KyuHyun tecleaba rápidamente y movía el ratón a una velocidad inverosímil. Mantenía los dientes apretados, el ceño fruncido, el cuerpo tieso y la vista fija en la pantalla.
–¡Mierda! Idiota, ¿acaso juegas con el pene? –Gritaba furioso a la pantalla. –Seguro que tu madre sabe jugar mejor, y me refiero a con los penes. –Seguía después de una pausa en la que uno de sus “compañeros” le respondía el insulto.
Se había enfrascado en una importante misión, tanto que apenas pestañaba. Pero como no, siempre está el típico noob* que viene a joder el equipo. ¿Cuántas horas habían pasado? ¿Tres? ¿Cuatro? Ya no estaba seguro. Lo único que sabía ahora mismo es que como que se llamaba Cho KyuHyun que no estaba dispuesto a perder. En medio de tanta concentración en la batalla (y algún que otro insulto bien merecido) no notó cuando alguien ingresaba en la habitación.
–KyuHyun, –Susurró DongHae desde la entrada del pasillo. Estaba despeinado y con aspecto somnoliento. No llevaba nada más que unos bóxers con motivo de peces de colores. –vuelve a la cama, te estoy esperando. –Su voz sonó como un dulce ronroneo. Nadie se atrevería a negarse ante una petición dicha de ese modo, pero KyuHyun era caso aparte. Sin despegar aun la vista de la pantalla se tomo unos milisegundos para hacerle un gesto con la mano a DongHae y que volviera a la cama. Y DongHae volvió. Pero KyuHyun no.
Una hora y media después se desplomaba en la cama como un peso muerto. DongHae estaba de espaladas. Se sentía tan enojado con su novio. Llevaba más de cuatro horas esperándolo, pero siempre había alguna cosa más importante que él, concretamente el Starcraft. Después de casi tres años juntos aun no comprendía que tanta diversión le veía a ese juego, y ya se estaba cansando. KyuHyun lo abrazo por la espalada y eso hizo que casi recordara su plan de ignorarlo por un momento, pero luego voló al mundo de fantasías en el que era absorbido cada vez que el amor de su vida estaba cerca; entonces, olvidó hasta como se llamaba. Se dio la vuelta aun entre sus brazos y sonrió con ternura. KyuHyun tenía los ojos semi cerrados y le devolvió la sonrisa. DongHae lo beso apasionadamente, pero KyuHyun movía sus labios con parsimonia. DongHae se pego más a su cuerpo y empezó a pasear sus manos por el pecho de KyuHyun, acercándose peligrosamente al borde de los pantalones de algodón que usaba para dormir, pero KyuHyun cortó el beso y se alejó.
–Hoy no. –Susurró semidormido mientras acomodaba la cabeza en la almohada y cerraba los ojos.
¿Hoy no? Esa fue la gota que colmó el vaso. DongHae tiro a KyuHyun de la cama de una patada y ofuscado salió de la habitación. Mientras, KyuHyun no podía hacer otra cosa que retorcerse a los pies de la cama, porque lo que tenia DongHae de inocente también lo tenia de puntería. Había dado justo en el lugar indicado, donde dormían los futuros hijos de KyuHyun, que ahora misma dudaba de que quedara alguno vivo.
DongHae se encerró en la habitación de invitados y se tiro en la cama enfadado. Ya había tenido suficiente. Horas atrás KyuHyun había empezado a tentarlo con juegos peligrosos y a la hora de la verdad lo había dejado a medias porque tenía una importante batalla que librar, según dijo él. ¡Había aguantado con el calentón 4 horas! Todo porque creía que KyuHyun volvería a arreglarle el problema, pero no. Al final el mismo tuvo que ayudarse, sabiendo que su novio estaba en la otra habitación gritándole a no sé quien que su madre era una no sé que mientras mataba virtualmente monstros en no sé dónde.
Cerró los ojos conteniendo las ganas de volver a la habitación a gritarle a KyuHyun todo lo que pensaba y, porque no, darle un par de patadas más que bien merecidas las tiene. Y en vano intentó conciliar el sueño, porque esa no era su cama de siempre, y todo se sentía más frío y solitario si no tenía a KyuHyun abrazándolo.
***
DongHae no fue el único que paso mala noche. KyuHyun no pudo conciliar el sueño porque al mínimo roce sentía un dolor proveniente del alma que le recorría todo el cuerpo hasta los testículos. Eso le recordó porque no debía hacer enojar a DongHae nunca más.
