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Reducido a cero por nyanko1827

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Notas del capitulo:

Bien~ Esto ha surgido por una sugerencia de Una que pasaba por aquí uno de mis seguidores en FF, que me preguntó si podía escribir un trío. Estuve pensando y pensando y pensando, y me dije; "¿por qué no?" Y esto ha salido. Espero que os guste~

Disclaimer: KHR pertenece a Akira Amano-sensei~

Dos son mejor que uno.

One-Shot: Reducido a cero.


Como siempre esos dos peleaban, ¿quién? Mukuro y Hibari. Cada vez que se veían, cada vez que se nombraba a uno de los dos en la presencia del contrario, acaban en una absurda pelea. ¿Por qué se peleaban esta vez? Por nada importante, Mukuro había aparecido en la puerta de Nami-chuu para fastidiar a Kyouya, y lo había conseguido.

No es que molesten, que va, que se maten si quieren, allá ellos, es su problema. Pero claro, los problemas de los guardianes siempre salpicaban al pobre de Tsuna. Y esta vez no iba a ser distinto, ¿por qué? Bueno, fácil. Reborn estaba junto a Tsuna observando la pelea protagonizada por el guardián de la nube y de la niebla.

Miedo, ¿verdad? Mucho, y más para Tsuna. El pobre estaba que no sabía que hacer. Ahí, en el patio de Nami-chuu, estaban los dos guardianes destruyéndolo todo a su paso, que si agujeros en el suelo, muros partidos, puertas dobladas, arboles chamuscados, etc. Bueno, si sólo fuera eso no pasa nada, el problema es que estaban destruyendo la preciada escuela del prefecto, ¿y de quién sería la culpa cuando Hibari lo viera todo? De Tsuna, ¿por qué? Pues porque siempre es su culpa, da igual que haya no haya sido él, siempre se las carga.

Suspirando, Tsuna decidió que cuando se cansaran ya miraría de arreglarlo de alguna manera. No es que fueran a hacerle caso si les pedía que parasen, al revés, le meterían en la pelea y serían dos contra él. Lo mires por donde lo mires, Tsuna siempre acaba molido a golpes.

_Dame-Tsuna, menos suspirar y más detenerlos.– Le ordenó su tutor dándole una patada en la cabeza.

_¡HIIII! ¡Duele, Reborn! ¡Además, me matan como me inmiscuya!– Se quejó frotándose la parte abusada.

_Un buen jefe ha de saber controlar a sus subordinados.–

_¡Yo no quiero ser jefe, y menos uno mafioso!–

Reborn negó con la cabeza y miró a su alumno despotricando, que el no sería el jefe, que no va a aceptar esa posición y bla, bla, bla.

_He dicho, ¡que les detengas!– Reborn le propinó una patada más fuerte, lanzando a Tsuna entre esos dos y luego desapareció.

_¡HIIII!–

Tsuna acabó en medio de los dos, una tonfa rozándole la mejilla derecha y el tridente rozándole la mejilla izquierda. Tsuna empezó a sudar, esto no podía ir a peor. Miró a sus dos guardianes, y les vio fulminándole con la mirada. Tembló de miedo, no sólo estaba entre los dos, encima los dos le dirigían su ira a él. Esto ya no podía empeorar, ¿o sí?

_¡HIIII! ¡Lo siento!– Dijo rápidamente mientras salía de entre los dos.

_Herbívoro, sino vas a luchar márchate y no molestes o voy a morderte hasta la muerte.–

_Kufufufu, por mucho que me fastidie, estoy de acuerdo con ave-kun. Lárgate sino quieres ser poseído, Vongola.–

Y dicho eso, volvieron a su fiesta, porque para ellos era una fiesta. No entendía el como podían odiarse tanto… bueno, vale. Está la vez que Hibari perdió contra Mukuro, es entendible el odio que le tiene, pero no entiende el porque Mukuro le odia… bueno, sí, a Mukuro le fascina meterse con Hibari, supongo que sus personalidades chocan, sí, ha de ser eso, sino ya me diréis.

