Estaba apoyando en la mesa justo frente a él, Luhan estaba esposado a la silla a unos centímetros de Sehun que le miraba en silencio.
_ ¿Estas ensayando una disculpa en tu mente?- le pregunto en tono relajado.
_ No.
_ No podría ser de otra manera… finalmente te has vuelto el hijo que tu padre esperaba.
_ Todo tiene límites, incluso tú Luhan. No creas que puedas hacer lo que quieras y usar como excusa que yo te abandone.
_ Yo nunca puse excusas. Eres tú el que necesita esa excusa para justificar que no hayas sido capaz de detenerme cuando debías.
_ Eso ya no sucederá más. No vas a salir vivo de aquí.
_ ¿Cuánto tiempo me queda?
_ Tres horas, hasta que lleguen los de la central y te trasladen a una cárcel de alta seguridad.
_ Será nuestro adiós.
_ Debimos despedirnos hace mucho tiempo.
_ Vivir atado al pasado es algo que no ayuda a nadie. Pero escapar del pasado es algo que nadie logró hasta ahora.
_ ¿Puedo preguntar por qué?
_ ¿Por qué?- replicó- esa pregunta te supera Sehun.
_ ¿Qué más da ahora?
_ No es tiempo para hablar de eso.
_ El tiempo se te acaba Luhan.
_ El tiempo corre para todos Sehun, incluso para ti. Todos eventualmente moriremos.
_ Pero no sabemos cuándo sucederá. Tú si sabes.
_ ¿La ignorancia nos protege?
_ La inocencia de creer que existe un mañana.
_ Cuando dejas de creer en el mañana es cuando la muerta nos deja de asustar.
_ Tuviste muchas oportunidades Luhan. Nunca las quisiste.
_ Cada uno toma sus decisiones en función de sus posibilidades y necesidades, pero siempre hay un rango de arbitrariedad. Uno toma las decisiones al fin y al cabo, y debe tomar la responsabilidad por ellas.
_ ¿Tomas la responsabilidad por la vida que estás perdiendo?
_ Sí.
_ ¿Por qué?
_ Ya te lo dije, la pregunta te supera.
_ Entonces no hay nada más de que hablar.
Dio la vuelta y caminó hasta la salida, entonces se detuvo.
_ Es desafortunado saber al final que tampoco significaba para ti…- murmuró sin voltear a verle.
_ Proteger tu vida siempre fue el deber que entorpeció mis planes.
_ ¿Cuándo deje de ser un estorbo?- torció a mirarle.
_ Siempre has sido un estorbo.
Agacho la mirada y se fue sin decir más.
Mientras avanzaba por el pasillo, Jongin le abordó.
_ Sehun ¿estás seguro de lo que haces?
_ ¿Qué quieres que haga?- ese Sehun era muy distinto al que había conocido. Este parecías más seguro, más decidido.
_ Lo van a matar. Le darán la pena de muerte. Quizás lo torturen para sacarle información ¿permitirás que eso suceda?
_ No puedo ayudar a alguien que no quiere ser ayudado. Salvar a Luhan siempre fue algo que estuvo fuera de mi alcance, solo que ahora me doy cuenta.
_ No puedes decir eso- insistía lleno de preocupación- ¿acaso no le amas?
Le clavo una mirada.
_ Basta, Jongin. Deja las cosas como están- le apartó de su camino con la mano y siguió su camino.
Jongin se tomó la cabeza sin saber qué hacer. En ese instante se veía en la dura tarea de admitir que como detective deseaba nunca atrapar a Luhan. No a él, todo menos él. La situación le obligaba a hacer cosas que no quería hacer con la única persona que podría poder por encima de la ley.
Sin saber que hacer sólo pudo pensar en ir y hablar con él. Sin disimular su trastorno en su expresión entró a la sala donde Luhan permanecía recluido bajo una lámpara de luz incandescente.
_ Sí confiesas tal vez pueda negociar la cárcel para ti.
_ ¿Qué diferencia hay entre la muerte y la cárcel? Tú me conociste en mis tiempos de prisionero ¿te parece que eso era vida?
_ Es mejor que estar muerto.
_ ¿Para quién? ¿Para ti? ¿Prefieres tenerme prisionero en la oscuridad que verme muerto? Como yo pueda sentirme no importa mucho porque basta con que puedas verme, hablarme, quizás… tocarme... Y eso solo lo conseguirás si elijo la cárcel. Lamentablemente, eso no suena tentador para mí. La muerte parece más prometedora que esa vida de reo en la que Sehun me tuvo dos años. Me temo decirle detective Kim Jongin que no conseguirá de mí una confesión como no la consiguió antes.
_ No me importa si no te vuelvo a ver, no quiero que mueras así. Sabes que podrían torturarte antes de ejecutarte ¿no te da miedo?
_ La muerte tiene que doler para poder apreciar el momento en que estuvimos vivos y esa vida se nos fue.
_ ¡Basta de decir esas cosas! Prometo que lograre que te pongan en una cárcel común.
