¿Tú no entiendes más que a la fuerza verdad?- pregunto con petulancia el rubio sosteniendo de manera brusca el mentón del moreno
-Piérdete Malfoy- le gruño el chico sosteniéndole la mirada de manera retadora, con un brillo de rebeldía y determinación que a pesar de todo lo que le había sucedido aun conservaba.
-No me provoques Potter- amenazó el rubio bajando su mano hasta el cuello del moreno – no olvides que tu vida ahora está en mis manos- siseo con un tono mortal muy cerca de los labios del chico y como para reafirmar sus palabras ejerció presión sobre el cuello de este.
-¿Entonces por qué alargas lo que deseas hacer? ¡¡¡MÁTAME Y ACABA CON ESTO DE UNA MALDITA VEZ!!!- le grito con toda la intención de hacerlo perder su autocontrol, mil veces prefería la muerte a lo que le esperaba de seguir en manos de su captor.
-¿Y de dónde sacas que quiero matarte?- pregunto el rubio con un toque de diversión en la voz, que el moreno no terminaba de comprender – sería demasiado fácil para ti, no voy a matarte no resultaría nada divertido, planeo hacerte pagar por todas los desplantes que me hiciste durante estos siete años, te arrepentirás de haber preferido a la asquerosa comadreja en lugar de a mí- explico con una tranquilidad que resultaba más peligrosa que sus amenazas, su mano aún presionaba el cuello de su prisionero.
-¡¡¡¡INFELIZ, PÚDRETE EN EL JODIDO INFIERNO, DESGRACIADO DE MIERDA!!!! – le grito, mientras hacía esfuerzos inútiles por soltarse de las cadenas que le retenían encadenado a esa fría pared de piedra, sabía que no lograría nada, los grilletes en sus manos actuaban como poderosos inhibidores de magia pero no quería rendirse, aún no...
-Oh que boquita, no sabía que San Potter fuera tan malhablado- pico el rubio- ¿con esa boca besas a tu mama? Oh cierto! no puedes porque está muerta- se burló con toda la intención de hacer el mayor daño posible.
La provocación surtió efecto, provocando que el moreno renovara sus vanos intentos de liberarse, logrando con esto únicamente seguirse dañando la piel de las muñecas y tobillos. Su rubio captor se alejó de él para poder contemplarlo más detalladamente, no importaba lo que le hiciera el chico se negaba a doblegarse ante él; pero esto apenas comenzaba, “Los Malfoy siempre obtienen lo que desean y esta ocasión no sería la excepción, el juego recién comenzaba, tendría a Potter a sus pies, y nada se interpondría entre sus deseos.
-Nunca, nunca te saldrás con la tuya, ¿crees acaso que mis amigos no se preguntarán el porqué de mi repentina desaparición?- pregunto Harry con una sonrisa burlona, una vez que se convenció que solo lograba hacerse daño al tratar de liberarse de los grilletes, por un momento creyó que tenía una esperanza; debió recordar con quien estaba tratando y que el Slytherin no dejaría ningún cabo suelto.
-¿Por quién me tomas Potter?, me complace gratamente informarte que todo el mundo mágico te cree de viaje en una isla tropical- la cara del moreno era digna de enmarcar – No me mires así, ¿te sorprende? No todas las personas somos unos neófitos en trazar planes- dio unos pasos al frente encontrando su mirada con la de su prisionero, plata liquida contra verde esmeralda, ambos negándose a apartar sus ojos del otro, intentando retarse mutuamente. La provocación y la rabia contenida de ambos podía sentirse por toda la diminuta mazmorra de piedra en que se encontraban.
-Por si tu cerebro aún no entiende que fue lo que hice, observa esto- menciono con ese arrastrar de palabras que tanto molestaba al otro sin saberlo, al tiempo que con un floreo de su varita El Profeta apareció flotando frente al moreno, el artículo en portada ocupaba toda la primera plana, una voz desconocida comenzó a leer dicho artículo.
Nuestro afamado héroe, Harry Potter, mejor conocido como “El chico que vivió y venció”, el día de anteayer accedió a darnos una corta entrevista, en la cual lo más relevante sucedió cuando esta reportera le pregunto al joven de tan solo 17 años cuales eran su planes a futuro ahora que por fin la guerra había llegado a su fin, él contesto de forma nada detallada que lo único que deseaba era vivir su vida como cualquier chico normal de su edad, olvidarse de todo lo que paso con Quien- ustedes- saben-, después de varios intentos de tratar de que fuese más claro en este punto, recordemos lo cerrado que siempre se ha mostrado con su vida personal, y según fuentes confiables a él no le gusta para nada la fama, por lo que no es raro que se negase a ahondar en el tema, finalmente cuando estábamos por despedirnos confesó que tomaría un año sabático para intentar llevar una vida normal, aclaró que evidentemente lo hará fuera de Inglaterra; pero se negó rotundamente a decirnos el destino para prevenir según sus propias palabras “El acoso de la prensa”, alegó desear la mayor privacidad posible en esta nueva etapa de su vida.
