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Clic.
Maldito ruido infernal. No había nada que le hartara más últimamente que el sonido que hacían las cámaras profesionales cuando, después de encontrar el ángulo indicado, tomaban fotos del perfecto y largo cuerpo de su mejor amigo.
Clic.
Park Chanyeol levantaba su corbata roja y la mordía con sus alineados, brillantes y blancos dientes. Expresión feroz. Sonrisa burlona, casi irrespetuosa. A Baekhyun le hubiera parecido una total tontería posar de esa manera tan poco formal para una fotografía si no fuera por que era su mejor amigo el que lo hacia, siendo rodeado de luces y mujeres que corrían a revisar su maquillaje (que por cierto tenia un nivel asquerosamente exagerado de delineador) y peinado cada 3 minutos.
Clic.
Esa serie de “clics” seria soportable, claro que lo sería, si tan solo no lo escuchara un mínimo de 500 veces al día, una vez tras otra, sin descanso y piedad alguna de sus pobres oídos.
El flash de una de las cámaras que apuntaban hacia el modelo de altura aproximada de 1.75 con los ojos mas destellantes que existían -o al menos para Baekhyun los eran- enceguecía casi dolorosamente su vista. El flash era por supuesto deslumbrante y en un principio lo abrumaba al punto de darle ganas de vomitar después un máximo de 18 minutos, según había contado un día con el cronometro de su móvil, pero entre a mas sesiones fotográficas acudía esta luz parecía volverse menos molesta.
Definitivamente no lo entendía. ¿Cómo podía gustarle tanto a su amigo con orejas de duende el ser fotografiado? Poner sonrisas falsas a un montón de desconocidos que después eran impresas en papel… No encontraba nada satisfactorio en semejante farsa pero a la gente le gustaba y, mas que nada, a su amigo le gustaba. Si a Chanyeol le gustaba, a Baekhyun le gustaba.
Baekhyun apartó su vista del tipo alto que se encontraba haciendo gestos de lo mas provocativos mientras vestía un ajustado esmoquin negro, siendo contrastado con la antes mencionada corbata roja, la cual cabe mencionar que para no mas de la mitad de la sesión había dejado de estar en su cuello y ahora se encontraba enredada de una manera obscena en el brazo derecho del modelo. De alguna manera todo eso le hacia lucir mas maduro. Sexy y maduro. ¿Quién pensaría que ese tipo con porte aparentemente elegante era en realidad la persona más estúpida del planeta? Era increíble como unos pedazos de tela podían hacerlo parecer algo que definitivamente no era. Baekhyun sonrió ante ese pensamiento mientras tomaba asiento en una silla azul situada en la esquina del salón donde podían escucharse perfectamente cientas de voces y pasos por todos lados. “Mas a la derecha”, “Relaja tu rostro”, “¡No! ¡Un paso mas a la izquierda!”. Definitivamente era fastidioso perder su tiempo ahí pero no dejaría de apoyar a su amigo y acompañarlo a cada maldita sesión de fotos, las cuales, eran mas frecuentes conforme pasaban los días y “el chico revelación de la sonrisa del millón” ganaba popularidad.
Todo había empezado fuera de su universidad donde unos tipos que esperaban fuera del campus habían insistido en hablar con Chanyeol por unos minutos dejando a Baekhyun solo jugando nerviosamente con sus dedos esperando el regreso de su compañero. El mayor no pudo evitar pensar por unos instantes que era peligroso dejar que su tonto amigo se fuera con extraños por lo que no les quito la mirada de encima hasta que estos últimos salieron de su vista.
Cuando Chanyeol regreso hacia donde Baekhyun se había quedado esperándolo, el ultimo no pudo evitar notar la enorme (y siempre incomoda) sonrisa de su alto amigo. Algo bueno había pasado.
