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Polaris por maryme

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Notas del fanfic:

Polaris habla de la relación que existe entre la estrella polar, los cuatro puntos cardinales y un regalo de amor.

Notas del capitulo:

Al principio fue escritó  como micro relato para una dinamica en un foro. No pude resistirme a escribir un poco más sobre la idea.

Ojala lo disfruten!

En la lengua de los elfos les llamaban  Canta* Ihminar, los cuatro guías. Eran hijos de Frey dios y señor absoluto de los elfos de la luz y de Varda*, señora de los cielos,  que según la leyenda encendió las estrellas y logró con su resplandor despertar a los primeros hijos del mundo. Los elfos.

 

Reunidos en el   salón del  gran consejo, los canta ihminar intercambiaban miradas. Estaban sentados en grandes tronos forjados en cuatro metales nobles. Para Sur, la plata de las montañas silbantes, para Este, el cobre de los valles de los unicornios, para Oeste  el níquel de las costas de las sirenas blancas y para Norte, el oro de las entrañas de los montes sin luz.

 

-Hermanos, hace seis ciclos de luna, las grandes fuerzas nos han ordenado a cada uno cumplir con nuestro destino como los canta ihminar  -El cabello castaño y ondulado de Oeste se movió cuando su dueño, el orador, agito la cabeza para seguir hablando- Se nos encomendó separarnos  para regir como reyes cada región de los cuatro horizontes del mundo.

 

- Hermano, decir que somos reyes te cuesta la modestia, no somos más que simples guías para los habitantes de estas preciosas tierras

 

Los ojos plateados de Sur, miraron con diversión al gran Oeste de tremenda estatura y ojos color fuego, quien gruñó con ligera advertencia  y se reacomodó en su asiento. Oeste siempre había sentido un desden amigable por los modales elegantes de Sur, por sus cabellos negros y  sus relampagueantes ojos de plata.

 

-Ha decir verdad... preferiría no ser rey ni guía, preferiría estar en casa...

 

La voz ahogada de Norte, hizo que  sus tres hermanos le prestaran atención de inmediato con expectativa. Era el menor, parecía apenas un niño en su enorme trono de oro y   la creación le había puesto dos fríos zafiros como ojos que ahora estaban teñidos de  añoranza.

 

-Querido Norte, fue difícil para todos dejar nuestro hogar y viajar muchas millas para vivir lejos unos de otros y ser los guías del sol y de cada criatura viva, pero es necesario y ha sido un cambio bueno ¿no es verdad? - El gentil Este con la rubia cabeza coronada de flores, bajó de su trono y caminó hasta el centro de la habitación -Cada ser mágico, terrestre y divino tiene una senda que seguir y nosotros estamos siguiendo la nuestra. Mira a Sur, en sus tierras calidas la gente es feliz, Oeste ha sido testigo de la creación de mil maravillas, en mis bosques todo es armonía y...

 

-Pero en  donde yo vivo, ¡solo hay hielo! ¡Y pueblos salvajes y más hielo!- Las mejillas de Norte enrojecieron tanto como su cabello pelirrojo y   levantándose abruptamente arrojó a los pies de Este, un trozo de hielo tan frío, brillante y resistente que  ni siquiera se desprendió una sola astilla de su estructura al estrellarse contra el mármol.

 

 

Hubo  un instante de silencio, ningún canta ihminar había estado de acuerdo con que Norte fuera elegido para regir el polo de la tierra, más salvaje, conflictivo y frío. Era apenas más que un niño, aun se le enredaba la enorme capa ritual, entre las piernas al andar. Pero el mandato había sido absoluto. Cada canta ihminar tenia un  sitio designado y la voluntad de las grandes fuerzas se había  realizado.

 

-Ustedes están satisfechos, son plenos y su felicidad es vibrante como el manto de la aurora... pero yo estoy solo, algún día  los seres del mundo me olvidaran. Me quedare solo...

 

Ni el gran Oeste con su voz imperiosa, ni Este con su noble sonrisa, fueron capaces de ingeniar algo para reanimar al pequeño norte quien con discreción bajo la barbilla hasta casi rozar su propio pecho, para esconder su angustia.

 

Fue el elegante Sur quién se movió primero, paso a paso, llegó al centro de la estancia, se inclinó y tomó con sus manos el gran trozo de hielo que Norte había llevado para realzar la hostilidad de sus dominios. El amable Este, retrocedió un paso y miró con curiosidad como Sur cubría  el trozo de hielo con sus dedos tibios  y con la energía de su cuerpo iba moldeándolo, cambiando su forma, afinándolo, doblándolo y rompiendo las partes sobrantes.

 

-Mi dulce Norte, ¿Cómo podría cualquiera olvidarse de ti? -Sur seguía trabajando con las manos mientras iba acercándose al trono de su hermano, y le miraba con una dulzura que radiaba en un amor fanatista -Eres  un ser perfecto, lleno de virtudes, con la pureza de mil palomas y la valentía de mil dragones. Pero amor mío, si aun así llegaras a creer que el mundo te olvidaría, que nadie podría encontrarte de nuevo. Yo te ayudare a que no sea así.

 

Las palabras de Sur hicieron a Norte levantar el rostro y la mirada poco a poco, cerró las manos con sorpresa al ver  lo que su hermano había hecho con su trozo de hielo. Era una figura cristalina  de resplandores azules, con seis puntas  que emergían de un centro hexagonal, cada centímetro estaba lleno de artísticos y delicados relieves, era la replica exacta de la anatomía de un copo de nieve, aumentada en tamaño y belleza.

 

-Te regalare esta estrella, su nombre es Polaris, la colocare en el cielo del norte y aunque otras estrellas cambien de posición, Polaris jamás lo hará, estará en el cielo, brillante y eterna, para recordarle a las criaturas del mundo que ahí vive Norte, el más bello de todos. Y será imposible mi dulce hermano, extraviarse al tratar de llegar a ti. Polaris siempre nos guiara a tu lado.

 

Maravillados, Oeste, Norte y Este, vieron aquella estrella elevarse, y  desaparecer impulsada al infinito con un haz de luz de plata y esperanza. La estrella Polar tomó su lugar en el cielo del norte. Y en el  salón del gran consejo. Norte, el de cabellos rojos, besó los labios de Sur, el de la mirada de plata.

 

 

-Gracias...

 

Había sido necesaria una estrella, pero el menor de los canta ihminar  comprendió:

 

Que mientras Polaris ocupara su lugar en el firmamento y él ocupara  todo el sitio disponible en el corazón de Sur. Jamás estaría solo.

Notas finales:

*Según el gran maestro Tolkien y el lenguaje que creo para sus elfos, Canta quiere decir cuatro

*Varda es una diosa que menciona Tolkien tambien de origen elfico

 

El resto ya son alucines mios.

 

Gracias por leer y comentar!


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