Ambos salieron a la vez de las respectivas habitaciones en las que pasaron la noche y se encontraron en el pasillo. DongHae ignoro a KyuHyun y salió del pasillo rápidamente para entrar en la cocina y prepararse solo su desayuno. No lo iba a perdonar tan fácilmente. KyuHyun no sabía si era buena idea acercarse tan pronto, pero recordó que ayer les quedo algo pendiente y no se iba a quedar con las ganas.
–DongHae –Canturreó entrando en la cocina después del susodicho. DongHae lo ignoró y empezó a sacar las cosas necesarias para cocinar. KyuHyun se acerco y apoyándose en la encimera lo miro atento.
–¿Quieres parar? –Preguntó DongHae cansado de sentir la mirada de KyuHyun clavándose en su nuca durante los últimos 10 minutos.
–Tu patada nos ha dejado sin la posibilidad de tener bebés. –Dijo muy serio. Se miraron durante unos segundos hasta que DongHae bufó y se dio la vuelta.
–No creas que a mí no me dolió esperar tantas horas por ti. –Se dio la vuelta para mirarlo y continúo: -pensé que de todas las cosas que podrías hacerme jamás me dejarías a medias. –Esto hirió el orgullo de KyuHyun.
– ¡Eh! Yo no te dejé a medias, prometí que continuaríamos luego. –Y eso era cierto, porque KyuHyun nunca deja a nadie a medias, el es un hombre de palabra. –Por eso estoy ahora aquí, –Sonrió ladinamente y DongHae se dio la vuelta incrédulo esperando que no se refiera a lo que él cree. –es hora de continuar. –Y dicho esto dio un paso al frente y tomo a DongHae por la cintura, pero lo que no se esperaba es que este le propinara un rodillazo. Cayó al suelo retorciéndose de dolor. Se tumbo sobre su lado izquierdo luchando por contener las lágrimas. Ni siquiera se había recuperado del anterior golpe y ya había recibido otro. Definitivamente tendría suerte si no le había roto algo ahí abajo. Mientras, DongHae se vistió y salió del piso sin hacer caso al hombre que gimoteaba en la cocina.
***
Llamó al timbre de la casa de SungMin rogando por que la persona que abriera la puerta esté vestida, y en caso contrario que al menos fuera SungMin. Suspiro aliviado cuando su amigo abrió la puerta con todas las prendas colocadas. SungMin iba a saludar, pero al ver la cara que traía DongHae comprendió que hacia ahí. Lo hizo pasar y se sentaron a desayunar el gran banquete que había preparado SungMin.
La comida era tan deliciosa que DongHae se olvido por un momento a que había ido, así que cuando SungMin le pregunto que había hecho KyuHyun se quedo un momento pensativo. Una vez que se espabiló, su semblante se volvió serio y luego lastimoso. Le contó a su amigo todo lo ocurrido desde la noche anterior. SungMin solo negaba con la cabeza y ahogaba una carcajada al imaginarse a KyuHyun llorando en el suelo por las patadas de DongHae. Le gustaría tener una foto de ese momento.
–¿Qué debo hacer? –Preguntó DongHae afligido. SungMin se encogió de hombros y DongHae tuvo ganas de golpearlo por ser de tan poca ayuda. Al parecer, enojarse con KyuHyun lo volvía violento. –Se supone que ahora es cuando debes ayudarme a tramar un plan en el que debo seducirlo para que cuando esté jugando se olvide del juego y me empotre contra una pared. –SungMin rio ante la expresión seria de DongHae, parece que iba en serio con lo del plan.
–¡Vaya! Pero quien iba a decir que nuestro inocente pez tendría esos pensamientos tan impuros. –SungMin exageraba demasiado sus expresiones, como si estuviera totalmente sorprendido. DongHae bufó. –Veo que juntarte con ese demonio te ha vuelto un ser impuro.
–Pero mira quién habla. Si eres todo una puta. –Recriminó DongHae. –¿hoy no ha venido ninguno de tus ligues de una noche?
