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-Nuestra verdad- por YumeRyusaki

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Notas del fanfic:

Aoita para Kiharu-san...

Notas del capitulo:

Bueno, Kiharu-san usted pidio un Aoita donde no muriera nadie, algo relax... y ciertamente esto salio demasiado sencillo y tiene su oscuro secreto(?? xD

Espero que te guste *u*

 Era raro. Extraño, incomprensible… a él le gustaban las chicas. La sensación de querer protegerlas, de amarlas... resguardarse en esos femeninos regazos era de ensueño. Realmente disfrutaba ver un escote, un decoroso escote que mostrara un poco de esas redondeces con las que habían sido dotadas. Si, Aoi era un fetichista de los pechos, de las féminas y por eso le resultaba incomprensible haber terminado enredado en las piernas de un hombre, de uno que de femenino no tenía ni pisca…

Pero tampoco es que se arrepintiera de estar con Reita. Dos años juntos, eran más del tiempo que podía recordar haber estado con alguien… y era feliz. No podía pedir más. absolutamente nada más…

Pegado a aquel cristal, olvido incluso los accesorios que se exhibían, en su cabeza tan solo estaba una persona, él… Reita. Sonrió como solo lo hacía para él, feliz… sincero.

Sacudió la cabeza y sonriendo entro a aquella tienda, y salió bastante apresurado. Suspiro cansado y regreso al departamento que compartía con el bajista. En el bolsillo derecho de su chaqueta guardo la pequeña cajita que había adquirido.

Camino hasta su habitación y se tiro boca abajo en el suave colchón. Se levanto de un salto y saco la caja, la giro entre sus dedos y soltando otro suspiro se dejo caer nuevamente.

—Un anillo… de todas las cosas tenía que terminar comprando un anillo — se sentía avergonzado. Un anillo era algo significativo en una relación y el no estaba seguro… ¿Y si asustaba a Reita con ese detalle? No era ni cumpleaños del bajista, ni navidad, ni siquiera su aniversario… no había forma que de la  nada le hiciera un regalo…

Levantándose nuevamente, guardo en una gaveta la cajita. Justo termino de hacerlo, la puerta se abrió dando paso al rubio bajista…

—Estoy en casa, Yuu — saludo con una sonrisa. Aoi sufrió un sobresalto, como si le hubiesen descubierto una fechoría.

—¿Por qué entras a la habitación de otros como si fuera la tuya? — reclamo con un fingido tono de enfado.

—¿Sera porque esta habitación también es mía? — ironizo y Aoi hizo una mueca de falsa indiferencia.

Le había costado tanto admitir sus sentimientos por un hombre, que incluso después de tanto tiempo se sentía inseguro. Porque un hombre no salía con otro, un hombre se casaba con una mujer y formaban una familia, el era un hombre… y no había forma que tuviera hijos estando con otro. Aun tenía tantos miedos, tantos prejuicios, aun le faltaba superar sus complejos. Dejar de admirar con tanta devoción el cuerpo femenino. Dejar de hacer comentarios homofóbicos, porque en más de una ocasión le había tocado ver el sumo desprecio que algunas personas les profesaban a los homosexuales, el no quería pasar por eso, él no quería hacer pasar a Reita por eso… Aoi era el tipo de persona que haría lo imposible por proteger su orgullo. Pero parte de la realidad era también que no quería salir herido y sangrante de aquella relación, pero cuando Reita era amable y amoroso… como en ese momento, como siempre, era imposible no bajar sus defensas. Guiar y dejarse llevar, por igual… ni uno era más ni uno era menos. Era amado y amaba en igual medida. Todo era como un sueño, uno que no echaría a perder, porque un anillo estaba en otra categoría. Una en la que nunca se habían detenido siquiera a comentar.

>>— He encontrado un restaurant. Es acogedor y la comida es  mucho mejor que la de Kai-kun — Lo escucho reír con su propio comentario pero él fue incapaz de decir algo… —ofrecen una gran variedad de mariscos…

La comida siempre había sido su debilidad y por vez primera no le interesaba…

Porque aquella relación de sueño realmente asustaba. Asustaba mucho porque no quería que terminara…

>>—Vayamos juntos la próxima vez…

—Si — contesto por inercia…

—No me estabas escuchando, oh bueno… no importa — Reita esculco sus bolsillos y saco un pequeño paquete — aquí tienes… es para ti.

—¿Qué es esto? Mi cumpleaños ya paso — dijo con el corazón acelerado al ver aquella pulsera que reconocía como un diseño bastante costoso — ¿Cuál es la ocasión?

