The resistence
Capítulo I:
El sonido de las cadenas al moverse le daba escalofríos. El solo verle encadenado a esos gruesos grilletes moviéndose débilmente le conmovía profundamente. Su débil figura se hundía en el sofá bajo el peso del hierro. Tenía los ojos cubiertos por el antifaz, por lo que sus pasos eran algo errantes por la habitación. En pasos cortos se había movido de la cama al sofá y ahí se quedó inmóvil sin pronunciar una palabra.
_ ¿Preferirías que te quitara el antifaz?- le pregunto Jong In, pero no recibió ninguna respuesta. Habían pasado varios días desde su llegada y su trabajo no progresaría si Luhan no hablaba. No le permitían hacerle concesiones por lo que no tenían nada para negociar con él. De esa manera estaba en un callejón sin salida.
_ ¿Qué pretendes estando ahí parado todos los días? Este no es precisamente un lugar agradable- la melodiosa voz de Luhan resonó en el silencio.
Jong In permaneció en silencio por lo insólito de la situación, hasta que reaccionó y se apresuró a hablar.
_ Ya me he presentado antes, soy un detective.
_ No necesitas una confesión ya he sido condenado por siempre a este lugar.
_ No ha sido por siempre, son cien años.
_ Lástima que no viviré tanto para salir libre algún día- el tono irónico de Luhan lo hizo reaccionar y avergonzarse por su desatinado comentario.
_ Lo siento.
Luhan giró su rostro hacia él respondiendo a la dirección de su voz. Se quedó un instante así y luego se retiró el antifaz.
Jong In se le quedo mirando lleno de sorpresa pero también de admiración. Era la primera vez que veía su rostro por completo y era sencillamente hermoso.
_ ¿Estas mejor así? Sin el antifaz- pregunto con nerviosismo.
Dirigió su mirada hacia un rincón y se quedó unos instantes así; como si estuviera mirando algo.
_ ¿Qué miras?- le preguntó.
_ ¿Por qué sigues aquí?- dijo ignorando su pregunta.
_ ¿Te molesta mi presencia?
_ No vas a obtener nada de mí… pierdes tu tiempo.
_ Veo a que se referían con que no habían obtenido nada en dos años.
_ ¿Crees ser la excepción?
_ No pierdes ni ganas nada. La verdad que puesto de esa forma es perder el tiempo. Me he dado cuenta.
_ Entonces ¿Por qué sigues aquí?
_ Me gustaría saber de ti.
_ ¿Qué quieres saber?
_ ¿Por qué estás tan tranquilo? ¿Por qué parece que no te importa? ¿Por qué no has intentado negociar conmigo?
_ Afuera es lo mismo que adentro para mí.
_ ¿Por qué dices eso?
_ Porque es la verdad. Estas aquí por una confesión, eso es real, tómalo y vete.
Luhan parecía algo irritado por lo que Jong In decidió dejarle por ese día.
Detrás de la casona había un lago, fue al patio trasero y se sentó a tomar un poco de aire. Después de un rato en esa habitación tenía la urgencia de respirar aire fresco. El viento que agitaba los pinos y transportaba su aroma hasta él le daba una sensación de alivio. Estar aunque solo unos minutos en ese hacinamiento era insoportable. Lo que le hacía pensar en cómo Luhan se sentía estando ahí todo el tiempo. Se preguntaba cómo alguien podía soportar eso. Ni siquiera los presos en las cárceles están así. Eso no era vida para nadie.
Sintió una mirada sobre él, miró hacia atrás y vio a Sehun detrás de las cortinas. Cuando se percató, este procuro retirarse. No había tenido oportunidad de hablar con él en el tiempo que llevaba ahí, así que consideró oportuna la ocasión ya que Luhan no hablaría más de lo que había hablado ese día.
_ ¿Cómo le fue con Luhan?- preguntó al verle llegar por la sala hacia el despacho que tenía la puerta abierta.
_ Un pequeño progreso pero importante, habló- dijo entrando.
Sehun le hizo un ademán para que se sentara y él lo hizo.
_ Él- continuó Jong In- ¿habla con alguno de ustedes?
_ Conmigo, de vez en cuando. Depende del humor que tenga.
_ ¿Había hablado con lo anteriores detectives?
_ Nunca, ni una sola palabra. Tiene una gran habilidad para ignorar a las personas que no le interesan.
Por su trabajo Jong In había aprendido a ser muy perceptivo, por lo que no tardó en notar el atisbó de preocupación en el rostro de Sehun.
_ Así que en dos años sólo ha hablado con usted ¿Por qué?
_ Nos conocíamos de antes.
_ ¿De antes de que cayera preso?
_ Sí, de antes que se volviera subversivo.
