Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

¿Por qué? por taptap

[Reviews - 6]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Supongo que saber que Kangin volvía para no volver a irse me ha inspirado un poquitín...

Espero que os guste :)

Hoy es uno de ésos días en los que me pregunto por qué. No quiero saber ni cuándo ni cómo empecé a sentir lo que siento, ni en qué hora o segundo lo hice; tan solo quiero responder a la pregunta ¿por qué? Me he levantado como un flan: hoy va a ser un día tremendamente especial. Hoy, después de dos años sin verte al levantarte, al acostarte ni tan solo verte a la hora de comer; vuelves a casa, para quedarte para siempre con nosotros.

No sé qué ropa ponerme, ni tampoco si debo maquillarme o no; debería haberlo planeado antes. Los chicos corren por toda la casa, recogiendo todo aquello que ha quedado por el suelo y preparándolo todo para cuando llegues tú.

Nuestra habitación sigue igual desde el día en que empezaste el servicio militar: el armario que los dos compartíamos aún guarda toda la ropa que no te pudiste llevar. Tus prendas han sido mi consuelo durante las miles de noches que me he sentido tremendamente solo. Es cierto que algún día nos hemos visto, pero también es cierto que nunca ha sido suficiente: nunca he tenido tiempo de cansarme de ti.

Cada noche, después de haberte ido, nos reuníamos con los chicos en el salón y hablábamos de ti. Hablábamos de lo mucho que te echábamos de menos y de las ganas que teníamos de que pasaran los dos años para tenerte aquí otra vez. En cada programa, cada entrevista, cada actuación; tú estabas presente, aunque fuera en nuestros corazones.

Pero de todos los corazones, creo que el mío es el que más ha sufrido tu ausencia. Poco antes de irte empezamos algo que es lo que me da fuerzas cada día al levantarme, algo que hace que hoy este al borde de un ataque de nervios. Los chicos no saben nada, aunque lo intuyen: cuando alguien menciona tu nombre, saltan todas mis alarmas.

Durante tu ausencia he aprendido a cocinar, Ryeowook ha sido mi gran maestro. Sé que en el momento en que te incorpores a Super Junior te pondrán a dieta y te obligarán a cumplir con una serie de ejercicios en el gimnasio, pero igualmente te enseñaré mis recientes dotes culinarias. Me las vas a tener que pagar por haber estado lejos de mí durante tanto tiempo.

Estos dos años me han servido para reflexionar mucho; sobre ti, sobre mí, sobre nosotros. No voy a mentir y decir que no he tenido dudas: ha habido días en los que pensaba que cuando salieras no ibas a querer saber nada de mí. Te he esperado y te esperaré toda mi vida… ¿Harás tú lo mismo cuando sea mi turno de cumplir con esta farsa patriótica a la que llaman servicio militar? Aún así, aquí estoy, parado frente al armario, pensando en que ponerme para que me veas brillante y no mires a nadie más que a mí.

Cada uno de los miembros te ha comprado un regalo de bienvenida y creo que el que menos te va a gustar será el de Kyuhyun: no creo que los burdeles de mujeres sean lo tuyo, ¿cierto? Otros han comprado las típicas cutradas de siempre: bufandas, camisetas y gorras… La originalidad no es lo suyo. Yo, en cambio, tengo un regalo mucho más especial: te regalo todo lo que soy. Y aunque suene cursi, es todo lo que se me ocurre para ti.

Nuestro querido mánager ya está pegando gritos para que nos pongamos en marcha: el momento se acerca. Subimos al coche y como siempre, debo encargarme de hacer el recuento, que no falte nadie a un evento como éste. Algunos no pueden venir, pero esta vez sí, te esperan en casa.

En el coche todos creen que estoy demasiado ausente, y es verdad, estoy pensando. Pensando en que dirás al verme, como reaccionarás al vernos; estoy pensando en ti. Tendré que disimular mi entusiasmo; habrá muchas fans esperándote y no sería justo que te quiera tener solo para mí. Por lo que nos han contado, hay algunas de ellas que desde hace días duermen delante del cuartel… ¿Te das cuenta de lo mucho que te quieren?

