Tenía un carácter alegre y era la que siempre organizaba las salidas junto con el “buen chico” para que todos lograran despejarse aunque sea un poco del ambiente laboral, y aunque se negaban al principio, siempre terminaban yendo. Ella era alguien muy enamoradiza produciendo que siempre resultara herida emocionalmente debido a que la mayoría de las veces la usaban por solo una noche o estando con ella solo por su dinero.

_ ¡Tobi ser buen chico!-decía tragando todo de una sola vez

_Come bien. Si te ahogas, la empresa no pagara ni un centavo, sería un gran gasto para todos-decía Kakuzu

Kakuzu era el tesorero de Akatsuki. Su piel era morena, era alguien muy fuerte, tacaño y obsesionado con el dinero, pero con dignidad. Tenía el cabello castaño y desbaratado, y en invierno siempre usaba una bufanda blanca que cubría casi todo su rostro, dejando a la vista solo sus verdes ojos. Era alguien serio como Sasori, pero había momentos en que el dinero podía más que el, dejando así a la vista de todos que a pesar de su grotesca apariencia, en el fondo seguía siendo un niño. Algo característico de él era que tenía cicatrices de costuras a los costados de su boca debido a un accidente de niño, del cual sobrevivió de milagro y del cual no le gustaba hablar.

_ ¡Oigan, escuchen! ¡Tenemos que organizar la salida del fin de semana!-gritaba Konan golpeando su vaso con una cuchara

_¡¡Tobi ser buen chico!! ¡¡Tobi tener una idea!!

_Si, si. Deja de saltar sobre la silla y dila de una buena vez-decía Sasori cansado y aturdido por tanto griterío-Kuso…

_¡¡¡HUUUUU!!! ¡Sasori-san ser un mal educado!

_ ¡Ya cállate y habla!-gritaba también levantándose de su silla, pero al ver como todos lo observaban, recapacito-Gomen, dilo Tobi.

_¡¡Tobi ver esto por las calles y Tobi querer ir!! ¡¡Estarán solo dos veces y partirán!!

_ Estás loco… yo no iré a ningún mugroso circo. Prefiero descansar-decía el pelirrojo entrecerrando los ojos

_Pero no es cualquier circo…-decía Konan arrebatándole el papel de las manos a Tobi-¡ES EL CIRCO LUZ DE LUNA!-gritaba emocionada dando pequeños saltitos en su lugar

_ Estás loca si piensas que gastare MI preciado dinero en un circo. No iremos y punto-decía Kakuzu cruzándose de brazos.

_¡¡¡ONEGAI!!!-gritaban al unísono el buen chico junto a la peliazul

_ ¡Que no!-decía Sasori golpeando la mesa perdiendo toda su poca paciencia nuevamente

_P-pero Tobi q-querer ir…-sollozaba por lo bajo con enormes (y falsos) lagrimones en sus ojos

_ ¡Mira que cruel eres! ¡¡Lo hiciste llorar!!-sollozaba también Konan abrazando al INFANTIL pelinegro-no te preocupes… nosotros si iremos al Circo Luz De Luna…

_Maldición… está bien… ¡está bien! Iremos al mugroso circo pero solo iremos una vez y con algunas condiciones-comentaba Sasori recuperando su compostura-en primer lugar, no quiero tener que aguantarte Tobi así que o te comportas o no vamos

_ ¡Sí, señor!

_ Ahhhh. En segundo, tampoco quiero tener que soportarte a ti, Konan, así que guárdate tus comentarios y/o lloriqueos para ti.

_Amargado…

_Te oí… Y en tercero, iremos si solamente vamos todos, así que…

_Yo iré si pagan mi entrada…

_Maldición Kakuzu. Estoy hablando en serio…

_Ahhhh, está bien pero solo iremos a ver. No compraremos ni palomitas ni bebidas ni nada. ¿Oyeron?

_¡¡¡Pero Tobi querer palomitaaaas!!!

_ ¡Tranquilo Tobi, yo comprare lo que me pidas!

_¡¡Gracias Konan-san!!

