La apuesta. 1º parte
Naruto Uzumaki y Sasuke Uchiha se encontraban pasando la tarde en el centro comercial de Konoha. Se habían parado en un café y pedido una coca-cola para ambos. Charlaban amigablemente de sus cosas, hasta que un comentario del moreno hizo que Naruto escupiera todo el liquido que contenía su boca encima de este, manchándolo de coca-cola irremediablemente.
- Podrías tener un poquito más de cuidado, no - gruñó Sasuke tomando una servilleta de la mesa para limpiarse la cara y el jersey.
Menos mal que la ropa que llevaba era oscura, sino, le habrían quedado unos buenos manchurrones.
- Lo siento, Sasuke - se disculpó el rubio limpiándose la boca - pero es que me he quedado cuadros con lo que has dicho
- ¿Con qué? Lo de que eres gay
- Eso es mentira, Sasuke ¡Yo no soy gay! Y el que tú si lo seas, no significa que todos los que te rodeamos tengamos que serlo.
- Bueno, es que todos los que me rodean, si son gays. Mi hermano, Deidara, Gaara, Sai, Shino, Kiba, Juugo, Suigetsu. Los únicos que se libran son Neji, Shikamaru, Choji y Lee
- Y yo
Pero joder, ahora que lo pensaba, pues si, prácticamente todos sus amigos eran gay y todos emparejados, menos Sasuke. Hasta hacía poco, Itachi y Sai también habían estado libres, pero tras “obligar” a Deidara y Gaara a admitir que eran de la otra acera, unos ya se habían casado y los otros celebrarían su fiesta de compromiso mañana mismo. Se sentía muy solo.
- Por que no lo aceptas de una vez, Naruto. Es inevitable.
- Te he dicho que no. No permitiré que me arrastres al lado oscuro de la fuerza - proclamó levantando el puño en alto, haciendo que la gente que los rodeaba y paseaban por el centro comercial, se les quedaran mirando.
- No crees que ves demasiadas veces las películas de Star Warks.
- ¿Qué pasa? Me gustan - se defendía el rubio - pero lo dicho. No lo permitiré. Gaara y Deidara cayeron, pero yo no.
- Pues ellos son muy felices. Mañana es la fiesta de compromiso de mi hermano con Deidara. Y Gaara y Sai llegan hoy mismo de su luna de miel. Vamos, que nos los veo yo muy a disgusto con su nueva sexualidad. Bueno, nueva entre comillas, porque ellos siempre han sido gay - tomó un trago de su coca-cola- igual que tú.
- Y dale con la monserga de que soy gay - gritó Naruto pegando un puñetazo en la mesa, haciendo que los vasos saltaran. Sasuke se apresuró a sujetarlos antes de que cayeran de la mesa - te repito una vez más que no soy gay. Me van las tías. Me ponen las tías. Me pongo cachondo con ellas. ¿Esta claro?
- Si. Pero también te pongo yo.
- Eres imposible
- Como veo que no te acuerdas. Déjame que te refresque la memoria
Flash back
Un rubio algo tomado de copas, se abrazo a un moreno que se encontraba apoyado en la barandilla del balcón de la casa de unos amigos.
- Sasuke, sabes que tienes un olor realmente maravilloso - dijo el rubio olfateando su cuello - hasta creo que es afrodisíaco, porque me estoy poniendo realmente cachondo con solo olerte un poco.
Sasuke se revolvió en los brazos del rubio hasta quedar de cara a él.
- Así que te pongo cachondo - “ojala lo admitieras estando sobrio” pensó Sasuke. Pero igualmente estaba satisfecho, porque no era que niños y borrachos decían siempre la verdad.
- Si - admitió riéndose tontamente. Le beso el cuello, haciendo que el moreno se estremeciera ante el leve contacto - acaríciame, Sasuke
Tomó su mano y la llevó asta el cierre de sus pantalones. Sasuke empezó a desabrochárselos lentamente para poder meter su mano en el interior…
Fin flash back
- Vale. No hace falta que entremos en detalles - dijo el rubio poniéndose rojo como una cereza - y no cuenta, porque yo estaba borracho y no sabía lo que decía, ni lo que hacía y muchos menos con quien lo hacía.
- Si, ya. Tú justifica el mayor orgasmo que has tenido en tu vida.
- ¿Y que sabes tú de mis orgasmos, Sasuke? No tienes ni idea de lo que yo hago con las chicas, así que mucho menos como son mis orgasmos con ellas.
