I want you to know me
Capitulo 2
Volví varias veces, pero el lugar seguía cerrado y mi encendedor también estaba ahí. Me estaba deprimiendo el no saber nada de él.
Llegué y, como las demás veces, seguía sin abrir. Me senté solo en el lugar de siempre.
- Así que esto es lo que hacés todos los días después de clases- me dijo una voz conocida.
- ¡Kai! ¿Que hacés acá?- pregunté sorprendido mientras él se sentaba al lado mío.
- Te seguí- lo miré mal -Perdón, pero estaba muy preocupado. Te noto raro últimamente, y sos mi mejor amigo. ¿Que te esta pasando KyungSoo?
Me sentí un mal amigo por no compartir con él lo que me pasaba. Además, necesitaba contárselo a alguien.
- Kai... me gusta alguien...- desvié la mirada y me sonrojé al confesarle eso.
- ¿Y eso es malo?- me sonrió irónicamente.
- No... pero...- dudé. ¿Se lo digo?
- Si, un chico, ya lo sé- lo miré sorprendido.
- ¿Que?- tragué saliva.
- No importa quien sea la persona que te guste, mientras vos seas feliz, yo lo soy- me pellizcó una mejilla cariñosamente. Me sonrojé.
- ¿Pero como lo sabés?- le pregunté volviendo a desviar la mirada. No podía mirarlo a los ojos.
- Te conozco hace años...- rió con ternura -No se me pasó el hecho de que nunca tuvieras novia, porque oportunidades no te faltaron, ni que no demostraras interés por ninguna chica. En cambio notaba la manera en la que mirabas a algunos chicos- me sonrió y yo me sonrojé más. Pasó un brazo por mis hombros y me abrazó -Si no me lo dijiste por miedo a que te rechace estabas muy equivocado. Sos mi mejor amigo y te quiero muchísimo. Eso a mi no me importa- me revolvió el pelo.
Le sonreí.
- Gracias Kai, sos increíble. No podría tener un mejor amigo- le devolví el abrazo.
- Yo tampoco, porque me entendes a un nivel que nadie lo hace, y nos complementamos en todo. Siempre fue así y siempre lo va a ser- le sonreí y me devolvió la sonrisa- Y ahora, ¿porque venís acá? ¿Tiene que ver con el misterioso?
Reí.
- Si. Se llama BaekHyun. Creo que estoy...- me sonrojé y lo intenté de una manera diferente -me gusta mucho. Pero tiene novia y está embarazada.
- Que mal- frunció el ceño -¿Estas bien?- asentí con la cabeza.
- Nos hicimos algo así como amigos- le sonreí.
- Eso es bueno- me sonrió.
- Pero hay algo que no entiendo...- le dije.
- ¿Que?- me preguntó con curiosidad.
Le conté lo que había pasado el día en que le compré el pantalón a BaekHyun.
- Tendrá novia, pero a ese chico de alguna forma le gustas. Aunque sea... físicamente- me miró con cautela.
Me dolió pensar en algo así. Yo quería gustarle de todas las maneras posibles.
- No sé... ya no quiero pensarlo más. Hace días que no lo veo porque el negocio está cerrado- lo miré nostálgicamente -¿Vamos a comer? Yo invito- me sonrió de la manera en que lo hacía siempre que le ofrecía comida gratis.
- ¡Si! Vamos, hay que animarte- pasó su brazo por mi hombro y yo reí contento de tener un amigo tan bueno.
Una semana después, llegué al colegio muy cansado. Me había quedado dormido, no encontraba parte del uniforme, se me había quemado el desayuno y me había peleado con mi mamá.
- ¿Donde estabas?- me susurró Kai cuando me senté -Te mande un mensaje y no me respondiste...
- Me lo olvidé en mi casa- dije enojado al recordar eso. El día iba de mal en peor.
- No pasa nada, tranquilo...- me pidió al notar mi mal humor.
- Que día de mierda- susurré para mi mismo.