_ Ya veo…
_ ¿Sabe?- apoyó sus manos sobre el escritorio- es muy curioso el hecho que él este encerrado en estas condiciones ¿Cómo se llegó a esto?
_ No es una pregunta que pueda responder en una oración. El hecho es que goza de algunos privilegios que le han permitido acceder a prisión domiciliaria.
_ ¿Domiciliaria? ¿Esta es su casa?
_ La casa de su padre. Él murió hace unos años y como no tiene otro familiar todo está en manos del fisco.
_ Es un raro caso donde los privilegios se cruzan con castigos severos. Me temo que estas condiciones vulneran los derechos humanos del reo y deberé informar para que la justicia actué- su tono era muy seguro.
Sehun torció una sonrisa.
_ Conoce poco a Luhan por eso no entiende de esto.
Le miró.
_ Yo sería la última persona en querer vulnerar los derechos humanos de Luhan- su expresión cambio volviéndose severa.
_ No parece importarle- sin notarlo Jong In estaba enfrentando a Sehun.
_ Me imagino lo que piensa, pero se equivoca. No crea que disfruto verle así, si hubiera algo que pudiera hacer lo haría- su expresión se cubrió de la más profunda tristeza.
Entonces Jong In reaccionó.
_ ¿Qué relación tenías con él en el pasado?- su pregunta era directa y había abandonado la formalidad.
Sehun se levantó de la mesa y fue hacia la puerta.
_ Te aconsejo que dejes este trabajo, no te llevara a ningún lado- respondió de manera informal.
_ ¿Por qué tú no lo has hecho?
_ Eres hijo de un juez, podrías hacer una gran carrera en lugar de estar estancado aquí.
_ No lo voy a abandonar.
Jong In le miró consternado.
_ Hubo algo entre ustedes en el pasado ¿verdad?
_ Por favor, retírate.
Al ver la expresión de lamento de Sehun, Jong In accedió a irse en silencio.
Sehun se quedó unos minutos inmóvil junto a la puerta y luego partió hacia el tercer piso.
Se quedó junto a la puerta mirándole mientras él reposaba sobre el sillón. No llevaba el antifaz puesto, sus ojos miraban en la misma dirección de antes. Envuelto en una profunda abstracción que parecía desconectarlo de esta realidad.
_ Luhan…
_ ¿Viniste a pedir que colabore?- contestó de inmediato con ese tono poco amable que acostumbraba.
_ ¿Cuándo lo he hecho?- le reprocho. Sehun era fácilmente herido por las palabras y, en especial, el tono que siempre que de un tiempo ahora acostumbraba usar.
_ Nunca… pero como el detective es diferente pensé que todo sería diferente.
_ Tú actuaste de manera diferente. Le hablaste. Además… te has quitado el antifaz.
_ No lo necesito.
_ Abriré las ventanas para ti. Te sentirás mejor después de ver la luz del sol- se acercó y se arrodillo junto a él.
_ ¿Por qué no te vas? Deseo que lo hagas…
_ ¿Te molesto?
_ A veces…
_ ¿Nunca me lo perdonarás, verdad?
_ ¿El perdón sirve de algo ahora?- le miró- ¿Te sirve?
_ No lo sé…
_ Te perdono…- su tono era calmo.
_ No me perdonas, solo no te importa- se levantó y se fue.
En la habitación oscura la luz de la notebook iluminaba el rostro de Jong In, mientras pasaba de archivo en archivo. Intentaba averiguar más del juicio pero toda la información había sido borrada. Sólo quedaba la sentencia.
Por los crímenes de subversión, terrorismo, incitación a la violencia y conspiración se le condena a cien años de prisión restrictiva con aislamiento.
Jong In necesitaba saber que había sucedido, cómo se había llegado a esos términos. Sabía que Sehun no estaría muy dispuesto a brindarle los detalles. Decidió aventurarse y buscar información en el despacho de él.
Había varios cajones con llave lo que dificulto su investigación a esas altas horas de la noche. Sólo tuvo acceso a unos cuadernos de contabilidad que parecían llevar las finanzas del lugar. Eran veinticuatro en total; una correspondiente a cada mes de los dos últimos años. Busco en las más antiguas y vio que habían varias entradas que señalaban servicios de médicos todos provenientes de la misma clínica.
Busco el número de la clínica y llamó para solicitar información del historial médico de Luhan. Como detective estaba en condiciones de hacerlo. De la clínica le enviaron por fax una copia de la historia clínica.
Jong In quedó muy sorprendido al leerlo, no era algo que esperase. El historial marcaba varias internaciones por problemas neurológicos. Señalaban que estaba bajo tratamiento y además que era medicado.
Antes de que los primeros rayos del alba aparecieran por el oriente. Sehun fue el mismo a abrir las persianas de madera de la habitación de Luhan.
