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Mi otra mitad por Naomiyaoi38

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Notas del fanfic:

Este one-shot ya lo tenía escrito desde hace como un mes pero no había tenido la oportunidad de transcribirlo y sé que el resumen es un asco pero buee...soy un total desastre.  No sé porque me quedo tan dulce y tierno, tanto que cuando lo escribi me que de como: ¡el mundo se va acabar estoy escribiendo algo muy tierno y dulce!...¡corran por sus vidas!...es que yo no soy una persona muyyy amorosa que digamos ¬¬...pero se quedo así, espero les guste.

Notas del capitulo:

Aquí esta lo que les prometí, estaba escrito desde hace algún tiempo pero como voy a desaparecerme como por un mes decidi dejarles a las fanáticas del twincest este pequeño regalito ^^. Esta es una pareja que me gusta mucho, algún día me gustaría hacer un fic sobre ellos, pero con él poco tiempo que tengo no creo que sea muy pronto ¬¬, aunque la idea ya la tengo en mente u.u

En el interior de una habitación de tamaño medio, paredes de color violeta y blanco perfectamente combinados, amoblada de una manera sencilla y confortable; yacía en una cama mediana cuyas sabanas eran de color lila, un niño de aproximadamente doce años cuya piel era de un tono pálido, de cabellos plateados y ojos de un hermoso color amatista. Vestía una piyama de dos piezas, de pantalón y camisa de un tono lila suave.


Aquel niño se encontraba envuelto en las sabanas, intentando conciliar el  sueño, lo cual le estaba resultando imposible debido a una fuerte fiebre que lo agobiaba.


A la habitación entro un niño de la misma edad y apariencia física era exactamente igual a la del que se encontraba en la cama, ambos eran gemelos idénticos como dos gotas de agua, lo único que les diferenciaba en ese momento era que el pequeño que entraba a la estancia llevaba una piyama del mismo modelo que la que tenía el otro, solo que esta era de un tono verde limón. En su mano izquierda sostenía un frasco de jarabe y en la derecha una pequeña cucharilla.


- Ichiru, ¿cómo te sientes?- pregunto dulcemente el gemelo que entraba, acercándose a la cama y tocando con su mano derecha la frente de su hermano para comprobar su temperatura corporal. Realmente estaba preocupado por su hermano menor, puesto que este tenía una constitución enfermiza y su salud siempre había sido delicada; sus padres aún no llegaban a la casa y mientras él se encargaba de velar por su gemelo.



- Nii-chan...-llamó de forma débil el gemelo menor. De verdad se sentía mal pero el ver a su hermano a su lado, velando por  él lo reconfortaba. Desde siempre el estar cerca de su gemelo lo hacía muy feliz, ni siquiera cuando iban al colegio o alguna otra parte le gustaba separarse de este, era como si le necesitara, como si este fuera simplemente otra parte de su ser.


- Ichi...toma la medicina. Si te la tomas te sentirás mejor- el gemelo mayor sonrió de manera dulce y ayudo a su hermano a sentarse en la cama, con suma dulzura le dio una cucharada de jarabe a su gemelo, el cual luego de tomárselo hizo una pequeña mueca de desagrado.


- Puaj...-Ichiru ponía caras de asco ante el mal sabor de la medicina.


- No seas quejón, así tenga mal sabor debes tomártela para para que te sientas mejor – aseguro Zero con una sonrisa acariciando la mejilla de su gemelo- debes intentar descansar, yo me quedare esperando a que mamá y papá regresen, el gemelo mayor hizo un ademán de retirarse.


- Espera...Nii-chan, no me dejes solo quédate a dormir conmigo- Ichiru sostenía la mano de Zero, mirándolo de manera suplicante.

El gemelo mayor miro de manera dulce a su hermano, regresando al lado de la cama, entrelazando los dedos de su mano con los de Ichiru. Aquella mirada tierna y suplicante, siempre derretía el corazón de Zero, desde pequeño siempre había tenido un fuerte sentimiento de protección para con su gemelo, sentía que debía velar por su seguridad y encargarse de que nadie en el mundo dañara a su otra mitad, porque eso era para él su hermano SU OTRA MITAD, la única persona en el mundo que comprendía sus sentimientos sólo con verlo, sin que él ni siquiera dijese una sola palabra.