Paramos en una gasolinera, Sungmin tiene que ir al baño. Tengo hambre, quizás por los nervios, o quizás porque desde ayer no pruebo bocado. He comprado aquellas galletitas saladas que tanto te gustan, las mismas que estuvimos comiendo el día antes de empezar una vida militar. ¿Sabes? No las he vuelto a probar desde aquel día.

-          ¿Y cómo se llaman estas galletitas del demonio?- dice Kangin cogiendo una galleta.

-          TUC. Son de España, creo… Las trajo una fan en una firma de discos-

-          Pues son buenísimas. Cuando vuelva quiero que en casa haya un montón de éstas-

-          No, que te engordarás… -

-          ¡Pero vendré muerto de hambre! –

Supongo que la conversación que tuvimos ése día, estirados en nuestra cama sin separarnos ni un solo milímetro hasta que fue estrictamente necesario, no se me borró de la cabeza. Esta tarde cuando llegues a casa te sorprenderás al ver la cantidad de paquetes de galletitas que hay en la despensa.

Hemos llegado. Las fans gritan al vernos: poco a poco, Super Junior vuelve a reunirse otra vez.

Los militares que hay en la puerta intimidan un poco: demasiado estrictos para mi gusto. Organizan los coches que llegan; los de prensa a un lado, los nuestros a otro. Mi móvil empieza a sonar descontroladamente: todas las fans que no han podido venir me envían mensajes de ánimo para que te los deje leer. En mala hora publiqué mi número en twitter.

-          Por favor, pónganse delante de esta valla y no abandonen la zona hasta que les sea permitido.-

Estamos delante de la puerta por la que vas a hacer tu estelar aparición. Los chicos están como locos decidiendo quién será el primero en darte la bienvenida. Me gustaría decirles que soy yo quién debería decirte que te hemos echado mucho de menos, que te queremos mucho y que no vuelvas a irte jamás. También debería ser yo el primero en abrazarte y llenarte la cara de besos, aunque espero que en esto también sea el último.

-          Hyung, ponte ahí delante. Tú eres el líder y por eso debes ser el primero que vea Kangin – dice Donghae sonriendo – Y también eres alguien muy especial para él, de manera que tendrá muchas ganas de verte…

Esto último lo ha dicho en un susurro, inaudible para el resto de cabras locas que tenemos como compañeros de grupo.

Me giro y en medio del griterío de las fans apareces tú, tan guapo como siempre. No has cambiado nada; quizás estás un poco más delgado de lo habitual. Cruzamos nuestras miradas y siento como miles de sensaciones se acumulan en mi estómago. La distancia que nos separa es mínima, pero a mí me parece eterna: tengo miedo de que algún militar malhumorado te lleve otra vez hacia dentro y me diga que era una broma de mal gusto. Cada vez estás más cerca y yo no sé donde colocar mis manos. Opto por abrir mis brazos y esperar que tu cuerpo encaje perfectamente con el mío.

Y ahora sí, me abrazas fuerte, como si me fuera escapar. Me siento de golpe fuerte, optimista y con más ganas de vivir que nunca. Maldigo el resto del mundo que está a nuestro alrededor: por su culpa debo contenerme y no te puedo besar. Mi único consuelo es que a ti te pasa lo mismo.

Deshacemos el abrazo y empiezas a hablar y reír con los demás chicos. De repente, recuerdo la pregunta que desde muy pronto esta mañana me ronda por la cabeza. Te acercas a mí antes de ir hacía el photocall que han preparado.

-          ¿En qué piensas angelito?-

-          En que soy feliz –

-          ¿Y por qué?-

-          Porque te quiero-

Notas finales:

¿Qué os ha parecido?

Ya me diréis ;)


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).