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"Estoy aca porque..." por RugbierGirl

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Notas del capitulo:

Esta es la respuesta al desafío de pretty 

Ojala te guste ^^

 

 

Yugioh no me pertenece... AUN (?)

Siempre hay cosas de las que uno se arrepiente en su vida ¿no? Bueno, yo también me arrepiento de muchas cosas, excepto del porque estoy en la cárcel.

 ¿Raro no?

 

-Che… -me dice el hombre a mi lado- ¿Qué hiciste?

 

Pregunta muy buena la verdad. Desde que conocí a ese pendejo que no dejo de hacer ilegalidades.

 

-Es una historia algo larga.

 

-No importa, de todos modos, no tengo ningún lugar a donde ir en este momento- me contesta, me rio.

 

-Bueno… si te cuento que hice tengo que empezar desde el inicio- le advierto.

 

-Como toda buena historia- me dice mirándome fijamente como un nene al cual su papá le cuenta un cuento de lo más fantástico.

 

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Todo empezó hace unos 9 meses cuando aun era profesor del instituto. Profesor de educación física. Durante más de 7 años que enseñe en el mismo instituto, era un buen trabajo, por desgracia no puedo volver a la docencia.

 

La cosa era que mi trabajo era bastante tranquilo, hasta que llego él. Un chico de fácil una cabeza y media mas bajo que yo, pelo castaño, ojos increíblemente azules… Un duro dolor de cabeza.

Heredero de una fortuna multimillonaria, prepotente, orgulloso y sagaz, una combinación horrible para cualquier educador.

Ese chico era dueño del mundo. Ya a sus 17 años dirigía una compañía, Jah… y por mi mala suerte yo me fui a meter con él.

 

-Kaiba, ¿se puede saber por qué no estas corriendo?- le dije tratando de no sonar muy autoritario

 

-Porque no se me da la regalada gana Wheeler

 

-¿Wheeler? Sr. Wheeler para ti mocoso… Y ponte a correr, o te pongo un menos en tu historial- le amenacé

 

-No quiere meterse con migo Sr. Wheeler- se levanto pronunciando el Señor como burla- ¿Sabe quien soy cierto? Entonces no sea estupido y deje de molestarme.

 

Se dio vuelta sin mirarme. Sin que se diera cuenta tome mi silbato y lo soné muy cerca de su oído, haciendo que se asuste y cayera al piso.

 

-Se quien eres, mocoso- le dije mirándolo de aun mas arriba- eres un estudiante llamado Seto Kaiba. No eres más que eso para mí. Así que… ponte a correr- y volviéndome a mis otros estudiantes, los cuales reían del chico aun en el piso escucho casi como un silbido. – ¡Chicos ustedes también sigan corriendo que ninguno termino las vueltas!

 

-Me las pagará Wheeler.

 

Se levanto con pocas ganas y comenzó a correr. Era un corredor bastante mediocre debo admitir. Pero no deje de mirarlo en toda la clase.

 

La campana sonó y tratando de olvidar la pequeña amenaza me metí en la sala de maestros. En eso vi a mi colega, Mai Valentine, tomando un café y extendiéndome mi taza.

 

-Y… ¿Cómo te fue con los chicos?-preguntó con cierto aire de curiosidad.

 

-Bien, como siempre. Esos chicos son mi orgullo. Estoy más que seguro que este año en atletismo pasamos a las regionales.

 

-Eso lo se. A lo que iba mi pregunta… ¿Cómo te fue con el nuevo?- Maliciosa. Me conoce lo suficiente como para saber que ese chico no me caía bien.

 

-Ah… Kaiba, bueno como decirlo… En deportes es un fracaso, me dijo estupido y luego me amenazó… dos veces.

 

-No te metas en esos juegos Joey, ese pibe es bastante jodido, si entendes lo que te digo.-me Mira como intentando que la entienda…

 

-No… no entiendo

 

-Ese chico hizo llorar a la pobre de Tea… lo que quiero decir es… no te metas con él, tienes el temperamento bastante corto

 

-Si… puede que tengas razón… trataré de no meterme con ese mocoso. –termine mi café antes de que sonara la campana de la nueva hora…

 

//////////////

No era raro que me llamaran porque algún alumno mio se agarrara a los golpes. Pero esta vez casi se me sale la quijada de la cara cuando veo quien estaba en el asiento del director.

 

-Siéntate Joey -Me dice con familiar tranquilidad el director. Un hombre algo mayor que yo, cabello muy largo y plateado.

 

- Pegasus… no entiendo. Pensé que uno de mis alumnos de la tutoría se había metido en problemas... pero… -me interrumpe

 

-Lo se, lo se… El joven Kaiba es solo alumno tuyo en la clase de gimnasia… Pero, me gustaría pasarlo a tu clase- Dijo tan tranquilo que me asustó- Es que veras… el Joven Kaiba, ah estado peleando con su tutora, y sabes lo frágil que es la señorita Tea, y a pesar de las protestas del Joven, usted es el único profesor que tengo que no enloquecerá con un joven tan poco disciplinado- eran muy pocas veces que Pegasus se enojaba, bien lo sabia yo, pero viendo la cara de furia hacia el mas joven casi me dan ganas de tenerlo en mi clase- Así que… ¿Tenes algún problema en tenerlo en tu clase Joey?