—No hay ninguna ocasión en especial — Reita sonrió con obviedad — Lo que sucede es que vi esa pulsera e imagine como se vería en ti. Lo perfectamente bien que luciría en tu mano mientras tocas a mi socia — No pudo evitar una sonrisa al escuchar la referencia a sus guitarras y sonrió más porque eso justo le había pasado a él. Imagino como luciría ese anillo en las callosas manos de Reita por todas esas heridas que se había provocado con el bajo. El anillo le quedaría perfecto, eso había pensado.

Entendía lo que Reita decía, el regalo no tenía nada que ver con fechas especiales, si no con algo que nacía solo del sentimiento de sorprender a la otra persona y hacerla feliz. Él pensaba en el amor entre hombres, dudaba y podía incluso llegar a lastimar… pero incluso entonces Reita estaba ahí, queriéndolo, eso llenaba su corazón de un sentimiento cálido, reconfortante, como una manta en pleno invierno.

“Esto debe ser a lo que llaman felicidad” pensó cerrando los ojos y correspondiendo aquella caricia ofrecida.

 

*

 

Ver a aquella persona durmiendo a su lado tan apaciblemente le hacía darse cuenta. Estaba más enamorado de Reita de lo que pensaba, pero incluso entonces no podía ser tan abierto como Reita. Por eso seguiría buscando motivos tontos para no dar el primer paso.

—¡Oe, Akira!—  lo sacudió pero el bajista no despertó.

“No sé cuánto tiempo me lleve, tal vez algún día… pero por ahora…”

 Se puso de pie y saco la cajita con el anillo… haciendo la promesa de corresponder la sinceridad de Reita, de superar sus complejos, halo la mano del bajista…

—Ue-chan— llamo suavemente, el aludido no se movió de su cómoda posición…

Aoi suspiro. “Le diré que lo mando una fan o algo así”

*** *** ***

 

Reita llevaba días pensando en cómo ponerle fin a los temores de Aoi. Aquel miedo que sentía al rechazo por ser gay… y no se le ocurría nada, lo único que él podía hacer era quererlo y esperar. Esperar que el mayor pudiera ver que esos miedos no tenían ni pies ni cabeza, porque ellos contaban con el apoyo de su familia, con el apoyo del resto de la banda…

Si, podía ser que no todos aceptarían pero era su vida y su corazón ya había elegido, no podía equivocarse…

Bajo un poco más la gorra que portaba y camino entre el bullicio de la gente. Se detuvo de improviso frente a un aparador… una brillante pulsera robo su atención de entre todas las piezas en exhibición.

“Eso se le vería fantástico a Yuu”

Sonrió acercándose más a la vitrina, pero el reflejo de una persona le sorprendió.

“¿Yuu?”

No esperaba encontrárselo hasta llegar a casa. Le hacía feliz verlo más pronto de lo planeado… con las entrevistas y los preparativos para la gira se veían apenas lo indispensable. “¿Habrá visto alguna joya que le gusto?” Sonrió decidido a comprar él, aquello que había llamado la atención de Aoi.

—Yu…— el grito quedo ahogado en su garganta al ver por el cristal la expresión que el guitarrista tenia… parecía tan feliz, como si recordara algo bueno…

Sus ojos entrecerrados como cuando disfrutaba de una buena comida o una buena copa de sake, sus ojos brillantes y felices como cuando decía sus tímidos “te quiero”.

Esa expresión era única, era solo dedicada a él, a Akira Suzuki.

“Esa mirada en su rostro es para mí” pensó feliz, sabiendo que esos sentimientos que Aoi tenía por él eran más fuertes que todos los miedos que pudiera tener. Esos sentimientos haciéndose más profundos, deseaba pudieran seguir creciendo…

Se metió a la tienda antes de ser descubierto por el guitarrista.

—¿Me podría dar esa esclava? — el dependiente inmediatamente le atendió… volteo al lugar donde había visto a Aoi, ya no estaba... Seguro ya se había marchado.

 

*

—¡Oe, Akira! — sintió las manos de Aoi moverlo suavemente, pero continuo haciéndose el dormido.

“¿Cuándo vas a ser capaz de superarlo?” pensó impaciente porque Aoi se decidiera a darle lo que había comprado, no le interesaba lo material, se moría por recibir un detalle de parte de él… algo comprado con esa expresión que le había visto, quería algo de él que pudiera presumir: Mira esto, me lo ha dado mi novio, mi pareja, mi amante.