–A mí me gusta esa forma de vida y a ellos también, es conveniente para todos, –Respondió simple.- y mi ligue se fue un poco antes de que vinieras. Incluso lo hicimos una vez en esta misma mesa. –Dijo sonriendo. DongHae se aparto asqueado de la mesa, pero se volvió acercar cuando SungMin le susurró un “era broma”. –respecto a tu plan de pez seductor, temo decirte que no va a funcionar. –DongHae lo miro frunciendo el ceño. Estaba seguro de que funcionaria, en la películas siempre funciona. –Quizás con eso conseguirás que deje el juego una vez, pero al día siguiente volverá otra vez. ¿Quieres vivir con un dolor en el trasero? Porque si esperas hacer eso cada vez que quieres su atención vas a tener que vivir en silla de ruedas el resto de tu vida. –Explicó SungMin dejando a DongHae pensativo. –Pero yo tengo un plan mejor. –Sonrió y DongHae lo miro instándolo a que continuara. –¿Recuerdas al chico ese con el que salías antes de conocer a KyuHyun, EunHyuk? –DongHae asintió.
Como iba a olvidarlo. La misma noche en que conoció a KyuHyun estaba en una cita con él y SungMin los acompañaba. Habían ido la discoteca que regentaba un amigo de SungMin. La noche iba a genial, a DongHae y a Hyuk Jae, o EunHyuk, como le decían los amigos, les encantaba bailar así que estaban arrasando en la pista. Y entre tanto baile acabo chocando con un chico y tirándole la copa que llevaba mojando a EunHyuk. Para disculparse lo invito a otra copa (mientras EunHyuk se limpiaba en el baño), charlaron, se conocieron un poco y terminaron la noche en la casa de KyuHyun, donde una cosa llevo a la otro y pasó lo que tenía que pasar. Después de eso empezaron a salir. Poco después formalizaron su relación y se mudaron a vivir juntos un año más tarde. No había vuelto a saber de EunHyuk desde esa noche porque no sabía cómo encararlo después de haberlo dejado plantado por otro hombre que acaba de conocer.
–Me lo encontré el otro día en un bar y pregunto por ti.
–¿Por mi? –lo último que DongHae se hubiera esperado es que aquel chico se acordaría de el después de tres años, o que reconocería a SungMin.
– Si, por ti. Me dio su número. Dijo que esa noche desapareciste y que le gustaría volver a retomar el contacto. –DongHae estaba anonadado. Ese chico aun quería algo con él a pesar de que lo dejo plantando y no volvió a verlo nunca más, pero no entendía que tenía que ver todo esto con KyuHyun. SungMin reparó en su cara de desconcierto y continúo explicando. –Tienes que demostrarle a KyuHyun que si no te aprovecha él hay muchos otros que lo harían. Entonces se dará cuenta de que por mucho amor que haya entre los dos si te deja olvidado vendrá otro a consolarte. –DongHae dejo escapar un “ahh” y después se paró un momento a procesar todo lo que había dicho.
–Entonces, ¿tengo que darle celos? –SungMin asintió. –pero, ¿por qué con EunHyuk?
–Quien mejor que el último hombre con el que estuviste antes que él. –SungMin lo hacía sonar todo tan obvio, pero DongHae estaba perdido desde que nombró a EunHyuk.
– ¿Y funcionará? –Preguntó dudoso. Parecía simple, pero no estaba seguro que como reaccionaria KyuHyun estando celoso.
–Es eso o desconectarle el internet. –Dijo SungMin encogiéndose de hombros.
–Me tiraría por la ventana si hiciera eso.
–Pero el te ama, no haría daño al amor de su vida.
–Me tiraría de todas formas.
***
DongHae se movía nervioso esperando fuera de la discoteca. SungMin hablaba, o más bien coqueteaba, con el portero para convencerlo de que los dejaran pasar. Cuando lo consiguió le hizo una señal a DongHae y ambos pasaron.
El ruido era aturdidor, la gente una multitud y las luces parpadeaban frenéticamente. Caminaron hasta el fondo del lugar, donde se encontraba EunHyuk esperando fuera de lo que parecía una habitación de paredes de cristal. Él los saludo efusivamente y DongHae intento no parecer tan nervioso. Era su primera cita en tres años. Estaba tan acostumbrado a KyuHyun que todas sus salidas eran algo habitual y no tenia que pensar en cómo debía comportarse. Pero sobre todo estaba nervioso porque creía que le estaba poniendo los cuernos a KyuHyun. SungMin le había repetido que si no hacía nada más de lo debido no estaría siendo infiel, pero el aun tenía sus dudas de a qué se refería SungMin con “más de lo debido”. Despejo las ideas tontas de su mente e intento relajarse un poco.
Dos horas después ya charlaba animadamente con EunHyuk. Se contaron acerca de su vida (omitiendo el que DongHae tenía novio) y se excuso por haber dejado plantado hace tres años alegando que se sentía mal y de vuelta a casa perdió el teléfono. Por suerte EunHyuk se lo creyó. No era un mal chico; era bastante agradable, simpático, divertido y también guapo. Al final se lo estaba pasando bien aunque solo hablaban. Entonces su teléfono empezó a sonar y se alejo un momento para contestar.
