LA DECISION MÁS IMPORTANTE
Capítulo 1: Academia Gorin
Resumen:
Nuestro pasado siempre marca el presente que recorremos, pero a veces no es necesario dirigirnos hacia ese futuro, a veces tomar una decisión diferente, nos llevara hacia un nuevo horizonte, donde conocerás lo que es la verdadera felicidad, cortando las cuerdas que te atan a un cruel pasado.
Los deportes siempre se caracterizan por la competencia, pero el deporte no es lo único que nos hace competir, también el amor nos hace dar nuestro mayor esfuerzo.
Nota: Los personaje son me pertenecen lamentablemente U.U son de Masashi Kishimoto para mi desgracias.
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La academia Gorin, es la más prestigiosa escuela de deportes olímpicos, los estudiantes provienen de todas partes del mundo, y la mayoría del alumnado ha obtenido medallas, esta institución cuenta con los mejores catedráticos, y todos sus alumnos se caracterizan por su elegancia y comportamiento….
O al menos eso se dice…
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- Me niego, Me niego, me niego, no quiero-dattebayo – sentado en las gradas de un estadio un hermoso niño de cabellos cortos rubios y de ojos como el cielo negaba una y otra vez, sin escuchar replicas.
- Pero Naruto Iruka-san ya nos explicó que no podemos competir en los dos torneos – trataba de convérselo su gemelo, un niño de una cabellera rubia y larga del mismo color de ojos que su hermano.
- No, los torneos no son en las mismas fechas Dei-chan, tenemos tiempo para participar en los dos si nos apuramos.
- Pero Naruto va a hacer muy pesado para nosotros, y no podemos fallarle a nuestros equipos.
- No quiero – dijo su última palabra el menor cruzándose de brazos. El rubio mayor ya no sabía qué hacer, si no se decidían a que torneo participar, se quedarían fuera de las dos competencias y eso era algo que ninguno de los dos quería.
Un joven castaño miraba la conversación que tenían los dos niños, la verdad es que ambos eran grandes prodigios.
Ambos fueron inscritos desde que tenían 6 años habían estudiado en diferentes áreas, y después de 7 años se convirtieron en el orgullo del equipo de clavados en parejas y el de natación sincronizada, todo iba bien hasta que comenzaron los campeonatos, al principio se las arreglaron ya que no eran en la misma fechas, pero ahora que ambos ya tenían casi trece años tenían que elegir una disciplina y dedicarse a ella al cien por ciento, para ambos era un gran sacrificio, ya que a pesar de ser gemelos sus gustos eran muy diferentes, a Naruto le gustaban los clavados, eran su pación , mientras que a Deidara el estar en el agua nadando era su vida, al no querer separarse decidieron estar en ambas disciplinas, pero ahora lamentablemente llego la hora de elegir.
El joven castaño quien tenía una gran cicatriz en el puente de la nariz suspiro al ver a los jóvenes discutir de nuevo, con calma y una sonrisa tranquila se dirigió a platicar con ellos.
- Me niego, Me niego, me niego, no quiero-dattebayo No, no, no, no- él menor tenia las orejas tapadas y negaba una y otra vez.
- Naruto entiende que ya no puede seguir participando en ambas disciplinas – intervino el castaño.
- Pero Iruka- sensei …
- Ambos no quieren abandonar lo que les gusta, así que lo mejor sería que cada uno siga en su propia disciplina. – ambos niños mostraron horror en su rostro el profesor no tuvo de otra más que dar otras opciones, aunque después los entrenadores de clavados, o las de natación quisieran matarlo – Porque no mejor asisten a las clases de otros deportes hasta encontrar alguno que les agrade lo suficiente a los dos para practicarlo juntos.
Los dos rubios se miraron y a los pocos segundos una enorme sonrisa se formó en sus rostros, ambos alegres abrazaron a su tutor y salieron corriendo a la dirección.
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- La gran academia Gorin, incluye en su plan de estudio 33 deportes con 51 disciplinas, cuentas con enormes instalaciones donde cada una de ellas puede realizar perfectamente su tarea, además de que al ser internado todos los alumnos cuentan con un departamento propio, y con un centro comercial que cuenta con todo lo que los alumnos puedan necesitar tanto para sus disciplinas como para su uso personal, esta increíble institución está bajo el mando de una de las mejores deportista de todos los tiempos, la directora tsuna….
- No, no Shizune, algo allí no me gusta (cof, cof) ya sé por qué no mejor pones “está bajo el mando de la mejor deportista que pudiera existir jamás” je eso se oye mejor. – una hermosa rubia con unas grandes… cualidades, le explicaba a su asistente.
- Pero Tsunade-sama esta es la presentación que se le dará a los inversionistas – una joven pelinegra le trataba de explicar a su maestra que el informe se estaba yendo hacia otro objetivo muy diferente al original.