Otra vez estaban destruyéndolo todo. Menos mal que los ilusionistas de Vongola se ocuparían para que no se notara nada hasta que se arreglara, pero tampoco es eso. Que cada semana se gastan más de un millón para las reconstrucciones de la escuela u otras cosas que hayan destruido. Y eso es mucho dinero, y a Tsuna no le gusta despilfarrar el dinero. Eso era malgastarlo, y no podía ser… se tenía que parar en este momento, que obtuvieran otra forma para demostrar quien es el mejor…

_Me voy a arrepentir de esto… pero no hay otra opción.– Tsuna les miró decidido, era esto o gastar cuatro millones o más al mes.

Tsuna respiró hondo e intentó calmarse, no podía demostrar su intención. Tenía que ser discreto. Pero era difícil, ¿cómo demostrar algo como eso discretamente?

_No, no puedo hacerlo.– Se dijo cohibido y sonrojado.

Era algo difícil, además, ¿qué diría su madre si supiera lo que va hacer? No puede hacerlo, que va. Como odiaba ser tan cobarde… no, esto no era cobardía, esto era integridad, y no sólo eso, si lo hacía su orgullo como hombre, que es poco, se vería chafado, como diría el boxeador, al extremo.

Tsuna volvió a mirara a esos dos, cada vez se distinguía menos la escuela. Cuanto dinero iba a ser esta vez, demasiado dinero, muchas facturas, muchos papeles que le harían firmar a él por las destrozas de sus guardianes.

_No pienso firmar más papeles por su culpa. No soy el décimo y ya estoy leyendo y firmando papeles como si lo fuera. A no, esto acaba hoy y ahora mismo.– Se dijo con determinación, a la mierda su poco orgullo como hombre. Prefería chafarlo y volverlo insignificante a estar enterrado en una pila de papeles.

Tsuna volvió a inspirar profundamente, y a expirar. Primero era calmarse, Reborn le había dicho que tenía muchos puntos para detener a ese par, y que si los utilizaba bien no saldría mal parado.

_Bien, ya estoy listo.– Tsuna poco a poco se acerco a los dos, posicionándose delante de Mukuro y dándole la espalda a Hibari.

_Oya, oya. Parece ser que no lo entiendes pequeño Vongola, apártate o…–

_M-Mukruo… tengo… mucho calor.– Le cortó, sonrojándose y aparatándose un poco el cuello de la camisa, mostrando su delgado y cremoso cuello. –N-No se que hacer…– Dijo mientras seguía desabrochándose la camisa del uniforme y dejaba ver más.

Normas para detener una disputa entre los dos guardianes más peligrosos.

-No puedes mostrar tus intenciones de detenerles.

-Ve primero a por uno, el otro siempre se unirá para demostrar que es mejor que él otro.

-Has de ser el sumiso, les gusta tener el control.

Bien, esas tres ya están echas. Pensó Tsuna, levantando la mirada hacia Mukuro.

-Demostrarles que quieres con ellos, y que no te importa lo rudos que sean.

_Mukuro… ¿no vas… a… ayudarme? – Le dijo inclinando la cabeza y alzando sus manos hasta el cuello del uniforme de Mukruo para empezar a desabrocharlo.

_Oya, oya. Parece que nadie te da suficiente atención, pequeño Vongola.– Dijo Mukuro atrayendo al pequeño cuerpo hacia el suyo.

-Si has de detener a uno, hasta aquí ya le tienes en el bote. Pero si son dos, has de hacer que el otro participe.

Tsuna apoyado en el cuerpo de Mukuro, volteo su cabeza para mirar a Hibari a los ojos, exponiendo parte de su cuello al ilusionista, que ni corto ni perezoso lo atacó, empezó a besarle en el trozo de carne expuesta, marcándolo y sacando algunos suspiros del décimo.

El prefecto no estaba precisamente feliz, habían interrumpido su pelea y encima se ponían a coquetear y a manosearse delante de él. ¿Lo peor? La cabeza de piña estaba tocando lo que por derecho le pertenece. Bueno, haber, le pertenece porque él así lo quiere, por nada más, y lo que dice o piensa él va a misa.

Tsuna empezaba a perder la noción y a llevarse por las sensaciones que le estaba dando Mukuro, pero debía resistir, debía hacer que Hibari se uniera, sino, serían horribles las consecuencias de coquetear delante de él.

_ngh… aah… Hi… Hibari-san…– ¿Como lo hago? Hibari-san no es precisamente de los fáciles de manejar. Piensa, Tsuna, piensa, las otras normas eran…

-Si uno de los dos es demasiado orgulloso como para lanzarse, haz que se lance. Suplícale, haz que se sienta necesitado.