Y nada mejoró. Todo me salió mal ese día. La profesora me llamó la atención muchas veces por algo que yo no había hecho, en el almuerzo recibí un proyectil de comida que no iba dirigido a mi, la insoportable novia de Kai no se nos despegó en todo el día y me obligaron a quedarme después de clase.
Cuando finalmente salí del colegio, un auto pasó muy cerca de donde yo esperaba para cruzar, empapándome con el agua embarrada de la lluvia del día anterior.
Llegué a mi casa al borde de las lágrimas y me metí a bañar directamente. Salí un poco más relajado y entré a mi cuarto. Busqué ropa que ponerme y la apoyé en mi cama.
Estaba por ponérmela, cuando mi mirada se posó en una bolsa que estaba contra la pared. La agarré y saqué de adentro el pantalón que le había comprado a BaekHyun y nunca había usado. Después saqué el cinturón que me regaló y lo acaricie con una sonrisa. No lo pensé dos veces y me puse esa ropa, recordando la manera en la que me había mirado. Un escalofrío me recorrió ante el recuerdo. ¿Que hubiera pasado si la chica no hubiera entrado gritando?
Recordé que no había mirado mi celular en todo el día, ya que me lo había olvidado. Salté a mi cama y lo agarré. Al abrirlo, tenía tres mensajes nuevos. Uno de Kai y dos de un número desconocido.
El de Kai me preguntaba donde estaba. Los otros dos simplemente decían:
"KyungSoo, ¿no? Soy BaekHyun, perdón por desaparecer. ¿Como estás?"
"Te voy a esperar en el escalón de siempre. Ojalá vengas"
Releí el último mensaje y miré la hora en la que me lo había enviado. Hacían aproximadamente cinco horas. Miré por la ventana y ya era de noche. Sabía que la suerte de mi día no iba a mejorar. Ya no va a estar esperándome... Dejé mi celular y dirigí mi mirada al techo angustiado. ¿Y si lo está? ¿Y si me está esperando? Me senté de golpe. Tengo que ir, tengo que cerciorarme.
Me puse una remera y un buzo con capucha, unas converses y salí corriendo escalera abajo. Pasé sin hacer ruido por la cocina y me fui de mi casa sin que mis papás lo noten.
Caminé por la calle rápidamente. Por favor, quiero que estés. Tengo tantas ganas de verte... aunque nadie esperaría tanto. Aceleré el paso.
Al llegar, él no estaba ahí. A pesar de que era obvio que no iba a estarlo, yo había mantenido las esperanzas. Pero me derrumbé cuando no lo vi. Mi día había sido muy malo y esto sólo lo empeoraba. Me senté en el escalón empezando a sollozar y a temblar de frío.
Escuché que la puerta se abría y me corrí para dejar pasar a la persona que quería salir de su casa. Pero nadie salió, sino que sentí que alguien apoyaba algo sobre mi y me abrazaba levemente. Me giré despacio y vi que era BaekHyun. Me había tapado con una campera y me abrazaba apoyando su cara en mi espalda.
- BaekHyun- dije entrecortadamente -¿Que hacés acá?- levantó su cabeza y me miró sorprendido.
- Te esperé, pero hacía frío y entré. Me quedé mirando por la ventana, debo decir que fue una tarde aburrida- rió.
- ¿Vivís acá?- pregunté sorprendido empezando a calmarme.
- Si... ¿porque lloras?- me secó una lágrima con su pulgar.
- Tuve un día horrible, y me olvidé el celular en mi casa. Por eso no te respondí, porque no vi el mensaje hasta hace menos de una hora. Llegué y el ver que no estabas, sólo hizo que mi día fuera más horrible de lo que ya era- me sonrojé -¿Como sabías que era yo el que te dejó el encendedor?
- Porque es rojo, como el que me prestaste el día en que hablamos por primera vez. Y lo supuse, no estaba del todo seguro- me sonrió levemente - Te extrañé- agregó y me acomodó el flequillo que salía de la capucha que llevaba puesta.