- Como si hubieras tenido muchos - murmuró el moreno
- La cantidad no importa, sino el como hallan sido de placenteros. Aunque claro, comparado contigo, nadie te supera en orgasmos alcanzados o que hallas ayudado a alcanzar. ¿Cuántos van ya? Cien. Quinientos. Diez mil - terminó diciendo esto con algo de amargura.
- ¿Qué pasa? ¿Es que acaso estas celoso? - lo picó el moreno sonriendo
- Que más quisieras - gruñó
Sasuke le dedicaba una sonrisa de prepotencia, que a todas luces decía “no me trago esa bola”.
- Bueno. Sino quieres que hablemos de orgasmos, muy bien. Hablemos de los besos que te he dado y que tú me has correspondido gustoso y no te atrevas a negarlo - se anticipó cuando veía que su amigo iba a protestar - como se te pone dura cuando apenas te la rozo. Como te estremeces cuando te toco. ¿Y aun así sigues diciendo que no eres gay? En fin. Sigue engañándote a ti mismo si quieres.
Naruto lo miraba sospechosamente.
- Y a todo esto. ¿Porqué tanto empeño en que sea gay?
Sasuke se puso algo nervioso. No podía decirle que se moría por fallárselo. Si, era su mejor amigo, pero ya hacia mucho tiempo que sentía algo más que amistad por el rubio. Y como no quería violarlo, bueno, si quería, pero sería mejor con el consentimiento de este. Así que quería que se diera cuenta de una puñetera vez de su verdadera sexualidad, para poder desatar su verdadero yo interior.
Un yo pervertido que se moría por los huesos de ese rubio ojiazul que le quitaba el sueño. Que era el protagonista de sus fantasías más calientes. En definitiva. Quería metérsela por el culo y punto. Ya.
Pero el problema era que su amigo a veces era un poco lerdo, así que tenía que encontrar la manera de que abriera los ojos de una buena vez. De que le ponían los tíos y no las tías. Y no cualquier tío, sino Sasuke Uchiha. Eso tenía que quedar clarísimo. Como el agua.
- Hagamos una apuesta - soltó de repente.
- ¿Una apuesta? - preguntó el rubio extrañado - ¿Qué clase de apuesta?
- Como ya sabes, pues estas invitado, mañana es la fiesta de compromiso de mi hermano con Deidara. Ira mucha gente, tanto chicas como chicos. Y es allí donde descubrirás tu verdadera sexualidad. Y e aquí la apuesta. La fiesta empieza a las nueve. Pues tendrás desde esa hora asta las doce de la noche para intentar montártelo con una tía. Si consigues ponerte cachondo con su atenciones y termináis en la cama, aceptare que no eres gay y no volveré a molestarte jamás con eso. Seguiremos siendo los buenos amigos que hemos sido siempre.
- ¿Y sino consigo ponerme a cachondo?- “aquí hay trampa seguro”
- Sino lo consigues, esa misma noche te haré mío para estrenarte en tu nueva condición de gay
- ¡¡Que!!. Serás pervertido. Ya sabia yo que todo esto tenía un motivo oculto. Satisfacer tu lujuria sin fin conmigo. Pues me niego. No acepto la apuesta.
- ¿Qué pasa? ¿Es que Naruto tiene miedo de perder? - lo provocaba el moreno con tono burlón
Naruto volvió a golpear la mesa con un puño.
- Muy bien, capullo. Me retracto. Acepto la apuesta encantado.
Se tendieron las manos mutuamente para así formalizar la apuesta.
“Ya veras, Sasuke baka. Te voy a demostrar que a mí, Naruto Uzumaki, solo se le pone tiesa con las tías”- pensaba el rubio para si mientras estrechaba la mano de su amigo.
“Por fin serás mío, rubito”- pensaba a la vez el moreno
- Bien, pues nos vemos mañana en la fiesta, Sasuke. Donde yo ganare la apuesta - se levanto de la mesa y despidiéndose con la mano, se marchó.
- No, Naruto. Donde yo ganaré y por fin te haré mío - se dijo el moreno para si, viendo marchar a su amigo.
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Naruto aparcaba su coche en el parking reservado esa noche especialmente para los invitados a la fiesta.
Se dirigió a las puertas de entrada del lujoso restaurante donde lo recibió un portero. Le mostró su invitación y este lo dejó pasar al piso de arriba, donde se celebraba la fiesta. Subió por las escaleras de caracol, recorrió el pasillo que tenía por delante y otro portero muy amablemente le abrió las puertas al gran salón, donde pudo ver que ya estaba abarrotado de gente. Conocidos, amigos y familiares de la pareja, todos vestidos elegantemente. Estaba claro que nadie había querido perderse la gran celebración.
De repente, alguien le dio un abrazo de oso por la espalda, pero Naruto no necesitó verlo de frente para saber quien era.