–¿Dónde estás? –Preguntó KyuHyun al otro lado de la línea.
–Salí con SungMin a dar una vuelta. –Respondió nervioso. Lo había planeado todo con SungMin, pero aun así estaba seguro de que metería la pata.
–¿Con SungMin? ¿Por qué se escucha música de fondo? –Aunque DongHae no podía verlo sentía su mirada acusadora recaer sobre él y estuvo a punto de confesarlo todo, pero se calló.
–Lo siento, no se escucha bien. Te llamo luego. –Y colgó rápidamente antes de que KyuHyun pudiera decir nada más.
Por otro lado, el teléfono de SungMin empezaba a sonar. Se separó del hombre con el que se estaba besando y contesto sin ir muy lejos.
–¡SungMin! –Gritó KyuHyun al otro lado de la línea. –¿Dónde has llevado a DongHae? –Estaba claramente molesto.
–Solo hemos salido a dar una vuelta, porque al parecer tú estabas muy ocupado jugando y él se aburría. –Contestó juguetón.
–Dime donde está, voy a buscarlo ahora mismo. –SungMin le dio el nombre de la discoteca y KyuHyun colgó sin despedirse.
***
DongHae reía y EunHyuk lo instaba a que bebiera más, y él se lo estaba pasando tan bien que no le importaba que el alcohol le nublara un poco los sentidos. Estaba a punto de alzar la copa una vez más cuando sintió como alguien le ponía la mano en el hombro y una voz conocida lo llamaba por su nombre. Se puso blanco como el papel cuando reconoció la voz.
–¡DongHae! –Volvió a gritar KyuHyun haciendo que se levantara de salto y se girara a mirarlo.
DongHae nunca se espero esto. Según el plan, KyuHyun debería enterarse donde y con quien había estado una vez que llegara a casa, pero ahora se encontraba delante suyo fulminándolo con la mirada. Incapaz de decir nada miró como KyuHyun posaba su mirada en su acompañante y luego en él. Su mirada se volvió más tosca a la vez que reparaba en el sonrojo de las mejillas de DongHae causado por el alcohol.
–Vámonos a casa. –ordeno cogiendo bruscamente a DongHae del brazo. Tiro de él, pero este no se movió, así que se giro con la intención de repetir la orden, pero DongHae fue más rápido al hablar.
–Puedo explicarlo. –Soltó las palabras atropelladas. Seguía pálido y sin moverse del sitio.
–¿Explicar? –preguntó KyuHyun. –Pensé que solo te estabas divirtiendo un rato con un amigo, pero si hay algo que explicar entonces es porque estabas haciendo algo que no debías. –Soltó el brazo de DongHae que había mantenido agarrado y se cruzó de brazos. DongHae empalideció mas si era posible. Vale, si KyuHyun no pensaba nada malo entonces he metido la pata, pensó DongHae.
–No estaba haciendo nada malo. –Dijo apresuradamente antes de que KyuHyun empezara a imaginar cosas raras. –No esperaba verte aquí.
–Yo tampoco esperaba encontrarte aquí con otro. –Diciendo esto miro a EunHyuk que seguía sentado contemplando la discusión sin saber qué hacer.
–No es lo que parece. –Repitió DongHae, intentando dejar claro que no era lo que KyuHyun pensaba, porque sabía que estaba imaginando KyuHyun.
Meses después de que empezaran su relación, DongHae le había contado a KyuHyun acerca de EunHyuk. KyuHyun recordaba haberlo visto bailar con un chico antes de que sufrieran ese pequeño accidente con el que se conocieron. Pero para KyuHyun eso había quedado en el pasado, así que era irrelevante que DongHae estuviera con un chico cara de mono (así le decía él) la noche que se conocieron, después de todo él le acabo robando la cita. Desde entonces sabía que DongHae no había tenido contacto con él, pero ahora que lo veía ahí sentado no estaba muy seguro de ellos. ¿Por qué si no se habría ido sin decirle nada solo para encontrarse con el cara de mono? Aun no había nada seguro y puede que si sea un mal entendido como dice DongHae, pero sentía que si no le explicaba ahora mismo todo iba a degollar al mono y arrastraría a DongHae a casa para no dejarlo salir nunca más y así evitar que se siga viendo con otros.