“Han dicho que me convertirán en Modelo!” El más bajo le sonrió también al escuchar lo anterior y estiro sus manos para poder estrujar las mejillas del otro. Estaba feliz porque, si mal no lo recordaba, cuando eran niños Chanyeol le confesado su sueño mientras jugaban a uno de esos estúpidos juegos de verdad o castigo. No olvidaría jamás la manera en que sus enormes ojos habían brillado incluso mas de lo habitual al decirle, sin siquiera dudar, “Quiero hacer cualquier cosa que tenga que ver con reflectores. Quiero ser famoso, Baekhyunnie.”
Aquella vez, el instinto de hermano mayor que corría por la venas de Baekhyun le puso tremendamente contento ya que, al contrario de él, su amigo cumpliría su sueño. Baekhyun, desde incluso antes de conocer a Chanyeol (lo cual fue a una muy temprana edad, dado que eran vecinos) había descubierto su creciente atracción por el canto, sin embargo, la vida no siempre te da lo que quieres y, por mejor voz que la gente solía decirle que poseía, no fue capaz de encontrar una oportunidad para seguir con su deseo de convertirse en un vocalista famoso y reconocido. Termino entrando en la misma universidad de artes que su mejor amigo sin saber que otro camino seguir.
Fuera como fuera, definitivamente Baekhyun estaba bien de esa manera. Estudiando junto a Chanyeol, acompañándolo siempre a todos lados, animándolo y siendo su “fan numero uno”, como gustaba Chanyeol de llamarlo en ocasiones.
O al menos estaba bien hasta que las demás personas en el campus se enteraron del nuevo trabajo del otro y comenzaron a acosarlo por doquier. No era exactamente acoso, pero no podía pensar en otra palabra que describiera a las jóvenes que osaban interrumpir sus momentos libres con su amigo al ir a pedirle que se tomara fotos con ellas y demás tonterías. Era molesto. Hasta más molesto que los flashes que tanto odiaba, se atrevía a decir.
Hubo incluso momentos en los que estuvo a punto de dejar de lado su tan característica sonrisa y explotar en contra de esas pobres chiquillas que, probablemente, soñaban con tener algún día un romance con el atractivo Park Chanyeol. Afortunadamente estas chicas ilusionadas se iban antes de que su paciencia se agotara completamente y su molestia se evaporaba al ver la sincera sonrisa de su amigo y escuchar su voz grave preguntándole “¿Nos vamos?” a la vez que tomaba su mano (costumbre que habían adquirido desde niños) y seguía caminando hacia donde fuera que se dirigieran.
-¿Pasa algo?
Abrió los ojos (los cuales, ni siquiera recordaba haber cerrado) para encontrarse con los cabellos castaños y esponjados del ahora modelo muy cerca de él, invadiendo su espacio personal. No era como si le molestara la cercanía de cualquier manera.
Sin palabras, se talló un poco sus ojos que habían comenzado a doler por culpa de las exageradas luces que antes había alrededor de Chanyeol y se levanto de su asiento, comenzando su camino hacia la puerta siendo seguido por su alto amigo. Con solo verlo con su ropa casual que lo devolvía a su apariencia de niño-con-altura-súper-desarrollada pudo adivinar que su trabajo había terminado. Un suspiro de alivio salió de labios del mayor.
El camino a casa ese día fue diferente a los que estaban acostumbrados desde niños. Contrario a el resto de los días, ahora Baekhyun no tenia ánimos para hablar ni bromear como siempre lo hacia. Mientras caminaba seguía hundido en sus pensamientos y aun si el otro lo notó no dijo nada pues respetaba el hecho de que tal vez, por primera vez, el mayor quisiera tiempo para si mismo.
Pasados unos minutos en completo silencio llegaron primero a casa de Baekhyun, que era la primera en la hilera de casas seguida inmediatamente por una dos veces más grande. La casa de Chanyeol.
El más bajo se despidió agitando su mano mientras corría hacia su puerta, pero antes de abrirla fue detenido por la voz del de dientes perfectos.
-¿De verdad estas bien?- Grito viéndolo con preocupación, a lo que Baekhyun contesto con un perfectamente audible “Si” además de la sonrisa mas creíble (según el) que pudo gesticular pero, por supuesto, con tantos años viviendo uno al lado del otro Chanyeol notó que no era del todo sincera.
