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Después de la Batalla por harulovesringos

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Notas del fanfic:

hetalia no me pertenece, pertenece su respectivo creador Hidekaz Himaruya sama^^

Notas del capitulo:

Holaa!!!!fufuuu!!!!! como estan, hace un tiempo que no subo capitulo o fic, ehmm....se me ocurrió hacer esto por que mi gran obsesión es el Sirchibitalia y es como asdgfsaadgliugikjk!!!! jajaja espero lo disfruten, sin mas que decir, pasen a leer^^

Después de la batalla

 

No es más grande quien más ocupa, sino el que más vacío deja cuando se va. (Hannah Olvera-harulovesringos)

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Este es el fin, me derrotaste, pero nunca dejare de pensar en ella, ¿Me entiendes?, siempre amare a tu hermana- decía el de ojos azules que yacía  en la tierra llena de hollín. Con su característico sombrero desgarrado, se sostenía sobre sus dos brazos y sus rodillas flexionales.

 

Pero, si yo no tengo ninguna hermana, tengo dos hermanos, y son gemelos, Italia del sur e Italia del norte...-se veía extrañado el rubio, entonces... ¿Se había enamorado de un hombre? Incluso le había besado, aquella pequeña persona que le prometió formar Roma con él, resulto ser nada más que un hombre.-oh, Feliciano se pondrá tan triste, pero no me queda otra opción más que matarte.

 

F-Feliciano... Por eso feli-chan...- se veía decepcionado, bajando el rostro acepto la derrota lo único que se oyó después.

 

 ¡BANG!, un disparo y el sonido de un cuerpo caer en seco.

 

10 años después

 

¡Feli-chan! ¿Puedes venir un momento?- grito Elizabeta Héderváry desde otro cuarto.

 

¡Hi! ¡Ya voy!- a sus dieciocho años, Feliciano seguía hablando y vistiendo como cuando pequeño y corría con singular parsimonia a la habitación donde se encontraba Elisabeth. Pasaba cerca de la habitación cuando Feliciano escuchó una discusión.

 

¿Porque nunca entiendes? ¡Ya te dije que nadie podría ser más kakoi que yo! Toda esta vida se trata de mí- atendía Gilbert Bielschmidt al fuerte alarido que retumbo por toda la mansión de sacro imperio romano.

 

¿Por qué demonios eres tan engreído? Me sacas de quicio- anunciaba Roderich ya molesto y con una vena saltada en la frente.-espera, ¡quieto! ¡Aléjate! Mnnn...- Gilbert planto un beso forzoso en los labios de Edelstein a lo que el susodicho correspondió unos segundos más tarde. A todo esto, Feliciano observaba sorprendido detrás de la puerta. Se enrojeció totalmente, en ese estado se dirigió a donde estaba Héderváry.

 

Feli-chan, ¿Que tienes te sientes bien?- preguntaba Elisabeth al ver a Feliciano tan rojo.

 

Hi, estoy bien, ne... ¿sabes qué relación tienen Gilbert sama y Roderich san? - cuestionaba Feliciano.

 

Son amigos, supongo... ¿Porque la pregunta?- miraba Elizabeta a Feliciano con una sonrisa.

 

Es que, creo haber visto a Gilbert sama y a Roderich san besándose, o tal vez fue simplemente mi imaginación.-se le veía muy confundido al castaño.

 

 Si, ahora feli-chan acompáñame a hacer la cena ¿Qué te parece?-preguntaba Héderváry

 

¡Hi!- se dirigieron a la cocina ambos castaños, sonó el timbre de repente-¡yo voy!-dijo Feliciano y corrió a la puerta con su habitual alegría. Abrió la puerta-¿Si? Ohhh... ¡Ehh! No...No puede ser- Feliciano no podía creer lo que veía. Sus ojos se llenaban de lágrimas y sus mejillas se coloreaban de nuevo.

 

¡Yo! ¡Feliciano!- decía un rubio de cabello a los hombros, con barba ligera y ojos azules, portando un traje igual al de sacro imperio romano, por lo cual lo confundió con él.

 

¡Idiota! ¡Me asustaste mucho! Ha... Solo eres tu nii-san...-decía el castaño mientras se tranquilizaba.

 

¿Quién pensaste que era? ¿Sacro Imperio Romano? Recuerda que yo lo...-dejó de hablar cuando se dio cuenta de lo que le había recordado a su hermano. Aun no lo perdonaba.-perdona.

