-El puro traje blanco, tímidos pasos,
Expectativas de ensueño brillando en tus orbes avellana
Mi más preciado tesoro, tú, quien esta de pie junto a mí tomando con dulzura mi mano, y confiando en mí una vez más.
Cuando las frías miradas intentan detenernos, es triste pero,
Al instante, tu mirada me envuelve con tu amor y sigo luchando por nosotros.
Días de sufrimiento causados por ninguno de los dos, que padeciste tú solo, en tu rostro lleno de tristeza esbozas una sonrisa falsa, para no entristecerme, siempre te guardas todo el dolor para ti.
No más lágrimas, compartiremos todo juntos, te lo prometo mi amor.
La deslumbrante mañana junto a ti, la esencia de la tarde en tus hermosas hebras negras, y la oscuridad de los cielos de la noche brillando en tus ojos.
Son todos hermosos, por que estas tú aquí a mi lado.
Mi más hermoso sueño.
Toda la alegría y tristeza, y el amor en el mundo.
Había encontrado a alguien con quien compartir todo eso y más.
No habrá más soledad, te lo prometo amor.
Los penas que sufriste, las convertiré en abundante felicidad.
Solo para ti.
El rostro sonriente de felicidad, igual que en estos momentos.
Por favor sigue dándomelos en el futuro.
Siempre, Siempre sonríe con felicidad o llora con tristeza.
Pero muéstrame todo solo a mí.
Mi más preciado tesoro.
Te amo, Bill Trümper.-
Tus ojos brillan, dejas escapar unas cuantas lágrimas que pronto limpias y con una sonrisa susurras un débil “gracias”. Eso parece bastar para tus padres que se van sin decir nada.
-quería darte esta carta antes de que seamos marido y mujer-
Un suave golpe en mi pecho y compartimos unas calidas sonrisas.
-antes de dar el si, quería decirte las cosas que están escritas ahí, pero como vez no me atrevo-
-No importa...te amo Tom Kaulitz -
No puedo resistir y acorto nuestras distancias muy lentamente, pero tú te alejas hasta quedar acorralado entre la puerta y mi cuerpo.
-no te permito besarme o tocarme hasta la finalización de la ceremonia, entendido Sr. Kaulitz?
Sonríes con picardía y me abres la puerta.
-nos vemos después, guapo?-
Con paso lento salgo de la habitación y sonriendo te lo aseguro.
Dentro de minutos estaremos unidos no solo en corazón, sino también en alma.
“Eso era lo que mi joven mente pensaba”
En mi habitación estoy parado frente al espejo rememorando una vez más nuestras memorias pasadas.
Cuanto tiempo ha pasado desde ese día?
6 años, donde pensé que seriamos felices y te protegería como te lo prometí en esa carta, pero como siempre no fui lo suficientemente fuerte.
Camino hacia el balcón donde me paro a sentir la brisa calida del verano.
“-Tomi puedes oler la esencia de la tarde en mi cabello? Jaja”
Cierro mis ojos y sonrío melancólicamente.
-si Billa, tu cabello tiene un aroma a atardecer-
Recordar todo duele, pero olvidarte seria mucho peor.
Camino hacia el interior de la habitación y me detengo al ver el armario abierto.
“-Tom te dije que no tengo nada para ponerme!”
Cierro el armario y susurro débilmente.
-Billa ponte una bolsa y salgamos ya-
Siempre te contestaba así y tú hacías berrinche hasta que te prometía que te compraría ropa nueva.
Doy un último vistazo a mi reflejo en el espejo.
“-buuu~ crees que me veo gordo?-”
-te ves cada día más hermoso Billa-
Tomo mi maleta y me encamino escaleras abajo, hacia el living, donde alcanzo a ver un espacio en blanco, ahí estaba nuestra foto. Esa donde te veías tan hermoso con tu cabello largo hasta los hombros.
Volviendo mi vista al frente, detengo mi andar y me doy cuenta que esta prendida la luz de la cocina.
Toco suavemente con la yema de mis dedos la mesada.
“-Tom por favor sal de la cocina que me interrumpes!”
Y mis ojos se llenan de lágrimas, que caen desesperadas por mis mejillas.
-aun sigue siendo el lugar mas difícil eh?-
Unos brazos me rodean y me dejo llevar por la calidez del abrazo.
-tranquilo-
El mejor amigo de él me abraza hasta que logro calmarme
-su pasión siempre fue cocinar-
Solo asiento, no puedo decir mucho, siento como si mis ojos quemaran. Aun cuesta aceptar todo lo que sucedió.
- vamos, el auto esta por llegar-
Georg quien esta parado frente a mi, extiende su mano y yo lo único que puedo hacer es recordar otra vez.
“-Tom no te hagas el niño pequeño y sal de casa…vamos-“
Involuntariamente lloro de nuevo, pero esta vez el que me consuela es Georg.
Después de unos minutos salimos los tres, Georg y Gustav se meten al auto dejándome unos últimos momentos frente a la puerta de entrada.
