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"Believe Hearts" no es para quien creías... por NokiAndLuki

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Notas del capitulo:

 

Hola, aquí Luki al habla ^^  lamento la demora de este capitulo,  pero mi musa inspiradora  se largo por unos días, quizás producto de la complicada personalidad de Masato…En fin, entre Masato y Tokiya de seguro colapsare…

 Recuerden el capitulo esta visto desde la perspectiva de Masato.

 Disclaimer: Ni Ren, ni Masato me pertenecen, ni ningún personaje de Uta no Prince-sama, yo solo los tomo prestado por pura diversión  (Y porque quiero un

Mundo con más yaoi de esta serie xD)

Capitulo 2 : Dulces Melodías y Recuerdos...

— Pensé que eras alguien con un poco más de espíritu.- Se dio la vuelta molesto, después de haberle dado un puñetazo en la cara a Ren, ya no quería ver, ni hablar con esa persona, la persona que pensó que era alguien más valeroso , con más espíritu y que amaba la música. La idea de que la persona que había conocido hace ya muchos años quizás ya no existiera, era algo difícil de creer… difícil de soportar.

 

     Camino entrando a un pasillo, alejándose lo que más podía de aquel sujeto. Vio que su compañera paso al lado de él, diciéndole algunas palabras que él no tomo mucho en cuenta acerca de buscar la letra de la canción de Ren, luego la chica salio corriendo quizás en dirección al patio de la escuela. Él también debía salir al patio, debía terminar de repasar algunas partituras, lo haría en la biblioteca, pero después de desencadenar ese ataque de ira que tuvo hace un momento, debía salir a tomar aire y relajarse un poco.

 

     Llego a una banca de madera que se encontraba en el patio, se sentó en aquel lugar y comenzó a leer un cuaderno que tenia algunas partituras escritas, mientras a lo lejos unas chicas lo miraban nerviosas. Masato quizás era igual de popular que Ren, sin embargo las chicas no se atrevían a acercarse mucho a él, ya que por el carácter callado y reservado que tenía, ellas preferían mirarlo y contemplarlo desde lejos. Masato simplemente las ignorabas, de vez en cuanto alguna se acercaba a declararse o con una carta de amor para entregarle, él simplemente les decía que no estaba interesado en ese asunto por el momento.

 

     En aquel momento no fue la excepción, el peliazul simplemente ignoro a las chicas que estaban a lo lejos murmurando algunas cosas y observándolo. Masato solo se concentro en el cuaderno, hasta que un pequeño trozo de papel lo interrumpió. "¿Un pequeño trozo de papel?" "¿Quizás la letra de la canción de Jinguji?" Levanto el papel que había caído sobre las hojas del libro y pudo comprobar que efectivamente era un trozo del papel que Ren había echo pedazos y mandado a volar.

 

     Volvió a molestarse por lo que había dicho Ren, ¿Qué pasaba con él? Decir esas palabras tan ha la ligera acerca de la música, de verdad podía comprobar que Ren había cambiado, aunque quizás le doliera pensar aquello. Es cierto que él ya no era amigo de ese sujeto, por algunos asares del destino se habían alejado bastante, hasta sus familias ahora prácticamente se odiaban. Pero seguía sin creer que aquel sujeto, él que ahora era su compañero de habitación hubiese cambiado tanto.

 

     Su mente volvió a recordar aquel momento, el día en el que había conocido a Ren, en el que supo que aquel niño tenía demasiadas cosas en común con él. En un momento hasta llego a pensar que podían llegar a ser amigos, pero no cualquier amigo, si no de esos amigos que duran para toda la vida.

 

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     Aquel día en la mañana había sido regañado por su padre, no era algo novedoso, ocurría prácticamente todos los días. Su padre era demasiado estricto y le exigía demasiado desde muy niño, a veces Masato creía que su padre simplemente lo odiaba.

 

     En la tarde la familia Hijirikawa debía asistir a una gran fiesta que habían sido invitados debido a la importante posición que tenían como familia financiera , otras familias igual de importante también asistirían y una de esas familias era la conocida familia Jinguji. Eran una infinidad de veces que Masato había escuchado acerca de ellos, lógicamente aquel día tampoco fue la excepción de aquello.

 

     Los recuerdos del por que del enfado de su padre aquella mañana son bastante borrosos, no debieron ser tan importantes o algo demasiado significativo, quizás había ensuciado su traje o lo mejor no tenia los modales correspondientes en la mesa… Se le ocurrían un millón de cosas que desencadenaban la ira de él, sin embargo eso no era lo importante, lo que le quedaba siempre grabado en sus memoria fueron las crudas palabras que le había dicho, no es que fueran diferentes a las que oía todos los días. Eran prácticamente las mismas pero dichas de distinta forma…Sin embargo su significado era el mismo. Masato era una deshonra desde que nació, un heredero decepcionante por no cumplir el destino que su padre había fijado para él y aunque él no tuviera la culpa de nada, sabia que su padre lo culpaba.