- Nada, así se quedara Shizune, ahh tanto trabajar me dejo agotada- la “admirable” directora se estiro y recostó en su gran sillón, mientras una desesperada Shizune trataba de hacer que su maestra entrara en razón - Shizune tráeme mi delicioso sake y no dejes que nadie entr….
- Oba-channnnnnn – una voz estridente causo que ambas mujeres se congelaran durante varios minutos, la ayudante corrió para intentar cerrar, pero llego demasiado tarde ya que casi fue lanzada por una puerta que fue abierta drásticamente. – Oba-chan necesitamos pedirte un favor.
Frente a la directora se encontraban dos hermosos niños de trece años, ambos rubios y de ojos azules. La directora amaba a sus nietos, pero al tener un carácter “poco” paciente siempre terminaba con un gran dolor de cabeza cuando hablaba con los pequeños.
- Naruto mas respeto, aquí soy tu directora, así que… - replicaba Tsunade, pero el niño la ignoraba olímpicamente, antes de que hay corriera sangre el mayor de los hermanos hablo.
- Lamentamos la interrupción directora Tsunade (se escuchó un bufido por parte del menor de los Namikaze) pero necesitábamos pedirle permiso para asistir a otras clases, para poder elegir por fin un deporte.
La rubia sabía lo difícil que era para sus nietos tomar esa decisión, así que mostrándose comprensiva como pocas veces acepto.
- Está bien, shizune les hará un permiso para entrar a cualquier clase, ahora ya váyanse a sus clases
- Hai, Hai, Oba-chan ya te dejamos con tu sake dattebayo- dijo el menor echándose a correr antes de que algún florero asesino lo alcanzara.
Poco más de media hora después Shizune entraba a ver como seguía su maestra, pero al verla su enojo fue en aumento, ya que la “respetable” directora se encontraba durmiendo con varias botellas de sake alrededor.
- Ah Tsunade-sama ¿Qué haremos con usted? – la joven asistente le puso una frazada y se dirigió a la puerta.
- Shizune ¿les diste acceso total a toda la escuela?
- Si Tsunade-sama, como usted ordeno – la joven contesto sin voltearse, ya que la voz de su maestra se escuchaba muy seria, lo cual sabía por experiencia propia que significaba problemas.
- Bien, esos niños necesitan dejar que otras personas entren a su mundo, retírate
La joven asintió y salió de la oficina, la verdad es que había un secreto que rodeaba a los padres de los gemelos, se sabía que la hija de Tsunade-sama murió mientras realizaba una competencia, pero del padre no se supo nada después de ese incidente, Tsunade recibió la custodia al ser la pariente más cercana, pero a pesar de que los niños fueron inscritos desde muy pequeños para que convivieran con otras personas de su misma edad, ellos no hicieron ninguna amistad.
Shizune movió su cabeza de un lado a otro, eso no le correspondía a ella, su maestra y los nietos de está eran su única prioridad, así que ella debía de velar por la seguridad de esas tres personas.
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Debajo de un árbol de Sakura, en medio del parque B se podía observar a dos cabezas rubias muy pegaditas revisando una larga hoja.
- Bien según esto las canchas de tenis tienen que estar en la sección número 3 del parque que está a lado de la sección número 9 que es compartida por el parque D sección….
- Buaaaaaaaaaaaaa calla Dei-chan, ¿POR QUÉ TIENE QUE SER TAN GRANDE LA ESCUELA-dattebayo? Nunca llegaremos – Naruto se tiro al piso dramáticamente
- Ya levántate Naruto, demonios me estas desesperando – el menor se levantó rápidamente ya que sabía que cuando su hermano se enojaba, correría sangre.
Todo esto era observado por dos jóvenes pelinegros de ojos lila claro.
- ¿No… No debe…ríamos ayu…darlos Neji-nisan? – pregunto la joven a su compañero.
- No tengo porque – respondió secamente el muchacho
- Pe…ro ellos tam…bién se diri…gen a las can…chas de tenis… vamos al mis…mo lu…gar – explico la joven, el muchacho le lanzo una mirada asesina y continuo caminando, la joven se encogió en su lugar y miro nuevamente a los dos rubios que continuaban discutiendo, con un largo suspiro comenzó a seguir al joven.
El rubio mayor observo como ambos jóvenes se marcharon, “al parecer esta clase no será tan aburrida huh”
- ¿Qué sucede Dei-chan? - Naruto observo a su hermano quien al parecer algo le había llamado la atención ya que tenía una alegre sonrisita que no pronosticaba nada bueno.
- Nada Naruto, mejor vámonos.
- Hai
Ambos niños se dirigieron hacia las canchas de tenis, sin saber que esto solo sería el principio de un gran cambio tanto para ellos como para todas aquellas personas con quien convivirán.
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Continuara….