Bien, se ha de sentir necesitado… Tsuna con mucho esfuerzo, estiro uno de sus brazos hacia Hibari y sus ojos se humedecieron, dando la impresión de que iba a llorar.

_Hi… Hiabri-san… a-ayúdame…– Rogó Tsuna, haciendo que él nombrado se paralizara, y Mukuro frunciera el ceño.

_Oya, oya. ¿No tienes suficiente conmigo, pequeño Vongola?– Dijo algo molesto al ver que Tsuna pedía la atención de su enemigo.

_El herbívoro sabe que soy mejor que tú en esto. – Dijo con sorna el prefecto, acercándose y tirando de Tsuna hacia él.

Mal… ya empiezan a luchar otra vez. Se quejó mentalmente. Eso la 7, que más dijo Reborn…

-Dame-Tsuna, tienes cara de niña. Úsala para tu beneficio, y así harás que cualquiera caiga rendido a tus pies.

Cierto, ahí Reborn me regañó… –ngh… amf…– Los dos comenzaron a competir mientras iban mordiendo y besando el cuello de Tsuna. ¿Qué hago…? –aah… uff…– ¡Ya sé!

_P-Pero… y-yo os quiero a los dos dentro.– Dijo con la cara sonrojada y lágrimas en los ojos. Acabo de aplastar mi poco orgullo como hombre…

Mukuro y Hibari se detuvieron en seco, analizando las palabras dichas por esos sonrosados y apetecibles labios. ¿Habían escuchado bien? ¿Estaba pidiéndole a los dos a la vez? Los dos sonrieron cínicamente, iban a demostrarle al pequeño décimo cual de los dos era mejor.

_Kufufufu, será mejor que vayamos a otro lugar.– Dijo Mukuro haciendo que la niebla les envolviera a los tres y desaparecieran, apareciendo en la enfermería de Nami-chuu.

Increíble, sigue en pie… –¡Ah!– Tsuna fue lanzado a una de las camas quedando sentado, con Mukuro encima y Hiabri detrás. Dios, por favor, ¡sálvame!

_Muy bien, herbívoro. Será mejor que te prepares.– Le dijo al oído Hibari mientras le quitaba a Tsuna la parte de arriba del uniforme.

_Oya, oya. Veamos que hay por aquí~– Canturreaba Mukuro mientras le quitaba los zapatos y pantalones a Tsuna.

Hibari comenzó a masajear y pellizcar los pezones de Tsuna, poniéndolos duros mientras que con su lengua iba recorriendo el cuello del décimo, sacándole pequeños gemidos. Mukuro al haberle quitado los pantalones se dirigió una de sus manos enguantadas hacia el miembro de Tsuna, masajeándolo por encima de los calzoncillos.

_Ngh… amf… aah…– Tsuna cogió el rostro de Mukuro y lo acercó al suyo empezando un beso, uno casto, pero que el ilusionista se encargo de profundizarlo. Sus lenguas bailaban, peleaban para dominar al otro, una pelea que ganó sin mucho esfuerzo Mukuro.

Eran muchas sensaciones para Tsuna, aparte de que nunca se imaginó hacerlo con un chico, pues imagínate con dos. Hibari volteo a Tsuna, dejándole cara a cara con él, e iniciando un beso, haciendo que Tsuna gimiera ante el abuso a su boca y con su nueva posición, Mukuro la aprovechó para acabar de desnudarle y lamer la entrada de Tsuna.

_Ah… M-Muku… ro… ¿q-qué… ha… ces…? – Dijo Tsuna cortando el beso y entre suspiros, sintiendo como la hábil lengua del ilusionista entraba y salía por su agujero.

Placer, eso era lo único que sentía. Hibari le suministraba placer acariciando y besando su cuerpo y Mukuro lamiéndole con la lengua ese lugar. Si hubiera sabido que su orgullo reducido a cero equivaldría a tanto placer lo hubiera echo antes. Claro, esto nunca lo diría en voz alta, sería cavar su propia tumba y más teniendo en cuenta las personalidades de estos dos.

_Kufufufu, ¿qué hago, preguntas? Divertirme, por supuesto.– Dijo mientras metía uno de su dedos para ensanchar la entrada de Tsuna.