 

     Aquel día le había dicho; "¡Si la familia se va a la ruina, será toda tu culpa!" ¿Su culpa? ¿Por haber nacido siendo un niño? No comprendía muy bien la situación en aquel entonces, pero ahora lo entendía a la perfección. Desde antes que naciera ya su padre tenía el destino preparado para él. Cuando creciera se casaría con el heredero de la prestigiosa familia Jinguji y así la unión entre ambas familias seria beneficiosa para ambas, serian la familia más poderosa de todas y podrían controlar completamente el mercado. Sin embargo el hijo mayor de la familia Jinguji había sido hombre. Por lo tanto el destino que el padre de Masato le había fijado es que él fuera una niña, naturalmente aquello no se cumplió. Lo más probable es que por aquello, marcado desde el momento en que nació, ahora su padre le guardaba ese enorme rencor.

 

     Volviendo al día en el conoció a Ren, realmente no estuvo muy pendiente de aquella fiesta, sus pensamientos solo vagaban en su mente, haciéndolo incapaz de prestar mucha atención a su alredor. Masato se había quedado en un rincón del gran salón de baile pensando y pensando… hasta que fue interrumpido por él…El muchacho rubio había caminado hasta donde se encontraba Masato, poniéndose al lado de él, por un momento pensó en ignorarlo pero…

 

 

—Aburrido ¿no crees? — Le dijo aquel niño, que parecía tener su misma edad. Él solo se volteo por un momento para verlo, luego volvió a mirar al frente con la vista fija en el suelo, aún tenia la idea de ignorarlo y volver a perderse en sus pensamientos, pero parece que el muchacho de traje blanco no tenía la intención de ser ignorado. — Es aburrido ¿verdad? — Volvió a preguntar consiguiendo que esta vez Masato si le prestara atención y volviera a mirarle para que este le dedicara una sonrisa. — ¿Quieres salir de aquí? — Por un momento dudo, por un momento tuvo miedo de recibir otro castigo de su padre, por querer largarse de aquella fiesta, sin embargo las dudas desaparecieron y decidió seguirlo.

 

    Salieron de aquella mansión, al cruzar las enormes puertas de la entrada de esta y salir al exterior el muchacho de traje blanco se largo a correr, pero al darse cuenta de que Masato no lo seguía, se detuvo.

 

— ¿Qué ocurre? ¡Ahora somos libres! — Dijo como si de un juego se tratase, y se hubieren liberado de alguna prisión — Ven aquí y corre conmigo. — Le grito el muchacho que ya estaba a unos cuentos metros lejos de Masato, mientras este no sabia si debía correr o no, si lo hacia, correría el riesgo de caerse y manchar su traje. — ¿Que a caso quieres que vaya por ti? – Le volvió a gritar aquel niño, mientras mostraba una cara algo resignado, ya que comenzó a caminar en dirección a Masato. — Confía en mí, te prometo que no caerás ni nada… — Le tendió la mano para que se la tomara.

 

— ¿Eh? — Los nervios lo invadieron, ¿Tomarse de las manos? Pero eso era de aquellos cuentos de hadas donde salen princesas y caballeros. Y por supuesto él no era ninguna princesa, si iba a ser algo, quería ser un caballero. — ¡Yo no soy ninguna princesa! -Comenzó a caminar algo molesto dejando la mano tendida de aquel muchacho.

 

— ¿Qué dijiste? — El asombro fue enorme, luego de unos segundos se largo a reír. – ¿De donde... -La risa evitaba que pudiera hablar con claridad. — ¿De donde has sacado eso? Yo nunca te dije así… -Siguió riendo, provocando que Masato se enfadara aún más — De acuerdo, ya no me reiré. — Detuvo a Masato, para que no siguiera caminando sin él. Lo tomo de la mano, mientras este detuvo su caminar al sentir el roce de su mano con la de aquel niño y antes de que Masato pudiera emitir algún reclamo, fue empujado para que ambos corrieran por encima del pasto y la hierba que habían en aquel enorme jardín.

 

     Masato ya imposibilitado de emitir alguna queja o reclamo, corrió junto a su nuevo amigo, tenía una idea más o menos de quien se trataba. Pero aún no tenia el valor de preguntárselo ya que seria una falta de educación hacer alguna pregunta, sin antes presentarse primero. Bien, lo haría cuando se detuvieran.