- Naruto, cuanto me alegro de que ya hallas llegado - dijo esa persona
- Si, yo también Itachi, pero quieres soltarme. Ya sabes que no me gusta que me trates como a un crío.
- Ya, pero es que por mucho que crezcas, siempre serás tres años menor que yo. Así que serás siempre un niñito para mi - enfatizó sus palabras tirándole de las mejillas marcadas con unas marcas que parecían bigotes, sabiendo que al rubio no le gustaba que hiciera eso.
Naruto se enfurruñó. Era una autentica mierda, pero lo que decía Itachi era verdad. El Uchiha mayor le rodeo los hombros con uno de sus brazos y juntos se adentraron entre la multitud, saludando a la gente mientras charlaban entre ellos.
- Así que no quieres admitir que eres gay
- ¡Qué! ¿Cómo sabes tú eso?
- Bueno, es que mi hermano y yo nos lo contamos todo.
- Ah, si. Pues Sasuke tiene la lengua muy suelta.
Itachi rió ante su comentario.
- Pues sintiéndolo mucho, no estoy de tú parte. Espero que pierdas esta apuesta, porque quiero tenerte como cuñado.
Antes de que el rubio pudiera refunfuñar algo, llegaron asta donde estaban reunidos sus más íntimos amigos.
- ¡Naruto! Cuanto tiempo sin verte - Sai se le tiró prácticamente encima y casi asfixiándolo por el abrazo tan fuerte que le estaba dando.
- Yo también te he echado de menos, Sai - dijo palmeando la espalda de su amigo - pero no me dejas respirar - El moreno lo soltó inmediatamente - y dime ¿Cómo os fue la luna de miel?
- Fue maravillosa. Esplendida. Espectacular. ¿Verdad que si, mi amor? - preguntó dirigiéndose a su recién estrenado pelirrojo marido.
- Si. Fue ideal, Naruto. Pero ya te contaremos los detalles en otra ocasión. Creo que ahora tienes una apuesta que ganar o al menos intentar - dijo Gaara como si tal cosa.
Naruto fulminó a Sasuke con la mirada, que estaba bebiendo de su copa como si nada de aquello fuera con él.
- Maldito seas, Sasuke ¿Porqué no pusiste un anuncio en el periódico directamente? Así también podría haberse enterado todo el país.
- Es una lastima que no se me ocurriera.
Otra mirada fulminante por parte del rubio, que miró a todos sus amigos allí reunidos.
- Así que esta noche estáis todos en mi contra - Todos asintieron aun que se sorprendió de ver a Neji y Shikamaru asentir también - vaya, creí que vosotros dos si estaríais de mi parte.
- Todo esto es muy problemático. Pero no se, Naruto. Temari dice que tú y Sasuke os veríais muy bien como pareja y la verdad es que yo estoy de acuerdo con ella.
Naruto se quedo asombrado, no porque Shikamaru estuviera también de parte de Sasuke, sino porque posiblemente esa seria la frase más larga que oiría de sus labios.
- Hinata dice lo mismo - habló Neji - es más, ya tiene planes para vuestra boda, para cuando termine con la de Itachi y Deidara.
Estupendo. Todos en su contra. Posiblemente Lee y Choji si estuvieran de su parte, pero como era de esperar, no estaban por allí para preguntárselo. Uno estaría abordando las mesas cargadas de comida y el otro expandiendo la flor de su juventud o acosando a su amiga Sakura, por la que estaba loquito.
- Pues bien. No me hace falta vuestro apoyo. La ganare igualmente - se dio la vuelta y se perdió entre la multitud dispuesto a buscar a una chica que se la pusiera dura.
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Tras la marcha de Naruto, Itachi les comentó a sus amigos:
- Ah, Naruto me recuerda mucho a mi Deidi en sus tiempos difíciles de “yo no soy gay”
Deidara se sonrojó al recodar su cabezonería de antaño ante ese tema, pero igualmente sonrió.
- Si, fui un poco lento al descubrirlo. Aunque finalmente termine haciéndolo a la fuerza teniendo a un pervertido como tú constantemente detrás de mí.
Todo el grupo rió. Todos se acordaban de los inicios de esos dos. Itachi tubo un arduo trabajo por delante, pero finalmente consiguió alzarse con el premio. Su Deidi.
- Pues yo tampoco lo tuve nada fácil - dijo Sai - mi amorcito era un insociable. Aunque tengo que admitir que eso también jugaba a mi favor, ya que ninguna tía se atrevía a acercársele.