_¡Ah! m-molesta… q-quítalo…– Dijo retorciéndose.

_Estate quieto, herbívoro. – Hibari le inmovilizó, cogiéndole del rostro y volviéndole a besar para que su mente estuviera concentrada en otra cosa.

Mukuro introdujo un segundo dedo, entrándolos y sacándolos, moviéndolos como si fueran tijeras y haciendo que la pequeña molestia de Tsuna se volviera placer. Luego introdujo un tercer dedo, haciendo lo mismo que anteriormente, deleitándose de los gemidos y suspiros del décimo ahogados por el beso que le daba el guardián de la nube.

Los dos estaban excitados, tener a Tsuna bajo suyo les encendía de sobremanera, el poseerlo y dominarlo era algo con lo que siempre habían soñado. Ahí, postrado en una cama, desnudo y a su merced, como disfrutarían de esta sesión de sexo.

Mukuro se desabrochó el pantalón sacando su notoria erección y pasándola por la entrada de Tsuna, viendo su cara de asombro al ver lo que estaba a punto de hacer el ilusionista. Hibari hizo lo mismo, se desabrochó el pantalón sacando su erección y acercando la cara de Tsuna para que empezara a lamerla. Mukuro no tardó mucho en penetrar a Tsuna, de una estocada entro dentro del décimo haciendo que soltara un gemido de dolor, que Kyouya aprovechó para introducir su miembro en la boca del moreno.

El ilusionista tenía unas ganas horrorosas de moverse, pero si quería volver a repetir esta sesión debería esperar a que el pequeño décimo se acostumbrara, Hibari por el contrario, comenzó a moverle la cabeza a Tsuna para que empezara a masturbarle. El décimo avergonzado, lamió el miembro dentro de su boca, cuando escuchó un inaudible suspiro de su guardián de la nube, continuó ya más decidido a suministrarle placer al estoico prefecto.

Cuando Tsuna se acostumbro a que Mukuro estuviera dentro, le indicó para que se moviera. Cosa que no tardó en hacer el ilusionista, ya se estaba desesperando porque el décimo no se acostumbraba a la sensación de tenerlo dentro, comenzó a entrar y salir lentamente para que Tsuna se acabara de acostumbrar a la sensación de tenerle en su interior, pero no duró mucho, los gemidos y suspiros ahogados que daba Tsuna al tener el miembro de Kyouya en la boca, le incitaron para ir más deprisa a la vez que masturbaba al moreno.

Tsuna por su parte, intentaba seguir el ritmo de su guardián de la niebla masturbando a Kyouya. Sacando y entrando el miembro del guardián de la nube, lamiéndolo y deleitándose del sabor del semen que iba eyaculando.

En la sala se escuchaban los gemidos de los tres, la lujuria y pasión que emanaba de ella, alejaba a cualquier cotilla e indeseado, eso y la lúgubre apariencia que Mukuro le dio al pasillo con una de sus ilusiones, no quiere ser interrumpido en medio de un orgasmo.

El guardián de la niebla cada vez iba más profundo, buscando ese punto que haría perder la razón al décimo. Hibari seguía marcándole el paso que debía seguir Tsuna para llegar al orgasmo en su boca, y Tsuna dejándose guiar por ellos. Los tres estaban disfrutándolo, sintiendo el cuerpo del contrario, yendo al mismo compás y dándose placer mutuamente.

_¡Ngah!– Se quejó Tsuna en una de las estocadas de Mukuro, haciendo que el ilusionista sonriera.

Mukuro volvió a darle en el mismo lugar y recibiendo la misma respuesta, ya la había encontrado, ahora si que podría hacer que Tsuna tocara el cielo. Las estocadas junto a la penetración oral iban cada vez más rápidas y profundas, con un gutural gemido Tsuna llegó al orgasmo y Hibari se corrió en su boca. Mukuro al notar las paredes internas apretar su miembro le dio unas estocadas más antes de correrse dentro del décimo.

Tsuna se tragó el semen de Hibari, sintiendo a Mukuro apoyándose encima suyo y a Hibari acercándole más a su cuerpo.

_Kufufufu, esto hay que repetirlo pequeño Vongola, pero la próxima vez sin ave-kun.– Dijo el ilusionista mientras miraba al prefecto.