 

Si...está bien…-el castaño del vestido lo invito a pasar retirándose de la entrada a la mansión. Cerrando la puerta detrás de el -¿Que necesitas?-pregunto ya más calmado.

 

Vengo a hablar con Roderich, quiero llevarte conmigo a casa- el rubio se dirigió al castaño con una cara de determinación- el castaño se sorprendió y a la vez se sonrojo por lo que había visto unos minutos antes.

 

Ya le aviso que viniste, espera en la sala por favor.-simplemente la voz del castaño.

 

Claro-solo contesto esto el rubio. Feliciano caminaba por el corredor, dirigiéndose a la oficina de Roderich. Ya estando ahí el castaño toco a la puerta.

 

Esto, ¿Roderich san? Francis nii-san vino a hablar contigo sobre algo importante- dijo el castaño totalmente sonrojado, sabía que el albino de ojos escarlata seguía en la habitación, por eso solo asomaba su pequeña cabeza con los ojos cerrados y oprimiéndolos, como si no quisiera abrirlos.

 

¡Ohio! ¡Feli-chan! ¿Cómo has estado?- preguntaba el albino, como si nada hubiera pasado momentos antes.

 

¡Ahh! Etto...bien, gracias- más rojo que antes, podría competir con los ojos de Gilbert, y este ganaría.

 

Bien, ya voy, dile a Bonnefoy que voy en unos minutos, ahora tú...vete ahora...- decía con mirada despectiva y un tono frío de voz a Gilbert.

 

Bien, bien ya me voy... Adiós Feliciano, ¡cuídate mucho!- a esto respondía Gilbert. El albino caminó a la puerta, cerca de donde estaba Edelstein, y al llegar a su lado, volvió a plantar un casto y suave beso, más tierno que el anterior, sobre los labios del azabache.

 

¡Idiota!¡Ya vete!-el azabache de los lentes empujaba a Bielschmidt al portón de la oficina, con un rubor tenue en sus mejillas y mucha pena de que Vargas hubiera visto ese penoso acto, y vaya que lo vio.

 

Edelstein se encaminó hasta llegar a la sala y se sentó en el sofá que estaba frente a Bonnefoy.

 

Bien, y ¿Que necesitas hablar conmigo que es tan importante?- Roderich había entrelazado los dedos de ambas manos y las había apoyado en la mesa frente a ambos europeos, Feliciano Vargas había vuelto con Héderváry a la cocina, harían dulces, era la costumbre de ambos hacer dulces los fines de semana.

 

Es un asunto que me gustaría discutir con Feliciano presente-dijo muy cortante.

 

Bien, ¡Feliciano! ¿Podrías venir un momento?-grito en dirección a la cocina en forma de un llamado.

 

¡Hi!-Vargas se encaminaba y llegó a la estancia-¿Que sucede?

 

Siéntate Feliciano, tu hermano quiere hablar algo conmigo, pero quiere que estés aquí para escuchar-le mencionaba Edelstein a Feliciano con una sonrisa en su rostro.

 

Ohm...ok...-Feliciano se sentó a un lado de su hermano.

 

Bien, iré al grano...quiero que Feliciano venga a vivir conmigo, encontré a su hermano y accedió, al igual que su guardián- el castaño abrió los ojos como platos, ¿Tenía otro hermano? ¿Cómo era? ¿Era mayor o menor? ¿Estaría feliz de tener dos hermanos?- y quiero saber si tú estás de acuerdo- menciono mirando al azabache- ya que Romano es su gemelo...quiero que se conozcan y vivan bien juntos.

 

Yo...-el castaño estaba confundido-¡QUIERO CONOCER A MI HERMANO!- dijo en voz alta con los puños cerrados, apretando su ropa y sus ojos.-pero no quiero irme del único lugar que me recuerda a él...

 

Está bien, pero recuerda, puedes ir a vernos cuando quieras ¿De acuerdo?- el rubio dirigió una mirada comprensiva hacía Feliciano.- ¿Puedes acompañarme hoy a casa, quedarte esta noche y te traigo de vuelta mañana? ¿Te gustaría conocer a tu hermano?

 

¿Puedo? ¡Roderich-san!- miraba Feliciano con una intención de súplica al azabache, realmente quería conocerlo.