Sin conocimiento de ello, Baekhyun soltó otro largo suspiro apenas entro a la seguridad de sus 4 muros al otro lado de la puerta y se quito los zapatos antes de estirarse y darse unos ligeros golpes en las mejillas con sus delicadas manos abiertas. Encontraba muy fastidioso su estado actual. Cualquier cosa le hacia perderse en sus pensamientos, y el echarse en el sillón de mediano tamaño al centro de su sala de estar no fue una excepción.
Por alguna extraña razón, le vinieron a la mente los recuerdos del día anterior. Chanyeol estaba arreglando unos asuntos en la dirección de la escuela y él tuvo que esperarlo fuera del campus para ir juntos a casa.
En la salida, para su fortuna (o eso creía) encontró a sus idiotas compañeros de curso. Como siempre, el de piel más oscura, Jongin, estaba colgando del cuello de su amigo Sehun quien poseía la piel mas blanca de la universidad entera. Era normal en esos “yin yang” estar de esa manera mientras Suho y Kyungsoo solo se limitaban a burlarse hasta llorar de su manera tan infantil de actuar. Baekhyun no podía evitar sentirse vacío sin Chanyeol ahí, después de todo, ellos dos también eran como un dúo. Si él estuviera ahí seguro estaría burlándose a su vez de la “estúpida sonrisa” de Suho (según sus palabras) y la expresión tan divertida que mostraban los ojos de Kyungsoo cuando se le acercaba y le susurraba al oído cosas “románticas” que incluso para Baekhyun eran divertidas de escuchar, pues sabia que eran solo bromas que el más alto de los 6 gustaba hacer con cualquiera de los demás. Toda esa confianza se tenían entre ellos después de todo.
Mientras pensaba en lo buena que era la relación entre los 6, su preciada tranquilidad se fue a la basura cuando la palabra “chicas” entró en la conversación y después de que Jongin comenzara a hablarles sobre sus aventuras del día pasado y también el nombre “Chanyeol” entrara en discusión. la anteriormente aburrida plática se volvió de pronto del interés del de ojos pequeños.
-…Entonces la bibliotecaria nos miraba con odio porque estábamos hablando con ellas. Si, las chicas de la otra vez, las que están en un grado superior incluso que Suho-hyung. Quería invitar a una de ellas a salir pero solo parecía tener ojos para Chanyeol…- El rostro de Kai dibujó un puchero que fue desaparecido por las manos de Sehun quien pinchó con sus dedos índices ambas mejillas. -¡En serio me gustaba la mas alta! Pero como siempre, Chanyeol-hyung habla con ellas de una manera tan atenta, y las hace reír, y las halaga y… ¡Demonios! ¡Si sigo saliendo con el hasta a la biblioteca terminare soltero hasta los 40!- Las palabras llenas de supuesto sufrimiento de parte de Jongin causaron la risa de todos los presentes menos de Baekhyun, por supuesto. Este, solo bajo la mirada y se maldijo por no haber podido asistir a la pequeña reunión en la biblioteca de esa tarde por atender otros asuntos. Aún si ninguno de los 6 (a excepción de Suho) era realmente bueno en la escuela, de vez en cuando solían estudiar juntos para por lo menos aprobar sus exámenes.
Sus 4 amigos vieron su cabeza inclinada hacia abajo y Jongin cayó en cuenta de que había estado mal decir aquello. Todos sabían (aunque el mismo Baekhyun no se los hubiera dicho) del extraño tipo de “cariño mas allá de la amistad” que aparentemente este tenia por el más alto. Era algo que sencillamente no necesitaba ser dicho en palabras.
A pesar de no saber exactamente que hacer o decir para remediar el posible daño que le hizo al otro, Jongin se acercó a Baekhyun y cuando estuvo a punto de poner su mano derecha sobre el hombro del otro, una figura de gran altura acercándose lo hizo retroceder. ¿Que mejor para devolverle el humor a Baekhyun que el mismísimo Chanyeol? De seguro este último diría alguna tontería y lo alegraría de nuevo. ¿No era así siempre? Por supuesto que lo era, y entonces también lo fue.