 

— ¿No es divertido? —Le pregunto aquel muchacho, mientras lo seguía empujando y tirando para que corriera con más fuerza. Es verdad que al principio a Masato no le pareció para nada divertido, pero luego al sentir como el frío viento lo golpeaba en la cara, al oler el aroma de las plantas y del pasto recién cortado. Y finalmente al oír el sonido del agua que venia de un pequeño arroyo…Lo maravillo, era maravilloso aquel sentimiento, era como si volara en aquel lugar y la mano calida que sujetaba la suya lo guiaba por aquel lugar para que no se perdiera.

 

     Se detuvieron a la orilla del lago el niño de cabello rubio anaranjado se quito los zapatos y los lanzo lejos. Luego se quito los calcetines y se remango lo pantalones. Masato lo miro algo curioso, sabía lo que su acompañante pensaba hacer. Era algo bastante arriesgado, al menos para él.

 

— Eres Hijirikawa Masato ¿verdad? — Pregunto el niño, mirándolo con una sonrisa juguetona mientras se quitaba la chaqueta. Masato se asombro un poco por la pregunta, pero luego pensó que era muy obvio que él fuese conocido.

 

— Sí… — Respondió tímidamente, esperando que su acompañante se presentara también. Pero a no al recibir ninguna respuesta, decidió preguntar él, a pesar de sospechar la identidad de aquel niño. Se armo de valor e hizo aquella pregunta. — Tú ¿Quién eres?

 

— ¿Eh? Pensé que lo sabias Masato. — ¿Lo había llamado por su nombre? Con tanta confianza, con tanta familiaridad. Nadie le decía "Masato" a secas. Sin embargo no le molesto, por algún extraño motivo aquello no le había disgustado para nada.

 

— ¿ Jinguji? — Y era cierto, él ya sabía que aquel muchacho era el hijo de aquella familia. ¿Como no iba a saberlo? Si su padre se lo recordaba a cada momento, Aquella familia que poco a poco ganaba más poder. Hubiera sido una magnifica unión si no hubiese sido por él.

 

— No seas tan educado, llámame Ren, ese es mi nombre, bueno ¿que esperas? Quítate los zapatos y vamos a jugar al agua. — No respondió, él no haría algo tan arriesgado como eso, aunque tomara toda la precaución sabia que igual terminaría mojado por el agua. — ¡Vamos! No seas un aburrido, mira te mostrare algo a cambio de que me acompañes al lago. — Le sonrío para luego sacar un reproductor de música de su bolsillo. — Espero que te guste la música.

 

     ¿Gustarle la música? Era una buena pregunta, su mayordomo le había enseñado a tocar hermosas melodías en el piano, con la música se sentía libre, alejado de toda la presión de ser el heredero de la familia Hijirikawa. Además nunca fue muy bueno con las palabras, nunca pudo expresarse muy bien con estas. Pero la música…. La música expresaba muchas veces sus sentimientos, esos sentimientos que son tan difícil de transmitir con tan solo palabras.

 

— Sí, me gusta la música, es capaz de expresar nuestros sentimientos y liberar nuestro corazón… — Con estas palabras había sorprendido totalmente a Ren, luego de unos segundos le entrego a Masato un audífono.

 

— Tienes razón, mucha razón…Bueno espero que te guste esta canción. — Masato escucho con atención la melodía que daba comienzo a aquella canción, luego del hermoso sonido de unos instrumentos que dieron paso a la hermosa voz de una mujer, quedo maravillado ante aquella, parecía la voz de un bello Angel. — Me alegro que te gustara, es la voz de mi madre… Es maravillosa ¿no crees?

 

— Realmente maravillosa, tiene una voz hermosa. — No sabia que más decirle, naturalmente Masato ya estaba enterado de la muerte de la madre de Ren, No sabia si debía tocar demasiado aquel tema.

 

— Me gustaría poder crear canciones tan hermosas como las de mi madre, canciones que lleguen al corazón… canciones que sean capases de liberarnos de nuestra prisión. — Ren dijo esto ultimo con un tono demasiado bajo, como si no estuviera diciéndoselo a Masato, si no que más bien diciéndose a él mismo.

 

— ¡Te ayudare! ¡Se tocar el piano! — Esto ultimo provoca una leve risa en Ren, quizás no por el hecho de que le pareciera graciosas las palabras de Masato, si no más bien la forma en la que lo dijo, parecía tan decidido. — No te rías, hablo en serio. Te ayudare, cantaremos juntos y haremos una canción. Se la dedicaremos a tu madre. — Estaba totalmente decidido a hacer aquello, no sabia el porque, no sabia si la bella voz de la madre de Ren lo habían hechizado o quizás las palabras del propio Ren.