 

Claro que sí, Feliciano, pero no vuelvas muy tarde mañana ¿De acuerdo?-decía esto el azabache de lentes mirando a Francis.

 

¿Por qué rayos me vez así? Ni que fuera a hacerle algo malo...-decía el rubio quejándose de la mirada de Roderich.

 

 Te creo capaz...-decía Edelstein con una mirada despectiva hacia Bonnefoy.

 

Bien, bien, feli-chan, puedes llevar una muda de ropa si deseas bañarte- volteo el rubio a ver al castaño con una sonrisa en su rostro.

 

¡Hi!-y el castaño se giró y corrió a su alcoba por su muda de ropa diciendo veee~ con singular alegría, conocería a su hermano gemelo, y estaba muy emocionado.

 

El castaño se preparaba y tenía la puerta de su habitación cerrada, impidiendo que ruidos de afuera se escucharan.

 

¿Vas a decirle alguna vez? - pregunto serio el azabache.

 

¿A qué te refieres?- confundido cuestionaba el rubio.

 

De EL...-decía el de lentes con una acentuación especial en su voz.

 

Se lo diré, pero no ahora, pretendí que lo descubriera por mi atuendo, pero al parecer sigue pensando que el ya no está...es lo que le dijiste ¿No?-el rubio yacía con los codos apoyados sobre la pequeña mesa de centro y los dedos entrelazados, con su barbilla apoyada en sus manos. Edelstein había cambiado de posición a una un poco más relajada y empezó a recordar lo que le había dicho al Vargas cuando pequeño.

 

>>Roderich-san.... ¿Cuándo volverá sacro imperio romano?- preguntaba un pequeño castaño de voz aguda a un azabache.

>>Feliciano...-el azabache se encogió a la altura del castaño-¿tú conoces acerca del destino de los países?-le pregunto Edelstein a Feliciano. Este negó con la cabeza- ehhmm...los países pequeños son tomados por países más grandes, los países superiores se expanden, y los que no dejan de existir, él se fue muy triste, peleando para protegernos...-en cuanto decía esto, el azabache cambiaba su cara a una de tristeza.

>>entonces...con eso te refieres a que... ¿el no volverá?-pequeñas lágrimas empezaban a correr por las mejillas del de voz aguda.

>>no...Lo siento mucho...-decía Roderich al sentir el mismo lagrimas correr por sus mejillas también. El castaño se lanzó a los brazos del hombre de lentes, acurrucándose en su pecho, llorando desconsolado.

>>sé que lo amabas, y él te amaba a ti, mucho, pero tuvo que irse "espero nunca sospeche que le estoy mintiendo..."- pensó después el azabache, a lo que el castaño siguió llorando entre sus brazos hasta quedarse dormido.<<

 

Llegaron a casa del rubio y antes de entrar por la puerta principal de la casona con el típico estilo francés, muy al gusto del rubio de ojos azules, comentó a Feliciano

 

Tu hermano es muy temperamental, así que no te preocupes si empieza a gritarme y decir  malas palabras...-decía Bonnefoy con una gota de sudor corriendo por una de sus sienes y rascándose la nuca.

 

Claro...- todavía no lo conocía y empezaba a tenerle miedo. El rubio abrió las enormes puertas de la mansión y se escuchó un grito enorme.

 

¡¡¡MALDITO!!! - un hombre de la misma estatura, ojos de olivo, de piel canela, cabello más oscuro y el rizo del lado contrario se abalanzó sobre el menor de los italianos, soltando un golpe muy fuerte contra la frente- Al fin llegas....moría de ham.....- se dio cuenta de a quien había golpeado y abrió los ojos como platos- tú eres.... ¿Mi hermano?- se levantó de encima del menor.

 

Itetetetete..... ¿Por qué hiciste eso?- preguntaba un muy golpeado castaño desde el suelo.

 

El de ojos olivo reaccionó y levanto a su hermano dándole la mano- perdóname, pensé que eras el idiota de Bonnefoy... Mi nombre es Romano Vargas ¿y tú...cómo te llamas?- preguntaba con la mano extendida hacia el menor de los Vargas.