_ ¿Y tú qué dices Itachi?-decía Sasori a punto de arrepentirse de la apurada y tonta decisión que había tomado

Itachi era su mano derecha. Era el más serio de todos, siempre tenía una expresión neutra en su rostro y nunca mostraba ninguna emoción, ningún sentimiento, ni siquiera alguna débil sonrisa orgullosa como las que mostraba Sasori al ver su trabajo perfectamente hecho. Sin embargo cuando se enfurecía, era capaz de matar a alguien tan solo con una mirada. Era de piel blanca, cabello azabache largo y lacio, el cual siempre llevaba atado en una coleta baja, aunque algunos mechones quedaban liberados adornando los costados de su rostro y su frente. Mucho no le gustaba su trabajo y menos teniendo de jefe a su tío Madara, pero su única razón de estar ahí era su hermano. Sus padres habían muerto en un accidente automovilístico mientras él se encontraba estudiando en la universidad, e inmediatamente recibió esa terrible noticia, viajo de Konoha a Tokio, donde le comunicaron al llegar que su hermano Uchiha Sasuke había sobrevivido, pero que se encontraba en estado de coma. Los únicos familiares que le quedaban era su tío Uchiha Madara y Tobi, su primo, el cual también había tenido la desgracia de que sus padres murieran en un accidente parecido. Ya hacían seis largos años y su otouto todavía no despertaba, por lo cual él trabajaba incansablemente para que cuando el despertase, pudiera tener todos los gustos que él quisiera.

_...a mí me da igual…

_Ok. Mañana todos haremos horas extras para no tener trabajo que hacer el sábado y poder ir al maldito circo en paz. Y hagan bien su maldito trabajo porque al más mínimo error nos quedaremos aquí, ¿escucharon?

_¡¡¡SIII!!!-decían ignorando los insultos y felices, ante todo.

14:07 pm

Ya hacia una hora que el almuerzo había terminado y había vuelto a su oficina para arreglar la fecha de algunos futuros vuelos al extranjero para la semana entrante. Estaba acompañado de Itachi el cual lo ayudaba a organizar los horarios para poder llegar puntual a todos lados sin ningún tipo de retrasos. El azabache rara vez dirigía la palabra a alguien pero con ellos, sus únicos amigos, si lo hacía (aunque fuesen dos o tres palabras). Al igual de lo que le sucedía a él, el Uchiha tenía tantas admiradoras que no entrarían todas juntas en el edificio, aunque este contara con varios pisos, oficinas espaciosas y una gran cafetería.  El tampoco había aceptado nunca a ninguna, con la diferencia de que Sasori las sacaba a patadas con palabras no muy dignas de él mientras que Itachi les decía que no respetuosamente y si estas aun no se iban, les inventaba alguna excusa como el estar ocupado o apurado y ahí se retiraban a esperarlo aunque recibieran más negativas y más excusas.

_ ¿Realmente iras al circo o solo lo dijiste para calmar a todos un poco?-preguntaba el azabache sin quitar la vista a unos contratos que estaba firmando.

_Tu sabes que cuando es con Konan eso no me sirve-decía también concentrado leyendo algún que otro contrato

_Mmm… Entonces… ¿iras?

_No tengo ni la más mínima gana de ir a perder mi tiempo en un circo. Para payaso ya tenemos a Tobi. Pero yo y mi gran bocota ya dijimos que si así que tendré que ir aunque no quiera.-

_Haaa-

_Aunque si tú no quieres ir solo dime y no iremos- decía ahora mirando atento al azabache esperando que este dijera no. Al ser el gran Itachi-no-me-mires-ni-me-hables-porque-te-mato-Uchiha, nadie discutiría su decisión y así se salvaría de tener que ir a ese maldito circo.

_Como ya dije, a mi me da igual. Si ellos quieren ir pues vallamos. Es solo un circo Sasori, será por solo una noche.