 

— Como quieras… — Ren solo se limito a sonreír, se sentía feliz de que alguien que apenas conocía dijera esas palabras. Pero para esto solo había una respuesta, a la reacción de Masato y esta era que la actitud de aquel había sido producto de la magia que tenían las canciones de su madre. — Bien ya te mostré la canción ahora acompáñame al lago. — Toma del brazo a Masato y lo empujo al agua del lago para jugar un rato.

 

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     Sus recuerdos fueron interrumpido abruptamente, interrumpido por la persona que menos quería ver en ese momento. Quizás si había huido de él, quizás quería escapar y no ver a aquel Ren que ya no distinguía. Puede también que ese golpe haya sido por aquello y haya significado un "¡Basta! No me sigas demostrando que ya no eres el mismo"

 

— Hijirikawa, vengo a decir que me largo. ¿Solo me darás ese golpe de despedida? — ¿Por qué? ¿Por qué se le ocurría aparecer como si nada en frente de él? ¿Que acaso venia a burlarse? a restregarle en la cara de que ya no le importaba la música, que las palabras que había dicho hace año se las había llevado el tiempo. Y lo peor de todo, es que él ya no resultaba importante para Ren. Ya ni siquiera recordaba el momento en el que comenzó a llamarle "Hijirikawa" ya ni siquiera recordaba el momento en el que Ren paso a ser tan solo un conocido.

 

— Puedes largarte o ¿A caso quieres que te de otro golpe por decir palabras tan triviales? — Se levanto de la banca, debía mantener la compostura, debía volver a huir de aquel sujeto. Alejarse lo que más podía… Pero lamentablemente los planes de Masato de huir se desvanecieron al sentir el agarre de Ren.

 

— No te vayas… — Ren tenia la cabeza agachada, su pelo cubría un poco sus ojos, mientras sujetaba del brazo a Masato. — He pensado de que la causa de que yo permaneciera tanto tiempo en este lugar, puede que seas tú.

 

— ¿Eh? — Sorpresa… No se espero una reacción como esa, jamás se lo hubiese imaginado, que su compañero de cuarto dijera aquellas palabras, menos de que confesara de que por él, se mantenía en la academia Saotome. Antes de que pudiera decir cualquier cosa fue empujado por el patio, tironeado del brazo hasta llegar al interior del gran edificio, exactamente a un pasillo vacío.

 

— Voy a comprobar algo, antes de largarme de este lugar. Si puedo con esto me podré largar sin preocuparme de nada más. — Y al segundo después de que Ren dijera aquello, empujo a Masato con fuerza a la muralla, para luego arrinconarlo en el lugar. La reacción de asombro del peliazul no se hizo esperar.

 

— ¡No me toques! — Intento empujar a Ren a un lado y salir de aquella prisión, pero fue en vano, sabía desde antes que la fuerza de su compañero era mucho mayor que la de él.

 

— Vamos solo será para comprobar mi teoría. — Acerco su boca a los labios de Masato, estaba tan cerca, demasiado cerca. Todo indicaría que resultaría en un beso forzado. Pero fue tan solo un intento fallido, el golpe retumbo en el vacío pasillo. Esta vez no fue un puñetazo, fue un fuerte manotazo que Masato le había impregnado en la cara a Ren.

 

— ¡No soy una de esas mujeres con las jugueteas a gusto! — El enojo se notaba en a cara de Masato, un enojo y quizás un leve sonrojo que adornaba sus mejillas. Ren se alejo debido al golpe, su mejilla empezó a arder. — ¡Ten! — Le entrego el trozo de papel que había encontrado hace unas horas. — Al menos termina la canción que empezaste. — Se echo a correr para salir del lugar y dejar a un Ren completamente paralizado.

 

     Las piernas de Masato fallaban al correr, estaba demasiado alterado por lo que había pasado hace un momento. Su corazón latía a mil por hora y su cabeza daba vueltas con sensaciones y pensamientos. Se detuvo mientras subía las escaleras, ya no quería pensar, ya no quería saber nada acerca de Ren . Ya ni siquiera sabía que pasaba por la mente de ese sujeto.

     Tuvo que esperar varios minutos para recuperar la compostura e intentar volver a la normalidad, pero por supuesto que esto seria imposible. Solo le quedaba disimular su estado y rogar porque Ren no se largara…

 

 

 

 

Notas finales:

 

Recuerden, el siguiente capitulo lo hará Noki y será desde el punto de vista de Ren, en fin… Muchas gracias por leer y dejen Review porque son nuestra comida xD


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