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¿Alcohol? Nunca más vuelvo a beber por nyanko1827

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Dos son mejor que uno.

One-Shot: ¿Alcohol? Nunca más vuelvo a beber.


Mareado. Muy mareado, y con un dolor de cabeza insoportable. Así es como se encontraba el Decimo Vongola al abrir los ojos, topándose con una blancura que no se acordaba que tuviera su habitación. Al levantarse y sentarse en la cama se fijo que estaba desnudo y con varias… no, muchas marcas por el torso. ¿Qué demonios? Al intentar levantarse, sucedió algo inimaginable, su parte lumbar le dolía demasiado.

_Joder…– Se quejó, tocándose la parte adolorida.

_Vaya, no me imaginaba que te escucharía maldecir, Dame-Tsuna.– Al escuchar esa voz Tsuna se volteó de golpe, encontrándose con su ex tutor en la misma cama y en las mismas condiciones que él.

_¿R-Reborn?–

_El mismo que viste y calza.– Le dijo con una sonrisa divertida. –¿Qué sucede mi Dame-alumno?–

Tsuna seguía con la boca abierta, ¿qué sucedía? ¿No es bastante obvio? Dos hombres en la misma cama, desnudos y a uno doliéndole a horrores su parte baja. ¿No es obvio?

_Basura, callad. Aún es temprano.– Se quejó una tercera voz.

Los ojos de Tsuna se ampliaron más al escuchar esa tercera voz, y cuando volteo el rostro palideció. Ahí, en la misma cama y tal y como dios lo trajo al mundo, estaba Xanxus. Esto no podía empeorar… sí, si que podía, si aparecía otro en la cama ya sería el colmo.

_Basura, cierra la boca.– Le dijo Xanxus al ver a Tsuna con la boca abierta.

_No le culpes, Xanxus. Dame-Tsuna no se acuerda de nada.– Dijo Reborn mientras se reía entre dientes. Tsuna volvió a la realidad.

_¿Acordarme? ¿De que me he olvidado?– Preguntó asustado.

_Haz memoria, mi querido alumno.–

Xanxus sólo bufó y volvió a cerrar los ojos, demasiado temprano para su gusto. Tsuna hizo lo que se le dijo, intentó recordar…

~Flashback~

En la mansión Vongola se encontraban todos ajetreados, ¿por qué? Pues porque el asesino a sueldo había decidido hacer una fiesta sin el consentimiento del décimo, pero a él le da igual, hace lo que quiere, cuando quiere y como quiere. Así que por eso todos los empleados corrían de arriba hacia debajo de la mansión, preparándolo todo sin dejar nada fuera de lugar, midiendo la distancia de los objetos para que todo estuviera bien puesto, porque no querían ser fusilados por el asesino a sueldo al cometer un error.

Mientras los empleados sufrían por Reborn, el décimo se encontraba en su despacho leyendo y firmando papeles. Que si una alianza entre familias, la fiesta de cumpleaños de una de las hijas de un aliado, facturas de las múltiples destrozas de sus guardianes al entrenar/pelear entre ellos, facturas de las destrozas en el castillo de Varia por los arrebatos del mismo jefe y/o los miembros del mismo escuadrón destrozándolo y así un sinfín de folios en los que Tsuna estaba más que arto y ahora se debía agregar los gastos al hacer la estúpida fiesta de Reborn. Feliz no estaba.

Los guardianes por su parte, ayudaban en lo que podían… más bien en lo que les dejaba el asesino a sueldo, lo quería todo perfecto, demasiada perfección a los ojos de los empleados y guardianes, algo rondaba por la cabeza de Reborn y eso todos lo sabían, él que se mantenía ajeno a todo era el mismo jefe ya que se encontraba firmando papeles y no podía ver el brillo de diversión que tenían esos oscuros ojos, sólo podían rezar por su jefe.

Cuando todo estuvo en perfectas condiciones, Reborn les dio a los guardianes las invitaciones, en ellas salía el nombre de las familias que vendrían y al echar una ojeada, se fijaron que sólo asistirían las más allegadas. Cavallone, Giglio Nero, Gesso, CEDEF, Varia, Tomaso, etc. No eran muchas, pero serían demasiadas para Tsuna, aún no estaba muy acostumbrado a este tipo de reuniones y Reborn siempre salía con una excusa para poder hacerlas. A veces pensaba que a Reborn de verdad, pero de verdad de la buena, le encantaba torturarle.