- Yo también- le sonreí -¿Donde estabas?
- Mi hermana tuvo a su hijo. Y tuvo complicaciones... estuvimos prácticamente viviendo en el hospital. Casi se muere el bebé, pero por suerte sobrevivió y ya estamos los tres acá. Es tan hermoso, se llama MinWoo- finalizó sonriendo con ilusión.
Pero yo ya no escuchaba.
- ¿Tu... hermana?- asintió extrañado -¿No era tu novia?- sacudió la cabeza horrorizado.
- ¡No!- se rió -¿Tengo cara de tener hijos a esta edad?- negué avergonzado -Además, ya viste que nos llevamos bastante mal. Pero entre nosotros, me gusta molestarla y hacerle creer que no la quiero. Pero la quiero mucho- me susurró -Igual, estaba insoportable. Muy sensible y hormonal. Y se enojaba por todo. Eso me hacía estar de muy mal humor, por eso me gustaba cuando venías a visitarme.
Ambos reímos. Entonces no es la novia, pensé con alivio. No va a ser padre, y además dijo que me extrañó. No pude evitarlo y me acerqué, depositando un tierno beso en la comisura de sus labios. Él me miró sorprendido y después sonrió.
- ¿Querés pasar? Hace mucho frío acá...- me preguntó y asentí con la cabeza. Me agarró de las manos, ayudándome a pararme y entramos a su casa.
.
No me soltó hasta estar en la cocina.
- ¿Querés tomar algo?- me preguntó viéndome temblar de frío -Un té te vendría bien.
- Si por favor- le sonreí. Exploré la cocina con la mirada y la detuve en la de BaekHyun que me miraba fijamente -¿Viven solos?
- Si, mis papás están en Estados Unidos. Nosotros nos negamos a ir a vivir allá, pero ellos vienen lo más seguido que pueden a visitarnos. Y nosotros vamos para allá para las festividades- me sonrió.
- ¿Y el papá del bebé?- pregunté con cautela.
- Se dio a la fuga apenas supo que mi hermana estaba embarazada- respondió con amargura -¿Querés verlo?- agregó sonriendo.
- ¿Seguro? No quiero que se despierte. O por ahí tu hermana se molesta.
- Ella duerme. Y no se va a despertar sólo porque lo veamos. Dale, vení- me agarró de la mano de nuevo y mi corazón latió con fuerza.
Entramos a un cuarto, decorado con muchos peluches y juguetes y una enorme cuna en el medio. Nos asomamos y lo miramos. Él me apretó la mano emocionado. El bebé dormía plácidamente, era muy chiquito y lindo.
- ¿No es hermoso mi sobrino?- preguntó orgulloso cuando volvimos a la cocina y él terminaba de preparar el té.
- Lo es y mucho- sonreí con ternura. Se veía muy emocionado y adorable cuando hablaba del bebé.
Puso una humeante taza frente a mi y se sentó con una para él en la mano.
- KyungSoo... ¿porque fingiste fumar?- cuestionó de golpe, haciendo que me atragantara con el té que estaba tomando.
- ¿Que?- lo miré sorprendido y el se rió.
- Te vi prender un cigarrillo, como si se tratase de una fogata- me sonrojé.
- Pensé que no notabas que estaba ahí...- desvié la mirada.
- Claro que lo notaba- estiró su mano y me agarró del mentón, haciéndome mirarlo -imposible no hacerlo.
Nos miramos a los ojos unos segundos. Sentía mi cara arder y mi corazón golpear fuerte contra mi pecho.
- Lo hice para acercarme a vos- admití finalmente -Pensé que algún día tenía que fallar tu encendedor...- desvié la mirada, aunque él seguía con su mano en mi mentón.
- ¿Te confieso algo?- asentí -El día que hablamos, cuando salí y te vi estudiando... vi la caja de cigarrillos al lado tuyo. Fingí intentar prenderlo y tiré a la basura mi encendedor nuevo.