- No te preocupes Ichi, si te hace sentir mejor me quedare aquí contigo- el gemelo mayor se subió a la cama junto  a su hermano, acomodándose entre las sabanas junto a este. En ese instante un sonoro trueno retumbo en el aire, avisando que se avecinaba una fuerte lluvia.


Ante el fuerte trueno Ichiru se estremeció asustado, nunca le habían gustado los truenos y aunque le diera vergüenza admitirlo, estos le causaban temor. Zero noto la intranquilidad de su hermano, comprendiendo enseguida la razón de esta; su gemelo le temía a los truenos pero a este siempre le daba una inmensa vergüenza admitirlo, porque no querían que lo consideraran un bebé.



- No tienes por qué asustarte son solo truenos- dijo de manera tranquilizadora Zero, posando su mano delicadamente en la mejilla de su hermano.


- Y-yo no tengo miedo- el gemelo menor inflo sus mejillas en son de puchero.


- Sé que tienes miedo porque yo te conozco mejor que nadie, sin que me hables puedo saber lo que sientes- hablo de manera dulce el gemelo mayor, juntando su frente con la de su hermano, mirándolo de una manera tranquilizadora.



De repente un trueno aún más fuerte cayó, asustando mayormente a Ichiru, el cual se aferró fuertemente a su hermano con los ojos cerrados, su gemelo sonreía de manera dulce, acariciando suavemente las hebras plateadas de la cabellera de su gemelo; Zero tomo delicadamente el mentón de su gemelo, levantando el rostro de este para juntar sus labios con los de Ichiru en un beso inocente y delicado, un dulce roce que solo duro unos segundos.



-¿Nii-chan?...¿por qué hiciste eso?- pregunto de manera tímida el gemelo menor, sonrojado ligeramente por la acción de su hermano.


- Para que te tranquilizaras- respondió de manera calmada el gemelo mayor- cuando mamá está preocupada o intranquila, papá siempre le da un beso y entonces ella se siente mejor- aseguro de forma inocente.


- Entonces...¿es un beso tranquilizador?- susurro inocentemente Ichiru mirando fijamente a su hermano.

- Sí, y cada vez que te sientas mal o asustado yo te puedo dar uno y así te sentirás mejor- aseguro Zero con una sonrisa, juntando su frente con la de su hermano, transmitiéndole un inmenso amor y tranquilidad, hasta que ambos se quedaron profundamente dormidos en esa posición.




(Cinco años después)





Zero se encontraba en la puerta de la casa hablando con un hombre de piel nívea, cabellos de tono capuchino largo el cual llevaba amarrado en una cola, sus ojos eran de una tonalidad ambarina pero debido a que este usaba unos lentes finos su color casi no se podía notar.


El hombre usaba un abrigo de color negro y llevaba un paraguas en su mano, ya que se encontraba lloviendo; por su parte el gemelo mayor vestía un traje completamente negro, ambos poseían una expresión de melancolía y tristeza en sus rostros. Luego de unos minutos de conversación el hombre se marchó y Zero entro a la casa.



- ¿Ichi...estás bien?- pregunto de manera dulce el gemelo mayor adentrándose a la habitación de este. Su gemelo se encontraba vestido de la misma forma que él, estaba sentado en la cama observando por la ventana con una expresión de melancolía.



Durante estos años ambos gemelos crecieron físicamente iguales, solo que ahora los diferenciaba el hecho de que Ichiru usaba el cabello ligeramente más largo que su hermano, el cual llevaba recogido en la parte de atrás por una cinta con una campanilla.



- Nii-chan, ¿recuerdas que la noche que murieron papá y mamá era una noche de lluvia igual a esta?- el gemelo menor miraba melancólicamente la lluvia, la cual le recordaba la amarga noche de hace cinco años en la cual le dieron la amarga noticia  de que sus padres habían fallecido en un accidente.


- Sí, fue aquella noche en la cual tenías fiebre y yo me quede a dormir contigo en la misma cama- Zero se sentó al lado de su hermano- y después de eso ambos quedamos bajo el cuidado del tío Yagari.


- Pero ahora...el también murió- a Ichiru se le quebraba la voz. Luego de la muerte de sus padres su tío se había encargado de darle todo el amor y cuidado que habían necesitado.


- Pero estamos juntos y eso es lo que importa- Zero abrazo fuertemente a su hermano el cual comenzó a sollozar sobre su hombro. Al gemelo mayor le partía el corazón el ver a su hermano así, su gemelo era lo más preciado para él, lo que más deseaba en el mundo era verlo sonreír.