Ante tan inesperada declaración su servidora no descanso hasta conseguir una entrevista con los inseparables amigos del héroe: Hermione Jean Granger y Ronald Bilius Weasley, quienes manifestaron su aprobación con los planes de su amigo –“Creo que será algo muy bueno para Harry, en estos últimos 7 años no ha tenido la oportunidad de vivir su propia vida, incluso Ron y yo nos ofrecimos a acompañarle; pero él se negó diciendo que nosotros también debemos comenzar a hacer las cosas que cualquier adolescente de nuestra edad desea hacer”- nos comentó la Srta. Granger, el joven Weasley se limitó a asentir en conformidad ante lo dicho por su novia. Lamentablemente queridos lectores no pudimos sacarles ningún otro detalle sobre el viaje de su mejor amigo, creemos ellos conocen el destino; pero por más que les pregunte se negaron a responder.
Por Marie Mont Blanc
Cuando el hechizo de voz concluyo Harry aún trataba de asimilar lo que había oído, el rubio que tenía en frente usando la poción multijugos se había hecho pasar por él para hacerles creer a todo el mundo que se iba de viaje por un año, incluso logrando engañar a sus mejores amigos, ¿acaso Hermione y Ron lo conocían tan poco como para no notar que alguien estaba usurpando su identidad? o ¿había subestimado la mente del rubio Slytherin?, quiso convencerse a sí mismo que era la segunda opción, sus amigos no tenían la culpa de que Malfoy fuera una serpiente rastrera y mentirosa ¿verdad? No la culpa era enteramente del malnacido hurón, no podría ser de otra forma.
Mientras el moreno tenía su fase de negación, el rubio se perdía en sus pensamientos sobre el engaño que efectuó a los Gryffindor había sido tan divertido (en su opinión), los tontos gatitos no sospecharon nada en ningún momento de todo el tiempo que duro la conversación que mantuvo con ellos, donde haciendo gala de sus dotes actorales represento el mejor papel de chico traumado por haber vivido toda su etapa en Hogwarts con un loco demente tratando de matarlo, que fáciles eran de engañar con un poco de palabrería barata y sentimentalismo Huflepuyezco se creían que su “disque” amigo se quisiese tomar un año sabático para irse de viaje a “según” vivir su vida.
-Gryffindors sin cerebro- mascullo por lo bajo, no contando con que el moreno le oiría
-¿Qué has dicho?- pregunto el Gryffindor con mal disimulada curiosidad, su rabia y frustración se habían disipado con sus divagaciones mentales
-Que fue demasiado fácil engañar a tus “supuestos” amigos- respondió destilando veneno con cada palabra tratando de hacerle el mayor daño posible al Gryffindor, y como buena serpiente sabía perfectamente que puntos atacar en sus víctimas- ¿no debió haber sido sencillo para la comadreja y la sabelotodo descubrir el engaño? o ¿será acaso que aunque se dicen tus amigos no te conocen realmente San Potter? ¿Qué opinas, cual opción podría ser la correcta? – con cada palabra pronunciada podía apreciar el efecto que causaban sus palabras en el chico de ojos verdes, el dolor era palpable en su rostro, sobretodo en su mirada cargada de dolor y eso al rubio le llenaba de una inmensa satisfacción.
Harry sentía una confusión de emociones por cada palabra de Malfoy, primero fue rabia porque el rubio dijese casi lo que él mismo había estado pensando, después confusión, finalmente predomino el dolor de la traición al saber que su némesis tenía razón en lo que decía, trato de negarlo; pero era la verdad, Hermione y Ron no lo conocían tan bien si no sospecharon nada.
-Acéptalo San Poty, nadie vendrá a buscarte todos te creen viajando por algún lugar del mundo- se acercó un poco más al moreno logrando que sus palabras fuesen susurradas casi contra los labios del chico.
-¡¡¡¡ALÉJATE DESGRACIADO, MALDITO INFELIZ!!!!- comenzó de nuevo a forcejear viendo los labios de su enemigo tan cerca de los propios
-¿Y qué me harás si me niego a alejarme?- pregunto con calma solo para molestarlo el Slytherin- ¿Qué si hago esto? – su mano bajo hasta la parte baja del moreno, cerrando sus blancos dedos sobre el miembro del chico, comenzando a frotarlo sobre la tela sin ningún pudor, doblegaría el orgullo del león de ojos verdes a cualquier costo.