–¿Entonces que se supone que es esto? –Pregunto ya un poco alterado. DongHae abrió la boca pero la volvió a cerrar inmediatamente. No sabía que decirle. Solo eran dos conocidos que se volvían a ver después de mucho tiempo y estaban charlando un rato, pero eso sonaba a excusa barata. Barajaba en su mente la forma adecuada de decirlo y KyuHyun se empezaba a poner nervioso. Si no respondía rápido era porque estaba buscando una excusa, si buscaba una excusa era porque no quería que supiera la verdad y si no quería que supiera la verdad es porque había hecho algo malo.
Después de unos segundos que parecieron eternos para ambos, KyuHyun se dio la vuelta y se marcho antes de que DongHae pudiera reaccionar. No quería escuchar lo que DongHae iba a decirle porque tenía miedo de lo que pudiera ser.
DongHae corrió detrás de KyuHyun cuando se dio cuenta de que se había ido. Lo alcanzo en un parque cercano media calle más arriba del local.
-¡KyuHyun, –Grito desde la entrada del parque al ver como se alejaba. –espera! –KyuHyun siguió caminando a paso rápido mientras maldecía por lo bajo a todo lo existente. No podía creer que su relación con DongHae pudiera terminar por culpa del cara de mono y SungMin. Porque el tenia claro que el de a idea había sido esa furcia. –¡KyuHyun!
DongHae sabía que tenía que aclarar las cosas antes de que a KyuHyun pensara algo peor de lo que ya creía. Él sabía que se amaban y su relación era lo suficientemente fuerte para soportar un mal entendido, pero todo parecía apuntar a que era más que un malentendido y estaba seguro de que por mucho que se amaran KyuHyun no iba a perdonar una infidelidad.
Apresuro el paso, pero alguien gritó su nombre y se detuvo. KyuHyun también lo escucho y se detuvo, unos metros delante, para mirar quien era el que acaba de llamar a DongHae. En la entrada del parque vio al cara mono acercarse corriendo a DongHae. Eso sí que no lo iba a permitir. Retrocedió hasta llegar hasta donde estaba DongHae a la vez que EunHyuk. Lo cogió del brazo y lo arrastro con él dejando a un EunHyuk desconcertado sin saber qué hacer, otra vez.
Caminaron casi la mitad del parque, donde las farolas empezaban a escasear y los arboles eran más abundantes.
–KyuHyun. –Llamo DongHae por tercera vez.
–¡¿Qué?! –Grito enojado deteniéndose para mirar a DongHae. Se miraron un momento en silencio. KyuHyun tenía el ceño fruncido y su mirada era dura. DongHae se encogió un poco en el sitio y dio un paso atrás chocando con una farola. La luz titiló por el golpe y se volvió a encender un poco mas atenuada. –¡¿me contaras alguna mentira para que crea que no hacías nada malo esta noche?! –Se miraban fijamente pero DongHae aparto la mirada y KyuHyun bufó calmándose un poco.
–No miento cuando digo que no hacía nada malo. –dijo intimidado por los gritos de KyuHyun. –de verdad, solo estábamos hablando. –Lo volvió a mirar pero KyuHyun no le creía. –Estaba enojado por lo del otro día y SungMin dijo…
–Lo sabía. –Interrumpió KyuHyun suspirando. Parecía haberse calmado del todo.
–¿Qué sabias? –Preguntó DongHae inseguro. Ya no se veía tan enojado, pero cualquier cosa lo haría estallar de nuevo; debía medir bien sus palabras.
–Sabía que esa puta tenía algo que ver con esto. –DongHae se sintió aliviado y KyuHyun se acerco un paso. –tú nunca harías algo así. –Le acaricio la mejilla y se miraron. KyuHyun sabía que DongHae no sería capaz de engañarlo, pero por un momento dudó de ello. Ahora que sabía que era algo culpa de SungMin estaba seguro que definitivamente DongHae no había hecho nada malo.
–Quería darte celos. –Susurró DongHae con un puchero. Su plan se había descubierto así que era hora de contar la verdad. KyuHyun sonrió complacido con la idea de que DongHae deseara tanto su atención y lo abrazo por la cintura. DongHae correspondió el abrazo rodeando su cuello y apoyando su cabeza en el hombro contrario.
–Solo quiero saber una cosa –Susurró KyuHyun en su oído. –: ¿Te habías visto antes con el cara de mono? –DongHae negó y KyuHyun suspiró aliviado. No necesitaba saber nada.