_¿Miedo de que sea mejor que tú en esto, herbívoro?– Le contestó con una sonrisa de medio lado.

_Oya, oya, en esto no eres mejor que yo, ¿verdad, Tsu-chan? – Mukuro frunció el ceño, pero le envió una sonrisa a Tsuna. ¿¡Ahora me llama Tsu-chan? ¿Pero desde cuando hay tanta confianza? Pensó el décimo algo asustado por la sonrisa.

Tsuna se los miraba a los dos, no podía creérselo, era él, el que había reducido a cero su poco orgullo como hombre, era él, al que habían penetrado tanto oralmente como analmente. ¿Y eran ellos los que discutían quien era el mejor? Desesperante, es que ni para esto dejan de discutir.

_Kufufufu, entonces decidido. – Dijo Mukuro levantándose y yéndose hacia donde estaba Hibari, que para sorpresa de Tsuna, el prefecto ahora se encontraba en el sitio donde anteriormente estuvo el ilusionista.

_¿Eh?– Preguntó perdido. Los dos le sonrieron maliciosamente.

_Como no nos decidimos, ahora vamos a por otra ronda, herbívoro.–

_Y tú serás el que decida cual de los dos es mejor, Tsu-chan.–

Imposibles… ¿otra vez? Pero si no puedo casi ni moverme, es que piensan dejarme inválido, ¿o qué? Tsuna vio como sus dos guardianes iban tomando sus posiciones y comenzaban a toquetearle otra vez. ¡Reborn, sálvame! ¡Ayuda! ¡Quiero irme a casa!

::0::

A la mañana siguiente, Tsuna se levanto en una de las camas de la enfermería junto a Mukuro y a Kyouya, los dos durmiendo plácidamente mientras él tenía un dolor de lumbar y un cansancio en la boca que no podía aguantarse.

Intentó desperezarse un poco, haciendo el mínimo movimiento para no despertar a esas dos fieras, cuando vio un papel doblado en la sabana. Extrañado lo cogió y desdobló, leyendo su contenido.

-Y la última norma. Felicidades, Dame-Tsuna. Te los has llevado a la cama.

¡Maldito Reborn! ¡Nos ha estado viendo y no me ha querido ayudar con estos dos monstruos! Pensó con ira el décimo. Un momento… ¿La última norma?... ¡¿Quiere decir que este iba a ser el resultado de las normas?! ¡¿Sabía que íbamos a llegar a la cama?!

Tsuna se quedó sumido en sus pensamientos sin darse cuenta de que las dos fieras acababan de levantarse y tenían ganas de jugar.

Notas finales:

¡Moi, Moi! Bueno este es el primer One-shot de una serie de… ¿unos cuantos? No se los que se me ocurran. He de decir que serán de distintas clasificaciones habrá desde K hasta M.

Y ahora pongámonos serios, me cuesta mucho hacer el lemon, estoy escribiendo el fic y voy bien así pim, pam, pim, pam, ¿no? Bien, llego donde ha de ir el lemon y ¡puff! La inspiración se fuga, bueno, guardo lo ya escrito y al día siguiente vuelvo a retomar donde lo dejé, bien otra vez pim, pam, pim, pam, ya llevo la mitad del lemon ¡ueeeeh! Y de repente ¡puff! La inspiración vuelve a fugarse, bueno eso ya me cabrea, pero vuelvo a guardar y al día siguiente vuelvo a retomarlo donde lo dejé y otra vez pim, pam, pim, pam, ¡he acabado el lemon! ¡Bien! Lo celebro, monto una fiesta invito a Tsuki y a unas cuantas más, que no saben el porque de la fiesta pero se apuntan, nos divertimos y tal y cual. Y claro, queda el final del fic, que he de esperarme al día siguiente otra vez porque no estoy como para escribir.

Y bueno os preguntaréis, ¿a qué viene esta biblia de tú vida? Bueno, pues resumiendo, que los capis o fics donde introduzca lemon, siempre tardaran más que uno que no tengan, así que tened paciencia conmigo, por favor.

Y después de menudo rollo contado… ¡Muchas gracias a los que leen pero muchísimas más a los que leen y comentan~!

Mañana subiré el segundo One-shot que irá dentro de 'Dos son mejor que uno'

Nos leemos~


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