 

Yo soy....Feliciano Vargas, es un gusto conocerte...hermano-extendió su mano y la estrechó con una sonrisa grande hacia Romano. Al estrechar sus manos sintieron un calor fraternal que solo los hermanos pueden sentir y enseguida, Feliciano se lanzó sobre su hermano gemelo en un cálido abrazo que el de piel canela no tardó en corresponder. A este acto el rubio empezó a llorar de felicidad.

 

¡Y tú por qué lloras? ¡CABRON!- el de ojos de olivo no tardo en disgustarse de nuevo con el de cabello largo gritándole como de costumbre desde que se conocieron y apretó demasiado el abrazo a su hermano.

 

Nada, nada, solo me conmovió el momento- el de ojos de cielo se limpiaba las lágrimas.

 

Mmmff...- Feliciano forcejeaba, tratando de liberarse de la llave involuntaria de su gemelo- fuehhhh.....- Feliciano sentía que se le salía el alma...se estaba poniendo morado..

 

¡Idiota! Estas casi matando a tu hermano ¡Suéltalo!- se podía ver como la pequeña cabeza de Feliciano colgaba de entre los brazos de Romano,  y a la vez como su alma con forma de gatito fantasma salía de su boca.

 

Veeee~~~~- decía el alma al volar....

 

¡Demonios! Acabo de conocer a mi hermano y he estado a punto de matarlo dos veces... ¡maldición! Soy un desastre...-Romano se revolvía el cabello en forma de hastío, soltando bruscamente a Feliciano y haciéndolo caer como saco de patatas.

 

¿De qué se trata esto? ¿Acaso es el día de matar a Feliciano?-preguntaba exaltado el de ojos azules, tratando de levantar a Feliciano, del bolsillo de este salió algo, cayendo al suelo y meciéndose a los lados por la fricción del aire-¿Huh? Feliciano ¿Qué es esto?-dijo Bonnefoy levantando el papel doblado, de apariencia vieja y de antaño, de Color amarillento y roto de una esquina, el rubio lo desdobló y vio una nota de fina escritura, y algunas zonas de tinta corrida. El menor de los gemelos se dio cuenta de que la nota no estaba al palpar los bolsillos de su delantal y de inmediato se alteró.

 

¿Dónde está? ¿La han visto?-volteó hacia donde estaba Bonnefoy y lo vio leyendo la nota.

 

Feliciano... ¿qué es esto?- recalcó un poco más serio.

 

Algo muy importante para mí...-dijo con la mirada baja-¿Podrías devolvérmela?

 

¡Tú! ¡Maldito Bonnefoy! ¿Qué dice la nota?- pregunto romano en uno de sus típicos tonos autoritarios.

 

¡No la lean! Por favor...-decía el menor de los gemelos con lagrimillas en los ojos, se arrimó al rubio y poniéndole una cara de perrito en carnicería (suplica) [N/a: L: qué demonios? Perrito en carnicería?  Haruka: yo también me pregunto lo mismo... callen! Así me dice mi madre cuando veo algo en una tienda y me gusta pero no tengo plata para comprarlo y le ruego para que me lo compre...nunca accede a hacerlo...en fin...volvamos al fic...]

 

¿Por qué demonios no quieres que la le lea?- preguntó Bonnefoy- ¿Qué tiene de malo que lo haga?

 

¡Nada! Solo...no quiero que lo hagas...-bajó la mirada con mucha pena, estaba rojo hasta la punta de las orejas y la nariz

Entonces, voy a leerla- el rubio fijó sus orbes azules sobre la nota de papel amarillento.

 

 

 

"26/12/900

Italia:

 

 

Primero que nada, me gustaría saludarte, en este momento estoy entrenando a mis soldados, bueno, si... ¿Cómo estás? Hace un tiempo que no nos vemos, no sabes cómo extraño los días juntos, espero me extrañes tanto como yo a ti, ya verás que pronto regresare en cuanto gane la guerra, si es que gano, espero estés bien, sabes, te amo, ya lo sabias ¿cierto?  Te lo dije antes de irme. Por favor, no estés triste, si no regreso, ciertamente te amaré aun estando muerto, y así estaré todo el tiempo a tu lado cuidándote la espalda.

 

Te amo Italia, no me cansaré de repetirlo, eres mi amada y única estrella de la noche, si acaso muero en manos de Francia, no lo odies, porque era mi destino como nación ¿nunca has escuchado acerca de eso? Más tarde, cuando termines de leer esta carta, pregúntale a Roderich a que me refiero.