- Si, pero aunque no hubieras tenido eso a tu favor, ya tenías otras armas preparadas, que acabaste utilizando igualmente. Convertirte en mi acosador personal. Meterte en mi casa sin ser invitado. Llamarme a altas horas de la noche y así asta el infinito.
- Si. Uno tiene que hacer lo imposible para conseguir sus objetivos. Itachi y yo lo conseguimos. Ahora esperemos que Sasuke también lo consiga - Tomó su copa y alzándola para un brindis dijo - Porque Sasuke, finalmente esta noche, consiga a Naruto.
Todos chocaron su copas y bebieron a la salud de la que seria la futura pareja o al menos rezarían para que así fuera.
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- Un Martini con limón, por favor - pidió Naruto a uno de los camareros que atendían la gran barra.
Bien, ahora tenía que poner en marcha el plan “ganar la apuesta a toda costa”. Primero buscar a la chica ideal.
Entre sus amigas estaban Temari e Hinata, muy guapas y atractivas, pero lamentablemente ya estaban pilladas. Sakura. Estaba siendo acaparada por Lee. Ino y Ten-Ten, tampoco. Además de que no se sentiría bien utilizándolas para sus fines, a ninguna de ellas. Por eso sus amigas quedaban descartadas.
Las demás mujeres de la fiesta. O estaban casadas o tenían novio o simplemente no se la empinaban ni un poco.
- Esto va a ser más difícil de lo que pensaba.
Se giró hacia la barra para tomar la que había pedido y se volvió nuevamente a mirar la multitud. Miró a sus amigos y vio que todos reían nada disimuladamente y el capullo de Sasuke se señalaba el reloj como diciendo “ TIC TAC, Naruto ,TIC TAC”. Seguramente no habían perdido detalle de su inspección buscando a la chica, con negativos resultados.
Paso de ellos y copa en mano se juntó con la gente. ¿Quién sería la afortunada de demostrar al mundo que Naruto Uzumaki no era gay?
De repente sintió que alguien posaba una mano sobre su hombro. Naruto se giró para ver quien había llamado su atención y se encontró frente a una despampanante pelirroja. Karin.
- Naruto. Hacia tiempo que no te veía - dijo con tono meloso.
- Si, bueno, he estado bastante ocupado con la universidad. Ya queda poco para terminar mi carrera y no me puedo despistar en el ultimo año - le explicó - ¿Y tú que tal has andado?
- Trabajando como una esclava en el club de Orochimaru. Primero de camarera y luego de bailarina. Acabo agotadísima.
“En la cama de algún cliente seguramente”- pensó Naruto.
- Y también - prosiguió la chica alisando las arrugas imaginarias de su camisa - intentando asimilar que los chicos más sexys de la ciudad de Konoha son todos gay. Pero entonces me di cuenta de que no todos lo son. Que aun queda un tierno rubito al que podría hacer mío - terminó haciendo un puchero con sus labios pintados de rojo.
Perfecto, pensaba Naruto. Nunca le había gustado Karin. Demasiado llamativa para su gusto y también demasiado putón. Vamos, que se bajaba las bragas para cualquiera. Pero el no era nadie para rechazar lo que la divina providencia le había puesto delante. Karin lo ayudaría a ganar la apuesta.
- Tomas algo - le ofreció con una sonrisa.
- Será un placer - enganchó su brazo con el del rubio y juntos se dirigieron nuevamente a la barra.
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- Sasuke, parece que esto se te complica. Mira a quien ha pescado Naruto. Bueno, más bien quien lo ha pescado a él. La zorrona de Karin - dijo Suigetsu alertando al moreno que se encontraba hablando con Shino y Kiba.
- ¡Qué!- gritó girándose de golpe
Buscó al rubio por el salón y lo hallo otra vez en la zona de la barra hablando con Karin. Con ella prácticamente recostada sobre él. Mierda.
- Suigetsu tiene razón - comentaba Itachi viendo a la pareja en la barra - si ese putón dominguero esta con Naruto, es posible que consiga ponerlo a tono. Aunque a Naruto no le guste, la tía tiene sus mañas.
- ¿Y tú como lo sabes? - le preguntó un Deidara celoso.
- Guarda tus garras, Deidi. No las practicó conmigo, simplemente la vi en acción - le dio un beso en la boca al rubio y prosiguió - aunque si ella no lo consigue, puedes estar satisfecho. Naruto tendrá que admitir que si es gay.
- Pero no quiero arriesgarme. Échala de la fiesta - exigió
- Sería demasiado obvio quien ha dado esa orden, Sasuke - habló Sai - sobre todo Naruto sabría que proviene de ti y podría romper la apuesta alegando que no estas jugando limpio. Además, tú mismo le diste de tiempo asta las doce de la noche. Así que tendrás que aguantarte.
