Preocupado, miró al relój y seguidamente a la puerta. ¿Por que no llegaba? ¿Le habría pasado algo? ¿Tendría mucho trabajo? ¿Y si se había quedado encerrado en su oficina? ¿Y si unos estafadores lo secuestrarón? ¿Y si...?
Taemin sacudió la cabeza diciendose a si mismo que todo eran paranoías suyas, pero para estar seguro, salió de su casa en dirección a la oficina de su esposo.
Tardo veinte minutos en llegar al imponente edificio de la empresa Choi. Al entrar, recivió reverencias y miradas de lástima. Confundido, se dirigió hacía la recepcionista.
-Discúlpe, ¿Sabe si mi esposo sigue aquí?-preguntó amablemente, por lo que se sorprendio cuando vió que la pequeña mujer se removío nerviosa en su lugar y miró hacía abajo.
-E-El señor C-Choi... É-Él esta... E-En s-su ofi-oficina...-tartamudeó. Otra mujer apareció atras de ella y le tendió una llave.
-Es la llave de su oficina, la necesitarás-la mujer lo miró de forma seria y segura.
Taemin tomó la llave y se dirigió rápidamente hacía el último piso. Al llegar, se acercó tambaleante a la puerta al final del pasillo y se detuvó brúscamente.
Gemídos.
El pequeño castaño sintió su corazón dar un vuelco doloróso. Con la mano temblando, metió la llave y la giró abriendo la puerta. Se adentró en la habitación y se quedó estático al ver a aquellos dos cuerpos sudados moviendose frenéticamente en un intento de fundírse en un sólo cuerpo. Aquellas dos personas.
Minho, su esposo y KiBum, su mejor amigo y secretario de su esposo. Minho y Key.
-Oh, Minho... ¡Más fuerte!-gritó Key. El más alto obedeció.
Pocos segundos después, terminarón con un gran orgasmo.
-Te amo, Minho-murmuró Key entre besos. Minho lo sujetó de la cintura y lo apego más a él.
-Sabes que yo también, pero Taemin...-Replicó Minho con algo de molestia en su voz.
El menor presente sintió todo su mundo venirse abajo. ¿Sólo era un estorbo? Taemin se acercó a ellos.
-¿Sabes algo, Minho? Tú ya no estas casado...
Minho y KiBum se sobresaltarón de sobremanera al escuchar su voz. Se dierón la vuelta y lo vierón parado frente a ellos hecho un mar de lágrimas. A Minho se la contrajó el corazón dolorosamente mientras que a Key los ojos se llenarón de lágrimas sintiendose la peor persona del mundo.
-Siempre confié en ustedes... ¿Mi "umma"? ¿Mi esposo? ¡A la mierda con ustedes, yo me largo!-Taemin dió la vuelta para irse, pero Minho lo detuvo.
Taemin miró la mano que sujetó la suya y miró con rabía a su dueño.
-Minnie, yo...-Minho sintió dolor en su mejilla y abrió los ojos sorprendido. Taemin lo había abofeteado.
-Te odio, Minho, y me odio a mi aún mas por amarte a pesar de todo...
El menor soltó su mano de un jalón y salió de su oficina. Mientras caminaba por el edificio, sintió de nuevo esas miradas de lástima. Y esta vez comprendió el porque de ellas. Al pasar por la recepción le dedicó una sonrisa triste a la mujer que le dió la llave y le murmuró un sincero "gracias".
Al salir del edifició, una briza helada le recivió acompañado de una fría llovizna, sin embargo, no le importó y siguió caminando enmedio de la acera. La llovizna pronto se convirtió en lluvia, e inesperadamente, esta se volvió una fuerte tormenta.
El frió le helaba los huesos, y estaba empapado hasta por dentró de los parpados. Sentía tanto frío, y un enorme dolor de cabeza, que podría jurar que esta hirvíendo en fiebre.
Pronto comenzó a sentirse débil y mareado a tal grado que creía se desmayaría ahí mismo. Y asi fue.
Algo consciente aún, se dió tiempo de pensar en su situación. Su esposo lo engañaba con su mejor amigo y estaba tirado en la calle en medio de una tormenta muriendose.
Genial.
Taemin dejó de sentir sus manos y sus pies, después sus piernas y brazos. Entonces lo escuchó.
Escuchó la voz del ser que más amaba llamandolo desesperadamente. Dejó escapar un par de lágrimas.
Sintió esos fuertes y protectores brazos levantar la mitad de su cuerpo del suelo y abrazarlo con fuerza. Quería corresponder su abrazo y decirle que estaba bien, pero no tenía fuerzas para eso.
-Minnie, bebé, tienes que aguantár un poco más. No cierres los ojos, quedate conmigo,amor-la voz de Minho se oía tan fuerte como gritós pero a la vez muy distante.
Con las pocas fuerzas que tenía, Taemin miró a su Keroro. Estaba llorando y se había mojado.
-Minho hyung, estás mojado...-murmuró débilmente en tono de reproche.
Minho lo miró de una forma que no supo interpretar y lo apretó fuertemente a su pecho.
-Perdóname... Perdóname, Taemin...
El menor dejó caer las lágrimas que retenía con fuerza.
-¿Cómo esta Key? Lamento si lo hice sentir mal...-las palabras salían en susurros apenas audibles, pero lo suficiente para que esas palabras taladrarán en lo más profundo de Minho.
-KiBum está esperando a que llegue la ambulancia... Perdóname, Taemin, fue un error, yo no lo a...