Cuando las invitaciones fueron entregadas, los guardianes volvieron y comenzaron con sus tareas, Hayato fue a echarle una mano a Tsuna y a reportarle el como iban las preparaciones, Takeshi se quedó donde Varia para entrenar junto a Squalo hasta que fuera la hora asignada, Ryohei se dirigió hacia la clínica para acabar de ordenarla y darles la tarde libre a los usuarios del sol que trabajaban con él, Lambo fue corriendo a buscar a I-pin y jugar/molestarla, Mukuro y Chrome se retiraron a sus respectivos campos de los cuales sólo Tsuna sabía donde estaban y que hacían, y Kyouya simplemente se fue. Hasta que empezara la fiesta aún quedaban unas horas y estar en medio sin hacer nada no era el fuerte de ninguno.

Las horas pasaron tranquilamente, sin ruidos ni explosiones, la sede, aunque parezca extraño, se mantenía en calma, algo que los empleados no habían tenido desde que Nono se jubiló, la décima generación era demasiado escandalosa. Por eso aprovecharon para adelantar tareas ahora que podían, y vigilaban que ninguna de las decoraciones fuera destruida.

Las ocho de la tarde, los invitados estaban a punto de venir y los guardianes ya estaban en el salón, donde se haría la fiesta, bien trajeados y comportándose. Reborn se mantenía sentado en uno de los grandes sillones que adornaban el salón, esperando a que empezaran a entrar.

Como siempre, Dino, junto a su familia, fueron los primeros en llegar, por nada del mundo se perdería la fiesta de su querido hermano. Ya estaba empezando a molestar que donde se encontraba, como estaba, si comía bien, bueno, las típicas preguntas de una madre sobre protectora, aunque en este caso de un hermano sobre protector. Los siguientes fueron la CEDEF, Iemitsu fue corriendo al despacho de Tsuna sin molestarse en saludar, sólo quería ver a su lindo hijo y asegurarse que ninguna de las bestias, denominadas guardianes, se le habían echado encima para comérselo. Dino al verle hizo ademán de seguirle, pero Romario le cogió, por atrás, del cuello del traje prohibiéndole ir, ya le vería cuando entrara en el salón.

Las familias fueron llegando, Aria junto a los miembros de Giglio Nero, Byakuran junto a sus guardianes, Naito junto a los miembros de Tomaso, Xanxus y el resto del escuadrón, los Arcobaleno, la familia del padre de Hayato y Bianchi, y Nana junto a Fuuta, Bianchi y las tres chicas. Todos se reunieron en el gran salón, hablando entre ellos y reforzando el vínculo que tenían, aunque claro, algunos aún eran visto con odio, aunque Tsuna les apreciara y permitiera acercársele, no quería decir que sus guardianes y Reborn si que los tragaran.

La fiesta iba bien, sin mucho escándalo, el problema que Iemitsu y Tsuna aún no aparecían, y empezaban a ponerse nerviosos. Así que para calmar los ánimos a Reborn se le vino una idea.

_Escuchadme.– Llamó la atención de todos. –Mientras mi Dame-alumno y su Dame-padre no vienen, vamos a jugar a verdad o prenda.– Dijo a la vez que sonreía.

Todos le miraron extrañado, ¿verdad o prenda? ¿En serio? Pero era Reborn, algo debería estar pasando por su cabeza. Y algo nada bueno a juzgar su sonrisa.

_¡Ara! Parece divertido, ¿verdad?– Dijo emocionada Nana mirando a todos los presentes.

Los demás la miraron con miedo, a nadie le parece divertido un jugo propuesto por el asesino a sueldo.

_Mama tiene razón venga juguemos. – Dijo Bianchi dándole la razón a Nana y Reborn.

Los presentes no sabían que hacer, sólo rezaban para que Tsuna apareciera y les salvara de este juego.