-Billa me voy- cierro mis ojos unos momentos-por favor, cuida la casa-
Una brisa vuelve a darme de lleno en la cara y puedo escuchar su voz claramente
“-tranquiloTomi, Alex y yo estaremos bien hasta que llegues-“
Abro mis ojos rápidamente y los veo frente a mí, como esa mañana, saludándome con una hermosa sonrisa.
Sin esperar, corro hacia ellos. Pero solo puedo sentir el frío del suelo.
Escucho los gritos y como unas manos me levantan del suelo.
-Tom estas loco?-
Gustav me toma por los hombros y me sacude, gritándome desesperado, Georg solo se queda mirándome, sin comprender mis acciones. Desvío mi vista y te veo, tus brazos cruzados y tu seño fruncido.
“-Tomi no asustes a Gusti con tus tontas bromas de mal gusto-“
Tomo mi cabeza con las manos y caigo al piso llorando.
Por que les paso eso a ustedes? Por que no los puede proteger, cuando prometí hacerlo.
Tantas preguntas están clavadas en mi mente desde ese mediodía.
“un robo ocurrió en una casa, dos personas fueron tomadas como rehenes y desafortunadamente ninguna sobrevivió”
“un niño de 3 años y un joven de 24”
En ese momento solo creí en que era coincidencia.
“se a confirmado la identidad de las personas hace tan solo unos instantes, sus nombres eran…”
Me levante desesperado y corrí escaleras arriba suplicando verlos ahí.
-Biiiiiill!!Alexander!!-
Abro todas las puertas sin encontrar nada.
Al llegar a la habitación me volví a acercar al balcón, al no encontrarlos entiendo que no están y siento como mi corazón se encoge, volviendo a llenar mis ojos de lagrimas
Dejándome llevar por las suaves corrientes de aire, mi cuerpo se comienza a mover solo.
-Tom!!!!-
Antes de que me pudiera subir al balcón, llegaron a detenerme Gustav y Georg.
-demonios, déjenme en paz!!-
Un fuerte ardor en la mejilla me hizo caer al piso, Gustav me había dado un fuerte golpe.
-quieres que Bill nos regañe?? Quieres que Alexander vea como su padre se mata?-
-yo…-
Me sostuvo por el cuello de la camisa haciéndome levantar y dándome otro fuerte golpe en el estomago.
-si quieres matarte, dame el honor de hacerlo!-
-Gustav basta!-
-no! hasta que comprenda que si hace una estupidez, el que llorara será Bill–
Me pare como pude y dándole un fuerte golpe en el rostro, lo deje tirado en el suelo.
-Bill ya no esta...el...el jamás...volverá...tampoco Alexander-
Georg se acerco a abrasarme y me susurro un débil “ellos igual lo ven todo” y lloro en mi hombro, después de unos momentos Gustav también nos abrazo.
-Bill tenía razón diciendo que eras un idiota-
Nos quedamos mucho tiempo abrazados sin decir nada ...solo sintiendo el viento golpearnos suavemente
Después de unos momentos nos soltamos y ellos caminaron al interior del cuarto de nuevo.
- estaremos adentro-
-no hagas nada tonto-
Sonreí y cuando vi que ya no estaban cerca, me dispuse a sentir el suave viento envolverme
-espero ahora no estés enojado Billa-
No se si fue mucho o poco tiempo, pero solo me dedique a mirar la luna.
Cuando estaba listo, camine con pasos lentos y pausados hacia la puerta de la habitación, voltee una última vez y mire el balcón.
-Billa cuida de Alex y espérenme-
Salí de la casa y antes que pudiera cerrar la puerta …jure haber escuchado a Bill decir “nos vemos , amor”, un suave y delicado suspiro en mi oído.
En estos momentos estoy sentado en la banca de un parque, alejado de toda la gente.
Veo como padres llevan a sus hijos a jugar y me pregunto como hubiera sido nuestra familia.
Sonrío por el tonto pensamiento y siento como alguien se sienta a mi lado.
-Tom vamos, mi espalda me mata!-
Después de lo sucedido pensé que jamás podría volver a estar con alguien, pero la vida una vez mas me puso enfrente a una persona especial.
Tal vez el no llegue a ser tan especial como Bill, pero aprendí a quererlo.
-lo siento Andreas, quieres como recompensa te cargue hasta casa?-
Un suave golpe en mi hombro y sonrío.
Nos levantamos y caminamos tomados de la mano.
-estamos a una semana de su cumpleaños, crees que podríamos visitar a Billi?-
-seguro le encantara y mas cuando le demos la sorpresa del bebe que esperas-
Acaricio su panza y sonrío, aunque el bebe no es mío, lo querré tanto como si lo fuera.
Dos personas sentadas en un banquillo observan la escena desde lejos, con unas suaves sonrisas.
“-creo que es hora de irnos Alex, papa parece estar mejor-“
Mientras se alejan, el muchacho alto de cabello largo deja resbalar por su mejilla una pequeña lágrima y suspira con dolor.
“-adiós Tom, te amo-“