No sabía bien porqué, de repente, se sentía tan ansioso. Miro hacia Sehun, quien caminaba pocos pasos detrás de él buscando algo de seguridad en sus sentimientos. Pero el menor venía con la vista en el suelo; como si su mente estuviera en cualquier parte menos aquí. Probablemente era un poco de todo; el frío de aquel pasillo, el silencio incomodo de todos los que caminaban con él, el saber lo que implicaba estar ahí, el no haber podido olvidar ni por un segundo a Luhan en todo este tiempo. Probablemente era todo, pero tal vez era nada. La nada que habitaba en su alma cuando perdió de vista todo lo que era importante para él, cuando olvido cuál era su lugar en este mundo y se dejó arrastrar por una marea inhóspita.
Joong Myun se adelantó un paso delante de él para ingresar el código que abriría aquella enorme puerta frente a él, en el final de ese largo pasillo.
_ Esta es nuestra central de trabajo, Jong In- le dijo- tú ya la conoces, Sehun.
El menor levantó su mirada hacia la puerta y pareció recordar algo que nadie más podía saber.
Por dentro lucía como cualquier otra casa, dos salas de estar, una sala de reunión, cuartos individuales, una cocina y una biblioteca.
_ Aquí guardamos los archivos del caso- le dijo Kyung Soo.
_ ¿Por qué aquí y no en el archivo policial?- preguntó.
_ Ya sabrás porqué…
_ Nos quedaremos aquí mientras dure la investigación- agregó Baekhyun- no es seguro estar afuera.
_ Este lugar está en el subsuelo y está protegido de las ondas de radio que utiliza el hacker, además su conexión es segura- continúo Chanyeol.
Él asintió, luego fue llevado a lo que se convertiría en su habitación de ahora en más, lo que durase aquella cruzada.
Cuando estuvo solo en su habitación la ansiedad volvió a él. Un cuarto sin ventanas, solamente iluminado por la luz artificial de los focos de bajo consumo. De repente le tocaba vivir lo que Luhan había vivido, pero no era comparable al suplicio que él tuvo que soportar.
Sehun se había sumido en el silencio desde la última vez que vio a Luhan. Ni siquiera hablaba con Jong In, cuando este se le acercaba se limitaba a apoyar su cabeza en él sin decir una palabra. Nadie creía que Sehun fuera apropiado para este trabajo, pero a este punto eso poco importaba.
¿Algo importaba realmente para lo que estaban ahí? Se comenzó a preguntar Jong In. Pronto encontraría su respuesta, cuando fue llamado a la sala de reunión.
A la cabeza de la mesa estaba Joong Myun, todos lucían muy serios, la atmosfera era tensa.
_ El Estado lo es todo- comenzó a decir- eso lo sabes, eres detective.
_ ¿Qué quieres decir con eso?
_ Con fin de mantener la integridad y el buen funcionamiento del Estado debemos acabar con la resistencia de los insurrectos.
Le miro atento.
_ No habrá segundas oportunidades para nadie, la orden absoluta. Apresar a los insurrectos y llevarlos a tribunales para ser castigado con la pena más alta… pena capital.
Su expresión se desdibujo al oír aquello, torció bruscamente a mirar a Sehun pero este continuaba sumido en sus cavilaciones. Probablemente sabía lo que pasaría desde un comienzo.
_ Por alta traición al Estado recibirán la pena de muerte.
Él no tenía nada para objetar, conocía la gravedad del asunto. Solo bajo la mirada mientras Joong Myun continuó explicando cómo se llevaría acabado la investigación.
La vida los había puesto en lugares contrarios, imposible de conciliarse. Desde el principio estuvieron en situaciones opuestas. Era un tonto por pensar que algún día esa distancia podría acotarse. En lugar de eso se había hecho más grande. No tenía a donde ir para escapar de aquel destino. Él, como un fiel agente del estado debía cumplir con su deber. El deber… siempre el deber repetía en silencio ¿pero qué era su vida sin el deber? Hay cosas que simplemente no podían suceder, cosas que las pasiones no podían superar. Él sobre todo no podía vender su país por un amor. Luhan estaba loco, él estaba convencido de aquello. El rompimiento con Sehun lo dejó mal, todo ese tiempo encerrado no lo ayudo. Quería destruir la sociedad en la que vivía y él no lo podía permitirlo, incluso si lo amaba, él era un ser humano, no podía ser cómplice de semejante locura, de tan terrible atrocidad.
¿Acabaría con la vida de la persona que amaba por un bien mayor? Esa era la pregunta que desde ese día comenzó a rondar en su cabeza ¿Qué haría cuando finalmente estuvieran cara a cara de nuevo? No estaba seguro…
Sehun, quien estaba en esto desde antes, probablemente ya se lo había pregunto. Probablemente ya había tomado una decisión, solo era cuestión de tiempo. Ya había fallado muchas veces, a todos, incluso así mismo. No fallaría de nuevo.
Corrió el vaso de agua hacia un costado y los miro detenidamente a cada uno. Finalmente se echó hacia atrás en la silla y torció una sonrisa.
_ Vamos por el acto final…- murmuro con su aterciopelada voz- imagino que no han estado perdiendo el tiempo.
_ Solo a ti, Luhan, te gusta perder el tiempo- dijo Chen.
_ ¿Y bien?- miro a Kris.
_ Supongo que te pusiste al día con los papeles que te di.
_ Claro…
_ ¿Qué has planeado?
_ Es el acto final, he dicho. Solo quiero saber si tienen lo que necesitamos.
_ Lo que no, lo conseguiremos rápidamente.
_ Entonces llegó el momento de acabar con esta burda obra de teatro que nos montamos, me temo que el final es una tragedia. Espero que todos estén dispuestos. Cerraremos la obra incendiando los campos de cultivo. Como buen fina debe ser aparatoso y todos deben verlo. Cuando esto acabe no quedara ni un alfiler sumido en la oscuridad.