Era verdad. Tendría que contener sus celos y sus impulsos de sacar a aquella zorra de la fiesta por los pelos. ¿Porqué de repente el tiempo pasaba muy lento?.
- Esta bien. ¿Pero se puede saber que hace ella en la fiesta? ¿Acaso la habéis invitado? - quiso saber
- Ya sabes que la que se encargo de las invitaciones fue mama. Seguramente la invitó ella.
- ¿Y como es que tenías su número?
- A pesar de ser gay, las chicas se siguen sintiendo atraídas por mi. Me dio su número diciendo “Por si algún día vuelves a cambiar de acera”. Supongo que mamá encontró la tarjetita con el número.
Recibió un codazo por parte de su prometido.
- ¿Y por que no tiraste el dichoso número? - los celos de Deidara no podían evitar salir a la luz.
- Sabes que tus incesantes celos me ponen muy cachondo - dijo besándole el cuello e ignorando las protestas del rubio - disculparnos chicos. Tengo que calmar a la fiera.
Tomó al rubio de una mano y lo arrastró por el salón, buscando algún lugar que les diera intimidad.
- No podemos hacerlo, Itachi, se darán cuenta de que no estamos - protestaba Deidara pero sin detener el avance del moreno.
- Será uno rapidito. Pero recuerda que no puedes gemir muy alto.
- ¿Porqué?
- No hay habitaciones, así que tendremos que hacerlo tras esta cortina.
- ¡Qué!
- Se las intenciones de Itachi y repentinamente a mi también me apetece echar un polvo. Vamos marido bello.
Sai tomo a Gaara de la mano y se fueron a buscar un poco de intimidad. Seguidamente fueron Juugo y Suigetsu, que ni cortos ni perezosos ya iban besuqueándose mientras atravesaban el salón. Lo siguientes Kiba y Shino. Solo quedaban Shikamaru, Neji y él.
- Que problemático. A mi también me apetece. Voy a buscar a Temari - y sin más se marcho.
- Pues yo voy a buscar a Hinata. Será excitante hacerlo con tanta gente rodeándonos - y finalmente se quedó solo.
Valla pandilla de pervertidos que tenía por amigos. Ellos dándose el lote con sus parejas y el viendo como la zorra de Karin se beneficiaba a Su rubio. Que injusta era la vida.
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Karin se inclinó más sobre él y le susurró al oído.
- Te parece si vamos a buscar un sitio más intimo.
Si, ya va siendo hora de demostrar que no soy gay.
- Me parece una buena idea y ya que por aquí no hay habitaciones, conozco el sitio ideal. Mi coche.
Tomó a la pelirroja de la mano y sorteando a la gente, se dirigieron a las puertas de salida. Pero antes de atravesarlas, Naruto se volvió y miró en dirección a Sasuke, el cual los miraba no muy contento. Naruto simplemente le dedicó una sonrisa y se marchó.
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Maldita sea, maldita sea. Sasuke estaba realmente rabioso. Esa zorra ha conseguido llevarse a Naruto y el parecía muy satisfecho. Y lo más frustrante es que no podía hacer nada, ya que todavía quedaba media hora para que fueran las doce.
Malditos fueran sus padres por invitar a esa guarra y maldito fuera su hermano por guardar su puñetero número. Y hablando de padres.
- Sasuke ¿Has visto a tu hermano? Estoy buscándolo porque es la hora del brindis para formalizar el compromiso, pero no lo veo por ninguna parte - dijo su madre acercándose a él.
“Esta por ahí, follando, como el resto de mis amigos. Como Naruto”- estuvo tentado de decir, pero no le diría algo tan grosero a su querida madre - No tengo ni idea, mamá - Mintió.
- Ah, bueno. Seguiré buscándolo entonces. Pero si lo ves, dile que lo estamos buscando y a Deidara también - le dio un beso en la mejilla y volvió a perderse entre los invitados.
- ¿Qué estará haciendo esa guarra con Mi Naruto?
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Debería estar sintiendo algo. Pero nada. Es más, se sentía un simple objeto que Karin no dejaba de acariciar y manosear.
Estaban sentados en la parte trasera de su coche, con ella montada a horcajadas sobre sus muslos. Lo besaba metiéndole la lengua en la boca y le acariciaba el pecho desnudo tras haberle desabrochado la camisa. Supuestamente ya tendría que estas a tono con tanto meneo. Pero no. Su amiguito seguía de lo más pasivo.
“Vamos. Despierta” - se decía mentalmente - “seguramente si fuera el teme el que estuviera encima de mi, metiéndome la lengua asta la campanilla, ya la tendría bien dura”
¡Pero que estoy pensado, por el amor de dios! Sasuke no. Sasuke no. Karin, Karin. Céntrate en el asunto idiota.