 

         Te amo Italia

Atentamente, Sacro Imperio Romano."

 

Romano y Francis se quedaron impresionados, no sabían que decir con respecto a la carta, abrieron los ojos como platos al leerla.

 

Entonces era cierto...-susurro el rubio.

 

¿Eh?-dijo Feliciano - ¿A qué te refieres?

 

Cuando yo...ehhmm...lo asesiné...dijo que te amaba, y que nunca dejaría de hacerlo...-Bonnefoy.

 

¿Eh?- el castaño de ojos cafés empezó a llorar inesperadamente, le arrebató el papel de las manos, lo dobló y salió corriendo por la mansión hasta llegar a uno de los cuartos. Abrió la puerta y entró, dándose vuelta para cerrar la puerta, no se dio cuenta que alguien lo observaba desde atrás, este, impresionado, se levantó de su asiento, tirándolo, corrió y abrazó a Feliciano por la espalda.

 

Al fin te veo de nuevo...-???- demasiado fue el tiempo que estuvimos separados, pero al fin, nos reencontramos...-el hombre misterioso hundió su rostro en el cabello del castaño, aspirando su aroma, confirmando que era la persona a la que deseaba ver desde hace años.

 

¿Hah? ¿Quién eres?-preguntó tratando de liberarse del abrazo del hombre desconocido. Cuando lo logró, pudo ver a un hombre más alto que él, de cabello rubio con patillas largas, ojos azules y el cabello bien peinado hacia atrás, todo esto acompañado de una sonrisa de aires melancólicos.

 

No es cierto...no puede ser cierto...-Feliciano se cubrió la boca con ambas manos, continuó llorando.

 

¿Qué pasa?- pregunto el rubio- acaso... ¿no me reconoces? Soy Sacro Imperio Romano...-esto hizo que Vargas llorara aún más, el de ojos azules solo lo abrazó y acurruco en su pecho.

 

Si no estabas muerto... ¡¿Por qué demonios no me buscaste?!-preguntaba Feliciano, un tanto exaltado ya separados del abrazo- no sabes cuan solo me sentí...me hacías tanta falta...-sus ojos seguían derramando lágrimas, cerró sus ojos con fuerza.

 

Lo siento mucho- SIR tomo a Italia por las mejillas con ambas manos, y lentamente se fue acercando a los labios de Feliciano-no me importa si eres un hombre, te he amado desde siempre- el castaño abrió los ojos lentamente, y recibió abiertamente los labios de SIR sobre los suyos, de inmediato, Feliciano se abrazó al cuerpo de SIR. Se escuchó un ruido muy fuerte, era la puerta a punto de romperse por el modo de tocar la puerta a puñetazos de Romano.

 

¡Feliciano! ¡Abre la puerta por favor! ¡MALDICIÓN!-el mayor de los Vargas estaba desesperado, necesitaba saber que estaba haciendo su hermano.

 

Del otro lado de la puerta se escuchaba una conversación entre Francis y Romano.

 

No quiere abrir, podría romper la puerta a puñetazos...-mencionaba el de cabello castaño obscuro.

 

¡No!  Una puerta tan hermosa como esta no debe ser rota... ¿no puedes ver los grabados?-los grabados de la puerta conformaban la imagen de Francia desnudo, con el cabello largo cubriendo sus partes íntimas, parado sobre una ostra, con dioses y ángeles cantando a su alrededor tratando de alcanzarlo y en un paisaje rodeado con árboles, áreas verdes y agua. Todo esto tallado en madera.

 

¡Qué demonios! Que mente más enferma te has creado...pervertido salido del armario...-vociferaba Romano.

 

 

Pasaron 6 horas después de lo ocurrido, Sacro Imperio Romano y Feliciano salieron tomados de la mano de aquella habitación con puerta bizarra.

 

En tanto Romano vio a Feliciano, este corrió hacia el para tirársele encima y acorralarlo para que no pudiera escapar.

 

Wah!!-Feliciano recibió a Romano sobre él, forcejeaba para poder liberarse de su encierro.

 

¿Qué hacías ahí adentro? ¿Porque no querías abrirnos la puerta?- le preguntaba el mayor al de ojos cafés frenéticamente-¿uh?- se dio cuenta de que había alguien más que lo miraba perplejo -¡Tu!¿Que le hiciste a mi hermano?