_ Algo me decía que harías algo así… No esperaba menos.
_ Te encargas de los detalles ¿verdad Duizhang?
_ Claro.
_ ¿Qué pasará con…?
_ Lo que tenga que pasar, Tao- clavó su mirada sobre el menor- sobre la recta final no hay lugar para las dudas y los arrepentimientos. Hemos llegado demasiado lejos como para volver atrás.
Dio un paso hacia delante de él y la puerta de vidrió automática se cerró detrás de él. Él poso sus manos sobre el vidrió mientras Luhan torcía verle con media sonrisa. La expresión se Sehun pasó del pánico a la desesperación.
_ ¿Realmente pensabas que todo iba a volver a ser como antes? Nada queda de ese pasado fraudulento al que me sumiste. Nuestro paseo acaba aquí. Finalmente llego mi hora para decirte adiós para siempre- comenzó a alejarse.
_ ¡Luhan!- gritó el menor mientras le veía abandonar el aeropuerto y golpeaba aquella puerta. Pero sus intento era inútiles el lugar se había quedado sin energía y ellos estaban atrapados.
Detrás de él escuchaba a sus compañeros moverse histéricamente de un lado a otro. Él continuaba golpeando la puerta mientras gritaba su nombre cubierto en lágrimas. La desesperación, el sentimiento de urgencia, la decepción y sobre todo el dolor. Él supo por primera vez que volver hacia atrás no era una opción y que delante no había nada. Se veía así mismo al borde del precipicio gritando el nombre de la persona que amaba y que le había roto el corazón.
Se acabó… se acabó…- se repetía así mismo mientras viajaba en ese auto a máxima velocidad. No importaba nada, todo se había desvanecido frente a sus ojos en el segundo que esa puerta se cerró. Un atisbo de su alma aún lo perseguía.
Fue la primera vez que considero que su amado era malvado, un criminal. Entonces pensó como lo que era, un hombre de justicia.
Solo él lo conocía como nadie, solo él podía saber que haría y donde iría. Solo él estuvo lo suficientemente cerca para saberlo todo, solo que lo había negado una y otra vez.
Luhan lo sabía, y pensó en eso cuando el interruptor en su mano no funcionó y la voz de Sehun se oyó llegar.
_ Se acabó Luhan… - le dijo.
Lo había traicionado, al menos así él lo veía. Para Sehun él era el traidor, había traicionado al país y debía ser detenido. Era su deber hacerlo, aunque no le quisiera causar ningún mal.
_ ¡Tú!- exclamó exaltado- ¡Maldito! ¡Siempre tú!
_ ¿Por qué me dejaste en el aeropuerto? Era nuestra oportunidad de volver a empezar…
_ ¿Volver a empezar?- rio histéricamente- ¿Qué quieres volver a empezar? ¿Quiere vivir todo eso de nuevo? ¿Quiere hacerme pasar por todo eso de nuevo? ¡No me interesa volver a empezar! Yo busco acabar.
_ Tienes razón, ya todo acabó.
_ Yo voy a acabar con esto…- metió su mano al bolsillo, entonces Joong Myun disparó.
_ ¡No!- exclamó y quiso ir a su lado pero Kyung Soo le detuvo sosteniéndole de los brazos.
Chanyeol fue hasta Luhan y lo esposo, incluso herido en un brazo se resistía entre lágrimas.
_ ¡Te odio! ¡Te odio!- le gritaba.
Sehun despertó en su cuarto, estaba llorando.
No entendía porque había tan ajetreo por la mañana, había dormido mal y no tenía ganas de hacer nada. Pero pronto la noticia que recibió le quito el sueño.
_ Habrá una conferencia de prensa del ministro de salud para inaugurar el nuevo centro de salud- dijo Baekhyun.
Él sabía lo que eso significaba, la realidad parecía nunca querer dejarle.
_ ¿Creen que darán un golpe?- preguntaba Jong In mientras iban en la camioneta.
_ No hay duda, es una gran oportunidad para cargarse al ministro- respondió Joong Myun.
_ ¿Por qué han hecho esta conferencia sin preparar mejor la seguridad?
_ No todos piensan que el que Luhan haya escapado signifique el resurgir de la insurrección. Varios opinan que en este tiempo se han debilitado lo suficiente como para verse imposibilitados de hacer algo en el corto plazo. No obstante, yo creo que en este tiempo lo han preparado todo. Luhan fue muy prudente al esperar en encerrado y así no levantar sospechas. Es más inteligente y peligroso de lo que parece.
_ ¿Lo lograremos?
_ No te preocupes, nosotros también tenemos nuestros recursos. Aunque esto nos ha tomado por sorpresa.
La inauguración era en el hall del centro de medicina. Había mucha gente ahí, entre médicos, enfermeros, periodistas y políticos, y la seguridad era regular.
_ Iremos a la sala de cómputos y ahí intervendremos la conexión- dijo Joong Myun tan pronto entraron- Todavía tenemos unos minutos antes que el evento comience, los refuerzos están en camino. Jong In, tú quédate e infórmanos cualquier movimiento extraño que veas. Sehun irá a la parte de atrás.
No hacía mucho que lo habían dejado solo y que él comenzaba a estudiar todos los movimientos en el hall cuando la explosión ocurrió. Era algo que nadie esperaba, nunca habían actuado así.
La entrada se derrumbó dejándolos encerrados, la polvareda y las luces que tiritaban no le dejaban ver bien.
Tan pronto la cortina de polvo se disipó un poco vio a unos metros de él, sentado sobre los escombro a Luhan. Su corazón pareció detenerse un segundo en ese instante.