Llevó sus manos asta los hombros de la chica y le bajó lentamente los tirantes del vestido rojo que llevaba, dejando sus pechos desnudos.
“No se porque, pero prefiero el pecho pálido y musculoso de Sasuke”
Otra vez pensando en Sasuke. Maldita sea. Involuntariamente no me esta dejando concentrarme y tener un erección como dios manda. Capullo.
Tomó los pechos de Karin en sus manos y los estrujó, haciendo que la chica gimiera de gusto y volviera a besarlo con pasión.
“No besa mal. Pero Sasuke es todo un experto en ese arte”
¡No! ¿Es que no puedo sacarme al moreno de la cabeza?
- Naruto ¿Qué te pasa? - le preguntó Karin apartándose un poco de él para mirarlo a la cara - es como si no estuvieras realmente aquí. Estas un poco frío.
“Ah si. Pues ve a reclamarle a Sasuke Uchiha. Y que salga de una puñetera vez de mi mente” - pensaba Naruto, pero sin contestarle.
- Déjame que te ayude - Le desabrochó los pantalones y metió su mano entre estos y los boxer asta llegar a su carne dormida - ya veras como te gusta.
Naruto cerró los ojos mientras se dejaba hacer. Por fin empezaba a sentir algo. Al parecer su cosita había decidido que ya era hora de despertar a la vida.
- Si, Sasuke, lo haces tan bien.
Abrió los ojos de golpe. ¿Pero que coño había dicho? Miró a Karin, la cual había sacado su mano del interior de sus pantalones y lo miraba con la boca abierta.
- Naruto ¿Tú eras gay? Y ¿Te gusta Sasuke?
Sin duda se había llevado el premio gordo en la mejor forma de descubrir que había sucumbido al lado oscuro de la fuerza. No había duda. Era gay. Si, se había puesto a tono, pero pensando en un chico. Y no en cualquier chico. Sino en Sasuke Uchiha. ¿Eso que quería decir? ¿Qué le gustaba? ¿Qué inconscientemente siempre le había gustado? ¿Qué por eso le gustaban sus caricias? ¿Sus besos?
Dos por el premio de uno para Naruto Uzumaki. Es gay y le gusta su mejor amigo de toda la vida, Sasuke Uchiha.
- Pues si. Creo que si - admitió finalmente
Karin se bajó de sus muslos y se sentó a su lado en el asiento.
- Ya veo. El ultimo chico, también perdido. Las chicas tendremos que hacernos a la idea. Aunque tanto Sasuke como tú seréis muy afortunados por teneros el uno al otro.
- El que me guste no significa que vallamos a ser pareja - dijo Naruto
- ¿Y porqué no? - preguntó la pelirroja extrañada - A ti te gusta él y tú le gustas a él.
- ¿Y quien te ha dicho a ti que yo le gusto a Sasuke? - “bueno, le gustare durante esta noche, cuando venga todo chulo a rebozarme que ha ganado la apuesta”
Karin miraba pensativa al rubio. Así que Naruto no tenía ni idea de que el Uchiha menor estaba coladito por él. Bueno, no sería ella la que le chafara la confesión a Sasuke. Y hablando de él. Iría a buscarlo para contarle las nuevas noticias y que viniera a ver a Naruto. Sería un encuentro de confesiones, aclaraciones y seguramente algo más.
Se arreglo la ropa y dándole un beso al rubio en la mejilla, salió del coche.
- Yo me voy Naruto. Seguramente querrás estar a solas con tus pensamientos y tu recién descubierta sexualidad - “pero piensa pronto, te mandare a Sasuke en un momento”. Cerró la puerta del coche y se dirigió nuevamente hacia el restaurante.
Naruto se arregló la ropa y salió de la parte trasera del coche para sentarse al volante. No le apetecía quedarse más en la fiesta y ver a Sasuke. Ya se cobraría la apuesta otro día. Y sin más, arrancó el coche y se marchó a su casa.
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Sasuke tenía los nervios crispados. Después de que por fin aparecieran su hermano y Deidara, un poco sofocados, todo había que decirlo, y brindaran por su compromiso, no había podido evitar pensar en Naruto y de que no había vuelto aparecer por la fiesta. El tiempo parecía pasar mucho más lento que de costumbre, solamente para mortificarlo. Y no podía evitar hacerse una y mil preguntas. ¿A dónde habían ido? ¿Qué coño estaba haciendo esa zorra de Karin con el rubio? ¿Porqué la puta hora no pasa más rápido?
