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Taboo. por Angel_Chan

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Notas del fanfic:

Serie: Batman.

Pareja:Batman-Robin. Batman-Nightwing.¿Nightwing-Robin?.

Clasificación: Romance.

Advertencia:Lemon.

Notas:Esta historia nació por probar cómo seria escribir una historia con las notas activas de mi Nokia. Espero darle un buen final.

Fecha: 19/02/2012.

Beta Reader: Pleasy Stay.

Disclaimer:Todo lo referente a Batman, Superman y demás es obra de DC Comics y Warner Brothers.

Notas del capitulo:

 

Taboo

 

Primera parte.

 

1


La Liga había perseguido por mucho tiempo a ese maniático, pues no sólo era un trastornado más. No.Además de ser un loco que andaba suelto por las calles era un experto en bombas... Alguien que podía volar un edificio entero sin ningún problema.

Alguien que había tenido la desdicha de llegar a Gotham, de donde no saldría bien parado.

El aviso había sido dado, y toda la Liga se encontraba ya en camino hacia la ciudad maldita. Pero Batman ya estaba ahí, y junto a él, también estaban Robin y Nightwing, cerrándole el paso a este loco.

No fue fácil, pero tampoco fue lo másdifícil de sus carreras. Todo gracias a una sincronización excelente y un trabajo de equipo fundado en la confianza. Algo muy raro para el gran Caballero de la Oscuridad; alguien que trabaja solo y no confía en nadie más que en él mismo.

—Buen trabajo. No creí que ya lo tuvieran bajo control—. Green Lanter exclamó, junto con un sonoro silbido, impresionado por la rapidéz de acción.

—No podíamos darnos el lujo de dejarlo suelto, ni cinco minutos más—. Informó Nightwing de manera seria, cuando los superhéroes de la Liga se juntaron alrededor del semiinconsciente enfermo mental.

—¿Lo trasladarán, o lo llevamos directamente a Arkham?—. Tim ya tenía ganas de acabar con eso de una vez por todas. Ese ciertamente no había sido un verdadero desafío para ellos.

—Nos lo llevaremos, Robin—. Contestó WonderWoman, notando lo mucho que el muchacho se parecía a su mentor.

—Sí chico, nos lo llevaremos de aquí, no debes preocuparte por nada—. Shayeraparecía muy divertida con la seriedad de Robin.

Mientras los policías de Gotham acordonaban el lugar y alejaban a los curiosos e interesados observadores, aquel maniáticopareciodespertó de su letargo.

La sonrisa se ensanchó en su rostro, y la lengua recorrió sus labios humedeciéndolos. Los ojos vidriosos veían sin ver cuando reconoció la gran e informe masa negra muy cerca suyo.

—¡Ah!—. Exclamó con gusto fingido. —Sólo una mente más enferma que la mía pudo derrotarme. ¡Felicitaciones, Batman!.

—Cállate, maldito enfermo—. Nightwing intentó detener sus intenciones, pero aquel loco comenzó a gritar.

—¡Ah, el poderoso Batman! ¡Una mente brillante, una mente enferma...!. Dime Batman: ¿Te gustan mucho los niños?—. La risa histéricacomenzó a resonar en los alrededores. —Lo sé,porque a mítambién me gustan.

—¡Maldito!—. Fue másrápido que cualquiera de la Liga: antes que pudieran detenerlo, Nightwing ya estaba sobre el desgraciado,golpeándolo con la ayuda de Robin. —¡Ese hombre es mi padre! ¡El maldito enfermo aquí eres tú!.

—Nightwing, detente. Robin... ¡Basta ya!.

Los fuertes brazos de Batman rodearon a su embravecido compañero. "Basta ya, Nightwing", murmuró junto a su oído,alejándolo de allí. Green Lanterhabía sellado una especie de cúpula sobre aquel loco, y suicida por añadidura, temiendo una nueva represalia.

—Tienes suerte de que esté la liga... Pero es mejor que nunca nos volvamos a ver cara a cara.

Las palabras del más joven de los aprendices de Batman heló la sangre de todos.

—Robin—. Batman lo llamó para retirarse. Y los tres desaparecieron sin mediar una sola palabra más.

—Vaya carácter...

Silbó la Mujer Halcón. Había muchas diferencias entre Nightwing y Batman, pero estaba claro que este no permitiría que nadie hablara mal de él, así de simple, muchos menos en su presencia. Ya que para él lo era todo.



2



—¿Necesita algo más, Señor?. Alfred pregunto viendo como los ánimos no estaban del todo bien esa noche, y él que creía que después de ese gran desempeño atrapando aquel criminal todos volverían a casa a descansar tranquilos.

—No.Está bien así, Alfred. Puedes retirarte.

Bruce se quitó la capucha, antes de girarse a ver a sus jóvenes compañeros. ¡Maldición! La verdad era que, en cierta forma las palabras que había oído esa noche si lo habían herido; pero no fueron las de aquel mal nacido y sicótico hombre,más le habían afectado las dichas por Nightwing. Y él solo sabíaporque lo habían hecho.

