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Un sueño dentro de otro sueño por Leia-chan

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Notas del fanfic:

Y vaya, te agradezco por entrar... Espero que lo disfrutes...

un dato interesante es que hice esto pensando en algo que solemos hablar con mis amigas... Necesitamos más series como Sensitive Pornograph!! Necesitamos más para nuestras pervertidas almas!!

Notas del capitulo:

XD Puse acción sólo porque hay acción aquí (ifyouknowwhatimean), y misterio, porque ni yo sé lo que pasa aquí!!

 

Creo que hace falta una opción para tríos entre las advertencias, o no?

… unas manos grandes y callosas guían su cabeza a la entrepierna del otro, donde un miembro enhiesto ruega por su atención. Sin vacilar, abre su boca y abraza al órgano con sus labios ansiosos. Lo siente caliente y palpitante en la húmeda cavidad, su lengua acaricia las venas pulsantes en toda la longitud, regocijándose en el fuerte sabor que sobrecoge sus papilas y perdiéndose con el olor de hombre que llena sus narinas. Las manos siguen sobre su cabeza, peinando los suaves cabellos castaños, instigándolo a seguir. Él no pone ninguna resistencia, nunca lo hace. Siempre tan dispuesto. Tiene el trasero en el aire, con las rodillas algo abiertas, otro par de manos se pone sobre las blancas y apetecibles nalgas y las acaricia y amasa con pasión. Separa las montañas de carne, a la vez que unos dedos acarician la entrada oculta entre ellos. Él sigue con sus atenciones al miembro del otro, pero cuando un dedo se cuela en su interior, tiene que detenerse para soltar un gemido placentero. Sus manos, en las caderas del otro siguen danzando, quemando la piel bajo sus dedos. Apenas recupera algo de aliento, vuelve a suministrarle sus atenciones al olvidado miembro que tiene en frente. Lo traga hasta llenar su garganta, donde los ahogados gemidos transmiten vibraciones a toda la palpitante carne entre sus labios.

Los dedos en su entrada siguen moviéndose, acariciando sus paredes, jugando con el anillo de carne. Entrando y saliendo, distendiendo a la vez que tienta a más. No pasa mucho tiempo para que el comience a mover las caderas, inconforme con solo dedos que no llegan a llenar el vacío en su interior. Esa es la señal para que el otro cambie de posición y remplace sus dedos con algo más grueso, largo y caliente. Él toma una gran bocanada de aire y lanza un grito silencioso, sintiendo una mezcla de felicidad y satisfacción que jamás podría compararse con nada que haya probado en su vida. Ya no puede seguir su juego con el dulce que tiene en frente. Las embestidas son rápidas, fuertes, no puede más que emitir gemido tras gemido, sumergiéndose en un mar caliente, donde la densidad de la atmosfera no le deja ni pensar. De forma inconciente se aferra a la cadera que tiene enfrente, acariciando fervientemente el mástil de carne cerca suyo. Su propio miembro balanceándose con las bestiales embestidas.

Siente que el final se acerca para él, pero sabe que sus compañeros no lo dejarán acabar tan rápido. Apenas sienten su orgasmo acercarse, las embestidas se detienen y una mano aprieta su pene impidiendo su liberación. Un quejido de frustración abandona su garganta. El miembro en su interior lo abandona y el otro par de manos lo toma de los pelos, obligándolo a erguirse y mirar al otro lado. El otro lo obliga a besarlo y él obedece sin protestas. Se pierde en el sabor a tabaco de la boca ajena y la dominancia de la lengua explorando dentro de él. Muy pronto, vuelve a sentir otro par de manos sobre sus nalgas, separándolas, pero esta vez, algo húmedo es lo que acaricia su entrada. Los lengüetazos lo vuelven a dejar en la vera de la perdición, pero las fuertes manos impiden que se aleje de la boca del otro. Siente sus piernas languidecer y cada célula de su cuerpo arde, suplicando por una caricia que le arrebate el alma. Al rato, la boca abandona la suya y se dirige a su pecho, a sus pezones, entre mordiscos suaves y succiones fuertes que le arrancan gritos de placer. Vuelve a sentir dedos en su interior, buscando por ese punto que lo lleva a la gloria.