-¡N-No lo digas! No me mientas, no te mientas... Sabés que lo quieres... Pero aún asi me sigues amando. Que triste, ¿No? Él te ama, yo te amo y tu nos amas. Pero a partir de ahora, él te amará y tu a él. Sólo dos.
-¿D-De que hablas? ¡Tu te repondrás de esto!-casi gritó Minho.
Taemin sonrió tristemente. Él tambien le ocultaba algo a Minho, algo importante de vida o muerte.
-Lo siento mucho, Minho, intenté decirtélo pero siempre llegabas muy tarde y no contestabas mis llamadas... Yo también tengo un secreto. Perdóname por ocultarlo.
El pequeño sentía un frío abrazador que no lo dejaba moverse, un frío abrazador que le decía que aún seguía vivo, mas no por mucho.
-Te amo, Minnie-Minho presionó sus labios contra los del castaño con fiereza y desespero.
-Yo tambien te amo, Minho-Taemin suspiró y presióno sus labios contra los de su esposo suavemente.
Y dejó de sentir frío, se sentía cálido y libre.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
De pronto, la ligera presión que hacían los labios de Taemin desapareció, y con ella su respiración.
Minho presionó aún mas sus labios sin recivir respuesta alguna. Horrorizado, se separó del menor y lo vió detalladamente.
Se veía muy pálido, sus labios y parapados estaban purpúras y estaba demasiado delgado. Parecía sin vida... Y la falta de latidos en su pecho le confirmó a Minho la perdida.
Después de eso, Taemin fué alejado de él. La ambulancia había llegado.
Veía como los doctores se disípaban en la sala de urgencias despues de declarar fallecido a Lee Taemin.
Minho veía como algunos doctores y enfermeras lloraban por Taemin y se preguntó el por que.
Key a su lado, no podía controlar su llanto y menos al saber que la última vez que Taemin y él se habían visto, él estaba teniendo relaciónes con Minho, el esposo de su Taeminnie. Definitivamente era la peor persona del mundo, ¿Cómo podía haber engañado de esa forma a su hijo? ¿Cómo pudo lástimarlo de esa forma?
Un doctor joven y alto se acercó a ellos y le tendió una carpeta con papeles dentro a Minho.
-Necesitamos que firme estos documentos y llené los formularios de la última hoja para que el... El cuerpo pueda ser retirado-un sollozó se escapó de los labios del doctor.
Minho al escucharlo, lo vió a los ojos y se dió cuenta de la verdadera tristeza que embargaba al de blanco.
-¿Conocía a Taemin?-preguntó Minho en un susurro. El doctor lo miró algo sorprendido.
-Si, yo soy Cho KyuHyun, me especializo en los pacientes con cáncer, y yo era el doctor que atendía al joven Lee...
Minho lo miró mas confundido que nunca. Kyuhyun comprendió y siguío hablando. Key se acercó a seguir escuchando, el tampoco sabía nada.
-Lee Taemin, ingresó a este hospital hace más de cinco meses. Se había desmayado a pleno amanecer camino a las empresas Choi. Fue traido a urgéncias, donde se le realizarón varios estúdios de todo tipo. Pasado el medio dia, Taemin despertó y le dimos un diagnóstico. El joven Lee padecía Leucemia y estaba muy avanzada. Él debía quedarse internado desde ese día, sin embargo logró evadir a los doctores y se fué esa misma tarde. Tiempo después, volvió a desmayarse y fue traido de nuevo, pero esta vez, le hicimós prometer que vendría a sus consultas dos veces a la semana y tomaría sus medicinas, y asi lo hizó, sin embargo...
El doctor calló durante unos segundos mientras intentaba calmar la fúria que se formaba en su interior ante los amargos recuerdos de sus pláticas con Taemin.
-Yo lo atendía, lo hicé todo el tiempo, y él iba de maravilla... Pero un día, súbitamente empeoró de forma alarmante. Su estado fisíco empeoró de esa forma debido a su estado emocional. Yo hable con él, y me contó lo que pasó... La ropa de su esposo no desprendía su olor, si no el de otra persona; su esposo ya no lo besaba a él, pero si a otra persona; su esposo ya no dormía con él, no le prestaba atención y mucho menos lo amaba como antes... También me dijó que había intentado hablar con él, decirle sobre su enfermedad, pero el señor no tenía tiempo para él... Hace un par de días, Taemin vinó al hospital en medio de la noche, se veía tan mal que de verdad pensamós que no llegaría al amanecer. Él se salvó, pero descubrimos algo más... La enfermedad ya estaba en etapa terminal, y él podría morir en cualquier momento. Insistimos en que se quedara, pero él dijo que tenía que ver a su esposo, que lo amaba...
KiBum y Minho que escuchabán atentamente el reláto del doctor, se sintierón asquerosamente culpables. Taemin había luchado sólo contra esa horrible enfermedad mientras ellos se revólcaban en la oficina.
-Esta mañana estaba estable, se fué de aqui bien... Sin embargo, él estaba demasiado débil para soportar una neumonía de ese grado. Sus pulmónes no lo soportarón, y falleció de un paro respiratorio.
Minho dejó de escuchar, lo único que podía hacer, era ver con dolor el cuerpo sin vida de su pequeño.
Quería despertar de aquella pesadilla donde él era el malo de la historia, donde por su culpa el amor de su vida moría, donde la culpabilidad lo carcomía por dentro, sin embargo, no era un sueño.
Era la realidad, aquella realidad que lo abofeteaba con odio.
Minho deseaba que todo terminara ahi, que su vida terminara, pero esto era sólo el doloroso principió.