Él aún dormía cuando entro a la habitación; recostado sobre la cama con la ropa puesta y los grilletes. Dormía profundamente como si no hubiese dormido en mucho tiempo, como si estuviese muy cansado.
Sehun le miro y trato de imaginarlo como era antes, antes de que todo sucediera. Trato de imaginar esa vida que tendrían si las cosas hubiesen ocurrido como ambos deseaban.
_ ¿Imaginabas esto?- le pregunto mientras él abría las ventanas- ¿te imaginabas a este punto de tu vida conmigo?
_ Si, imaginaba mi vida contigo- respondió de manera casual mientras continuaba con lo suyo. Luhan solía sorprenderlo con inesperadas conversaciones.
Luhan se refregó los ojos con las manos para despertarse. El ruido de las cadenas siempre le causaba malestar a Sehun, incluso si pasaba el tiempo, él simplemente no podía acostumbrarse.
_ Pero no lo imaginabas de esta manera.
_ ¿Tú te imaginabas así?- preguntó Sehun.
_ Cuando te fuiste dejé de imaginar cómo sería el futuro.
La expresión de Sehun se conmovió y se quedó inmóvil unos segundos dándole la espalda.
_ ¿Qué pensaste cuando supiste que era yo él que estaba detrás de todo eso?
_ Estaba en shock- se dio vuelta a verle.
_ No pregunte como reaccionaste, sino que pensaste.
_ Quería protegerte.
_ Entonces… ¿Por qué no lo hiciste?
_ Casi me voy al infierno por ti…- su mirada se entristeció.
Luhan rehuyó su mirada a un costado.
_ ¿Me odias?- le pregunto.
Le miro.
Fue hasta su lado y le quitó los grilletes. Luhan lo miró sorprendido.
_ Vete… yo te cubriré.
Le miro extrañado.
_ Vete ahora- insistió.
_ ¿A dónde? No queda lugar en el mundo para mí, solo tengo este miserable lugar que preparaste para mí. A estas alturas dejarme ir no cambiara nada. Debiste hacerlo cuando te lo pedí, ahora no me sirve- dijo con tono severo.
_ ¿Qué quieres de mí?
_ No quiero verte más.
_ ¿Eso está bien para ti? ¿Eso es lo que realmente quieres?- su voz estaba a punto de quebrarse.
_ Sí- el rencor se dibujaba en su mirada.
_ ¿Quieres que muera? Para no verme más.
_ Sí ¡Quiero que te mueras!
Sehun se levantó estrepitosamente de su lado y saco el arma que llevaba por protocolo. La punto sobre su corazón y disparó.
Luhan exclamó un no mientras se abalanzaba hacia él para detenerle, pero no alcanzó a hacerlo. Sehun cayó sobre sus brazos aún consiente.
_ ¡Lo siento! ¡Lo siento!- repetía en lágrimas- ¡no quise decir eso! ¡Sehun, por favor, no te vayas!
Él le miraba manteniendo la conciencia apenas, su corazón alcanzó un poco de sosegó al verle de esa manera. Levantó débilmente su mano y le acarició el rostro.
Luhan sostuvo su mano y le beso mientras lo estrechaba contra su cuerpo. En ese instante Sehun perdió la conciencia y cerró sus ojos.
Jong In y los guardias entraron a la habitación para ver la lamentable escena.
_ ¿Qué sucedió aquí?- exigió saber Jong In.
Los guardias tomaron a Luhan quien no paraba de llorar cubierto en sangre y se lo llevaron.
_ ¿A dónde lo llevan?- preguntó mientras presionaba con un pañuelo sobre la herida de Sehun.
_ Al sótano hasta que recibamos órdenes.
Pero Luhan estaba fuera de sí y dos hombres no eran suficientes para controlarlo.
_ ¡Luhan, por favor, cálmate!- volvió su vista a Sehun cuya cabeza apoyaba sobre su pecho mientras intentaba parar la hemorragia- ¡Llamen a un médico!
No alcanzaron a llegar los otros guardias cuando Luhan comenzó a sentirse débil. De repente se tomó la cabeza como si tuviera una fuerte jaqueca y cayó al suelo de rodillas.
Joong, el anciano, llegó en ese momento. Fue hasta él y le inyecto algo que lo dejo dormido. Los otros guardias lo llevaron al sótano.
_ Sehun se disparó a sí mismo- le dijo Jong In a Joong al verle que era Sehun quien sostenía el arma- ¿Por qué?
_ La ambulancia viene en camino- respondió este ignorando la pregunta.
Jong In miro el rostro hermoso de Sehun que empalidecía poco a poco, mientras sostenía su herida rezando por su vida. En ese instante algo le decía que ya no sería posible abandonar ese lugar. No le sería posible abandonar a aquellas dos almas que de repente se volvían tan importantes para él.