Esa noche Tom se preparaba para la fiesta de Año Nuevo en la discoteca más grande de la ciudad. Camisa a cuadros, jean negro, zapatillas cómodas y dos condones.
Se miró en el espejo una vez más, arregló sus bien cuidadas rastas negras y salió con las llaves del auto.
Dejó su preciado Audi en el Valet Parking y llamó a Georg para avisarle que había llegado. Saludó a sus amigos y comenzó a tomar para entrar en ambiente.
11:50 p.m.
Empezó la llamada “Hora Loca” y los organizadores entregaban cotillón entre los presentes. Hacía rato que había perdido a sus amigos y estaba en otro grupo de personas, todos estaban ahí para festejar.
11:55 p.m.
Divisó a un chico rubio en medio de la pista, algunos le seguían el paso, otros lo animaban. El chico llamaba la atención con su ropa colorida, de alguna forma rockera, y esos lentes enormes de “2013” que llevaba en la cara. Se aventuró a acercarse a él por la espalda y bailó sintiendo un subidón de adrenalina por toda la gente que festejaba alrededor.
11:59 p.m.
La música bajó un poco el volumen para dar paso a la cuenta regresiva. El presentador dijo algunos chistes sobre el 2012 y entregó palabras de expectación para el año entrante.
¡5! ¡4! ¡3! ¡2! ¡1!… ¡¡Feliz Año Nuevo!!
Felicitó a muchas personas que no conocía, al voltear vio al chico rubio. Le sonrió y le entregó un fuerte abrazo. Observaron los fuegos artificiales hasta que la música volvió a sonar con fuerza y retomaron el baile.
1:30 a.m.
Cansados, se alejaron de la pista de baile para tomar algo.
─Bailas bien ─. Dijo, golpeándose mentalmente por decir algo obvio.
─Gracias ─respondió el rubio con una sonrisa, de las más hermosas que había visto Tom.
Recostó sus codos en la barra suspirando y mirándolo de arriba a bajo, lucía muy bien. No tenía problemas con que su acompañante sea hombre, al contrario, eso lo hacía especial.
─Y… ¿Cómo te llamas? ─preguntó dándose cuenta de que llevaba tiempo bailando con un desconocido.
─Bill, ¿y tú?
─Tom, mucho gusto ─. Le tendió la mano, Bill se lo pensó un momento y jaló de ella de nuevo a la pista.
3:25 a.m.
Bailaban muy juntos, Tom estaba muy cerca del cuello de Bill. Dejó un pequeño beso en él haciéndole estremecer por el contacto.
Siguió besando hasta llegar al lóbulo de la oreja, pasó por su mejilla y se encontró con sus labios, los rozó con los suyos.
Podían sentir la respiración del otro, tan cerca. Bill se aventuró a besarlo con más profundidad y Tom lo recibió gustoso.
3:45 a.m.
Un círculo de personas muy ebrias que iban saltando de un lado a otro chocaron con los recién conocidos. Bill se separó de Tom entre la confusión de luces y personas.
El de rastas siguió bailando despreocupado pero un momento después se encontraba sólo, sin el grupo de personas y sin el rubio. Miró a su alrededor un poco desorientado. No tenía sentido gritar su nombre con tanto ruido.
─Bill…─susurró.
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31 de Diciembre, 2013
11:56 p.m.
Entregaban el cotillón a los invitados, Tom recibió un enorme gorro verde y pequeñas linternas con luces de colores.
─Tom, ¿ya has visto? Alguien llama más la atención que tú ─. Se burló su castaño amigo señalando un lugar específico con un par de globos muy largos.
Tom volteó rápidamente al escuchar lo que decía Georg, le pareció que ya había vivido ese momento en su vida.
Rubio bailando en medio de un grupo de gente, ropa llamativa, sonrisa inconfundible. Sonrió.
─Bill…