_Si, si, si…-decía volviendo a su trabajo

 ¿Reamente el gran y serio Akasuna no Sasori iría a un circo por petición de Tobi? Aunque también fue petición de Konan y si no se hacia lo que ella quería, podía transformarse de una alegre y simpática mujer a una loca sedienta de sangre dispuesta a matar a todos. Pero si, iría. No solo para no tener que aguantar los insultos de algunos de sus amigos, sino porque se lo debía a su amiga ya que los que decidían las salidas eran el o Kakuzu, y muy rara vez Itachi. Así que por esta vez Y SOLO POR ESTA VEZ irían a donde Tobi y Konan quisieran.

Pero aun así… ¿un circo? No se imaginaba a él en un lugar así riendo por los payasos o impresionado por los malabaristas, aunque según había escuchado de la peliazul, no era cualquier circo, era el Circo Luz De Luna, el mejor de todos. Siempre hacían giras por todo el mundo dando a relucir a los grandes artistas que albergaban. "Eso no es arte" pensó para sus adentros.

Pero había algo de ese afiche de circo que le había llamado la atención…

_"¿El Zafiro Azul?"-repitió lo que leía del afiche-"El gran artista mostrando su perfección en el Palaverismo*"… Puro y puro blah, blah, blah. ¿Si es tan gran artista como dicen que hace en un circo? Ja, eso sí que quiero verlo con mis propios ojos- decía para luego aventar ese papel a un cesto de basura cercano de ahí.

19:36 pm

¿Estaba alucinando o cada vez crecía más la pila de contratos por firmar? Por cada uno que firmaba, se agregaban 10 más de la nada. Pero REALMENTE veía crecer el papelerío en vez de verlo bajar, ¿se estaría volviendo loco?

_Mejor los contare-se dijo a sí mismo en voz alta-solo me quedan 31 contratos…

Firmo uno, dos, tres, cinco, siete…

_Los volveré a contar. Ahora quedan… ¿¡48!? ¡PERO SI QUEDABAN MENOS!... Debo haber contado mal, kuso… así no llegare a tiempo…

Firmo otros tres, luego cuatro…

_ ¿Y este de quién es? A ver… "este contrato permite al señor  X. Fulanito a sacar dinero de la empresa a su atojo, ya sea para dulces, juguetes o lo que él quiera, porque él es un buen chico…"-paro de leer para girar su cabeza y se encontró con el maldito que le estaba haciendo firmar contratos falsos y cada vez agregaba mas… sabia que él no estaba loco…

_¡¡MALDICION TOBI, LARGATE DE MI OFICINA SI NO QUIERES TERMINAR CON TUS MALDITOS JUGUETES  METIDOS EN TU…!!

_ ¡WAAAAA! ¡Sasori-san querer matar a Tobiii! ¡No me mate, era una broma!-grito mientras corría el pelinegro.

_Maldito… tan solo tengo que firmar siete-dijo volviéndose a sentar-debo prestar más atención.

20:03 pm

_Sasori-san-se sintió del otro lado de la puerta

_Pase-respondió mientras guardaba algunos papeles en su maletín

_Oh Sasori-san hoy se ve hermoso con ese traje…

_Que deseas Orochimaru. Estoy apurado-respondió algo molesto por haberlo dejado pasar, "porque no pregunte quien era primero…" se reprochaba internamente.

Orochimaru trabajaba con ellos pero no se llevaba bien con ninguno. El era alguien ambicioso, obsesionado por el poder y un maniático pervertido. Lo odiaba, desde que había entrado a la empresa no había dejado de acosarlo, había veces que hasta a su casa lo seguía.

Habían sido compañeros el primer tiempo pero por muchas que fueron las indecorosas peticiones del otro, nunca fueron más que eso, ni siquiera amigos, si hasta eran compañeros por obligación. Orochimaru era alguien mayor que él, como de la edad de Madara; tenia cabello negro, lacio y largo hasta su cintura. Su apodo de serpiente hacía alusión a sus dorados y afilados ojos y a su piel sumamente pálida, siempre mostraba una vil sonrisa con la que controlaba casi todo. El tenia gran influencia en Madara, de hecho el le había presentado gran cantidad de mafiosos al Uchiha. Pero su socarrona sonrisa desaparecía al darse cuenta que nunca tendría a Sasori como algo más que un amigo…

_Mmm… ¿estamos de mal humor o me parece?-dijo acercándose lentamente a su escritorio para luego apoyar sus manos sobre este.