- ¿Enserio?- le pregunté sorprendido.
- Si. No sabia como hablarte, y hacía tiempo que te veía venir y sentarte en la puerta de mi casa- se sonrojó.
- Yo también quería hablarte... quería conocerte... y que me conocieras- admití. Él sonrió.
- KyungSoo...- susurró y me estremecí. Mi nombre real suena tan bien en sus labios. Lo miré -Yo te conozco. Te veo y, desde que lo hice por primera vez, siempre te ví. No podría ser de otra manera.
Sonrió y me soltó. Tomó de su té ante mi mirada de sorpresa y mi creciente sonrojo. Terminó el contenido de la taza y se paró, llevándola a la mesada.
- Me gustás...- susurré.
- ¿Que?- preguntó dándose vuelta de golpe.
- ¿Porque me decís KyungSoo?- inventé rápido otra cosa, aunque eso también me daba curiosidad -No es que me moleste, pero creo que te había comentado que todos me dicen D.O...
- Tu nombre suena tan lindo, tan... vos. Que no puedo llamarte por unas simples letras. "D" y "O" no reflejan lo increíble que sos KyungSoo- lo miré fijo, sin poder reaccionar. Sin saber como tomarme sus palabras. Jamás me habían dicho algo así. Me paré sonrojado para ayudarlo. Cuando me acerqué a donde él estaba, me sonrió y me agarró de la cintura, juntándose a mi. Me abrazó -Vos también me gustás...- susurró contra mi cuello. Sonreí. Me escuchó. Le devolví el abrazo con fuerza.
- BaekHyun... yo... vos me... yo te- ¿porque me tiene que costar tanto? No puedo decirle nada después de todo lo que él me dijo.
- No te preocupes KyungSoo. Yo sé que te cuesta, que sos tímido y callado. No tenés que decir nada- se separó y me miró muy de cerca.
- Te quiero BaekHyun- logré articular. Él amplió su sonrisa y se acercó más a mi rostro. Casi juntando nuestras bocas.
- Yo también te quiero KyungSoo- susurró sobre mis labios.
Me adelanté y rocé mis labios con los suyos. Él sonrió y me agarró delicadamente de las mejillas. Me miró a los ojos, y después juntó su boca con la mía en un tierno beso. Se separó lentamente y volvió a mirarme. Nos sonreímos y esta vez yo lo besé, profundizando.
Inconscientemente, él me hizo apoyar contra la mesada y juntó más su cuerpo al mío. Rodeé su cuello con mis brazos y él me abrazó de la cintura.
Se liberó ligeramente de mi agarre para poder descender un poco a mi cuello, empezando a morder y succionar.
- Me volvés loco KyungSoo...- susurró y yo suspiré -Todo de vos me gusta...- sus manos descendieron por mis costados hasta mis piernas, haciéndome soltar un gritito de sorpresa cuando me agarró de ellas y me hizo sentar en la mesada -Este pantalón te queda demasiado bien como para que pueda mantener la cordura por más tiempo- se alejó levemente y juntó su frente con la mía. Mis manos que descansaban en su cuello, subieron a su pelo- El modo en que se adhiere a tus piernas es perfecta- susurró sobre mi boca y mordió mi labio inferior con fuerza, haciéndome gemir y tirar de su pelo fuertemente mientras que sus manos recorrían mis piernas libremente ahora que yo estaba más arriba.
Se acercó más a la mesada y, agarrándome del trasero, me empujó hacia él para que nuestros cuerpos estén más juntos. Me volvió a besar.
- Baek...- intenté hablar en el medio del beso.
- ¿mmm?- volvió a besarme y después siguió la línea de mi mandíbula con sus labios, haciéndome más difícil decirle lo que pensaba.
- Espera...- su mano se deslizó por la parte interna de mis muslos, muy cerca de mi entrepierna, haciéndome soltar un pequeño gemido de anticipación.