Jongin retrocedió volviendo al lado de Sehun y Chanyeol llegó posicionándose junto a su mejor amigo. Al apenas notar la cabeza baja de este retó de manera estúpida a los demás. Algo típico de él.
-¿Quién le han hecho a Baekhyunnie? Si alguien le recordó lo enormes que eran sus orejas una vez más y lo hizo enojar entonces la pagara. ¿Fuiste tú, Kyungsoo? Ven acá que te sacare esos ojos saltones antes de que caigan al suelo por si mismos.- Eso ultimo lo dijo con total seriedad y cuando todos rieron, incluso Baekhyun, las cosas volvieron a la normalidad lentamente. Chanyeol realmente había pensado que Baekhyun solo estaba así por alguna mala broma que seguro le habían hecho al otro y no se había molestado en preguntar la razón.
-¿Nos vamos?- Preguntó el mas alto. Baekhyun asintió con una leve sonrisa antes de que Chanyeol lo tomara de la mano comenzando su camino a casa. El humor de ambos era tan bueno que incluso hicieron una pausa a su recorrido en un puesto de helados. Ambos eran felices solo con la presencia del otro.
Por supuesto que Baekhyun actualmente no sabía que, para Chanyeol, él era más importante que cualquiera, ni el hecho de que sus demás amigos sabían todos ellos sobre la atracción mutua que había entre ellos. Byun Baekhyun era un terco que, aunque sabía que todos esos sentimientos que había notado en un solo día eran causados por los celos hacia todas esas niñitas que podrían salir con su mejor amigo sin que la gente los tachara de “raros”, seguía sin querer aceptarlo ante los demás y mucho menos ante Chanyeol. Nunca aceptaría en voz alta el que su corazón latía condenadamente rápido cada que Chanyeol, entre broma y broma, le decía “Te amo”. Todo eso era tortura pura, pero le gustaba. Calmaba sus crecientes sentimientos el saber que, por lo menos en juego, el codiciado Park Chanyeol lo amaba.
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Suspiró mientas se levantaba de su poco cómodo sillón y miraba hacia el reloj de pared. Eran las 7 de la tarde y sus padres aún no estaban en casa. Seguro estarían trabajando, pensó. Se dirigió a la cocina y se preparó un sándwich (lo único que realmente sabía cocinar) y, una vez que terminó de comerlo, tomó una ducha. La sensación del agua helada recorriendo su cuerpo, obviamente, le daba frio y le hacia sentir mal. No era como si dolería, pero sentir su cuerpo tan helado le causaba un inexplicable sentimiento de vacío y soledad.
Sabia que estaba mal desear lo que pasaba por su mente, pero realmente rogaba que algún día, Chanyeol pudiera estar a su lado para abrazar su cuerpo y quitarle todo ese frio a su persona. A su corazón también si no era mucho pedir.
Por millonésima vez en el día, dejo escapar un suspiro profundo y cerró la llave de la regadera. Se vistió con sus pijamas favorita tratando de encontrar algo de alegría en ellas y, finalmente, se fue a su cama.
Cerró los ojos dispuesto a dormir aun si no pasaban de las 8pm, pero su celular comenzó a sonar sobre un mueble de su habitación. Bufó molesto, se levanto, tomó su celular y volvió a entrar entre las sabanas de cama. Una vez ahí abrió su móvil y sus ojos se abrieron enormemente cuando vio de quien provenía el mensaje de texto que había llegado. Chanyeol.
“Has estado mas raro de lo normal si es que es posible. Me preocupas, Baekhyun. ¿Qué sucede contigo?” El nombrado sonrió. Saber que le importaba le daba algo de paz, pero no contestó el mensaje. No quería mentirle de nuevo diciendo que estaba bien. Por supuesto que no estaba lo que se dice realmente mal, pero tampoco estaba realmente bien. Dejó su celular en la mesita de al lado, no sin antes apagarlo, y mientras miraba el techo se quedo dormido. No había sido el mejor día después de todo.