Se quedaron un rato más abrazados hasta que KyuHyun se separo un poco y lo beso. Era un beso posesivo pero tierno. Querían saborear cada segundo del beso porque por un momento sintieron que se perdían al uno al otro. DongHae corto y el beso y apoyó u frente en la de KyuHyun.
–Quiero ir a casa. –Susurró con los ojos cerrados. KyuHyun beso sus labios una vez más antes de separarse. Se cogieron de la mano y caminaron despacio de vuelta a su piso.
***
KyuHyun abrió la puerta de la entrada aun sin soltar la mano de DongHae. Entraron en el piso sin encender las luces y fueron directamente a la habitación. La ventana estaba abierta permitiendo entrar la luz de las farolas de la calle y el resplandor de la luna. Se detuvieron en la entrada y se miraron en silencio. Sus ojos brillaban resaltando entre la penumbra. DongHae sonrió ligeramente y acaricio la mejilla de KyuHyun.
KyuHyun recostó a DongHae en la cama que compartían y se dedicó unos momentos a observar la belleza de su novio. DongHae rio nervioso y se sonrojo. Se acercaron poco a poco, alargando el momento, hasta que por fin sus labios se encontraron. KyuHyun lo besaba con tal ternura que rozaba la adoración y DongHae respondía de la misma forma. Poco a poco iba enredándose en las sabanas, la ropa iba quedando desperdigada por cualquier rincón de la cama y la intensidad del beso aumentaba, pero sin llegar a ser demasiado.
Ambos querían hacerlo lentamente, pero se empezaban a sentir impacientes. KyuHyun empezó un camino de besos hacia el abdomen de DongHae. Se detuvo sin llegar más abajo y volvió a subir para besar a DongHae. Se abrazaban intentando reducir un espacio inexistente entre sus cuerpos. Entre la maraña de brazos y piernas que se aferraban al cuerpo contrario, sus miembros empezaron a rozarse. Se besaban cada vez más descoordinadamente aumentando la fricción entre sus cuerpos. DongHae gemía el nombre de KyuHyun y este respondía complacido el nombre del otro.
Se sentían sofocados y deseosos de tener más. KyuHyun empezó a preparar a DongHae. No había pasado más de tres días desde la última vez que lo hicieron, pero KyuHyun quería asegurarse de que no le hacía ningún daño. DongHae se desesperaba, se removía y gemía instando a KyuHyun para que lo tomara como suyo de una vez. KyuHyun no se hizo de rogar más. Empezó a penetrarlo sin cortar el contacto visual. DongHae se sentía un poco incomodo, pero estaba deseoso de que se moviera. El vaivén comenzó lento a la par que se besaban, pero poco a poco se tornó más salvaje y les fue imposible continuar el beso. Gemían, sus manos se entrelazaban y las sabanas se descolocaban. KyuHyun besaba el cuello de DongHae deleitándose con sus gemidos directamente en su oído. DongHae intentaba decir o hacer algo coherente, pero el placer era tan abrumador que solo podía dejarse hacer.
DongHae termino primero, culminando con un intenso grito que retumbo en las paredes y antes de que pudiera recuperarse terminó KyuHyun desplomándose encima de él. Se tumbaron uno al lado del otro intentando normalizar su respiración.
–Te amo. –Susurró KyuHyun abrazándolo y acurrucándose en su hombro.
–Te amo. –Respondió DongHae con una sonrisa en los labios.
***
–¡KyuHyun! –Gritó DongHae por quincuagésima vez sentado en el sofá.
–Espera un momento.
–¡No! Ni un momento ni nada, lo prometiste. –Se levantó del sofá y se paró a su lado.
–Solo será un momento. –repitió entre dientes sin dejar de teclear y mover el ratón. – Debo… –Pero no termino la frase porque DongHae arranco el cable de los auriculares del ordenador en un arrebato.
–¿Qué pasa, inútil? ¿Acaso no has podido domar a tu mujercita? –Dijo una voz proveniente del ordenador. Se escucharon risas de más personas y algunos otros chistes machistas.
–Más te vale que mates a esos hijos de puta, –Dijo caminando hasta el pasillo con tono amenazante. –yo estaré esperando en la habitación.
KyuHyun esbozo una sonrisa y se aferro con más fuerza al ratón.
–Como usted ordene. Les partiré el culo a estos idiotas y luego te lo iré a partir a ti. –Respondió retomando la batalla con más ahincó y desenado terminar lo más rápido posible porque DongHae esperaba por él y el no lo iba a hacer esperar.