- ¿Seguro?- preguntó sonriéndome y dándome un beso en la comisura de los labios para después ir a mi cuello y lamer la zona.
- Si...- llevé mis manos a sus hombros con mucho auto control -tu... hermana y MinWoo... están en la casa- agregué entrecortadamente. Él llevó su boca a mi oreja y mordió suavemente el lóbulo. Después levantó la cabeza y me miró a los ojos, volviendo a juntar su frente con la mía.
- Tenés razón...- me dio un casto beso en los labios y le sonreí -de la que te salvaste...- bromeó y me abrazó. Hundí mi cara en su cuello y le dí un tierno beso.
- Como si yo no lo quisiera- le respondí y me sonrojé.
- Mejor dejemos el tema ahí, o no voy a responder por mis actos- ambos reímos y él volvió a besarme.
Se separó, dejando que me baje de la mesada.
Lo miré, todavía muy sonrojado y me acerqué a él con una sonrisa. Lo tomé de las mejillas y le dí un rápido beso en los labios. Al separarme me empecé a reír.
- ¿Que pasó?- preguntó divertido.
- Es raro como se dio todo, ¿no?- sonreí.
- Si- se rió y me abrazó -Te agradezco con todo mi corazón que nunca dejaste de venir.
- No hubiera podido dejar de hacerlo ni queriendo- le dí un tierno beso. Me acarició la mejilla.
- KyungSoo...- levanté mis cejas levemente, dándole a entender que lo escuchaba -¿Te quedas a dormir conmigo?- me sonrojé.
- Bueno, supongo que si llego a mi casa a esta hora, y se dan cuenta de que me escapé, me van a castigar. Es lo mismo si llego hoy o mañana, el castigo va a estar igual- ambos reímos -Si.
Fuimos a su habitación, que estaba al lado de la de su hermana.
- Ponete cómodo- me dijo sonriendo, empezando a desvestirse hasta quedar en boxers y se metió en la cama. Se hizo a un lado y palmeó el espacio vacío para que vaya. Me saqué la campera, la remera y las zapatillas, quedando sólo con el pantalón y me metí en la cama, quedando de espaldas a él.
- ¿No estás incómodo?- preguntó deslizando su mano por mi espalda hasta mi abdomen. Negué con la cabeza -No te creo- susurró contra mi cuello, haciéndome estremecer. Su mano bajó hasta el botón del pantalón y lo desabrochó.
- Baek...-susurré con vergüenza.
- ¿Si?- su aliento golpeó mi oreja, sacándome un suspiro. Bajó el cierre.
- No podemos...- dije intentando pensar claramente.
- ¿Que cosa?- con su mano, me hizo girar la cabeza hasta mirarlo, sonreía traviesamente -Yo sólo te estoy ayudando a estar más cómodo...- agregó inocentemente y asentí. Con las piernas empujó las sábanas hasta el final de la cama.
Empezó a bajarlos, bajando él también, abusando de la piel de mis piernas. Acariciándolas y besándolas, produciéndome escalofríos ante la delicadeza con la que me trataba, y lo dulce que era.
Cuando lo dejó a un costado, agarró las sábanas y nos tapó, dándome un corto beso para luego abrazarme desde atrás.
- Mucho mejor, ¿no?- me preguntó.
- Si... gracias- seguía algo nervioso, pero me empecé a relajar en sus brazos. Apoyé mis manos sobre las suyas, que descansaban en mi estómago y las acaricié empezando a dormirme.
- ¿KyungSoo?- susurró BaekHyun de golpe.
- ¿Si?- contesté medio dormido.
- Te quiero mucho- me dio un beso atrás de la oreja. Sonreí y, dándome la vuelta, lo besé, para después abrazarlo y hundir mi cara en su pecho. Él me correspondió el abrazo.
Aunque no dije nada, estaba seguro de que él sabía la respuesta.
Porque así empezó todo, entendiéndonos en silencio.