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A su alrededor todo estaba cubierto por un manto verde. Volteara a donde volteara no había nada mas que pasto adornado con decenas de arbustos llenos de frutos y flores de todos los colores que su mente pudiera formular. Todos los colores estaban ahí, adornando su vista.
Era una imagen única, mágica, tranquilizante. Aire fresco golpeaba su cuerpo y él abrió los brazos, recibiéndolo. Tomo una gran bocanada de aire y cerró los ojos dejándose encantar por olor a rosas que inundaba el lugar. Era perfecto, demasiado perfecto.
Perfecto… Esa palabra hizo eco en su cerebro y pudo así darse cuenta de que no se trataba de más que un sueño. Baekhyun no podía ser los suficiente tonto como para no distinguir la realidad de fantasía, y eso era muy perfecto para ser real. Abrió los ojos con decepción y sorpresivamente se encontró con una especie de rosa en sus manos. Ni siquiera había sentido cuando esta llego ahí pero, observándola, vio que esta era de dos colores. Blanca con manchas rojas. ”Hermosa” fue la única palabra que pudo formular al verla. Aprovechándola, la puso frente a su nariz y aspiro su olor, el cual, era tan dulce como su apariencia.
Tontamente, le sonrió a la flor y la apartó de su vista para observar de nuevo a su alrededor. Cierto, era todo demasiado maravilloso, pero faltaba algo mas. Realmente no era perfecto porque faltaba Chanyeol.
Sintió una gran ansiedad apoderarse de sus ser al llegar a esa ultima conclusión.
Si de verdad era un sueño, entonces existía la posibilidad de que su alto amigo apareciera en el tarde o temprano, ¿no? Confiando en ello, se sentó tranquilamente a esperar que el momento llegara. Observando un poco mas cayó en cuenta de que estaba sentado en la parte más alta de una colina y, aunque en un principio le asustó, a fin de esperar a su amigo dominó su temor y se quedo ahí, esperando. Pasaron segundos, minutos, y según él horas, pero Chanyeol parecía no querer aparecer y, antes de darse, cuenta una extraña melodía había comenzado a sonar de algún lugar. Podía recordarla pero no sabía exactamente de donde. O al menos no lo recordaba hasta que unos sonidos más llegaron a sus oídos y, a pesar de que no podía escuchar del todo la voz del vocalista, su mente fue figurando la letra de la canción. Era una de las canciones favoritas de Chanyeol y comenzó a cantarla haciendo uso de su habilidad para cantar. Mientras lo hacía, por cierto, no pudo evitar que varios de los párrafos que pronunciaba se le clavaran como espadas en el cuerpo entero.
“Si no puedo verte hoy, me quedare aquí y dormiré todo el día, mañana y todos los días que siguen. Pintare tu imagen dentro de todos los sueños.”
Ahora que lo pensaba no sonaba tan mal. Eso de dormir y esperarle de esa manera era tentador. Así no tendría que verlo con nadie más. No se daría cuenta de la manera en que hablaba con todas esas chicas que tanto le sacaban de juicio. No sufriría más. Pero… ¿Y si jamás era despertado? Bueno, no sería tan diferente, supuso. No lo tendría de cualquier manera, ¿No es así? Chanyeol jamás estaría a su lado como desearía que lo estuviera.
“Rápido, ven y encuéntrame aquí. Sí, encuéntrame aquí, para eso es lo que estoy esperando. Por mucho tiempo he deseado ver tu rostro cuando me despierto.”
La melodía se hizo cada vez menos audible hasta que dejó de sonar y Baekhyun sentía lágrimas fluir de sus ojos sin parar, como una cascada. Su pecho dolía. Su corazón dolía.
-Quiero despertar y ver tu estúpida cara, Channie. Despiértame… ¡Encuéntrame!- Gritó con una voz lo suficientemente alta para que hiciera eco por todo el lugar y, apenas termino de llegar a sus oídos un par de veces, sintió un ligero cosquilleo en su mano derecha, en la cual, había estado sosteniendo la flor que había aparecido en un inicio de su sueño. Volteó su vista a esta y su corazón se detuvo por instantes al verla totalmente seca, gris y sin vida. Marchita.