_Kufufufu, nosotros nos apuntamos mi querida Chrome.–

_Entendido Mukuro-sama.–

Genial, dos locos más sumándose a ese estúpido juego.

_Nosotros también nos apuntamos~– Byakuran levantó la mano mientras se acercaba a los unidos al juego, seguido de sus guardianes.

_Bien, veo que ya somos más, ¿y vosotros? ¿Es que sois unos cobardes?– Antes esas palabras todos se unieron al juego, no eran unos cobardes.

La sonrisa de Reborn se ensanchó, ya está, ahora por mucho que Tsuna se negara no podría hacer nada más que participar.

En el salón todos estaban discutiendo el como empezar con el juego, hasta que oyeron un par de voces que se acercaban. Las reconocieron en el momento, eran Tsuna y su padre, imposible no reconocerlas. Los gritos de un padre alegre al ver a su hijo y haciéndole preguntas sobre como iba todo por aquí, y las quejas del hijo, sobre que no hace falta que se preocupe tanto por él, que vaya más a casa a visitar a su madre, etc. Cuando el Decimo y el jefe de la CEDEF abrieron las puertas se encontraron con una estampa algo inusual, por el tipo de vida que llevan, todos los invitados estaban sentados en el suelo en circulo y discutiendo ves a saber qué.

_¿Se puede saber que me he perdido?– Preguntó perplejo Tsuna, su padre se los miraba con algo de duda, en si de verdad eran adultos y mafiosos.

_¡Tsu-kun, vamos a jugar a verdad o prenda!– Le dijo feliz su madre mientras se levantaba e iba a abrazarle.

Tsuna aceptó gustoso el abrazo de su madre, pero eso de jugar a verdad o prenda… que quieres que te diga, son algo mayorcitos para hacer algo así.

_Es cosa de Reborn.– Afirmó, nadie más que a su ex tutor se le ocurrían este tipo de juegos.

_Exacto, Dame-Tsuna. Así que sentaos junto a todos y empecemos el jugo.– Sonrió.

Tsuna tembló inconscientemente, esas sonrisas nunca auguran nada bueno. Pero le hizo caso, no quiere despertar la ira de su tutor. Ya con todos los presentes sentados en sus puestos, Reborn comenzó a explicar las reglas.

_Bien, como todos estamos de acuerdo en jugar, supongo que sabéis de que va el jugo.– Todos asintieron. –Entonces, para hacerlo más divertido, el que elija prenda deberá beber una copa de Brandy y los que elijan verdad y mientan un chupito de Vodka.– Explicó mirando especialmente a Tsuna y enseñando las dos bebidas.

Todos volvieron a asentir, Xanxus resopló, menuda prenda, él ya estaba acostumbrado a beber brandy y otro tipo de licores, esto no iba a ser nada, al revés, podría elegir prenda y así beber sin que nadie se opusiese. Para los demás, era distinto, algunos si estaban acostumbrados a algunas copas, otros a la mínima gota quedaban borrachos por su baja tolerancia al alcohol. Pero a Reborn eso le daba igual, nunca había visto a su alumno beber licor y esta vez iba a asegurarse que lo hiciera.

_Muy bien, el que saque el palillo con la marca negra comenzara a hacer las preguntas a quien quiera.– Informó Reborn sacando unos palillos de madera y escondiendo uno de los extremos.

_¡Un momento!– Le detuvo Tsuna. –Esto no va así, el que saque el palillo con la marca negra a de preguntarle al que saque el palillo con la marca de otro color.– Se quejó, si lo hacían de la manera de Reborn, fijo que todos le preguntarían a él, si es que ya lo está viendo, el como le toca beber por elegir prenda.

La sonrisa de Reborn se ensanchó.

_Mi juego, mis reglas.– Una vez dicho dejó que cada uno eligiera un palillo.

Todos miraron que color les había tocado, y de repente se escuchó un alarido, era Dino quejándose de que no le había tocado a él y que no podría preguntarle a su lindo hermano.

_¿Quien tiene el de la marca negra?– Preguntó el asesino a sueldo.