Miraba el reloj constantemente. Solo quedan quince minutos. Trece minutos. Diez minutos. Ocho minutos. Cinco minutos para la hora punta en la que podré ir y arrancar a esa cerda de encima de Mi rubio . A no ser que este debajo. No. Cerremos la mente a esas imágenes.
- Vaya, Sasuke, te veo algo nervioso.
Esa voz. Sasuke se giró de golpe y se encontró de frente con Karin.
- ¿No estabas con Naruto? - “y no es que me moleste que este bien lejos del rubio, pero eso significaba dos cosas. Una mala para él. Que ya habían tenido sesión de sexo rápido y había perdido la apuesta, lo que no podría hacer suyo al dobe de una buena vez. O algo bueno para él. Que Naruto finalmente se había dado cuenta de que era gay y esa guarra no había podido echarle el guante. Y él podría hacerlo suyo. Por fin.
- Veo que nos has estado espiando. Pues si, estaba con él, pero como puedes ver, ya no. Estábamos mas que dispuestos a tener sexo el uno con el otro, pero para disgusto mío, Naruto se ha dado cuenta de algo que lo cambia todo para él.
- ¿Y de que se ha dado cuenta? - pregunto Sasuke esperanzado, esperando ansioso la respuesta de la chica.
- Pues que es gay.
- ¡Si! - No pudo contener su grito de alegría, haciendo que Karin riera.
- Sabía que te gustaría la noticia.
- ¿Dónde esta Naruto ahora mismo?
- Pues lo he dejado en su coche. Puedes ir a verle si quieres. Se que te mueres de ganas, así que no te hagas el indiferente - dijo cuando vio que Sasuke intentaba simular frialdad - se que te mueres por el rubio.
“Vaya. No sabía que se me notara tanto. Pero bueno, cada vez me ha costado más ocultarlo y hoy mucho menos. Suerte que Naruto no sea un lumbreras en el tema de los sentimientos”.
Karin lo saco de sus ensoñaciones cuando dijo:
- Pero bueno. No te quedes ahí como un pasmarote y ve a buscarlo. Creo que tenéis muchas cosas que contaros y aclarar. Así que mueve tu precioso culito y ve.
Sasuke no se hizo de rogar y presuroso, sorteaba a la gente en dirección a la salida. Nunca llegó a pensar que llegaría el día en que le estuviera agradecido por algo a Karin. Y cuando se casara con el rubio, porque se iban a casar, el mismo le enviaría una invitación para su boda a la pelirroja.
Cuando ya había alcanzado las puerta, fue detenido por su hermano, que lo cogió por un brazo
- ¿A dónde vas, hermanito? La fiesta aun no ha acabado
- Lo siento, Itachi, pero tengo mucha prisa. Además, ya he estado en el brindis, pues he cumplido - se soltó del agarre de su hermano y salió del salón prácticamente volando.
- Esto seguramente tenga que ver con Naruto - le comentó Itachi a Deidara, el cual se hallaba a su lado.
- Seguramente. Acabo de ver a Karin hace un momento, seguro que Naruto ya ha descubierto por donde tiran sus gustos sexuales.
- Que bien - Itachi no pudo evitar aplaudir - Siempre he deseado que Naruto sea mi cuñado y por fin se va a cumplir mi deseo. Vayamos a brindar con los chicos por la ya segura pareja de mi hermano con Naruto y seguramente su próximo bodorrio.
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Cundo Sasuke llegó al parking, no vio el coche de Naruto por ningún lado. Seguramente ya se habría ido.
- Así que has huido a tu casa. Pues lo siento, pero no vas a poder escapar de mí.
Se dirigió corriendo a su coche, se sentó al volante, encendió el motor y salió disparado del parking, dejando marcas de neumático en le proceso.
- Esta es mi noche. Nuestra noche.
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Naruto abrió la puerta de su apartamento y cerro tras él. Mientras se dirijía a su habitación, se fue quitando la ropa de la fiesta dejándola tirada por el suelo. Cuando llegó, solo le quedaban los boxer, los cuales se dejo puestos y se dejó caer en la cama bocabajo.
“No se como he podido ser tan inútil como para no darme cuenta de que soy gay. Y de que me gusta Sasuke. Seguramente fue por eso. Que en mi subconsciente intentaba negar esa realidad. Vaya mierda. Hubiera preferido seguir en la ignorancia, a saber la verdad. No creo que pueda volver a tener el mismo trato conéel. Por que ya no lo sentiré solo como mi amigo. Pero bueno, será mejor que deje todos esos pensamientos para mañana o no podré dormir en toda la noche”
Se movió un poco para poder apartar las mantas y meterse bajo ellas. Estaba en el proceso cuando alguien inoportuno llamo al timbre.