_Dije que estoy apurado, no jodas Orochimaru, que quieres-respondió de mala gana parándose de su banco mientras tomaba su portafolio dispuesto a irse.

_A ti, te quiero a ti…-decía mientras relamía sus labios.

El pelilargo rodeo el banco para arrinconar a Sasori contra la pared poniendo sus brazos al costado de este para que no escapase y acercándose le susurro al oído:

_Te quiero a ti y tú lo sabes bien, y sé que tarde o temprano caerás en mis redes…-

_Me repugnas… maldito…-dijo tratando de alejarse del pelilargo, pero el agarre que este ahora tenía en sus hombros se lo hacía imposible.

09:04 pm

*En otra oficina*

_Kuso… ¿Por qué se tardara Sasori si nunca pero NUNCA en su vida se tardo en nada? Bueno, aun tiene tiempo de llegar por los informes, pero él siempre llega con 10 minutos de adelanto… Mejor iré a buscarlo, el tiempo es oro, MI oro…

*Oficina del Sasori*

_ ¡Que me sueltes, imbécil!-gritaba con toda su garganta

_Ahora si serás mío, por las buenas o por las malas…-susurraba sobre Sasori apretándolo más contra la pared-Al fin disfrutare de tan preciado manjar, kukukuku…

_ ¡Hey, Sasori! ¡Donde diablos te metiste!-se oía el eco de una gruesa voz por los pasillos

_Grrrr… Siempre tan inoportunos… pero no te preocupes, pronto te hare tocar el cielo con las manos, mi Saso…-

_Cállate… ¡Y déjame en paz!-gritaba totalmente enfadado propinándole una golpiza sobre su estomago-lárgate si no quieres terminar en la calle-pronuncio arreglándose su saco mientras se escuchaba a alguien golpear la puerta

_Esto te terminara doliendo más a ti que a mí… Sayonara…-respondió abriendo la puerta-Konbawa Kakuzu-san

_Konbawa Orochimaru-san.-observo a Sasori-hey, terminaras echando humo. ¿Qué te sucede? ¿Por qué el enfado?

_Ahhhh, nada, nada. Por favor vámonos cuanto antes, necesito descansar-decía cerrando la puerta tras de sí-¿Los demás ya se fueron?

_Si, terminaron temprano y partieron. Están haciendo todos los informes acumulados para poder tener libre el sábado

_Cierto… El circo…-decía golpeándose la frente-mañana acomodare los horarios para tener tiempo a todo y que no nos surja nada. Recuérdame nunca jamás en mi vida hacer caso a las ocurrencias de Tobi y Konan por favor.

_Ju, está bien. La próxima te coseré la boca-respondía entrando al ascensor

22:31 am

_Al fin…-decía recostado sobre su cama-paz…

Entrecerró sus ojos con su pijama ya puesto y cayó en un profundo sueño. Estaba agotado, realmente cualquier otro que ocupara su lugar, no soportaría y terminaría explotando. Pero al fin se encontraba tranquilo, en su casa, descansando y si no fuese por el maldito circo y por su siempre perfecta e indestructible moral, daría parte de enfermo y faltaría a su trabajo solo por unos minutitos más en su tan preciada habitación, acostado, leyendo o simplemente haciendo una que otra marioneta. Si, aunque fuese increíble su mayor pasión (aparte de la lectura, claro está) era la de realizar marionetas. La primera que hizo fue a sus cinco años, ya que a su preciada abuela le encantaban y le enseño a su nieto "el arte" de la eternidad…

Viejos tiempos…

Pero Sasori no sabía todavía el gran vuelco que daría su vida, poniendo todo su mundo de cabeza. Pero estos cambios… ¿serán para bien o para mal? ¿Aceptara los cambios y se adaptara o preferirá seguir con su solitaria vida? Esperemos que no desaproveche su última oportunidad para no estar solo por el resto de su vida y se dé cuenta que la perfección también tiene sus defectos…

Notas finales:

Espero les halla gustado y cualquier duda o critica no duden en hacermelo saber.

Sayonara!!


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