—Sé lo que vas a decir,así que sólo dilo, no dilates esto.

—Actuaste de una manera que...—. Con un suspiro sonoro interrumpió sus propias palabras. —¡Tienes que dominar tu impulsividad, Dick!.

—¿Entonces nada másasiento cuando algún otro enfermo insinúe que tenemos una pervertida relación laboral?. ¿Eso es lo que quieres que haga la próxima vez?.

—¡No!Porque no hace falta que asientes o niegues nada.¿Acaso no lo entiendes?Tú mismo lo has dicho. Soy tu padre Richard; nada de lo que digan tiene que importarte. ¿Comprendes?.

Dick acabó por asentir a sus palabras, pero no era algo que lo hiciera sentir mejor. Desde muy joven que había escuchado muchas estupideces acerca de aquello que losunía a ambos. Todo tipo de ideas descabelladas y perversas... ¡Y ellos no teníanese tipo de relación!, además, era totalmente asqueroso. ¡Por dios!.

—¡Aun asídebí romperle la cara!.

—¡Debimos, hermano mayor!.

Tim intervino, y Dick se giró para sonreírle. Timothy estaba acostumbrado a llamarlo así, tanto a Dick como a cualquier otro aprendiz de Batman que le llevara ventaja en esta empresa; y no hubo asombro ninguno cuando éste lo apoyó de manera manifiesta.

Bruce, sin embargo,veía al joven Robin con cierta extrañeza. Este no era ni mínimamente parecido a Dick, pero era espacial, y digno de llevar el traje de Robin.

—Será mejor que todos vayamos a dormir esta noche.

Bruce suspiro cansado, ya ni siquiera tenía ganas de quedarse monitoreando su ciudad, solo quería llegar a su cama a ver si podía conciliar el sueño. Dick asintió, sin extrañarse de lo poco que había durado el trabajo esa noche.Además de estar cansado por las horas como policía, Bárbara lo estaba esperando. Montó su motocicleta y sin despedirse, se dirigió al departamento de Oráculo.

Tanto Batman como Tim subieron a sus habitaciones, listos para un merecido descanso. Aunque la mente de Bruce no lo dejaría en paz hasta que se replanteara un par de prioridades. Una vez más.

Habíaoído a Dick referirse a él como padre muchas veces, pero no entendíacómo esa vez había hecho tanto daño en su interior;quizás por esa fidelidad filial que solo Richard sabia mostrarle,másallá de los sentimientos que tuviera por él. Eran esos sentimientos los que lo hacían sentir de ese modo, confundido y agobiado.

Porque a pesar de todo, y los años que estuvieron separados, él aún no había aprendido a verlo como a un hijo. ¡Porque no lo era!.

—Disculpa, Bruce.¿Estás despierto?.

La voz de Tim lo hizo girarse sobre la cama. Temía que esa noche ocurriera esa visita. La temía, tanto como la anhelaba. Quería no darle vueltas a aquellas palabras, quería seguir un poco más sin creer que eran verdad. Que jamas conseguiría que Dick lo viera como algo ma que a su padre.

—¿Te incomoda mi presencia?.

Bruce negó, haciéndose a un lado para que Tim se adentrara entre las sabanas. Tenía la sensación de volver el tiempo atrás, cuando era Dick el que se metía en su cama; cuando los sueños y la necesidad de ser consolado eran ya inaguantables.


Pero Tim no era Dick. Ni era un niño pequeño como lo había sido su primer Robin. Timothy ya era todo un hombre y su necesidad para estar esa noche allí, también eran distintas a las de Dick.

—¿Duele, verdad?. Pero su amor por tí es total, y tú lo sabes—. Los labios del joven se movían, lentamente y en un susurro sutil. —Eso es algo que debería hacerte feliz, ¿No?. Saber que siempre estará allí para ti, no importa qué.

Bruce lo observó con cierta reticencia, su cuerpo joven muy junto al suyo, a pesar de sus palabras suaves y serenas, su corazón galopaba dentro de su pecho, podía sentirlo fácilmente sobre la piel.Sabía que había sido su culpa en un principio,  una vez que lo dejo entrar en su cama ya no había vuelta atrás. Y Tim tenía una extraña forma de reconfortarlo. Algo que no debía ser pero fue, y sigue siendo.


3



Las manos jóvenes desprendieron los botones de su pijama, con lentitud pero sin dudar. Lo había hecho otras veces, tantas que no recordaba el número, pero si la primera vez; pero el caso era que no teníapor qué temer, a menos de que Bruce no tuviera ganas de ello, algo que hasta ahora no había pasado. Siempre que lo había buscado, élrespondía de manera satisfactoria, a sus deseos y ansias.

—Tim, quítate la ropa.

Su vozparecía ahogada, incluso antes de besar la piel clara de Robin. Mientras este aceptaba su pedido de buena gana.

Le tocaba a él tomar el ritmo, el mando de lo que harían esa noche, no que alguna vez haya sido al revés. Necesitaba sentirse seguro, decirse a sí mismo que aún tenía el control, que aun…

Tim quedó totalmente desnudo sobre la cama, temblando ante la mirada fija de Bruce. Delirando ante las grandes manos que lo recorríanallí donde todo perdía el sentido y solo quedaba el placer y la pasión.

