El ruido de un coche derrapar, el griterío de la gente alrededor en la calle, en las aceras, sombras difusas se acercaban a mi, preguntándome cosas que no llegaba a escuchar, mis ojos se cerraban solos… Alce la mano, con mucho esfuerzo, agarrando la mano suave de la persona que trataba de mantenerme con los ojos abiertos.. ‘’Lo siento, pero no aguanto mas…’’Pensé, y sin darme cuenta, mis ojos se cerraron, y la oscuridad me rodeó dejándome sumido en el mas absoluto de los silencios.
Pero tras mucho tiempo en la oscuridad, algo que me pareció una eternidad, note una suave brisa sobre mi mejilla, cerré los ojos por un momento, y al abrirlos, una luz molesta golpeó mis ojos, haciendo que no pudiera evitar parpadear… El sonido frío de una maquina que marcaba mis constantes vitales resonaba con fuerza en mis oídos mientras alguien tomaba mi mano con fuerza, mirándome fijamente….
-Por fin.. Por fin despertaste –Miré al muchacho a los ojos, tenia el pelo rubio, totalmente liso, y unos ojos marrones intensos.
Me incorpore un poco con su ayuda, y miré a mi alrededor mientras el médico que acababa de entrar comenzó a examinarme. No podía recordar nada… Comencé a mover poco a poco los dedos de las manos, que los tenía algo adormecidos bajo la atenta mirada del rubio.. Giré el rostro y le mire fijamente, casi sin expresión en mi rostro
-¿Quien eres?¿que.. ha pasado? –Murmure con la garganta totalmente seca y áspera, necesitaba un poco de agua, que enseguida, el muchacho me dio en una botella.
Algo torpe la abrí y bebí un poco sin dejar de mirarle de reojo
-No sabes quien soy? Venga ya.. Takanori no bromees con esas cosas – dijo el rubio mostrando una leve sonrisa.
Parecía estar preocupado, intente hacer memoria entrecerrando los ojos, mirándole fijamente, tratando de buscar algo en mi mente que me hiciese recordarle…
-No.. yo no te conozco – dije con un tono seco, mirándole.
-Takanori…- el rubio me miró con tristeza y me acarició la mejilla, pero yo, desconfiado, me aparte de el de inmediato- Taka… ruki soy yo reita…
Seguí mirándole, algo confuso amarrándome un poco a las sabanas justo cuando otros dos muchachos, uno con el pelo marrón y el otro con el pelo totalmente negro entraron en mi cuarto,. El rubio, Reita, se acercó enseguida a ellos, mientras yo fijaba la mirada en ellos.
-Reita, ¿ocurre algo? No tienes buena cara –Dijo el chico moreno cogiendo la mano de reita por un momento.
-Ruki.. no recuerda nada Uruha… -La voz le temblaba, estaba un poco lejos, pero se le notaba perfectamente…Uruha y el peli negro se miraron, y acto seguido , Uruha se fue con el rubio fuera de la habitación, al cual se le veía muy afectado.
Por otro lado, el chico de pelo negro se sentó en uno de los sillones, mirándome fijamente mientras mantenía los dedos se sus manos enlazados, apoyando los codos en la rodillas.
Yo le mantuve la mirada, pero ciertamente, me daba algo de miedo, y no pude evitar hacer un puchero, amarrándome aun mas a las sabanas.