 

No-nosotros s-s-solo...-tartamudeaban Feliciano al hablar.

 

Le demostré lo que siento por él, y lo que he estado guardando en mi corazón por todos estos años...-dijo SIR muy serio.

 

¿¡A QUE DEMONIOS TE REFIERES CON ESO?- grito demasiado enfadado el mayor de los castaños.

 

A-que...tu-tuvimos...relaciones...- seguía tartamudeando el pequeño castaño, mas rojo que los tomates que Romano tanto amaba.

 

¿¿¿¿¿Q...QU...QUEEEEEEE?????- ok...el de ojos olivos estaba muy enojado y sorprendido.

El Moreno de cabello café chocolate obscuro se desmayó de la impresión.

 

Pasaron tres meses de esto, Feliciano sufría de dolores de cabeza constantes, mareos e insomnio, no se encontraba bien, de pronto llegaron los vómitos, decidieron llevarlo al hospital a hacerle unos cuantos estudios, en donde le hicieron una resonancia magnética a su parte abdominal...los resultados fueron totalmente inesperados.

 

¿Qué estoy qué? - decía un pequeño castaño con los ojos abiertos cual platos extendidos, estaba sentado frente al escritorio en un consultorio de la clínica.

 

Usted está embarazado señor Vargas, necesito que venga cada dos semanas a sus chequeos, no haga mucho esfuerzo, coma balanceada mente, y cuídese de los vómitos, a cualquier dolor inusual, venga inmediatamente por favor-explicaba el doctor en jefe de la clínica de urgencias- supongo que usted viene con el padre del bebe ¿cierto?- preguntaba el doctor.

 

Ahhh...si, es el...-aun impresionado- Feliciano señaló a Sacro Imperio Romano quien estaba a su lado.

 

El castaño no tenía ni una idea de que él era un doncel, probablemente, su gemelo también lo era, se sintió confundido, pero a la vez muy feliz, tendría un hijo de su amado, de quien no había visto en un lapso de tiempo muy largo, tanto que le parecieron siglos.

 

Salieron del consultorio y de la clínica ya con los resultados de la resonancia, se dirigieron a la mansión de Bonnefoy y anunciaron a todos sobre lo que había pasado. Roderich, Gilbert, Héderváry y Antonio, que habían sido invitados a casa de Francis por él mismo a comer fondue, incluyendo a Romano que se quedaría a vivir allí, estuvieron al momento de la llegada de Feliciano y Sacro Imperio Romano. Los dos últimos, tomados de la mano y con una sonrisa totalmente visible, anunciaron la llegada de alguien nuevo a la familia.

 

Todos, tenemos que darles una noticia muy importante...viene un bebe mío y de sacro imperio romano, espero nos apoyen todo el tiempo y amen mucho a nuestro hijo-decía Feliciano muy sonriente al mismo tiempo que tocaba su vientre.

 

¿EMBARAZADO?-gritaron todos al unísono

 

Romano había empezado a detestar al rubio del sombrero desde que se conocieron, y a hora esto, solo quería comerlo entero para no verlo nunca más y deshacerse de el de una vez por todas.

 

¡Feli-chan! Felicidades a ambos, ojala sean muy felices kufufufufuf- río Héderváry al escuchar la noticia y al ver la cara de Romano.

 

¡Italia-chan ya va a ser mama! Qué envidia ¡ojalá mi lindo y preciado de Roderich pudiera tener uno con el asombroso de mí! Seria genial, pero no más que yo…-dijo el prusiano mientras se abalanzaba a los brazos de Edelstein.

¡Oi! ¡obaka-san! Quítate de encima- el austriaco de lentes trataba de quitarse de encima al albino.

 

Se veía a Romano hervir de rabia mientras agarraba un cojín y lo mordía con mucha fuerza al punto de romper las fibras del objeto, pequeñas lagrimillas empezaban a formarse en las comisuras de sus ojos, estaba demasiado enojado y quería llorar, hace tres meses había conocido a su hermano y ese mismo da había perdido la inocencia y dejó de ser puro, solo se preguntaba ¿cómo no había sido capaz de protegerlo? ¿Porque justo a él le hacían eso?

 

El español de ojos de olivo y de piel terracota dirigió su mirada al mayor de los gemelos, pudo notar la frustración de este por el aura oscura que le rodeaba, se preocupó de sobremanera, después de todo, él era su tutor y debía cuidarlo, además de que era la persona que más amaba en el mundo.

