-Bien, despierta y abre los ojos mi preciada creación –sonó la voz de un hombre en aquella habitación rodeada de cables y computadoras, fue cuando unos bellos ojos esmeralda se abrieron ante la expectación de todas la personas que se encontraban en el lugar. El cuerpo antes inmóvil, se acomodo en la camilla y miro fijamente a la persona que le dirigía la palabra.
-¿Sabes quien soy yo?...-Ahora el rostro sonreía y con una mano en su pecho contesto:
-Mi preciado creador…- Al científico le apareció una picara sonrisa.
-Tu nombre…dímelo…
-Hayato…Gokudera Hayato
-¿Tu objetivo de creación?
- Ser el guardián de la tormenta de la familia Vongola y mano derecha del décimo Sawada Tsunayoshi.
-¡Perfecto!, una obra maestra debo admitir, realmente no creí que hacer una alianza contigo me fuera a dejar tan dioso… ¿Qué opinas Reborn?-pero no se escucho una respuesta del arcobaleno del sol ya que un estruendoso golpe en la pared lo interrumpió, el guardián de la lluvia se acerco rápidamente al supuesto Gokudera y tomándolo fuertemente del mentón le pregunto:
-¿Quién soy yo…para ti?-El autómata miro indeciso a su creador quien le asintió con la cabeza para que respondiera.
-Tan solo eres Yamamoto Takeshi, el guardián de la lluvia d la familia – La fría respuesta provoco que soltara rápidamente el agarre.
-Ya debes saber las consecuencias de las emociones y sentimientos innecesarios Yamamoto- lo decía el pequeño arcobaleno apuntado al frío cadáver del verdadero guardián de la tormenta que se encontraba en otra de las camillas.
-Si…supongo que sacrificarse para salvarme la vida fue un acto entupido para ustedes, después de todo podrían haber creado otro yo para sustituirme…- hablo con sarcasmo el dolido beisbolista.
-Yamamoto…-comenzó a decir un nervioso Tsuna-Lo hice para salvar el orden de la familia, el equilibrio entre guardianes no puede romperse…por eso…yo…-no pudo terminar porque un gran golpe en su cara hizo que se golpeara con una de las maquinas.
-¡HACIENDO UN PACTO CON VERDE!...¡DIABLOS TSUNA!...¡GOKUDERA AUN AGONIZABA CUANDO LO TRAJISTE AQUÍ!
-Mi trabajo fue impecable y perfecto- reacciono molesto el pequeño arcobaleno de lentes- El 90% de los datos recogidos del guardián de la tormenta están en el programa, tanto sus reacciones, ataques y movimientos diarios, el antiguo guardián no podría estar mas que satisfecho…
-¿Y su corazón?-Verde levanto una ceja y luego soltó una carcajada
-No digas estupideces, ¿corazón?, no me hagas reír- y diciendo eso dio la media vuelta y se dirigió donde su robot para verificar los últimos detalles. Tsuna por su parte intento acercarse al moreno quien aun mantenía los puños fuertemente apretados de rabia contenida
-¡NO ME TOQUES!-El grito hizo que su amigo se retirara bruscamente de su lado, se fue hacia donde el fallecido Gokudera , le arranco con cuidado todos los cables que tenia incrustados recordando mientras los últimos momentos que lo vio con vida “esta bien, no llores , fue mi culpa, si esto es por el bien del décimo no me importa…lo siento…realmente…yo …te …quie…” ni siquiera había alcanzado a terminar su frase cuando dio su ultimo aliento, al terminar lo cubrió con una manta y lo tomo entre sus brazos “tan frío”. A pesar de todo el dolor que sentía en ese momento que le desgarraba el alma no derramo ni una sola lagrima, dio la cara a los que ahora consideraba unos traidores y apretando a su Gokudera contra su cuerpo dijo:
-No te lo mereces Tsuna…te deseo suerte creando otro como yo, porque sin duda esta familia ya esta rota – Sus ultimas palabras antes de salir del laboratorio, mientras Tsuna caía de rodillas y tapaba su rostro con sus manos llorando amargamente.
No llore décimo, todo estará bien, yo estoy aquí…-sonó la voz de Gokudera Hayato con una amable sonrisa, pero no, ese ya no era el, sino una copia perfecta y el llanto se hizo aun mas lamentable.