-          ¡Aaah! – casi se siente venir cuando lo encuentra, pero se controla porque sabe que esperar al final será mucho más gratificante.

Las caricias siguen. Su cuerpo esta cubierto de manos ardientes que torturan con suavidad su sensible piel. Se retuerce de placer, gimiendo hasta casi perder la voz. Si no se detienen pronto… y así, como si hubieran leído sus reacciones, los dos vuelven a detenerse, dejándolo a la vera del abismo. Uno de ellos se acuesta en la cama, de espalda, acariciando su hombría, expectante de lo que vendrá. El otro lo toma por la cintura y lo guía al que esta postrado. Se posiciona sobre él, mordiéndose el labio, esperando a que ese pedazo de carne viole sus entrañas. Por suerte, no tiene que esperar mucho tiempo. El otro prácticamente lo fuerza a sentarse sobre el miembro, empalándose en él. Por un momento, es libre de moverse, disfrutando a pleno de la satisfacción de ser llenado tan íntimamente. Cambia un poco el angulo, llevando las rodillas hacia adelante y posando sus manos a ambos lados de la cabeza del otro, para sostener su peso sobre ellas, sin molestar al otro. Gime, sintiendo su aliento caliente y sus ojos nublados por el placer.

Apenas logra adaptarse a la nueva posición, el otro lo toma de las caderas, sin moverlo y de inmediato, siente la punta del otro miembro molestando su ya ocupada entrada. Sabe que dolerá, sabe que será demasiado para él, pero… pero… Lo desea. Su deseo se cumple cuando la punta del otro miembro logra vencer la resistencia de la entrada. Lanza un grito de dolor al sentir su piel siendo tan estirada. Pero no le dan tregua, nunca lo hacen. El nuevo miembro no tarda en hundirse dentro, acompañando al otro que ya estaba dentro. Apenas logra acomodarse, le dejan un rato para respirar y acostumbrarse. Pero acostumbrarse a ambos intrusos no es una opción y la quietud solo hace que se desespere más.

-          Por… por favor… - suplica, falto de aire y casi sin fuerzas.

Los otros dos no tardan en responder, comenzando una danza un tanto incomoda al principio, pero que se va haciendo más y más fluida a medida que se acostumbran al ritmo del otro. Los penes entran y salen de su abusada entrada. En ese momento, todo se ha esfumado de su mente. Su nombre, los nombres de los otros dos, lo que era antes, lo que es ahora, lo que será mañana. Nada importa, sólo ese escozor placentero, el doloroso placer en su interior que lo gobierna todo, todo. Grita de placer, hasta que la voz se le va del todo. Siente lágrimas escurrirse de sus ojos, y, a pesar de tenerlos abiertos, no puede ver nada. Sólo luces y colores confusos. Y las embestidas siguen y siguen hasta que ya no puede más y en un último grito sordo, se deja ir, apretando con fuerza las sábanas de la cama. Se desploma sobre el hombre que tiene debajo, sin fuerzas para mantenerse firme o siquiera hablarles y decirles que se detengan o agradecerles por no hacerlo. Aunque, de todas formas, no pasa mucho tiempo antes de que su par de acompañantes acabe también, uno sobre su espalda y otro en su interior.

… y después de toda apresurada pasión, viene una calma difusa, haciendo que todo lo pasado no quede más que como un sueño extraño. Imposible. Se regocija en el palpitar del corazón del que le sirve de almohada y el cálido aliento del otro sobre su cuello y hombro. Deja que esas sensaciones lo llenen esta vez, dejando que los deseos de compañía y cariño lo gobiernen y convenciéndose solo por ahora de que todo es cierto. Porque esos latidos, ese calor y el olor a semen, sudor y sexo en el aire deben ser la prueba de que aquello no fue un sueño maquinado, planeado para solo una noche. Y que esos dos son en realidad seres apreciados y que él es apreciado… y se deja sumir en esa idea mientras la realidad se va consumiendo en las ondas de la inconciencia, desapareciendo y desvaneciéndose como agua que escurre por sus dedos…

 

FIN

Notas finales:

Vamos, es corto... dejen review, please... Sé que estuvo malo, pero... pero... please!!


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