ENLACE AL FIC ORIGINAL: http://www.fanfiction.net/s/3428929/1/Dracos_Escort_Service
AUTOR: Cheryl Dyson.
TRADUCCIÓN:Grupo Traducciones Lagrimas del Fenix - Meliza Malfoy
BETA: Bellatrix_2009
Harry estaba furioso.
—¡No! ¡Por supuesto que no!— gritó. — ¡Tiene que haber alguien más!
—Es el mejor— insistió Lupin. —Ya revisamos su trabajo.
— ¿Draco Malfoy ya fue revisado? — Harry explotó. — ¿Quien lo dice? El bastardo ha hecho de todo para hacer mi vida un infierno viviente, hasta más que Voldemort!
—Él era un niño, Harry. Está arrepentido de sus acciones y se ha resarcido una y otra vez. ¡Por Dios, Harry, lo perdió todo por culpa de Voldemort!
— ¡Yo también!— Bramó Harry. — ¡Por lo menos Malfoy pudo crecer con sus padres! ¡Tuvo una maldita infancia decente!
— ¿No crees que eso hace que su pérdida sea aún más insoportable?— Lupin le gritó.
— ¡NO ME IMPORTA!
Lupin alzó las manos. Harry lo fulminó con la mirada.
— Voy a ir solo— decidió Harry firmemente.
— No lo puedes hacer.— Las palabras de Lupin fueron como una bofetada en la cara, aunque eran ciertas.
—Pues mira como lo hago — Harry lo desafió.
—No se puede hablar contigo cuando te pones así— replicó Lupin. —Llámame cuando recuperes tu madurez.
Lupin se marchó. Harry hizo un gesto grosero a la espalda de Lupin y luego se sentó en una silla. Apoyó los codos sobre la mesa y puso su cabeza entre las manos en señal de frustración. Después de un momento, se levantó y subió las escaleras hacia su habitación.
El número Doce de Grimmauld Place había cambiado notablemente en los cuatro años desde que Harry lo había heredado. Después de un año de limpiar, pulir y desarmar el lugar hasta dejarlo casi desnudo, apenas se parecía a la antigua residencia oscura y tenebrosa de las generaciones de los Black. Un día, en un arranque de ira abrumadora, Harry había tomado un martillo y se había ido en contra de la pared que sostenía el retrato de la Señora Black. Él había pulverizado la pared, el marco y la pintura, machacando por mucho tiempo después de que los gritos de la madre de Sirius fueron silenciados para siempre. Lupin y los gemelos Weasley lo habían encontrado sentado en los escombros, agotado pero satisfecho.
Había dejado abierta la pared y luego eliminado la que separaba la cocina y el comedor.
Cuando tuvo tiempo quitó la mayor cantidad de madera oscura en la casa como fuera posible, sustituyéndola por roble claro o pintando encima de esta de color blanco. Él sabía que Sirius lo habría aprobado.
El dormitorio principal había sido completamente renovado, los pisos, paredes, cortinas, muebles y ropa de cama. La habitación brillaba con pálidos colores neutros y la ropa de cama color crema acentuada con rojo Gryffindor y dorado. Harry se lanzó sobre la cama.
Fulminó con la mirada el techo mientras pensaba en Draco Malfoy. La única persona que había odiado más era Severus Snape. Incluso Voldemort había llegado a un pálido tercer lugar en comparación con los dos. Las cosas habían cambiado mucho en el Mundo Mágico desde la muerte de Dumbledore hace tres años.
La guerra había comenzado poco después. Y todos se referían a ella como La Gran Guerra Mágica, aunque no hubo nada de grandiosa en ella, excepto la escala de la destrucción.
Los motivos de Lord Voldemort no habían quedado claros. Él parecía contento con causar matanzas y destruir todo lo que pudiera encontrar. Hombres lobo y trolls se habían multiplicado como conejos. Hubo tantos ataques de hombres lobo que los muggles lo atribuyeron a una especie de enfermedad epidémica. Los Mortífagos mataron a todos los miembros del Ministerio que pudieron encontrar. Aquellos que quedaron lucharon una batalla perdida tratando de contener a los hombres lobo y mantener a los muggles en la oscuridad sobre el Mundo Mágico.
Harry Potter se concentró en encontrar y destruir los Horrocruxes de Voldemort, dejando a un puñado de desmoralizados miembros de la Orden tratando de detener a los Mortífagos. Ninguno de ellos entendió por qué el elegido los había abandonado en su momento de necesidad, nadie, solo Lupin, a quien Harry le había confiado finalmente todo.
Entusiasmado por tener una victoria tras otra, Voldemort se embriagó de poder. Reclutó nuevos Mortífagos para la causa y de alguna manera ellos descubrieron la forma de controlar la red Flu. Casi de la noche a la mañana se dejó de viajar por chimenea ya que una de cada cuatro oportunidades enviaría al viajero a una chimenea en Timbuktu, Siberia o una cueva en Perú.
Después Voldemort puso su mirada en las Apariciones. Le llevó un año, pero finalmente logró contaminar las mismas fuerzas de la naturaleza, no sólo las utilizadas para aparecerse, sino casi todos los factores mágicos. Receptáculos de magia negra se cernían sobre muchas áreas, especialmente en aquellas con un gran número de magos. Se volvió peligroso ejecutar hechizos en esas regiones, los efectos podían ser anulados, aumentados o distorsionados. Muchos magos habían volado en pedazos, habían sido enviados a cientos de kilómetros de su destino, o aparecido en partes dentro de objetos.
