Francia, 1629.
Caminaba sin rumbo, a decir verdad era lo único que podía hacer, hace pocos días que había llegado a ese país y no tenía a nadie. ¿Familia? Muerta. ¿Amigos? Lo habían abandonado después de enterarse de su condición. No todos los días acusaban a tu familia de herejía y los quemaban ante tus ojos, y todo por que, por protegerlo.
Hace unos años había aceptado aquello que la iglesia consideraba pecado, su homosexualidad, y hace unos veces sus “amigos” lo habían pillado con alguien, si, con su amante Minho. En cuanto lo supieran abrieron de inmediato la boca, como si de lobos hambrientos se tratara; claro si hubiera sabido que Minho era de parte de la realeza nunca lo hubiera querido, el muy bastardo se salvo, y entonces sucedió fueron por el.
Su delito, haber enganchado a un hombre en contra de su voluntad.
Su familia lo había protegido, nunca olvidaría esas palabras.
-Él es inocente-dijo su padre- solo ha sido una victima mas de nuestra brujería, igual que el otro muchacho, nos declaramos herejes- finalizo dándole a entender a su hijo que ahí terminaba todo.
-Es mas- agrego su madre- ni siquiera pertenece a este lugar, es francés.
Esas fueron sus últimas palabras, se llevaron a su familia y los ejecutaron, Minho no dijo nada, y él no quería escucharlo, ese mismo día partió de España hacia Francia, y ahora ahí se encontraba, sin nada.
Tan absorto iba en sus pensamientos que no se fijo cuando choco con alguien, al parecer era un chico, quizás de su misma edad así que con delicadeza lo levanto.
-Perdón-dijo-no te vi ¿Podrías disculparme?
-Oh claro, perdona tu también, si me disculpas, debo irme-dijo el chico.
-Por cierto soy Shim Changmin-grito esperando que el otro le oyera.
-Cho Kyuhyun un gusto-grito- espero que volvamos a encontrarnos.
Tres días después de aquel encuentro, no sabia el por que pero ese chico era muy simpático, pensó en buscarlo, la cuidad no era tan grande después de todo. Como era un pueblo pequeño solo tuvo que preguntar y dio con su paradero, encontró su hogar, una cabaña a las afueras del pueblo.
-Kyuhyun-grito con familiaridad- ¿Estas ahí?- se acercó y vio que la puerta estaba entreabierta- ¿Hola?
De inmediato sintió algo filoso en su espalda, al darse la vuelta pudo ver con claridad de quien se trataba.
-¿Quién eres? De seguro uno de los hombres de ese bastardo, ¿Acaso no ha aprendido la lección? ¿O es que tendré que matar a mas?-dijo.
-Es-spera, soy yo, Changmin-dijo con la respiración casi nula.
-¿Changmin?-pregunto confuso- El extraño que choco conmigo, ¿Qué es lo que quieres?
-Solo hablar, pero baja primero tu arma-el otro lo escuchó y lo hizo- Mira te explicare…
Fue así como le relato su historia, no omitió nada al final Kyuhyun se quedo mirándolo fijamente.
-Se lo que pasas, mis padres también murieron por culpa de un hombre, es el rey de este pueblo, es un cretino, un día en una celebración intento abusar de mi, mis padre vio lo que ocurriría y me defendió, se le acuso de intentar asesinar al rey, lo decapitaron, mi madre nos escondió a mi y a mi hermano, pero lastimosamente fue acusada de brujería, así que aquí me tienes, por eso es que vivo a la vanguardia, ya que ha mandado a varios de sus hombres por mi, pero todos han tenido el mismo destino: la muerte.
Pasaron 2 años, después de darse cuenta de sus sentimientos decidieron amarse en secreto, los demás los veían como amigos, compañeros de trabajo, todos, a excepción de una persona.
-¿Tienen al chico?-pregunto el hombre, el otro simplemente asintió- Tráiganlo.
Arrastrado, y mal herido llevaban a Cho Donghae.
-¿Cuánto piensas que tarde Kyuhyun en rescatarte?-dijo tajante- Espero que no mucho, el y su “noviecito” verán que es capaz de hacer Choi Siwon.
Donghae lloraba, no temía por su vida, pero si por lo que pudiera pasarle a su pequeño hermano. Siwon era capaz de todo, y no se detendría hasta conseguir su objetivo.
Esa mañana caminaron como siempre por las amplias calles de su ciudad, todo iba bien, hasta que se toparon con Hyuk.
-Hyuk, ¿Qué ha pasado? ¿Donde esta Hae?-pregunto Kyuhyun a la pareja de su hermano.
-Kyu…-dijo entrecortadamente- lo tiene Siwon, van a decapitarlo si tu no te entregas.
-¿Qué? No puede ser Hae- y sin esperar respuesta de Changmin o de Hyuk corrió hacia donde se hallaba su hermano.
Changmin no pudo alcanzarlo, por más que le doliera, debía ayudar a Hyuk primero, lo llevo hasta la cabaña y curo sus heridas.
Sabía que Kyuhyun era fuerte, así que espero…
Al día siguiente una gran multitud se hacia presente en el centro de la ciudad, el rey había enjuiciado a dos “rebeldes”, uno se rumoraba, lo había exiliado, pero el otro estaba a punto de ser mandado a la hoguera.
Changmin corrió, estaba preparado para todo, menos para lo que sus ojos veían.
De rodillas y en manos de Siwon, con golpes y ataduras bestiales, se encontraba ahí Kyuhyun, quien no paraba de derramar lagrimas.
-Este es tu castigo- le susurro al oído- quise hacerlo por las buenas, pero no se pudo, te entregaste a alguien mas y ahora ese- dijo señalando a Shim-vera como mueres lentamente- lo puso de pie y lo encamino a la hoguera, personalmente lo amarro, y prendió fuego lentamente.
Miraba todo aterrorizado, sus piernas se movieron solas y ataco a Siwon mientras este encendía el fuego logrando que una gran herida apareciera en su espalda; abrazo a Kyuhyun y beso sus labios heridos.
-Te prometí que siempre estaríamos juntos no Kyu?- dijo quitándole unos mechones de la cara- y así lo haremos.
-Por qué si no es en esta vida, será en la otra -murmuro con su último suspiro cayendo en el pecho de su amado.
-Kyu…despierta-lloro, imploro-por favor,-miro a Siwon que era auxiliado por sus hombres.
Rabia, furia, recorrían su cabeza, así que pronuncio estas palabras.
- Juro, nunca serás feliz y de eso yo me encargare, no dejare que te quedes con el, es mio, solo mio…-enfatizo la ultima palabra, antes de caer al lado de Kyuhyun y recordó sus ultimas palabras al ver como Siwon se desplomaba.
“Por qué si no es en esta vida, será en la otra”
Changmin despertó bañado en sudor, ¿Qué había sido todo eso? Un sueño, un viaje al pasado. Por inercia volteo a su lado y vio a su pareja dormir por lo menos en este tiempo él estaba con bien.