 

-Mmm… No me cae bien la idea, Pegasus… pero esta bien.

 

No lo supe hasta que lo tuve en mi clase… Ese pendejo era el mismísimo Satán… Había cavado mi propia tumba, pero a centímetros del infierno.

 

Peleas, visitas al director, mas peleas, mas visitas al director. Cada vez que trataba de hablar con él presumido mocoso, se daba media vuelta o me miraba como si yo fuera el causante principal de sus peleas.

 

Un día, llegue al instituto con un humor horrible. Mi hermana menor apareció en mi casa la noche anterior y llorando. Me escupió la noticia de iba a ser tío… Que ganas tenia de matar al hijo de puta de Duke…

Y solo porque Dios estaba de gracioso me encontré con Seto Kaiba en la entrada.

 

-¿Cuánto tiempo piensas que tengo para esperar que abran la puerta maldito infeliz?- me dijo mirándome con sus enormes ojos.

 

-Yo no abro la puerta pendejo-le conteste caminando hacia la puerta para usar la llave que tenia

 

-Claro, por eso tienes una llave, tiene mucho sentido- su sarcasmo me esta empezando a irritar mas aun, recuerdo que apreté los dientes.

 

-Todos los profesores tenemos una llave-dije tratando de calmarme- Por si pasan situaciones como esta.

 

Termine de sacar la cadena que estaba enredada a la reja. Deje pasar primero al mocoso, lo cual lamente.

 

-Que cortes de tu parte perro-dijo con una sonrisa de lado, mostrando un hoyuelo juguetón en su mejilla derecha.

 

Una ola de furia recorrió mi cuerpo. Cuando me di cuenta ya estaba levantando al niño por la solapa de su camiseta.

 

-Escúchame bien pendejo porque no lo voy a repetir. No sirve hablar con vos aparentemente así que vos a ser un poco mas rudo con vos- acerque su rostro al mio, prestando mucha atención a la mezcla de emociones que era su cara. –No jodas conmigo, porque te voy a joder a vos.

 

Recuperando mi poca cordura, lo deje en el piso. El violentamente se separo, quedándose quieto en el lugar seguía mirándome con esa mezcolanza de emociones en su cara. Odio, miedo, vergüenza, miedo…

 

Trate de evitar pensar en ello mientras caminaba al gimnasio… Era muy temprano, y tenía clase con los más chicos. Ninguno había llegado aun… así que decidí aclarar mi mente.

Es cierto que tengo un temperamento muy corto… pero tuve alumnos mucho mas irrespetuosos que el… Nunca había tocado a uno de mis estudiantes… nunca de una forma violenta… Alzarlos cuando ganaban, tocarles el hombro para hacerles saber que pase lo que pase yo estaba ahí con ellos, consolarlos pasándoles la mano por la espalda cuando perdían… hasta cuando una promoción se iba del instituto, muchos venían a abrazarme y muchos lloraban no tenerme el año entrante…

 

No tenia explicaciones para eso… esperaba que me suspendieran la licencia… en el peor de los casos terminaría preso, ese chico era muy poderoso… Bien podría meterme preso…

 

 

Algo duro golpeó mi cabeza con tanta fuerza que me tiro contra los obstáculos que recién había sacado del deposito. Agite mi cabeza con fuerza y mire al piso.

Una pelota de basket… eso fue lo que me golpeo. Levanto la mirada y lo veo a el.

Me mira con odio.

 

Antes de que me de cuenta me lanza otra pelota. Con facilidad la esquivo y antes de esquivar la otra, agarro con fuerza la primera y se la lanzo impulsivamente.

 

-¡AGACHATE! –le grite con ganas. Me di cuenta tarde lo fuerte que había lanzado esa pelota.

 

Para mi suerte el hace lo que le grite, y se mantuvo un rato en la misma posición. Estaba agachado apoyando su pecho contra sus rodillas y tomándose la cabeza con sus manos. Sus ojos nerviosamente cerrados y sus dedos aniquilando su cuero cabelludo.

 

-Ey… cálmate. La pelota no te iba a matar- dije dándole la espalda.

 

No escuche respuesta, pero sentí que se levantaba y salía corriendo del gimnasio.

Genial… mas problemas.

 

El día paso sin pena y sin gloria, bueno a pesar del inconveniente matutino.

Entrando a la sala de maestros para la hora del almuerzo veo en la puerta al mocoso…

 

-… Permiso- le dije despacio tratando de no asustarlo. Digo ya bastantes sustos para un día ¿No?

 

-…-sin decirme nada se aparto de la puerta. Había algo raro en sus ojos como… si hubiera EL hecho algo malo.

 

-… ¿Necesitas algo? – pregunte con miedo…Con miedo que el niño en frente mio colapsara.

 

-… Usted quería hablar conmigo ¿no?