Como el transportarse se hacía casi imposible, el Ministerio luchó por controlarlo tratando de regular la creación de Trasladadores, el único método que quedaba de transporte instantáneo. Rufus Scrimgeour y los ministros restantes lanzaron un hechizo nulificador alrededor de todo Londres para evitar la entrada por Traslador. Luego hicieron lo mismo con cualquier destino común en Gran Bretaña bajo el pretexto de evitar que Voldemort manipule el transporte en Traslador. Funcionó. Voldemort no tenía necesidad de interrumpir los trasladores ya que el Ministerio los había echo inútiles.
Muy disminuidos los miembros de la Orden y todos los demás que se oponían a Voldemort libraron una batalla campal cerca de Hogwarts, el cual Voldemort estaba decidido a destruir. Después de lanzarle a los gigantes, los trollas y magia, logró hacer una brecha en las paredes e invadir el castillo.
Harry y sus amigos por fin llegaron y la batalla resonaba a lo lejos a través de los pasillos vacíos. La escuela había estado cerrada para los estudiantes después de que el descarrilamiento del expreso de Hogwarts había matado a cinco estudiantes, antes del séptimo año de Harry -que había sido el acto que comenzó la guerra.
Harry y Voldemort se habían enfrentado entre sí, pero Harry ya no era un niño. Él había aprendido mucho durante la búsqueda y destrucción de los Horrocruxes. Tiró cada hechizo de su arsenal en contra de la encarnación del mal en forma de Tom Riddle pero esta vez él no estaba solo. Ron y Hermione estaban junto a él lanzando todo lo que tenían. A ellos se unieron otros -Neville, Luna, Dean, Angelina, y la mayoría de los miembros del Ejército de Dumbledore. Durante la batalla, Ginny Weasley se arrojó en frente de un rayo asesino que era para Harry quién estalló por completo.
Por medios desconocidos, Harry absorbió la energía mágica de todos y todo a su alrededor antes de volar a Voldemort en pedazos tan pequeños que se asemejaban al polvo. El último recuerdo consciente de Harry fue la risa de Voldemort. Ellos siempre habían asumido que Voldemort había creado siete Horrocruxes; siete que Harry sabía habían sido destruidos. Se habían equivocado.
El extraño efecto de la magia de Harry lo había dejado drenado. Apenas podía producir un simple hechizo Lumos. Todos habían creído que el efecto sería temporal. Después de seis meses, dejaron de confiar en ello.
Como Voldemort había convertido en forma de vapor y los Mortífagos estaban muertos o encarcelados después de la batalla en Hogwarts, todo el mundo trató de volver a sus vidas. No fue así de simple, sin embargo. La magia negra estaba asechando y creciendo. La Aparición era muy peligrosa. La Red Flu fue abandonada. Horribles criaturas se multiplicaron y se esparcieron por los bosques.
La escuela volvió a abrir, pero el Expreso de Hogwarts funcionaba solamente dos veces al año, muy bien custodiado por un ejército de Aurores. El Ministerio se quedó encerrado en Londres, seguro y aislado.
Harry, ahora prácticamente un Squib, continuó su búsqueda obsesiva de los Horrocrux que faltaban, rezando para que sólo hubiera uno. Sus amigos le siguieron la corriente por algún tiempo, pero con el paso de los meses lo abandonaron para vivir sus propias vidas. Ron y Hermione se casaron y se mudaron a Ottery St. Catchpole, cerca de la Madriguera, ahora la casa de Bill y Fleur y sus hijos, desde la muerte de Arthur y Molly en la guerra.
Lupin y Tonks, también casados, se había mudado con Harry. Para que no estuviera solo, decían, pero él sabía que era para mantener un ojo sobre él. Para mantenerlo a salvo.
ooOooooOooooOooooOooooOoo
Ahora, Harry finalmente tenía una pista sobre el último Horrocrux, pero no se atrevió a decirle a nadie, porque todos le prohibirían ir. En cambio, le había dicho a Lupin que quería devolver la espada de Gryffindor en Hogwarts, lo cual que había generado bastante polémica. Lupin insistía en que esperara a que la escuela comenzara a fin de que Harry pudiera tomar el tren. Harry luchó hasta que Lupin acordó que podía ir en escoba, pero sólo con una escolta. Y ahora esto.
Draco Malfoy había sobrevivido a la guerra. Sus padres y su casa no habían tenido tanta suerte. Malfoy Manor había sido incautada por el Ministerio, para después quemarse hasta los cimientos. Snape había matado a Lucius por razones desconocidas y accidentalmente asesinó a Narcissa cuando ella se volvió loca de dolor. Neville Longbottom había matado a Snape durante la batalla final.
Harry maldijo. Draco se había vuelto contra los Mortífagos en la batalla final. Él había traído sin ayuda a Mulciber, Avery, Nott, y McNair. Había matado a Bellatrix Lestrange, quien se volvió aún más loca de lo normal después de la aparente destrucción de Voldemort. Una vez terminada la guerra, Malfoy había iniciado un servicio de escolta, guiando a quienes viajaban en escoba por zonas peligrosas, evitando los receptáculos de magia negra y eliminando las amenazas. Varios otros habían comenzado similares empresas lucrativas, pero al parecer ninguno de ellos era lo suficientemente satisfactorio para Lupin.
Sin embargo, aun siendo obligado a viajar con ese idiota pomposo, arrogante, era mejor que quedarse en Londres un día más. Harry golpeó sus puños en la cama un par de veces y luego fue a buscar a Lupin.