 

Lovino ¿estás bien?-pregunto el hombre de ojos verdes con el ceño fruncido de la preocupación, romano no contestó, en vez de esto, soltó una pequeña lágrima que limpió de inmediato, pero que el español pudo ver claramente como corría por su mejilla, a esto, lo tomó de la muñeca y se lo llevó a otro cuarto. Todos se quedaron viendo confundidos a Antonio y a Romano cuando entraron al cuarto y bloquearon la puerta.

 

El italiano lloraba a cantaros ahora y se limpiaba las gruesas lagrimas que salían de sus ojos con las mangas de su chaqueta y emitía pequeños gemidos y golpeaba las paredes con los puños cerrados, tanto se cansó de esto que cayó de rodillas sobre el frío suelo y continuó tratando de detener el rio de agua salada.

 

Lovino- Antonio se arrodilló enfrente de él y lo abrazó con fuerza, el castaño se soltó a llorar aún más y mojó la camisa de su tutor. Fernández separó el abrazo y besó los labios de Romano, el italiano abrió los ojos como platos, con lágrimas aún en los ojos, y no podo hacer más que corresponder el beso y abrazarse a la nuca de Antonio.

 

El aire fue necesario, al momento de separarse, con un sonrojo notorio de ambos lados, Antonio pegó su frente a la de Romano-Lovino, siempre te he amado, incluso desde que eras un pequeño tomate…

 

No me digas tomate…konoyaro…-Romano buscó los labios de Antonio, y este, profundizó el beso, insertando su lengua dentro de la boca de Romano, explorando aquella deliciosa cavidad de sabor a tomate.

 

Lovino… ¿te gustaría convertirte en mi amante y casarnos en un futuro cercano?-dijo Fernández Carriedo al momento de separar aquel, apasionado y muy deseado por el español, beso. El italiano se sonrojó hasta las orejas

 

Si…-fue su única y silenciosa respuesta para después acurrucarse entre los brazos de Carriedo.

 

Bien, ahora salgamos para que nadie se preocupe…- Antonio se levantó y le tendió una mano a Romano para ayudarlo a levantarse.

 

Sin que Antonio se hubiera dado cuenta, habían entrado a la habitación de Romano, y este había aprovechado para sacar un revólver que tenía escondida debajo del colchón en la base de la cama.

 

En la entrada al corredor, podía verse como Antonio y Romano regresaban a la estancia, Antonio se adelantó y se sentó junto a Francis viendo lo felices que estaban Sacro Imperio Romano y Feliciano. Se quedó en la misma posición.

 

Al fin podré cobrármelas…-dijo Romano desde el marco del corredor, Sacro Imperio Romano, Feliciano y todos los que se encontraban en la estancia, viraron su mirada al lugar en el que se encontraba el mayor de los gemelos. Romano levantó el brazo con el que escondía el arma.

Todos se alarmaron mucho, no podían creer que alguien tan joven como Romano pudiera poseer un revolver de calibre 45 ¿no era acaso ilegal?

 

Romano tenía miedo, solo tenía una bala ¿que si fallaba? ¿Qué haría? El temblaba, si lastimaba al alguien más que a su objetivo, podrían encarcelarlo…

 

¡No hagas nada!-Sacro Imperio Romano se posó al frente de Feliciano, cubriéndolo de que fuera a ser lastimado al mismo tiempo que su precioso hijo no nato.

 

A ti es a quien quiero eli-eliminar…-el moreno sostenía el arma en alto, temblando profusamente.- ¡no te muevas! No quieras hacerlo mas rápido…-apuntaba a SIR, decidido a matarlo.

 

¡Bang!(N/A: se nota que me gusta usar el bang!? L:si…y mucho… haruka: lo que sea…sigamos…)

 

El cuerpo de Feliciano cayó al piso, con el vientre ensangrentado, se retorcía de dolor.

¡Feliciano!-Romano se acercó a su cuerpo, gritando, con miedo, le había disparado a su hermano…

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Italia!!!!!!!!!!!!-el sonoro alarido de Sacro Imperio Romano se escuchó hasta la catedral de Notre Dame, que estaba 60 kilómetros más alejada de la mansión de Bonnefoy.

