La fiesta ya ha comenzado, y yo que he esperado tu regreso al igual que todos, no puedo sentir nada, es como si mis sentidos se hubieran ido contigo aquel día que me prometiste regresar, por lo que solo espero al verte, que estos regresen al igual que el amor que alguna vez te profese.
Había una vez una preciosa hada,
La cual todos amaban y admiraban,
Más solo uno tenía su corazón,
Aquel que alguna vez fue forastero,
Y que al partir,
Prometió regresar por ella.
La arena cubre por completo mi cuerpo, haciéndome sentir incomodo, el sol es fuerte y tira todo su resplandor sobre mi persona, como queriendo atrasar mi paso, pero debo continuar, en poco estaré de regreso, y podre cumplir por completo esa promesa que hice tiempo atrás, entregando mi corazón a aquel que fue el único que logro hechizarme.
Mi corazón late desesperadamente al recordarlo, al imaginar su figura, su blanca y suave piel, sus ojos oscuros e hipnotizantés no solo para mi, al igual que aquellos suaves y dulces labios rojos, los cuales solo he probado una vez, sellando con un beso, la promesa no solo mía, sino de mi corazón, que solo late por regresar a su dueño, mi dulce hada.
Captan mis cansados ojos la cuidad a la distancia, y con el, aquel palacio en donde vi por ultima vez a mi amor, acelero el paso, dejando huellas aun mas profundas en las dunas a mis espaldas, solo debo regresar me digo, mientras un hueco inexplicable se forma en mi corazón.
Yo prometí regresar,
Porque forastero no seré más,
Mi corazón se quedo contigo,
Y no busco que me lo devuelvas,
Solo quiero amarte,
Y que tu al igual que como me lo prometiste,
Hayas esperado por mí.
Rosas, es el olor que debería inundar a mis fosas nasales, mas al igual que cuando te fuiste, nada es lo que siento. Noches frías, días sofocantemente calientes, la comida no me sabe a nada, y si alguien me toca, no logro distinguirlo.
Un beso fue lo ultimo que sentí, un beso lleno de amor, amor que ya no siento en mi, amor que no se si podre corresponder. Son muchas las dudas que asaltan mi mente, preocupaciones son las que hacen el intento de asfixiarme, y el pensamiento de que tal vez regreses sin sentir ya nada por mi es el único que me mata lentamente. Naci egoísta, pero el mundo me ve como a una dulce hada, una que solo piensa en los demás, mentira. Si tu no me amas mas, me muero, si yo no te amo mas, no se como lidiar con eso.
Bajo mi mirada a la rosada agua de la tina, pintada por rosas tan rojas como mis labios, me dijeron, rosas tan rojas como las que veré en mi boda, mi boda contigo.
Salgo de la tina, el agua debe de estar ahora fría, mas no puedo confirmarlo, sirvientes se acercan a mi y me envuelven en toallas, y dirigiéndome a mis aposentos, me digo que ya es hora, solo debo prepararme.
Alistándome para tu llegada,
Mi corazón late rápidamente,
Sintiendo la suave tela,
Mi piel extraña tu tacto,
Y mirando las rosas caer,
Espero no apuñalar a tu corazón con este encuentro.
Levanto mi mirada hacia el palacio enfrente de mí, siento a mi corazón latir muy rápidamente, se que el esta ahí, esperándome, aguardando por mi. Me adentro por las enormes puertas del lugar, ya no puedo esperar más.
Personas me miran, creo que preguntándose como alguien con una finta como la mía entro a este lugar, huellas de arena dejo a mi paso, ensuciando los limpios y relucientes pisos del palacio, pero no me importa, mi corazón cada vez late mas rápidamente, indicándome que estas cerca, que pronto te volveré a ver, después de tanto tiempo, mi dulce hada Boo.
Entro por una enorme puerta de madera, una puerta que conozco muy bien, en el lugar están tus padres, mirándome con sonrisas en sus rostro, mas no puedo correspondérselas hasta mirarte, hasta saber que estas esperando por mi.
Me acerco a tu padre, que me recibe con un fuerte apretón de manos, y tu madre, que me abraza efusivamente, ella es tan hermosa, por lo que no dudo que tú también lo serás.
Anuncian tu presencia en la habitación, y yo dándole la espalda a la puerta, siento como me ahogo, tengo temor a mirarte, no dudo de tu belleza, mas no se si sea lo suficientemente bueno para ti, se que hice una promesa, y eso me motiva, pero la convicción me ha abandonado, tengo que voltearme me digo, dándome la vuelta.
Mi mente te recuerda,
Mis brazos te anhelan,
Tu estas aquí ahora,
Y yo temo el voltear,
Pues algo me dice,
Que ya nada es igual.
Entro por la puerta, y miro a las personas que se encuentran en el interior de la enorme habitación, mis padres me sonríen, y reparo en alguien que me da la espalda. Algo me dice que esto es un deja vu, mi corazón late, y por primera vez en 10 años me siento nervioso.
Ese hombre se da la vuelta, y el tiempo se para en el momento en el que nuestros ojos se encuentran, marrones, un marrón que para muchos puede ser común, un marrón que yo jamás olvide.
-Jaejoong- le escucho susurrar con su grave voz, ha cambiado demasiado, ya no es el niño que me prometió regresar, tengo miedo, no se como reaccionar.
Me quedo callado mirándolo, su cabello castaño se encuentra algo largo y desordenado, su piel bronceada por el sol del desierto, sus facciones varoniles y marcadas, ahora esta mucho mas alto, y sus labios, me son igual de atrayentes que siempre.
-Jaejoong- escucho de nuevo como me llama, y rápidamente retiro mi mirada de su persona, se que sabe que lo miraba, ha regresado por mi, y un el hueco en mi corazón, el cual se creo a su partida, resurge en mi interior.
-Yunho- sale de mis labios, y dirigiendo mi mirada hacia el, miro como una sonrisa se forma en su cara, la cual hace que mi tiempo se detenga.
Una bella hada se enamoro de un forastero,
El cual correspondiendo a su amor prometió regresar,
Pasaron los años y el hada esperaba,
Que aquel amor regresara,
Los sentidos la abandonaron,
Ni el frio ni el calor sentía,
Y un día sin pensarlo,
Aquel hombre regreso,
Llevando de nuevo a su mundo,
El sentimiento de...