Un palillo pasó volando cerca de la mejilla de Reborn, el asesino a sueldo cogió el objeto volador no identificado y lo observó, en efecto, es el palillo con la marca negra.

_Xanxus, con un yo me habría bastado.– Comentó Reborn fulminándolo con la mirada, recibiendo como respuesta un gruñido. –Escoge a quien quieras preguntar.–

Xanxus recorrió su mirada carmesí por todos los presentes, observándoles para ver a quien podría joder un rato. Su mirada se posó en alguien y una sonrisa socarrona emergió en su rostro.

_Basura.– Le llamó, el aludido iba a responder, pero Dino decidió hacerlo por su parte.

_Xanxus, para ti todos somos basura, cuál en específico.–

Todos comenzaron a rezar por el rubio, cierto todos eran basura o escoria a la vista del jefe de Varia, pero cada uno tenía un tono distinto a la hora de nombrarles y eso era algo que el asesino a sueldo y el décimo Vongola se habían dado cuenta. Tsuna, antes de que su hermano pequeño acabara fusilado, intervino.

_Dino-san, soy yo.– Le dijo, asombrando a todos por haber sabido que le hablaba a él. Xanxus ignoró a Dino al saber que el aludido si sabía que le había llamado a él y prosiguió.

_Verdad o prenda.– Tsuna iba a responder pero Xanxus no le hizo caso y le hizo la pregunta. –¿Eres virgen?– Tsuna se sonrojó, Nana chilló de júbilo al poder enterarse de la respuesta.

_¡Xanxus! ¡No me has dejado elegir!– Se quejó intentando ignorar la pregunta y los murmullos que empezaban en la sala.

_No hace falta, si eliges verdad, respondes esa pregunta y si elijes prenda, bebes una copa de brandy.– Explicó lo obvio.

Tsuna se sonrojó otra vez y estiró la mano hacia Reborn, pidiéndole la copa de brandy, quien la entregó gustoso.

_Eso no es de tú incumbencia.– Replicó antes de beberse el licor.

Una vez hecho dejó, la copa a un lado. Ahora le tocaba a él preguntar, pasó su acaramelada vista por los presentes, mirando a ver quien podría descargar su ira contenida por la pregunta. Sonrió al saber a quien preguntar.

_Hayato-kun, verdad o prenda.– Como hizo Xanxus, Tsuna no le dejó responder. –¿Cuántas veces lo has echo este mes con Takeshi-kun?– Si iban a ir de este palo, él también sabía jugar.

El nombrado, junto a algunos que no sabían nada de esa relación se sonrojaron, al imaginárselos en la cama, los dos juntos, desnudos, sudorosos, jadeantes y sucios de semen.

¡THUM!

Escucharon un ruido, los que conocían la relación voltearon a ver que había sucedido, topándose con Haru, Bluebell, Kyoko, Nana, I-pin, Chrome y Lussuria en el suelo unos tapándose la nariz, por el inminente sangrado y otros desmayados por sus mentes fantasiosas.

_¿K-Kaa-san?– Tsuna e Iemitsu preocupados se acercaron a su madre y esposa, respectivamente, viéndola tendida en el suelo y de lo más feliz.

_Dejadla, es feliz.– Comentó como si nada el asesino a sueldo. –Venga Gokudera, verdad o prenda.–

El nombrado aún seguía que no sabía que hacer, el décimo le había echo una pregunta muy personal, pero él siempre le decía la verdad al décimo, nunca le ocultó nada. Y esto, por muy personal que fuese, tampoco iba a ocultárselo.

_Dos veces al día durante todo el mes.– Contestó con orgullo, él nunca mentiría al décimo.

¡THUM!

Otros tantos cayeron al suelo inertes, esta vez Dino junto a Bianchi, el padre de Hayato, Lambo, Fuuta y Naito.

_Trece descalificados.– Reborn apuntó el nombre de los inconscientes en una hoja. –Gokudera, elije.–

Ahora fue el turno de Hayato, pasó su mirada verdosa por los presentes, eligiendo a Bel y proceder otra vez lo mismo, una vez echo fue a Bel a quien le tocó elegir y así sucesivamente. Al final, sólo quedaban Aria, Reborn, Xanxus, Tsuna e Iemitsu, los demás estaban K.O. poca tolerancia al alcohol. Lo que les sorprendió a los que aún estaban en pie fue que Tsuna, quien nunca había bebido licor, se mantuviera tan fresco, había aguantado el brandy la mar de bien. Pero se le notaba que empezaba a estar algo ido, unas cuantas copas más y caería redondo.