Eso realmente nunca se lo espero, creyó que Malfoy lo golpearía o hechizaría, no que haría algo así, lo peor sucedió momentos después cuando sintió que su miembro comenzaba a endurecerse, eso no podía estarle pasando a él, como era posible que se le pusiese dura con un hombre, un hombre!!! y para colmo de males con el idiota –snob- me-creo- más- que- todos- de Draco Malfoy. –Déjame- intento ordenar pero su voz había salido como ¿un gemido?, no, no, no, lo que estaba pasando debía ser una horrenda pesadilla.
-Esta parte de aquí, no parece opinar lo mismo- le respondió el rubio y como para reafirmar su punto metió sus dedos sobre la ropa del chico, sintiendo en su mano toda la dureza del moreno, la cual apretó con algo de brusquedad provocando que gotas de presemen saliesen de la punta.
El ojiverde se sentía morir de la vergüenza y la rabia de tener los dedos de su enemigo en esa parte tan íntima de su anatomía, y odiaba a su cuerpo por reaccionar ante los toques del rubio, ¿acaso eso lo convertía en gay?, no, no, es una reacción natural trataba de convencerse.
Sin aviso el rubio saco sus dedos, para enseguida pegar su cuerpo al de su prisionero permitiéndole sentir al moreno la erección del Slytherin sobre la suya propia, comenzando a frotarse con el cuerpo contrario sin pudor alguno – ¿Te atreverás a decirme que no te gusta?- pregunto haciendo chocar su aliento contra los labios entreabiertos del Gryffindor.
-No… me... gusta- respondió pero su cuerpo contradecía sus palabras, que para colmo habían sonado ahogadas por un gemido. Una parte de él estaba reaccionando ante la cercanía del rubio y la dura erección frotándose contra la suya.
-Porque será que no te creo- prosiguió el rubio disminuyendo lentamente la distancia que separaba sus labios de los del moreno, quien del impacto no atinaba a reaccionar.
Draco aprovechándose del desconcierto de su prisionero, lo besaba de forma brusca deseando imponerse sobre la terquedad del moreno, quería demostrarle al orgulloso león quien tenía el control, sus manos se colaron bajo la playera del chico comenzando a acariciarlo sin dejar de besarle.
La mente del Gryffindor se encontraba en blanco ante tantas emociones y sensaciones, una parte de él quería seguir luchando; aunque fuera inútil, por alejar el cuerpo del rubio de sobre el propio, y la otra parte deseaba rendirse al beso tan brusco y a las caricias de las que estaba siendo participe, lo que le tenía demasiado confundido.
El rubio continuaba degustando esos labios que por tantos años se habían dedicado a insultarle, descubriendo que podrían tener un mejor uso, de repente sintió como su labio inferior era fuertemente mordido, provocándole que probara el sabor metálico de su sangre. Sus manos dejaron de recorrer el cuerpo del chico para dirigirse a su boca, se alejó del moreno con una expresión de profundo odio al ver la mueca burlona de su prisionero.
-Desgraciado- masculló limpiándose la sangre de los labios – parece que aún no aprendes la lección – la sangre le ardía de rabia ante la terquedad del león.
-¡¡¡NO TODOS SON UNOS ASQUEROSOS PERVERTIDOS COMO TU!!!- grito el Gryffindor respirando agitadamente, aunque internamente se sentía feliz por haberle demostrado al idiota de su captor que no sería tan fácil de someter.
-Te gusto y no lo puedes negar- contraatacó con arrogancia, lanzándole una mirada al chico más específicamente a la semi erección que aun sobre la ropa destacaba.
-HA SIDO LO MÁS ASQUEROSO QUE HE TENIDO QUE SOPORTAR EN MI VIDA, NI VOLDEMORT ME PRODUJO TANTA REPULSIÓN – respondió con la voz más fuerte que su reseca garganta le permitía.
- No me importa lo que digas, terminaras doblegándote ante mí – dijo el rubio con su arrastrar de palabras. Se acercó al moreno pasando una de sus manos sobre los labios de este, quien se removía inquieto tratando de rehuir el contacto.
- PÚDRETE – respondió para enseguida escupir el rostro del Slytherin. Quien se limpió dándole una mirada cargada de resentimiento.
-Voy a quebrar esa maldita terquedad tuya – amenazó apuntándole con su varita a la garganta, el moreno le retaba con la mirada a pronunciar alguna maldición – No lo haré, eso es lo que deseas – dijo al final, volvió a besarle; pero esta vez de forma aún más ruda mordiéndole los labios hasta sacarle sangre en venganza por lo anterior, varita en mano logró evitar que el otro volviera a intentar algo.
El rubio se alejo de su prisionero en cuanto termino el beso, se tomó unos segundos para contemplar al moreno encadenado a la pared -Disfruta de la hospitalidad Malfoy, Potter - se despidió el Slytherin caminando hacia la puerta de la mazmorra.