Dependiente.
-Sho… no mueras.
Estás aquí, a mi lado, incluso ahora. Kei. ¿Cómo cerrar mi oídos a tu voz? Todo está tan nublado, que no puedo verte, así que levanto mi mano intentando encontrarte, falló estrepitosamente, pero eres tú quien la encuentra, eres tú quien toma mi mano, mientras sigues diciendo que no muera.
Kei, hay tantas cosas que quisiera decirte, pero incluso ahora, no puedo. Desde que te conocí, mi vida cambio. Ese día ni Toshi, ni mi hermano ni yo habríamos sobrevivido, ese hombre nos habría disparado, fuiste tú quien nos salvó. Me preguntaste si no tenía miedo. No, no lo tuve, jamás; y eso fue determinante para que te quedaras a mi lado.
De ti, Kei, de ti, lo aprendí todo. A disparar, a pelear, a fumar, a sobrevivir, me enseñaste todo eso, fuiste más amigo que Toshi, más hermano que mi hermano, fuiste como un padre, como un mentor inalcanzable.
Kei, lo sabía entonces, lo he sabido siempre, Kei, yo te amo.
Me dolía saber que algún día te irías, me dolía escucharte decir que eras un monstro, el que pensaras que alimentarte de hombres malos, te volvía como ellos, Kei, yo lloré cuando lo expresaste. No quería que te fueras, no lo quería, lloré…y tú me reconfortaste, como antes, como cuando era niño, y en tu regazo me quedaba dormido, si lloraba, si tenía pesadillas, siempre contaba contigo. Y justo ahí en tu regazo, mientras tu voz suavemente cantaba aquella canción, lograba recuperar la tranquilidad.
Kei, ella, también te ama, siempre le gustaste, y yo me aferré a ella, me casé con ella, tuve una hija con ella. No por verdadero amor, ese siempre ha sido exclusivamente para ti, lo hice para alejarla de ti, porque no quería que tú encontraras en ella lo que en mi no podías. Kei, ahora lo pienso, no era amor, al menos no hacia ella, solo te quería para mi, que no pensaras en nadie, más que tu único amigo, la persona más cercana a ti, fuera yo.
Ella ahora, enferma, la única persona en la que piensa eres tú, porque eres tú a quien ama, no la culpo, lo único que realmente compartimos fue este amor hacia ti, tan incoherente y a la vez tan maravilloso.
La noche que te perdí, la noche que Toshi murió, jamás se irá de mi cabeza. El volverte a encontrar en aquella cárcel, me alegró a pesar de todo.
Tu mirada no era para mí, se encontraba en un punto distante. Te mostré la fotografía de Hana, mi hija. Deseaba que la vieras, tú, por sobre otras personas, solo quería que mi hija y tú se conocieran, estaba seguro que se llevarían bien.
Entonces tus ojos me miraron, no tienes idea cuan feliz me sentí, la alegría regresó a mí, de nuevo tenía algo a lo que aferrarme.
-me alegra que estés vivo- dijiste.
Yo era el feliz, por haberte visto otra vez, Kei, deseaba sacarte de ahí.
Pero todo comenzó a derrumbarse, mataron a mi banda, mi esposa enferma, una guerra inminente. ¿Qué debía hacer?
Te llame, solo tú, siempre, puedes ayudarme.
-te necesito- dije- Kei…
Deseaba verte, verte y sentirte cerca.
Y volviste para ayudarme. Volviste, a mí, Kei.
Aun ahora, que mi sangre se derrama, aun ahora, estas conmigo, incluso en mi muerte dependo de tu presencia, estoy feliz de haberte conocido, feliz de morir en tus brazos, te amo, te amo tanto, y no tengo ni el valor ni la fuerza para decírtelo, ni siquiera tuve la valentía de robarte un beso.
-Sho…no mueras…
No quiero, quiero estar contigo. Mi me muerdes, si bebes mi sangre ¿podré estar contigo para siempre?
+++
-¿sigues enojado conmigo?- dices, sentado en aquella banca, miras hacia enfrente, con tu rostro siempre joven y hermoso, su cabello rubio, ha crecido, pero tu mirada no.
Niego, porque no es así, solo estaba confundido. Además todo este tiempo has cuidado de Hana, como lo hiciste conmigo. Has estado a su lado en cada momento, siendo su mentor y protector, la llevaste de la mano hasta que cumpliera su sueño, Kei, has sido más padre para ella que yo.
¿Cómo puedo pagarte todo eso? ¿Cómo? Aun cuando digo que te amo, eres tú el único que me ha dado pruebas de amor. Sigo aquí incapaz de decirlo.
Es hora de partir. Subimos al auto, tú y yo. Los recuerdos se agolpan en el camino, la fotografía de los amigos es observada por nosotros por última vez.
Frente a la playa, miras como el Sol comienza a salir, en silencio, has esperado el final desde hace mucho, por mi te quedaste más tiempo, siento una ligera felicidad inundar tu pecho, la ligera sonrisa que dibujas cuando el circulo naranja comienza a salir del mar. Tú miras hacia ahí con devoción, de la misma forma en la que yo te veo.
Y vuelvo a estar feliz, porque no tendré una vida sin ti, porque morir junto a ti, es lo más perfecto. Kei perdóname, siempre dependiendo de ti, siempre cargándote con mis problemas, tú solo querías un amigo y espero haberlo sido, sé que pronto te reunirás con tu anterior amigo, aquel que te enseño esa canción. Pero Kei, incluso en ese lugar incierto, no me abandones, te necesito siempre junto a mí, para vivir y morir. Quédate, conmigo. Quédate.
No te lo diré, soy incapaz de, pero Kei te amo. Te amo, nunca nada en mi vida fue tan constante, tan cierto. Te amo.
Ruego por una nueva vida junto a ti.