Con un grito agudo lanzó la anteriormente hermosa flor al suelo y su sorpresa se hizo mayor cuando, apenas tocó esta el suelo, el césped que lo adornaba se empezó a marchitar también y, como si fuera obra de una especie de plaga, todo el lugar comenzó a morir de igual manera. Las hojas de los arboles cayeron y los troncos de estos ennegrecieron uno a uno en cuestión de segundos. Las flores se convirtieron todas en polvo no sin antes abandonar sus brillantes colores e incluso sintió como el suelo temblaba violentamente al igual que hacia su cuerpo por culpa del miedo del que era presa. Todo se desboronaba lentamente a su alrededor y Baekhyun no sabia que hacer. No tenia caso correr y tampoco podía despertar aunque cerrara y abriera los ojos una y otra vez. ¿Acaso fue porque ese había sido su deseo? No. No lo deseaba más. Ahora quería despertar y por lo menos ser capaz de ver la sonrisa de Chanyeol una vez más. Escuchar su voz grave llamándolo y poniéndole la piel de gallina como solía pasar. Sentir la suave piel de la mano de su alto amigo tomando de la suya propia mandándole escalofríos por todo el cuerpo. De hecho, incluso no le molestaría segur escuchando el horrendo sonido de las cámaras que tanto le perturbaban. No. Ya no le importaría nada puesto que todo lo que deseaba era estar con Chanyeol fuera de la manera que fuera. El solo estar en su mismo espacio le sería suficiente. Nada más.
Abrazó sus rodillas resignándose a lo que parecía ser el cruel final del mundo de sus sueños (y no tenia idea si el real también) hasta que la voz inconfundible de su mejor amigo llego a sus oídos. Podía escuchar su nombre saliendo probablemente de la boca del otro pero no lo veía por ningún lado.
Quería moverse y buscarlo aun si el lugar parecía ser simplemente enorme e interminable pero su cuerpo comenzó a congelarse rápidamente. No podía mover sus pies y una sensación de adormecimiento subió de sus pies hasta su estomago y antes de llegar a su boca logro lanzar lo que pensó serían sus ultimas palabras.
-No quiero marchitarme.- Y justo cuando pronuncio la ultima letra de su oración, una última lagrima cayo por su mejilla derecha y cerró sus ojos. Los cerró pensando que no volvería a abrirlos jamás pero si algo debería haber aprendido a lo largo del tiempo es que, el 67% de las veces, Byun Baekhyun se equivoca en sus suposiciones.
Sintiendo su corazón golpear su pecho bestialmente y su respiración agitada abrió los ojos dándole la bienvenida al mundo real. Podía haberse dado cuenta de la oscuridad que rodeaba su habitación o del sonido de los grillos que se mezclaban con unos susurros a su oído, pero ocupo el poco espacio disponible en su adormilado cerebro en procesar de donde provenía esa sensación cálida que presionaba su cuerpo entero y esa otra que entraba a su oído en forma de aire caliente.
Tuvieron que pasar minutos enteros para que las lagrimas que caían realmente de sus ojos dejaran de salir y, de paso, pudiera caer en cuenta de que había un cuerpo sobre el, abrazando y llenando de calidez el suyo. Unos brazos rodeaban su cintura firmemente y unos cabellos rebeldes le hacían cosquillas en la mejilla. No había duda que ese cabello esponjoso y castaño era el de su mejor amigo. ¿Cómo podría confundirlo después de haber pasado tantos años tan juntos casi siendo como hermanos? Claro que no podría, pero no por eso dejaba de ser demasiado perfecto para ser real. ¿Acaso había entrado a otro sueño? Eso debía ser, porque si su cerebro no le estaba jugando una broma, había una voz susurrando unas palabras constantes a su oído derecho. “Estoy aquí… Estoy aquí…” La voz que llenaba sus pensamientos ahora se escuchaba temblorosa y pudo suponer que el chico estaba llorando. No entendía la razón pero no pudo soportar las enormes ganas que de pronto lo inundaron de abrázalo también, y lo hizo. Con ambos brazos rodeo el cuello del quien yacía sobre él y entonces el otro dejo sus susurros para levantar su cabeza lo poco que la posición en la que se encontraban le permitía y así logró que ambos se miraran directamente a los ojos con solamente unos pocos centímetros separándolos. Ambos tenían la cara húmeda y Baekhyun no podía dejar de sentirse culpable sin saber porque exactamente.