_Bien, sólo quedamos cinco.– Anunció Reborn.

Los presentes asintieron con la cabeza, excepto Xanxus, esperando a que Aria escogiera a uno de ellos para continuar.

_Iemitsu, verdad o prenda.– Decidió al final. –¿Nana siempre ha estado locamente enamorada de ti?– Le preguntó, cosa interesante, ninguno sabía la respuesta y el jefe de la CEDEF no es que estuviera muy lúcido, llevaba unas copas de más.

_Esho… hic… no de imforta… hic…– Iemitsu vertió en la copa el brandy restante y se lo bebió, cayendo al instante al suelo.

_Vaya, parece que Tsuna tiene más tolerancia al alcohol que él.– Comentó divertida Aria, mientras veía al rubio roncar y rascándose la barriga.

_Me toca, y como el brandy ya se a acabado, acabaremos la ronda con el vodka.–

Los presentes asintieron, ya sólo quedaban Xanxus, Aria, Reborn y Tsuna. Aria, se quedó mirando a su alrededor, observando a los caídos, y luego a Reborn, que desde hacía rato no le quitaba el ojo de encima a Tsuna, sonrió pícaramente.

_Reborn, yo lo dejo. Hay muchos que deben ser atendido, y no sería bueno que todos estuviéramos bebidos y sin poder ayudarnos.– Razonó al ponerse de pie y salir de la sala.

Reborn sonrió, ahora sólo quedaba dejar K.O. al jefe de Varia, cosa que le costaría más, ya que estaba acostumbrado a beber. Reborn chasqueó la lengua al saber que Tsuna caería antes que Xanxus.

_Bien Tsuna, verdad o prenda.– Comenzó Reborn.

¡THUM!

Pero no le dio tiempo, Tsuna había sobrepasado su límite hace ya tiempo, se mantenía sentado a base de voluntad, por no querer saber el castigo que tendría si perdía, porque seguro que hay castigo. La sonrisa del asesino a sueldo se ensanchó, bueno, ahora podría comenzar con la verdadera parte de la fiesta, fue a cogerle y llevárselo pero una mano, se lo impidió, al voltear se encontró con la mirada de Xanxus.

_Basura, será mejor que lleguemos a un trato.– Comentó mirando a Tsuna de la misma manera que el asesino a sueldo le miraba.

Reborn sonrió y asintió.

~Fin Flashback~

Tsuna estaba sentado en la cama, con Reborn agarrándole de la cintura y Xanxus pasando uno de sus brazos por su espalda. Miró con los ojos llenos de asombro a los dos ocupantes de la cama, y luego a su cuerpo lleno de marcas. Un furioso sonrojo cubrió su rostro entero.

_¡Me habéis emborrachado para acostaros conmigo!– Gritó de repente, caso error, Tsuna se agarró la cabeza del dolor que le produjo el grito.

_No grites, Dame-Tsuna. Estás sufriendo resaca, así que prepárate para lo peor.– Sonrió alzándose y lamiéndole el lóbulo de la oreja.

_R-Reborn, q-quita.– Intentó zafarse, el problema, que Xanxus también se había unido.

_¿Ahora te haces el estrecho? Ayer por la noche estuviste muy colaborador.– Xanxus coló una de sus manos por debajo de la sábana.

Nunca, nunca más me dejo convencer para un juego de Reborn. Se quejó mentalmente, aceptando la dosis de placer que iban a darle esos dos, otra vez.

Notas finales:

¡Moi, Moi! Y a quienes les haya gustado el fic, estaréis furiosos porque no he puesto el lemon, bueno, estabais avisados estos One-shot's estarán clasificados de K hasta M, depende de las ganas que tenga de meter lemon lo haré XD

Muchas gracias por leer pero muchísimas más por leer y comentar~

Nos leemos


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