Porque eso significaba un paso más en su relación y un adiós a los miedos de Yuu. Portar algo del otro era aceptar con pequeñas cosas que estaban juntos, dos hombres y eran felices y les valía lo que los demás pudieran decir o hacer… por supuesto no es como si quisieran que todos los fans se enteraran, pero ser honestos con ellos mismos y con las personas que los conocían era otra cosa, lo que ambos querían y no podían hacer… lo que sus tres amigos siempre les decían…

Y ahora con algo que parecía una nimiedad, podían empezar…

Lo sintió levantarse de la cama, entreabrió los ojos y lo vio trasteando en una gaveta. La pequeña cajita brillo en las manos del guitarrista, sonrió…

“Apresúrate y se honesto” pensó cuando lo sintió regresar a la cama. “Y luego…”

Aoi halo su mano y la sostuvo por un rato…

—Ue-chan— le llamo pero nuevamente se hizo el dormido.

“y luego…” volvió a pensar, “con esa expresión  que solo yo puedo ver… dímelo. Supera todos tus miedos…”

Un tacto frio como de metal bajo por su dedo anular. Entonces lo supo, ese regalo que Aoi le había comprado era un anillo. Sonrió feliz, mejor regalo, mejor muestra de que estaban juntos no había… Aoi lo había hecho, estaba luchando por dejar sus prejuicios atrás.

Aun haciéndose el dormido se apretujo contra el cuerpo de Aoi… quería gritarle: “¡tus sentimientos han llegado a mí!”, quería comérselo a besos y decirle los te amo que rugían por salir y que con supremos esfuerzos lograba reprimir.

—Yuu…

—Cállate — Reita sonrió. No había nada de qué preocuparse… ellos estaban bien.

 

Una vez le preocupo terminar con el corazón roto después de declararse, pero Aoi lo había aceptado. Y ahí estaban, juntos, siempre juntos.

 

*** *** ***

  Habían pasado cuatro meses de que Aoi le diera el anillo a Reita. El decimo aniversario recién se había celebrado, las entrevistas ya se habían efectuado también.

Para mí, el amor es decir mis sentimientos directamente. Si alguien me gusta no puedo dejar de decirle a esa persona que la quiero”

Ni siquiera recordaba la forma en que había llegado ese fragmento de la entrevista dada  en el decade. Reita diciendo algo así, le llenaba de miedo y de dudas por igual. ¿Qué tal que alguien sospechaba? Y Reita últimamente no le decía que lo quería… ¿es que ya no era así? 

Dejo aquellas preguntas sin respuesta y se dedico a lo de siempre. Reita, la banda, Reita, sus amigos, Reita,el twitter, Reita… ¡El twitter!

Aoi casi muere de un infarto cuando al ingresar a su cuenta, lo primero que encontró fue la imagen que hacia menos de una semana había tomado de su rubio bajista… en la que este le daba la espalda y él intentaba tocarle…

Una corta palabra encabezaba esa imagen… “amor”.

Unas risas de fondo llamaron su atención.

 

—¡Fuiste tú!

—Me pregunto…

—Idiota…

Nuevas risas, ahora de ambos, llenaron la habitación. Aoi cerró los ojos y dejo escapar un suspiro. No tenia intención de eliminar aquella imagen que el bajista había subido a su cuenta… no lo haría porque después de todo era verdad.

—Espero que con eso entiendan. No estás con Uruha, si no con Reita… conmigo.

—¿Eh, lo hiciste por eso? ¿Podría ser que has estado celoso? — Rio suavemente con la mueca del bajista.

Cerró su computador y beso con dulzura a su amante. ¿No decían que entre broma y broma la verdad se asoma? Pues aquella broma les estaba informando a las sixth guns cual era la verdad de Yuu Shiroyama y Akira Suzuki.

 

 *

 “En general el amor no termina  antes de confesarme a la otra persona. He llegado a tener mi corazón roto después de confesarme”

Reita recordó las exactas palabras que había dicho para el decade. Pero…

 

—Te quiero Ue-chan…

 

Pero…

 

“Pero después de todo esta vez no fue así” pensó con alegría mientras abrazaba a la persona que poco a poco vencía todos sus miedos y prejuicios… mientras besaba a la persona que lo había hecho más dichoso que ninguna otra.

 

Mientras sencillamente era feliz.

 

 

Notas finales:

Nunca he escrito Aoita así que fue dificil encontrar minima inspiracion para hacerlo, y debo decir que cuando vi quien era mi amigo secreto SI que corri en circulos. Conozco su trabajo, Kiharu-san y temia y sigo temiendo decepcionarla...

Y debo preguntar esto... Le ha gustado? asi un poquitico al menos?

Ah, casi lo olvido... la foto de la que hago mencion, Aoi la subio el 7 de junio, alrededor... me parecio algo tan lindo de su parte que imposible no mencionarlo *u*

Eh bueno, es todoo... Feliz año nuevo!! <3


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