En un movimiento casi instintivo Zero junto sus labios con los de Ichiru en un dulce beso, con el cual deseaba demostrarle todo el cariño que sentía por él, que él siempre estaría a su lado.



- Nii-chan...-Ichiru balbuceo sorprendido y estremecido ante la acción de su hermano. Aquel suave beso le había transmitido una inmensa ternura, solo con su gemelo se sentía seguro y tranquilo.


- ¿Recuerdas que esa misma noche que había unos fuertes truenos y te di un beso tranquilizador?- pregunto de manera dulce Zero rozando suavemente con su dedo pulgar el labio inferior de su gemelo, el cual permanecía inmóvil- yo conozco algo mejor que solo un beso para que te sientas mejor- el gemelo mayor rodeo la cintura de su hermano con uno de sus brazos, atrayéndolo hacia si para luego unir nuevamente sus labios  en un tierno y dulce beso.


Todo el cuerpo de Ichiru se estremeció ante aquel reconfortante beso, solo su hermano era capaz de comprenderlo como nadie, solo él era capaz de aliviar sus penas. El gemelo menor rodeo con sus brazos el cuello de su hermano al sentir como la tibia y juguetona lengua de este se abría paso en su cavidad, subiendo de intensidad volviéndose más pasional, pero no por ello sin dejar de dejar de estar cargado de profundos sentimientos.


Zero no podía creer estar besando a su hermano de aquella manera tan apasionada, luego de aquel inocente beso de años atrás a medida que fue creciendo la sociedad le fue enseñando que supuestamente amar de la manera que él amaba a su hermano era algo prohibido y pecaminoso, pero sin embargo…


¿Por qué un sentimiento de amor tan puro podía ser pecado?...


¿Por qué el amar de una manera tan intensa a alguien con el cual compartes un estrecho vínculo sanguíneo está mal visto?...


¿Por qué las personas  juzgarían de mala manera y condenarían el gran amor que tenía hacia SU OTRA MITAD?...


Porque eso era Ichiru para él, más que su hermano, su gemelo, era la mitad de su existencia, la cual complementaba su vida, la mitad sin la cual se desvanecería.


Luego de unos segundos de aquel intenso beso ambos gemelos debieron separarse para recuperar el aliento, quedándose sin decir nada, solamente mirándose a los ojos.  No necesitaban decirse nada, siempre con solo verse a los ojos podían comprenderse sin la necesidad de las palabras; poseían ese vínculo único de saber lo que sentía el otro sin necesidad de que este le hablara.


Zero reanudo el intenso beso, introduciendo su lengua en la cavidad de su hermano, explorándola y saboreando su dulce sabor, enredando su lengua con la ajena en una perfecta danza. Con movimientos hábiles y pausados el gemelo mayor despojo a Ichiru de la ropa que cubría la parte superior de su cuerpo, acariciando con dulzura y dedicación la piel de su hermano, pellizcando de manera suave las tetillas del gemelo menor, logrando que este comenzara a suspirar placenteramente.


Zero tumbo de delicada manera sobre la cama a Ichiru, besando su cuello y hombro, mordisqueando suavemente aquellas zonas mientras su hermano gemía complacido, de manera lenta la boca de Zero comenzó a recorrer cada centímetro de la piel de su hermano desde su cuello, bajando hasta su vientre, besando con paciencia cada milímetro de piel, deleitando se con su suavidad. El gemelo mayor solo deseaba amar a su hermano y estar unido en un vínculo irrompible con él de por vida; el ver a su gemelo de esa manera gimiendo y estremeciéndose ante cada toque era algo que siempre había añorado.


Una de las manos de Zero se dirigió a la hombría de su hermano aprisionada por el pantalón, acariciándola sobre la tela, logrando que de la boca de su hermano brotaran melódicos gemidos que este intentaba contener.



- No tienes por qué contener tus hermosos gemidos- dijo seductoramente el gemelo mayor, despojando en un hábil movimiento de sus pantalones a Ichiru, dejando su hermoso miembro expuesto, el cual atrapo con una de sus manos, provocando un fuerte jadeo por parte de este- gime...gime solo para mí- ordeno de manera posesiva acariciando con sus dedos la punta de aquel perfecto miembro.


Con una mirada que llena de gula y lujuria Zero acerco su rostro a la hombría de su hermano, observando con gula aquel manjar semierguido, del cual empezaba a gotear un pequeño rastro de líquido preseminal, el cual el gemelo mayor limpio sensualmente con su lengua.