Lentamente, sintió el sexo de Batman endureciéndose bajo su cuerpo, aun entre la prisión de seda de su pantalón. Tim quiso tomarlo, estimularlo para sentirlo duro del todo. Algo que Bruce no le dejo hacer.

—Acuéstate.

Ahora si había sonado como una orden, algo que no podía desobedecer.

Tim se dejó caer sobre la cama, desnudo como estaba, deseoso de sentir a Bruce en su cuerpo una vez más.

Bruce, sintió el primer gemido como una pequeña alarma, sin embargo olvido todo cuando comenzó a lamer la piel joven dejándose llevar por la excitación de todo su cuerpo.

Tim gemía y rogaba para que Bruce diera final a su tortura. Su miembrodolía de excitación y necesitaba liberarla pronto.

Sin mediar palabra, solo con sus manos, Bruce lo dio vuelta sobre la cama.

—¡Conoces las reglas, Tim!.

El joven Robin asintió. Allí de rodillas sobre la cama, sabiendo que Batman estaba tras de él.Podía sentir como la sangre le hervía, y anticipaba cada movimiento de su mentor.

Estaba consciente de que dolería, siempre lo hacía. Había poca, o ninguna, preparación previa antes de la penetración. Pero de una forma ya estaba acostumbro a ello. Esperando la fuerte envestida por parte de su maestro.

Apretó los dientes y cerró los ojos.



4



Habíaterminado su último turno, y quizás era muy temprano para ir a Ghotam como Nightwing. Aunque podía visitar a su padre y hermano solamente como Dick.

Lo recibió Alfred como de costumbre, informándole que el señor Wayne no vendría hasta unas horas más tardes. Y que el joven Timothy estaba en la cueva entrenando.

—Bien, veré si me deja entrenar con él. Quiero ver cuánto ha mejorado.

Con una sonrisa radiante, desapareciódetrás del viejo reloj. Podía escuchar la respiración trabajosa de Tim, haciendo un esfuerzo descomunal para su joven cuerpo. Dick se detuvo a unos pasos de él, sigiloso intentando no dejarse oír ni ver, aun.

Los músculos, todo el cuerpo estaba lleno de sudor. Había cambiado mucho en ese tiempo que el había llegado a ser Robin. Demasiado para alguien que nunca había dado demasiado trabajo a su cuerpo.

Pero eso no era lo que másteníaabstraído a Dick, no... Eran las marcas, aquí y allá; no eran cicatrices o heridas hechas en batalla, esos arañazos en su espalda... Las marcas rojas a lo largo de su espalda. Y de seguro que en las piernas tambiéntendríamás.

El las reconocía, sabía muy bien lo que significaban... El también las habíallevado con orgullo años atrás...

—Timothy...—. Su voz cayó cuando el joven se giró frente a él sin temor de revelar su torso desnudo ante su vista.

Ningún pudor al mostrarle las marcas que el deseo de Bruce, su mentor y padre adoptivo, le habían dejado en el pecho. Siendo aquella... Cerca de su clavícula la más grande. Incluso ya habíacomenzado a ponerse morada.

—Ah, hola... Hermano mayor.

Dick sintió asco al escuchar aquel apelativo... Como si ahora Tim lo estuviera usado solo para molestarlo, sin la carga filial que le pensaba que tenía.

—¿Porque...?—. Fue lo único que pudo preguntar.

Tim solo lo vio unos segundos antes de sonreír.

—¿Porqué no? Es algo que los dos queríamos. ¿Sabes?.

Dick lo vio como si a Tim le sobrara al menos una cabeza. ¿Quéquería decir con eso, acaso Bruce se había atrevido?

—Mira Dick, para que lo entiendas. Siempre pude develar muchas cosas con respecto a ustedes dos, y eso no iba a ser solo su secreto, no por mucho tiempo al menos.

—Pero tú no puedes.

—¿Por qué, porque soy muy joven?—. Tim se enfrentó a un confundido Richard. —Tu estuviste con el cuándotenías 12, ¿o me equivoco?... Yo tengo casi 16, Dick

—Eso es diferente... Tú, no deberías... Lo que haces está mal.

Dick parecía nervioso y molesto, y quizás Tim tuviera miedo de que se enojara con él, pues sabía que Nightwing tenía un carácterirascible.

—¿Y cuando tú lo hacías, estaba bien?—.¡Pero no por eso se iba a guardar lo que quería decirle!

—¡Sí!... ¡No!... Claro que no estaba bien. ¿Por qué crees que yo...?

Dick esquivo su mirada, avergonzado y confundido.

—¿Lo dejaste?... ¿No solo de hacer, si no de sentir?. Pobre, mi hermano ama y tiene miedo...— la vos de Tim fue dulce y sus ojos solo demostraban tristeza.

Dick lo vio caminar hasta una de las sillas del cuarto. Sentándose para hablarle de lo que el creía era lo que el había descubierto.

 

Continuará.

Notas finales:

 


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