Cualquier persona que hubiera visto aquella escena habría pensado que era una imagen preciosa. Dos cuerpos abrazados, mirándose a los ojos buscando respuestas a las preguntas de cada uno y siendo solamente iluminados por la luz de luna que alcanzaba a colarse ligeramente por la ventana semi-abierta de la habitación del mayor a pesar de las cortinas que hacían lo posible por no dejarla entrar.
Fue imposible para Baekhyun evitar prestar atención a las lágrimas que seguían cayendo de los ojos del otro y, soltando su cuello, utilizo sus perfectos pulgares para limpiar cualquier rastro de humedad de la cara de Chanyeol. No podía negar que su cara mientras lloraba era tremendamente tierna pero aun así no podía permitirse ver a su amigo triste y mucho menos por su culpa.
-No llores, ¿De acuerdo? No sé que es lo que esta mal pero todo estará bien.- Dijo Baekhyun tratando de sonreír.
-Eres idiota. Dices que no sabes que es lo que esta mal pero apenas entre a tu habitación y escuche que llorabas. Estabas dormido y trate de despertarte pero no podía y tampoco sabia que hacer. De pronto comenzaste a gritar mi nombre y… ¿Hice algo mal, Baekhyunnie?- La pregunta que salió de labios de Chanyeol hizo que Baekhyun sintiera su corazón dejar de latir por unos segundos… Claro que no había hecho nada mal pero ¿Cómo podía explicárselo todo? El cerebro del más bajo aun no estaba totalmente despierto al parecer y opto por la opción más vergonzosa…
-Tú no hiciste nada mal. Quien esta mal soy yo por haberme enamorado de mi mejor amigo…- Los ojos de Chanyeol se volvieron mas grandes de lo normal y al verlos la realización cayo sobre el mayor… Se le había confesado a Chanyeol… Había dicho algo que no debía. Todo había terminado.
Haciendo uso de toda la fuerza que pudo juntar, Baekhyun se quito a Chanyeol de encima y no se molestó en mirar atrás haciéndose camino hacia la puerta y tomó la perilla de esta hasta ser detenido por unos brazos que rodearon su abdomen desde atrás. Chanyeol lo estaba abrazando una vez más y cada vez se sentía mas real. Este no podía ser un sueño.
-¡Tu me gustas mas incluso que Kelly Clarkson! ¡Baekhyunnie seamos novios!- Baekhyun se soltó del abrazo de Chanyeol una vez mas para ver su rostro y no pudo evitar comenzar a reír como loco mientras Chanyeol solo dirigía su mirada al suelo, probablemente sonrojado. Y entonces las cosas volvieron a la normalidad una vez más. Chanyeol había dicho algo estúpido y precipitado como de costumbre pero… ¿Acaso no eran ese tipo de cosas las que le gustaban más sobre el menor? y aun si Baekhyun era lento pudo comprender el mensaje. Chanyeol básicamente amaba a esa mujer y un “tu me gustas mas que ella” era el mejor halago Chanyeol le podría haber dado. Ambos se sonrieron nerviosamente y esta vez fue Baekhyun quien tomo la mano de Chanyeol y lo condujo hacia su cama. Esta no seria la primera vez que dormían juntos, y mucho menos la ultima, pero esta vez seria diferente. Esa vez seria la primera vez que dormiría sabiendo que al despertar no se encontraría solo con la estúpida cara durmiente de su mejor amigo Park Chanyeol. Esta vez dormiría esperando desesperadamente despertar y encontrarse con la estúpida cara de su novio Park Chanyeol, por más dulce y estúpido que sonara. Porque Chanyeol era dulce y estúpido y porque el futuro a partir de entonces seria dulce y estúpido también.