- Aahh...Nii-chan- Ichiru se estremeció de manera deliciosa al sentir aquel húmedo musculo lamer la punta de su hombría.



Zero sonrío de una manera lujuriosa al ver a su hermano estremecerse ante aquel sutil  contacto, anhelante por más. El gemelo mayor beso dulcemente la punta del pene de su hermano, para luego introducirse a la boca toda la hombría de este.


Ichiru se arqueo gimiendo sonoramente ante aquella intensa  y deliciosa sensación que le provocaba la tibia cavidad de su hermano devorando su hombría, subiendo y bajando con frenesí por toda su extensión, Un dedo de Zero se dirigió a la entrada de su gemelo introduciéndose delicadamente, acción ante la cual Ichiru dio un respingo de incomodidad, pero debido a las exquisitas sensaciones que le invadían pronto fue pasando.


Zero introdujo un segundo dedo al cual su hermano se acostumbró rápidamente moviendo sus dedos en forma de tijeras ensanchando aquella estrecha entrada y al ver que su hermano no tenía molestias introdujo un tercer dedo, el cual apenas fue notado por este, simulando pequeñas embestidas; el gemelo menor se sentía enloquecer de placer ante tan exquisita felación, ya no podía contener más contenerse y menos cuando aquellos dedos que se removían en su interior tocaron un punto que le hizo ver la gloria por escasos segundos.



- N-Nii-chan...yo...- Ichiru estallo en la boca de su hermano, aferrándose con fuerza a las sabanas ante tal descarga de placer.



Zero bebió hasta la última gota del dulce néctar que expulso su hermano.


Ichiru respiraba de manera agitada, sus mejillas ardían en un intenso carmesí y de sus labios resbalaba un fino hilillo de saliva; aquel cuadro representaba para el gemelo mayor la pintura más erótica y hermosa jamás plasmada.  Zero anhelaba sentir la piel de su hermano rozar contra la suya, así que en ágiles y gráciles movimientos se despojó de su ropa, quedando en la mismas condiciones que su hermano.


El gemelo mayor se posiciono sobre Ichiru, besando de manera dulce su frente.



- Ichi...quiero que te relajes por favor- pidió de dulce manera el gemelo mayor acomodándose entre las piernas de su hermano, introduciéndose de manera lenta en él, repartiendo consoladores y dulces besos por su rostro y tomando su miembro y comenzar a bombearlo para ayudarle a distraerlo del dolor, hasta entrar por completo en él



- Perdón...me quedare quieto hasta que te acostumbres- dijo de manera dulce luego de haber entrado en su hermano intentando mantenerse quieto con todas sus fuerzas para no causarle más dolor a su hermano, porque él solo deseaba darle placer.



Luego de unos segundos Ichiru empezó con un tímido movimiento de caderas, dando a entender a su hermano que podía empezar a moverse. Zero comenzó con embestidas lentas y pausada para luego ir aumentando de manera gradual el ritmo de las estocadas sin dejar de masturbar el miembro de su hermano.


Las embestidas se volvían cada vez más intensas, así como también los jadeos de aquellos dos cuerpos que parecían el reflejo de un espejo, danzando sincrónicamente, acoplados de manera perfecta; como si la única razón de la existencia de aquellos dos seres fuera estar eternamente unidos, vinculados de una manera profunda e irrompible. Las estocadas se hicieron cada vez más veloces, hasta que Ichiru sin poder contenerse más se vino en la mano de su hermano y Zero al sentir su miembro ser apretujado exquisitamente por las carnosas paredes anales de su gemelo derramo su esencia en el interior de este.


Ambos permanecieron quietos, totalmente exhaustos intentando normalizar sus respiraciones; hasta que Zero finalmente salió del interior de su gemelo, dejando escurrir de la entrada de este su semen y un pequeño rastro carmesí.


Ichiru comenzó a sentirse extremadamente cansado luego de tan profundo acto de amor, y busco el calor de los brazos de su hermano; en donde siempre se sentía seguro y protegido. Zero abrazo con suma dulzura a la otra mitad de su existencia, depositando un tierno beso en su frente; cayendo en los brazos de Morfeo, acompasado por los dulces latidos del corazón de su hermano y único amor.

Notas finales:

Espero les haya gustado, el exceso de empalagamiento de dulzura que sufrí, mi ahora tiene miedo de mi misma ¬¬

Sayonara


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