- Quien coño será ahora - gruñó mientras se levantaba a regañadientes de la cama e iba abrir la puerta.
La abrió de un tirón dispuesto a gritarla unas cuantas verdades al intruso que se había atrevido a molestarlo, pero no pudo articular palabra alguna cuando vio quien era.
- Es de muy mala educación huir sin haber pagado el precio de perder una apuesta. Y también abrir la puerta prácticamente en pelotas - dijo un Sasuke con tono burlón apoyado en el marco de la puerta
Naruto lo miraba con mala cara.
- Ya veo que no has podido resistir el venir a rebozarme por la cara tu victoria y el como yo abro la puerta de mi casa es asunto mío. Como si la quiero abrir desnudo completamente - se dio media vuelta y se dirigió al salón dejando la puerta abierta para que Sasuke hiciera lo que quisiera. Marcharse o quedarse.
Sasuke cerró la puerta tras él y siguió al rubio al salón, el cual se había sentado en el sofá, de tal manera que se le notaba todo el paquete. Sasuke no podía apartar la mirada de dicha zona.
- ¿Se puede saber que coño miras, pervertido? - dijo Naruto mirándolo con el ceño fruncido y cruzando las piernas, ocultando así sus atributos de la vista viciosa del moreno.
- Ahora ya nada - soltó una risita y se sentó al lado del rubio - bueno. Cuéntame. ¿Qué tal te sientes al formar parte del lado oscuro de la fuerza?
Naruto se limitó a soltar un gruñido que hizo sonreír al Uchiha.
- No te preocupes. Yo te enseñare todo lo que tengas que saber - cogió la barbilla del rubio y giro su cabeza hacia él - será un placer para mi enseñártelo todo.
Se inclinó más asta llegar a los apetecibles labios de su amigo, los cuales apreso con su boca ansiosa. Con su lengua lo obligó a abrir los labios y así poder meterla en esa cavidad para encontrarse con su compañera, la cual inmediatamente empezó a juguetear con la suya.
Estuvieron besándose tiempo si fin, asta que Naruto de improviso se aparto del moreno y levantándose del sofá se dirigió a la ventana para mirar hacia la calle.
- Mira, Sasuke. Se que he perdido, ya que como tú decías, soy gay. Pero, sinceramente, no creo que puede cumplir con lo que me pediste si yo perdía. Ya que si nos acostamos, no podría volver a verte nunca más como un amigo. No quiero perder esa amistad por un apuesta y por una noche de sexo.
Sasuke se levantó para acercarse a el. Lo abrazó por la cintura y apoyó la barbilla en su hombro.
- Naruto ¿Tú me quieres?
- ¡Yo no he dicho eso!
- Con tus palabras, me lo has dado a entender - hizo que el rubio se girara y lo mirara de frente - no te preocupes, nunca dejaremos de ser amigos. Seremos amigos, amantes, confidentes, esposos.
- ¿Esposos? Que pasa, ¿Qué ya tienes planeada asta la boda? - le preguntó Naruto sorprendido
- Por supuesto. Nuestro noviazgo, el compromiso, la boda, la luna de miel y nuestra futura vida juntas. Y si lo tengo todo planeado, es por que te quiero. Pero como tú eres un tonto de primera, ni cuenta de habías dado.
Naruto dejó su asombro para más tarde y dándose la vuelta abrazó al moreno efusivamente.
- ¡Yo también te quiero!
- Lo se. Pero ahora, tienes una apuesta perdida que cumplir.
- Estamos aquí confesando sentimientos muy importantes y tú solo piensas en follar.
- Tendremos toda la vida para decirnos lo mucho que nos queremos, pero ahora mismo me muero por hacerte mío. Llevo soñando con ello durante años y no tengo ni idea de cómo he podido aguantar tanto, la verdad.
Mientras decía esto, Sasuke bajaba la mano por el pecho de rubio, acariciando la piel a su paso, asta llegar a los boxers y meter la mano dentro de estos para poder tocar su miembro caliente y ya practicante erecto.
- No hay duda de que te pongo cachondo - Naruto no dijo nada, ya que esas pocas caricias asta ahora recibidas por el moreno, lo estaban poniendo a cien - Ya veras como yo si te hago disfrutar. Como un condenado.
Se volvió a posicionar a la espalada del rubio sin apartar la mano de su masculinidad, la cual empezó acariciar de arriba bajo. Naruto gemía apoyando la cabeza sobre su hombro, moviendo a su vez las caderas
- Sasuke, más - gemía Naruto - Si, asi...
Continuara...