_ ¿y cómo lograrías eso? Llegaría a creer que Sehun, si quiera hacerlo, podría hacerlo por ser hijo de un juez de la suprema corte. Pero tú… no es que no crea en ti, pero no tienes peso suficiente, ni influencias que te permitan conseguirlo.
Jongin agachó la mirada.
_ No te sientas mal…- dijo en un tono más serio- sé que sí pudieras hacer algo lo harías…
_ Perdón…- su mirada seguía clavada en el suelo.
_ No te disculpes. Tu buenas intenciones son un rayo de sol cálido en una fría mañana de invierno- sonrió.
Suspiró y salió sin decir nada más. Fue hasta su habitación como un alma en pena. Allí le espera Kyung Soo sentado en su cama.
_ ¿Qué haces aquí?- pregunto extrañado.
_ Quería hablar contigo… te estaba esperando.
_ No tengo ganas de hablar ahora.
_ Por favor, es importante.
_ Está bien. Habla.
_ Ahora que encontramos a Luhan… creo que es tiempo para dejar este caso…
Jongin le miro con más atención.
_ Quiero retirarme del caso y quiero que te vayas conmigo… Te involucraste demasiado en esto, ahora que Luhan fue atrapado tu participación en esto acabó.
_ Yo…- empezó a decir buscando las palabras.
_ Esto no es bueno para ti, te ves cansado y desanimado. Yo también estoy cansado de esto. Vayámonos juntos, Jongin.
_ Kyung Soo…
_ Volvamos a ser como antes, yo te sigo amando. Nunca te deje amar. Vuelve conmigo.
_ Kyung Soo yo…
_ ¿Es por Sehun? Él no te ama, solo ama a Luhan y él está acabado. No pierdas tu tiempo con ellos, solo te harán infeliz. En cambio yo te puedo hacer muy feliz.
_ Yo te quiero pero- el mayor se le abalanzó empujándole contra la puerta y le beso apasionadamente sosteniéndole del rostro.
Jongin le dejo que le besara, pero no le devolvió el beso. Kyung Soo finalmente se apartó.
_ Ellos jamás podrán hacerte feliz como yo- le dijo casi llorando.
Jongin le abrazó.
_ Lo sé, no creo que pueda ser más feliz de lo que fui contigo… pero lamentable no puedo volver a sentir lo que sentía antes. De ellos no espero nada, sería un tonto si lo hiciera. Pero tristemente uno no decide a quien amar. Si pudiera hacerlo te elegiría a ti.
_ Podrías intentarlo.
_ No puedo, solo te lastimaría y no quiero hacer eso. Sé que ahora te estoy hiriendo pero te doy la oportunidad de ser feliz con alguien más. Tu mereces ser muy feliz. Mi querido Kyung Soo.
_ Dejaré este caso incluso si no vienes conmigo.
_ Hazlo. Quiero que lo hagas. Ve a otra parte y trata de ser feliz. Yo nunca te olvidaré, ni a ti ni a los días más felices de mi vida.
_ El día que te arrepientas, búscame.
Le beso la frente.
_ Adiós, cuídate mucho.
_ Tú también- salió de la habitación.
Jongin se tiró sobre la cama y hundió su rostro en la almohada. Súbitamente los recuerdos comenzaron a fluir en su mente. Aquel día en que viajo hacia Hilin, él día en que todo comenzó. Caían mariposas muertas del cielo murmuró debí saber que era una mala señal… Pensó en Luhan, en la primera vez que lo vio, el primer beso, pensó en todo. Hasta que finalmente la claridad llegó a él. La verdadera razón de que se hubiera involucrado en este difícil caso cuando no le correspondía; era, que simplemente quería proteger a Luhan.
Nunca estuvo en sus planes atrapar a Luhan, solo quería evitar que le hicieran daño. Esa era la razón por la que había sido tan inoperante todo ese tiempo.
Antes esa repentina claridad solo le quedaba una cosa que hacer. Se lamentó por Kyung Soo y Sehun, pero sintió cierto alivio de que el primero abandonara el caso. Aunque sabía que cuando este lo supiera se le iba a romper el corazón, aún más.
Se cambió de ropa rápidamente y puso en su mochila las cosas que necesitaría. Escribió una nota y la dejó sobre la cama. Entonces salió de la habitación.
No había preocupación o miedo en su rostro. Solo una seguridad mezclada con tristeza que le daba aspecto solitario. Fue hasta la sala de control y abordó al guardia de seguridad que ahí estaba dándole un culatazo en la nuca con el arma que el portaba por ser detective.
Fue hasta los mandos de control y activo el sistema de incendió que abre las todas las puertas y abre los aspersores que liberan el agua. Luego le disparó a la central del sistema para inhabilitar las cámaras de seguridad y salió corriendo en dirección a la sala de Luhan.
Por las distancia, sería el primero en llegar, tenía calculados los movimientos que haría. Abrió la puerta y entro, fue directo hacia Luhan que le miraba con una sonrisa y le beso con tanta pasión que casi le roba el aliento.
_ Nos vamos- le dijo mirándole a los ojos.