 

Trasladaron a Feliciano a un Hospital, e intentaron todo lo posible para salvar al bebe. Finalmente…todos los esfuerzos fueron en vano…el bebé no pudo ganar su lucha por la supervivencia…

 

Feliciano lloraba desconsolado, estaba tan feliz…pero le duro unas pocas horas…el mismo día que lo anunciaron, tuvo que morir…

 

Sacro Imperio Romano…está bien si ya no me amas y si hasta incluso me odias…si quieres irte, ya no hay nada que te ate a mi…-decía Feliciano con tristeza y los ojos secos de tanto llorar después de la intervención.

 

Podrás quitarme todo lo que tengo y no te odiare, podrás quitarme a mi familia, pero aún así no te odiare…podrás dejarme en la calle, odio no sentiré, podrás dejar de amarme, pero aún te querré. Lo único que puede hacerme odiarte, es tu propia muerte…- dijo SIR aferrándose a las sábanas de la camilla de hospital en la que yacía Feliciano.

 

Qué bien…eso me hace sentir tan feliz…-el electrocardiograma empezó a pitar, algo andaba mal, Sacro Imperio Romano sonó la alarma de emergencia que se encontraba a un lado de la camilla.

 

Vas a estar bien, te lo prometo-decía mientras acariciaba su rostro suave mente, estaba muy alterado, lentamente, vio como los ojos de Feliciano perdían su brillo y se volvían opacos.

 

El equipo de emergencia acudió a la habitación, y retiro de la escena a Sacro Imperio Romano, dejándolo en el pasillo y cerrando las cortinas que permitían la vista desde el exterior.

Podía escucharse el bullicio que había dentro de la sala, y las voces del doctor diciendo “despejen” repetidas veces. Unos minutos después el electrocardiograma dejó de sonar. Al igual que su hijo, su amado había perdido la batalla…

 

Después de la batalla, todo se vino abajo…y esto conlleva, la caída de una gran civilización, con el suicidio de su líder.

 

 

Nos hemos conocido por siete años
Nadie dijo que decir adiós era fácil
Pero aun así terminamos
Quedándonos solo con el recuerdo del tiempo que pasamos juntos

No se porque cuando éramos jóvenes
Ansiábamos poder encontrarnos,
Lentamente se nos hizo difícil incluso el reunirnos

La gente dice que realmente duele cuando se dice adiós
Pero ni siquiera puedo sentir este dolor
Nos dijimos a nosotros mismos "así es como tiene que ser"

Y llore
Me arrepentí y te extrañe
Me miro a mi mismo con un corazón distinto
Al principio, éramos solo amigos
Luego fuimos amantes
Los siete años de amor, luego de que nos separamos
Es difícil seguir siendo amigos
Así, en los siguientes tres años...
Seguimos en contacto de vez en cuando

Aunque conocí a otra persona y me enamore
Te llame cuando estaba triste y llore silenciosamente
Diciéndote que debías encontrar una buena persona
Cuando en realidad no era lo que realmente quería decir
Lo que quería decir era "¿aun me amas?"

Lo se
Éramos ambos inocentes
nunca tendremos este amor otra vez
Solo perdurara como un recuerdo
De vez en cuando....
Eres muy fría conmigo
Pero se, que no hay nada que pueda pedirte ahora

Cuando escuche que te casarías...
Por un momento...
que de sin hablar
Al final, llore
Las ultimas palabras que quería escuchar de ti....
Era que aun me amabas

 

7 Years of Love- Cho Kyuhyun

Notas finales:

4833 palabras woojooo!!!Eso es demasiado para mi!!!

L:no me digas...¬¬

oye!!!!me esforce demasiado para hacer esto!!!! hasta tuve que pedi ayuda!!(solo un poquitin...)

bien los agradecimientos son para Arzén que me ayudo a decidir como y por que matar a italia(feliciano)

la canción de cho kyuhyun me pareció adecuada...y ademas de que la amo...

acá les dejo el link de la cancion con subs en español:

http://www.youtube.com/watch?v=FkTCVwaEY8Y

dejen reviews por favor, o lo que quieran saber o comentarios o sugerencias....incluso amenazas de muerte, se acepta todo...

bye bye!!!! espero lo hayan disfrutado!!!

Apuesto a que nadie sabía que la fecha de la carta(a escepción del año)es mi cumpleaños jojojo jojojo.....


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