El chico, al verme de aquella forma, cambio por completo la expresión de su rostro, y se levantó para sentarse a un lado de mi cama
-De verdad no recuerdas nada de nada ruki? – dijo el muchacho tomando una de mis manos levemente. Yo negué con la cabeza enseguida.- Bueno.. Yo soy shiroyama Yuu o como me llamabas antes… aoi
Le miré, alo mas relajado, tratando de recordarle, pero en vano.. Suspiré algo agobiado y agarre su mano por inercia
-Tuviste un accidente – Murmuró el joven, acariciando suavemente mi mano- Ibas en tu moto cuando un todoterreno se te echó encima… no te fuerces mucho, según el medico, no tienes nada dañado.. y solo necesitas tiempo – Le miré, y el sonreía, no pude evitarlo, y me abracé a el con fuerza, suspirando, necesitaba encontrar algo para poder recordar quien soy, y quienes eran aquellas personas que trataban de ayudarme…
Poco después, entraron de nueva Uruha y Reita, el cual iba con la cabeza gacha , le mire algo preocupado, pensando que estaría así por mi culpa…
-Ne , Aoi, el medico dice que podemos llevarle a casa pero que no le dejemos solo – Dijo Uruha con una amplia sonrisa mientras se acercaba a nosotros junto con reita, que mantenía silencio
-He iguana, no piensas decir nada? –dijo Aoi alzando una ceja, mirando al rubio el cual le lanzó una mala mirada. Aoi dejó escapar un suspiro y me miro, con una leve sonrisa.-Venga cachorro, te llevaremos a casa
Aoi me ayudó a levantarme y me puse ropa limpia que ellos me trajeron .Me cambié con algo de ayuda y nos fuimos todos en un coche negro. Reita conducía, en el copiloto estaba aoi, y Uruha estaba sentado atrás, conmigo, acariciándome suavemente los brazos con mucho mimo lo cual me relajaba y me reconfortaba , al fin y al cabo, no sabia ni quiera, y ellos me estaban ayudando mucho…
Tras una media hora o así, llegamos a unos apartamentos, y todos bajamos del coche. Uruha me mantenía agarrado de la mano mientras subíamos las escaleras hasta el segundo piso donde estaba la casa. Reita abrió la puerta y entró yéndose directamente por el pasillo y encerrándose en un cuarto. Aoi bufó molesto, seguramente que por la actitud del rubio, mientras Uruha me invitaba a pasar y me quedé mirando las fotos que había encima del mueble del pasillo . Habían muchas, de aoi con Uruha, de todos juntos, y un par del chico rubio y de mi, nosotros siempre salíamos abrazados, sonriendo felices.. Fruncí el ceño mirando la foto, tratando de averiguar el porque de esas sonrisas, y Aoi posó la mano sobre mi hombro.
-Deja eso anda, no te debes forzar mucho, y con lo de hoy ya es suficiente –suavemente me quito la foto y la dejo en su sitio antes de que me llevase a la cocina comedor junto con Uruha- Quédate aquí y come algo, yo iré a hablar con la iguana –dijo antes de salir de la sala y dirigirse donde reita.
Yo me puse detrás de Uruha, el cual me estaba preparando unas tostadas con mermelada mientras yo le cogia de la camiseta con una mano, cual niño pequeño mirándole. El me miró de reojo y me dedico una bonita sonrisa antes de darme un plato repleto de tostadas y un vaso de cola Cao. Me senté en la mesa y me quedé mirando la comida antes de mirarle luego a Uruha
-Esto.. es todo para mi?-dije casi en un murmuro mirándole.
-Claro nuestro cachorro acaba de salir del hospital necesita comer bien – Uruha sonrió y se sentó frente a mi tomándose una taza de café- Venga a que esperas? Come un poco
-S-si… voy… -mire la comida y me relamí antes de comenzar a devorar todo lo que había en el plato. Realmente tenia mucha hambre, parecía que llevase sin comer días y días, mire a Uruha por un momento, con la cara algo manchada de mermelada y los mofletes hinchados, lo cual a Uruha le debió parecer gracioso ya que dejó escapar una pequeña risita antes de limpiarme un poco.
-Esto esta muy rico Uruha – dije tras tragarme lo que tenia en la boca antes de dar un trago al cola Cao.
-Me alegra que te guste –dijo sin perder la sonrisa y se levanto de su asiento dando un suave beso en la mejilla lo que me hizo sonrojar- Bienvenido a casa cachorro