 

La sorpresa casi me mata. Sin insultos, sin degradaciones, sin un “Señor” de puro sarcasmo… su voz salio casi educada…

 

-Mmm…-dude… mucho- …Pasa

 

Otra vez le deje ir por delante. La habitación estaba completamente vacía, lo cual era común, ese lugar era tan poco habitable como un baño de subte.

Con un gesto lo invito a sentarse, lo cual hizo, luego de mirarme con un poco de desden.

 

-Mira…-empecé con la voz algo temblorosa- Lo siento- Su cara era un poema debo admitir. No parecía entenderme, ni yo lo hago.- Me extralimite… nunca debí ni levantarte del cuello de la camiseta, ni haberte lanzado esa pelota. No importa lo que hayas hecho tu… digo también fui adolescente, y era un poco mas complicado, pero ningún profesor me contesto de manera agresiva… mmm… como te lo explico… tengo muy mal humor y…Lo siento

 

Termine de decir sin mirarlo a los ojos. Sus ojos me ponían bastante nervioso, como que podían ver todo dentro de mí. Mis manos pasaron por mi pelo, tratando de alejar sus ojos de mi mente.

 

-Es entendible-dijo tan tranquilo que hasta a mi se me helo la sangre- Usted es un idiota impulsivo que no puede arreglar sus problemas sin golpear a nadie, tiene sentido.-tan frías, tan heladas que hasta cortaban- Un delincuente juvenil se hace profesor para enseñarles a los chicos que no deben hacerlo o se arruinaran la vida, que cliché. Pensé que íbamos a hablar de mi mala conducta de mis faltas a clases pero se pone a hablar de su vida… Que asco de perro- termina de decir levantándose de la silla…

 

-… Ja… Jajaja –mi risa se hizo completamente audible en la sala, ese chico me desquiciaba- ME cansaste pendejo-le grite enardecido de la bronca.

 

Lo atrape contra la pared, dejando su cabeza entre mis dos manos. La diferencia de altura no era un problema, la posición me dejaba bajarme a su estatura fácilmente.

Con mi mano derecha sujete sus dos manos que intentaban apartarme con facilidad, no terminaba de crecer, sus manos aun eran muy chiquitas.

 

-Estoy cansado de la forma en la que me tratas pendejo-le escupí- No solo a mi, a todos los que te rodean… sos una basura ¿Sabias?

 

Sus ojos me mostraban un miedo enorme. En ese momento recordé como mi padre hacía lo mismo conmigo y antes de perder otra vez la cordura, me aparte de él lentamente. Un muy fuerte golpe en el estomago me hizo volver a respirar. Temí vomitar en ese momento, pero nada salió.

 

Mire los ojos de ese mocoso mirándome con temor… no. Estaba sonrojado. Otra vez temí.

 

-Andate…-le dije- ¡QUE TE VALLAS!-le grite levantándome. Pero el no se movió ni un centímetro de donde estaba.

 

-Me las vas a pagar Wheeler-dijo antes de irse por la puerta por donde estaba entrando mis dos colegas.

 

-¡Joey!- exclamo la rubia- Tea anda a buscar al enfermero

 

-Mai… no es para tanto, es solo un golpe-me termine de acomodar en la silla cuando entro Tea con Marik.

 

Hablaban de cosas muy tontas como “¿ese chico kaiba lo habrá golpeado?” o “Es un peligro”… trivialidades.

 

-Chicos, no se enojen, pero prefiero irme a casa ya. No tengo práctica con los chicos esta jornada.

 

-¿Queres que te lleve a tu casa?- pregunto Marik.

 

-No gracias prefiero caminar.

 

En el camino a mi casa, repase lo que había pasado. La amenaza, la pelea, la amabilidad, el insulto y luego otra vez la amenaza.

No tenía ganas de volver a mi casa… Digo, mi hermana estaba en mi casa quedándose a vivir indefinidamente, pero eso no era lo que me molestaba, lo malo era lo que eso conllevaba. Duke y mi madre entrando a mi casa para ver como esta Serenity, médicos, sus amigos, en otras palabras caos.

 

Llegue a mi casa para que casi me diera un infarto. La policía hablando con mi hermana, la cual los miraba sin entender.

 

-¿Pasa algo oficiales? –digo cuando me acerco a ellos

 

-¿Es usted Joseph Wheeler? – me dijo el mas bajito de los hombres

 

-Si, ¿Qué se les ofrece?

 

-Necesitamos que nos acompañe a la comisaría, Señor.

 

Llegados a la comisaría, me encuentro con mi padre. No era tan raro irlo a buscar, pero esta vez a su lado estaba otro hombre, el cual no paraba de hablar.

 

-Su padre fue encontrado borracho en la vía publica, y antes de dejarlo en la cárcel apareció ese abogado y esta tratando de sacarlo.

 

ESO me llamo la atención. Nunca le pagaría un abogado a mi padre, Serenity no tenía trabajo, mi madre lo detesta y ninguno de sus amigos tenía la plata para contratar a un abogado.

 

-¿Puedo saber quien lo contrato?

 

-Claro-dijo fijándose en una carpeta- El abogado fue contratado por Seto Kaiba.

Notas finales:

bueno espero que les guste RugbierGirl FUERA!


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